HDH 323

HDH 323

Sábado 02 de Diciembre del 2023




Hombres del Harén 323

Te salvaré, Hyacinth




Aini respiró hondo y habló con sarcasmo.


"Emperatriz Latrasil está muy enfadada, estás diciendo cosas ridículas"


El enviado de Tarium, que había regresado con el de Carissen, se limitó a sonreír ante el comentario.

Aini lo miró fríamente, luego giró hacia Marqués Michel y le dijo.


"Has agitado la olla innecesariamente"


El Marqués rió con indiferencia.


"No pasa nada, estoy orgulloso de mí mismo, me pueden poner a prueba en el templo"


Aini volvió a mirar al enviado de Tarium.

El Enviado de Tarium sonrió, como si hubiera estado esperando a que ella lo mencionara.


"Lo haré con mucho gusto"


Desvergonzado. Sabían muy bien que Marqués Michel no tenía nada que ver. Amo o subordinado, tal vez, todos eran iguales.

Aini chasqueó la lengua, preguntándose si debería nombrar a alguien de Tarium para ser investigado junto a él.

Tasir, por supuesto. Probablemente un brujo.

Pero en el último momento, Aini cambió de opinión.

Latrasil sabe que su padre es un ghoul, pero no lo ha revelado. Como no sabe cómo piensa usarlo, cree que es mejor tener una mano en esto también.


"Muy bien"


Dijo Aini con firmeza, luego levantó la barbilla.


"Le mostraré al Marqués Michel siendo examinado en el Templo"

"Gracias, Emperatriz"


El enviado de Tarium hizo una profunda reverencia.

Era un gesto exteriormente cortés, pero Aini le dirigió una mirada de advertencia.


"Pero si hay algún individuo sospechoso en Tarium, tendrán que tratar con él del mismo modo que nosotros"

"Informaré de ello a Su Majestad"

























* * *

























"¿Por qué Su Majestad nombró específicamente a Marqués Michel?"


Latil había hecho una pausa en su trabajo para dar un sorbo a su café y jugar con un rompecabezas, miró de reojo la pregunta de Sonnaught.


"¿Es una pregunta repentina?"


preguntó Latil con una sonrisa, Sonnaught asintió con la cabeza.


"Sí. Pensé que Su Majestad sacaría a relucir el asunto de Duque Daga. O que Duque Daga hiciera algo 'indecoroso' en público"

"Ah. Yo también he pensado en eso"

"Sí."

"Porque eso sería demasiado fácil"

"¿Fácil?"

"Si atacamos a Duque Daga desde este lado, Aini se verá 'obligada' a abandonar a su padre"

"?"

"Eso no es divertido. Ella es la que convirtió a su padre en ghoul, no debería ser la única que me culpe a mí. No puedes darle poder culpándome a mí"


Sonnaught se quedó con la boca abierta.


"¿Crees que......."

"Aini tendrá que tomar los pecados de su padre con sus propias manos, aunque sepa que Duque Daga es el culpable. Cuando esto se acumule y se amontone, ella también tendrá que decidir. O lo derriba ella misma. O se convertirá en un mal mayor que su padre"

"!"

"Y cuando llegue ese momento, ¿Quién será como el Lord? ¿Yo o Aini?"


Latil soltó una carcajada poco amable y dejó el rompecabezas de golpe sobre el escritorio, rompiéndolo al no poder resolverlo.

Sonnaught tragó saliva ante la respuesta que estaba a punto de salir de su boca: "Majestad"

























* * *

























Aquella vez.

Por orden de Latil, Kallain corría hacia Carissen, llevando a Gesta, que "no podía correr tan rápido", soltando 255 palabrotas a cada paso.

No funcionó. Gesta no entendía nada.

Para los oídos de Gesta, las palabrotas de Kallain a una velocidad vertiginosa sonaban como el sonido que haces cuando te metes agua en la boca y haces gárgaras.


"Es como el sonido que haces cuando te cepillas los dientes"

"¿Qué?"

"La voz de Kallain ....... Puaj"


Kallain finalmente tuvo suficiente y abofeteó a Gesta.

























* * *

























No queriendo rodar por el suelo de nuevo, Gesta mantuvo la boca cerrada después de eso.

Kallain no quería estar mucho más tiempo a solas con Gesta, así que dejó de maldecir tan rápido y empezó a correr, no tardaron mucho en estar cerca de su destino.

Una vez en la capital de Carissen, esperaron a que cayera la noche y se dirigieron al palacio.

Kallain frunció el ceño ante las numerosas ventanas que atravesaban la oscuridad.

Gesta también frunció el ceño.


"¿Quieres decir que Emperador Hyacinth está en una de ellas y tenemos que revisarlas todas?"


dijo Kallain con frialdad.


"Ojalá hubiera traído al grifo conmigo"

"Cambiarás de opinión cuando oigas el hocico de ese pájaro burlándose de ti......."

"Sería mejor que tú"

"Lo soltaré en cuanto vuelva, podrás vivir con él......."


Kallain empezó a patear a Gesta, pero bajó el pie cuando él pareció dibujar algo en el suelo con el dedo.

Apretó los dientes y ordenó.


"Usa esa buena cabeza que tienes. Me van a pillar si tengo que pasar por todas contigo"


Gasta podía moverse en silencio por una habitación, pero en un palacio con tanta gente, abrir una puerta o una ventana era una forma segura de ser descubierto, sobre todo ahora, con el palacio tan fuertemente custodiado.

Gesta frunció el ceño y miró las relucientes ventanas antes de sugerir.


"Empecemos por...... veamos dónde hay luces apagadas o tenues"

"¿Por qué?"

"Porque Emperador Hyacinth lleva mucho tiempo de baja, creo que mantendrá las luces apagadas o luces atenuadas; se le cansarán los ojos si duerme con luz brillante todo el tiempo"


Kallain asintió.


"Lo haré"

























* * *

























Era lo de siempre.


"Su Majestad, el sirviente de Gesta está aquí, dice que tiene un mensaje para usted"


El sirviente de Latil se acercó y habló con cautela.

Estaba en medio de su trabajo y parecía preocupado.

Pero en cuanto Latil oyó el nombre de Gesta, sonrió ampliamente.

'Por fin has vuelto'

Ya le había dejado claro a Gesta que le enviaría a Tree cuando volviera del trabajo.

Le indicó Latil, obligándose a no abrir demasiado la boca.


"Estoy un poco ocupada ahora. Dile al Sumo Sacerdote que tome el té con nosotros tres a eso de las tres de la tarde. Escucharé la historia entonces"


'Así será más natural'


"Sí"


Mientras el chambelán se retiraba, el desinformado chambelán sonrió irónicamente, pensando: "Su Majestad no está interesada en Ranamoon, pero tampoco en Gesta".

No sé dónde se fue el tiempo después de eso.

En cuanto el reloj marcó las dos y media de la tarde, Latil se levantó de su asiento y se dirigió al harén.

Cuando llegó a la habitación de Gesta, el Sumo Sacerdote ya había llegado y estaba sentada frente a Gesta, hablando con él.

Cuando Latil entró, el Sumo Sacerdote se levantó para saludarla y habló con entusiasmo.


"Majestad, ¿se ha enterado de que Gesta ha estado usando magia espacial? El tipo de magia que sólo existe en los registros"


Al parecer, Gesta había hecho un buen trabajo contando la historia de su necesidad de ir a curar a Hyacinth.


"Oh, me enteré. Me sorprendió. Nuestro Gesta es realmente una persona increíble"


Latil sonrió, el Sumo Sacerdote se unió con una mirada de puro deleite.

'Lo sé'

Me siento mal por ser tan crédula....... Latil se sintió un poco mal ante la brillante sonrisa, pero decirle la verdad al Sumo Sacerdote no era nada parecido a decírsela a Tasir.

Realmente tenía que tener cuidado. Tal vez tendría que mantenerlo oculto el resto de su vida.

'Pensaré en eso más tarde'

Por ahora, pensemos en curar a Hyacinth. Latil apartó los pensamientos complicados y preguntó.


"Jaisin. Te has enterado de que vamos a viajar para curar a Hyacinth, ¿verdad?"

"Sí. He oído hablar de ello, Majestad"


Latil asintió y miró a Gesta a los ojos.

Gesta tartamudeó avergonzado, pero ante la mirada de Latil, sacó un trozo de tiza de su bolsillo y dibujó lo que parecía ser un círculo mágico en el suelo.

'¿Es eso lo que solías dibujar?'

Parecía haber surgido de la nada de camino al Duque.

A Latil le extrañó el delicado dibujo, pero no se molestó en señalarlo, pues quería hacer las cosas de otra manera en el camino.

Tal vez no necesitaba dibujar el círculo mágico, sino que fingía hacerlo deliberadamente para el Sumo Sacerdote.

El Sumo Sacerdote miró la forma con curiosidad, luego se maravilló cuando Gesta dejó la tiza y el círculo se convirtió en un pasadizo circular.


"¡Dios mío, parece una guarida!"

"!"


Latil miró de reojo, intentando reprimir una tos por lo que había oído.

Gesta sonreía torpemente, como si le hubieran dado un golpe en la cabeza.

El Sumo Sacerdote, inconsciente de lo que había dicho, se limitó a sonreír.

Latil tosió un par de veces y luego le dio una palmada en la espalda al Sumo Sacerdote.


"Vámonos"


Preguntó el Sumo Sacerdote, con los ojos brillantes como quien acaba de llegar a un parque infantil gigante.


"¿Podemos entrar sin más?"


Latil se encogió de hombros y miró a Gesta.

Cuando se le ocurrió que Gesta era quien había creado este móvil, reformuló su pregunta y se dirigió directamente a Gesta.


"Ah, qué te parece esto, Gesta, tú lo demuestras primero, yo..."


Antes de que pudiera terminar, Gesta le dio un codazo.


"¡Entrareeeeeeé!"


Las palabras del Sumo Sacerdote resonaron en la guarida, desvaneciéndose rápidamente.

Latil abrió los ojos y miró fijamente a Gesta.

Gesta hizo contacto visual con Latil, éste se sonrojó.


“La gente que no está familiarizada con esto no puede ir porque tiene miedo, así que sólo irá si le das un empujoncito"

"Uh......."


Le dio un codazo. Le dio un codazo.

Latil asintió temblorosa, luego preguntó.


"¿Vas a empujarme? Se alejaba tan rápido que daba grima, su velocidad era......."

"Yo te llevaré, Majestad, dará menos miedo......."

"Entonces Jaisin ......."


¿Por qué lo empujaste?

Latil se tragó las palabras que le subieron a la garganta, pero Gesta comprendió y contestó rápidamente.


"No es que vaya a llevar a Jaisin por ahí......."


No, por qué no. Puede cargarlo, aunque haya un poco de diferencia de tamaño.

Pero si Gesta lo abraza, Jaisin lo aplastaría, no lo cargaría, especialmente bajando tan rápido.

No, ¿pero realmente tenemos que bajar aquí?

Mientras Latil permanecía aturdida, Gesta se le acercó cautelosamente, lo rodeó con sus brazos y le susurró.


"Cierra los ojos"


Latil se sorprendió al ver que los brazos de Gesta eran más grandes de lo que esperaba.

Los músculos y los huesos de Latil estaban bien desarrollados por su entrenamiento, resultaba extraña la facilidad con la que se deslizaba entre los brazos de Gesta.

Latil se rió un poco avergonzada, aunque sabía que sólo la llevaban en brazos para desplazarse.

Además, al abrazar tan fuerte a Gesta, se sintió un poco menos preocupado por la caída del Sumo Sacerdote de antes.

Justo cuando me sentía completamente a gusto, mi cuerpo cayó en picado.


"¡Aaaaaaah!"


gritó Latil, con su relajado estado de ánimo puesto patas arriba de golpe.

Me pregunto si esto es lo que se sentiría al saltar de un acantilado. Peor aún, mi cuerpo se sacudió de repente hacia un lado.

Tuve que corregirme. No fue como saltar por un acantilado, fue más como construir un tobogán sinuoso en un acantilado y precipitarme por él.

Justo cuando pensaba que iba a perder el globo ocular, mi cuerpo de repente hizo ping-pong y rebotó. Como una piedra lanzada por una honda.

Latil jadeó y sacudió la cabeza rápidamente.

Se preguntó si habría salido rebotando de la guarida y se habría golpeado la cabeza contra la pared, pero cuando volvió en sí, Gesta estaba de pie junto a ella, manteniéndola erguido.


"Te dije que cerraras los ojos......."


Miré a Gesta, con los ojos todavía dándome vueltas, ella murmuró confundida.


"Ojos, ¿Se supone que no pasa esto al cerrarlos?"

"Sí......."

"Los cerraré cuando me vaya"


Por supuesto. Por supuesto.

Latil se agarró al hombro de Gesta y tuvo arcadas, con el estómago revuelto, entonces se acordó del Sumo Sacerdote y miró a su alrededor.

'Lo siento, ¿Jaisin está bien? ¿Se cayó solo?'

En la oscuridad de la habitación, reconocí el interior de la cámara de Hyacinth que había visto brevemente antes.

Me estoy mareando, sólo de pensarlo siento aún más náuseas.

Latil se inclinó más hacia Gesta, intentando que no le temblaran las piernas.


"Jaisin no está aquí"


murmuró, entonces por fin divisó al Sumo Sacerdote.


"!"


El Sumo Sacerdote se había desmayado encima de Hyacinth. Tuvo suerte de que no estuvieran cara a cara, de que ambos estuvieran inconscientes.


"Tienes un hígado sorprendentemente pequeño, Jaisin"


murmuró Gesta, tapándose la boca con la mano.

Latil estaba segura de que Gesta se estaba riendo.

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