Domingo 12 de Noviembre del 2023

Hombres del Harén 292

Ya son dos

"¿Qué ocurre?"

Acabábamos de sentarnos a charlar cuando Kallain se removió de repente en su asiento del sofá y se quedó mirando la puerta.

La mirada era tan sutil y extraña que cuando Latil preguntó qué era, Kallain se rió como si le hiciera gracia.

"Ranamoon y Sonnaught salieron juntos"

"¿Ranamoon?"

repitió Latil.

"¿Ranamoon? ¿De verdad?"

Sonnaught había estado allí antes, pero Ranamoon, ¿de la nada?

Ante la pregunta de Latil, Kallain asintió.

"Ranamoon vino y se llevó a Sonnaught para hablar. No creo que estuviera allí para charlar"

"¿Estás seguro?"

murmuró Latil, sabiendo que Sonnaught se había dirigido a Ranamoon, Kallain sonrió y se sentó correctamente en el sofá.

"Estoy seguro de que estará bien, porque si salen dos y muere uno, es obvio de quién se sospechará"

Latil asintió, aliviada al oír eso.

"Sí"

Kallain se sentó con las piernas cruzadas y giró hacia Latil.

"Entonces, ¿qué le trae a mi Ama a verme?"

"¿Necesita esta Emperatriz negocios para ver a sus Consortes?"

"Pero la Emperatriz sólo visita a sus Consorts cuando tiene negocios"

"......."

Latil tosió innecesariamente ante las huesudas palabras, luego cogió la campana y la agitó.

Cuando entró el sirviente mercenario vampiro de Kallain, Latil le ordenó que le trajera algo de beber y se apartó rápidamente para evitar su agobiante mirada.

Cuando el sirviente se marchó, Latil volvió a toser con fuerza y se giró para mirar a su alrededor.

"Es mejor que emborracharse y no trabajar. ¿Verdad?"

"Lo es. Aunque es mejor que la Ama venga hoy a mí y mañana a aquél, a que no vaya a ninguno, abrazada a la almohada y preocupada"

"Si no voy ¿Abrazaría mi almohada?"

"Abrazarías y sollozarías"

Cuando Latil la miró con suspicacia, incapaz de saber si bromeaba o hablaba en serio, Kallain sonrió con satisfacción.

Sonrió, la habitación a su alrededor se iluminó como si se hubiera encendido una linterna, igual que el hombre al que Domis amaba, incluso después de oír aquel frío sonido.

Del mismo modo que no podía evitar sonreír ante un lindo gato o cachorro, o desmayarse ante la belleza de la naturaleza, la boca de Latil se movió con naturalidad al ver la sonrisa de Kallain.

Latil se echó a reír con él, pero cuando ella apretó los labios y pareció que intentaba contener una carcajada, habló con voz sobria y rígida.

"Estoy aquí por negocios, Kallain"

"Sí. Por supuesto, Su Majestad"

"Tu partidaria está aquí"

"?"

"Mi madre"

Kallain, que había estado mirando a Latil con cara de "¿a qué viene eso?", comprendió tardíamente las palabras.

"¿Ha venido Su Alteza la Emperatriz?"

"Sí. Acaba de llegar. Ha empezado a hablar de ti nada más llegar"

dijo Latil burlonamente, una sonrisa de satisfacción se dibujó en las comisuras de los labios de Kallain.

"Así que no fue un decreto en blanco"

"Bien por ti, Kallain"

Las felicitaciones de Latil provocaron una sonrisa traviesa en el rostro de Kallain.

"¿Me estás felicitando?"

"Claro que te estoy felicitando, esto te ha colocado en una posición ventajosa"

Pero la respuesta de Latil no aplacó el humor travieso de Kallain.

Antes de que pudiera preguntar qué pasaba, la puerta se abrió y un sirviente trajo varias bebidas y las dejó sobre la mesa. Todo delante de Latil.

"......."

Cuando Latil levantó la vista, el sirviente vampiro sonrió satisfecho.

"Coma, Lord. De todos modos, el capitán no come comida humana"

Puede que no coma comida humana, pero estoy bastante segura de que le gustaría mi cabeza. Latil miró a Kallain, cuyos ojos se habían vuelto feos, pero el sirviente vampiro no se inmutó por la mirada aterradora.

"Gracias"

Latil sonrió e hizo una reverencia, luego despidió rápidamente al sirviente cuando el humor de Kallain se volvió agrio.

Una vez que el sirviente se hubo ido, Latil sonrió irónicamente y giró hacia Kallain.

"Toma lo que quieras. No puedo Tomármelo todo yo"

"Está bien. Tómatelo todo. No suelo comer comida humana"

"¿Es porque estoy haciendo pucheros.......?"

"No, no es por eso"

Lo es. Eso es lo que me dijeron cuando fui a la posada a ver cómo estaba Kallain antes de su iniciación: no come, no bebe, no va al baño, no se queda en su habitación.

Latil asintió y bebió unos sorbos de la bebida de naranja de fuerte sabor. La fresca bebida afrutada se deslizó por su garganta, saciando su sed.

Latil dejó el vaso y reveló el motivo de su visita.

"En realidad, he venido a hablarte de mi madre, pero hay algo más que necesito decirte, Kallain"

"¿Qué cosa?"

"Cuando Tla era el Falso Lord y Anakcha se quedaba con él, en una especie de guarida, ¿fue entonces cuando aprendió magia negra?"

Latil pensó en el Tla muerto que había visto en un lugar, que no sabía si era un sueño o la realidad. El lugar donde Tla había caminado, prometiendo salvar a su madre. Sólo había visto una pequeña parte, pero no era una casa pequeña, ni siquiera para fugitivo.

"¿Qué?"

repitió Kallain, como si la pregunta de Latil no se le hubiera ocurrido.

"¿Magia negra? ¿Anakcha?"

"Eh"

Kallain se rascó la cabeza.

"¿Por qué piensas eso?"

"Anakcha es inteligente, siempre intenta mejorar, por mucho que la odie, tengo que admitirlo"

"?"

"Anakcha no es la clase de persona que se quedaría sentada y diría: '¡Vaya, mi hijo está muerto y sigue vivo como ghoul! Es la clase de persona que aprendería cualquier cosa para ayudar a Tla"

"¿Entonces......?"

"Eh. Por eso pregunté, porque supuse que si Anakcha era la única que estaba allí, entonces la magia negra sería la más accesible"

Kallain aún parecía desconcertado.

Tenía curiosidad por saber cómo había surgido tan rápidamente el tema de la magia negra.

De hecho, había una razón más por la que Latil había pensado en la magia negra.

"Cuando antes fuimos a Carissen a rescatar a Klein, dijiste que viste a Duque Daga y que le habían arrancado la garganta, ¿recuerdas?"

"Sí"

"Pensé que Duque Daga estaba muerto, pero no lo está, no se mencionó ningún funeral"

"¿Sospechas que Duque Daga fue devuelto a la vida por magia negra?"

"Puede que no, pero Duque Daga, nada más despertó, se alió con Anakcha y Tla ¿No te dice eso algo?"

Por supuesto, aún no había pruebas de que Anakcha se hubiera aliado con Duque Daga, pero parecía bastante probable.

"Marquesa Schober es la madre de Anakcha, es pariente lejana de Duque Daga. La Marquesa dijo que había una boda en el Ducado, ella fue, antes de ir, envió a su segunda hija, Maisie Schober, a un recado de larga distancia que la mantuvo lejos de casa durante días, Maisie Schober dijo que era la primera vez que hacía un recado así. Ah, y Maisie es mía, sus padres lo saben"

Nada era seguro, pero todas las agujas desafiladas apuntaban a un lugar.

"Sabes, Kallain. No sé mucho de magia negra, pero si Anakcha la ha dominado y curó a Duque Daga de una experiencia cercana a la muerte con ella, creo que hay un hueco aquí...... en alguna parte"

Los labios de Latil se curvaron como no lo habían hecho al ver la sonrisa de Kallain.

Kallain, que había estado escuchando a Latil con seriedad, se levantó del sofá y dijo.

"Será mejor que preguntemos a la persona que estaba en ese castillo"

"¿A quién?"

"...... Máscara de Zorro"

"¿Máscara de Zorro?"

Nada más oír las palabras, a Latil se le vino a la cabeza una persona, alguien que le había ayudado una y otra vez.

"¿Puedo conocerlo?"

Latil se puso en pie de un salto.

* * *

"¿Por qué te has levantado de repente?"

preguntó Hierlan, sobresaltado, cuando Tasir, que había estado hojeando despreocupadamente el informe, se puso de pie de un salto. Tasir había visto algo y fruncía el ceño.

"¿Hay algo que le preocupa, Maestro Sodan?"

"Algo me preocupa"

La comisura de los labios de Tasir se levantó lentamente.

"Hay algo"

"¿Qué cosa?"

"Aún necesito verlo con más claridad"

"?"

"Pero si esto sale bien...... no sé si nuestra Emperatriz mantendrá su palabra"

Ahora las comisuras de sus ojos bajaron. Una sonrisa burlona.

Aun así, si sonreía así, no podía ser malo para este bando, así que Hierlan dejó sobre la mesa el nuevo informe de inteligencia que había estado recopilando hace un momento.

"Ahora, cuando haya terminado con eso, quiero que mire esto, Maestro Sodan"

"¿Qué cosa?"

"Los títulos de propiedad de los edificios alrededor del templo que me dijiste que comprara, pero aún no he terminado"

"Bien. Hazlo mejor"

Tasir sonrió y cogió la pila de informes, hojeando algunas páginas.

Los dos hombres llevaban un rato ocupados.

Llamaron a la puerta, seguido de la voz de un guardia en tono de pánico: "¡Tasir! Tenía órdenes estrictas de no dejar entrar a nadie.

Pero el guardia no sonaría así si la Emperatriz estuviera aquí. Tasir hizo un gesto a Hierlan para que saliera.

"Sí"

Mientras Hierlan se dirigía a la puerta, Tasir pulsó un pequeño botón en el lateral de su escritorio.

El centro del escritorio se abrió y, en un instante, los informes de la parte superior cayeron hacia dentro.

Tasir volvió a pulsar el botón y el escritorio recuperó su aspecto original.

Sin embargo, la pila de informes quedó completamente oculta.

Con los papeles importantes ocultos de una vez por todas, Tasir se levantó y se dio la vuelta, molesto.

En cuanto se dirigió a la puerta, ésta se abrió de golpe, dejando ver a Klein.

"¡Tasir!"

Klein lo llamó, Tasir corrió a su encuentro con los brazos abiertos y una enorme sonrisa en el rostro.

"¡Mira quién es! ¡¿No es mi príncipe?!"

Había pasado un mal rato, encerrándose en su habitación y sin querer salir, pero parecía estar recuperándose bien.

Cuando Tasir lo saludó, Klein lo tomó de la mano para que recuperara el aliento y luego lo arrastró hasta el sofá como si fuera su propia habitación.

Hierlan estaba molesto, pero lo disimuló con una sonrisa, igual que su Maestro.

"¿Hierlan?"

"Sí, Maestro"

"Café para el príncipe"

"Sí"

Una vez que Hierlan se hubo marchado, Tasir giró hacia Klein con una sonrisa de centurión.

"He oído que has pasado por mucho. ¿Estás bien?"

"¿Tengo aspecto de haber sufrido?"

"Oh, no, no por fuera. Tu cara está resplandeciente"

"Me alegra oír eso. He sufrido mucho física y mentalmente"

"Eso es porque tienes buena piel. Naciste con ella"

"Es verdad"

Un momento después, Hierlan trajo el café y dejó uno frente a Tasir y Klein, luego dio un paso atrás, Klein hizo una señal con los ojos para que Tasir despidiera a Hierlan.

"Hierlan, un regalo para el príncipe heredero"

"......."

Una vez que Hierlan estuvo fuera del alcance de sus oídos, Tasir juntó las manos y apretó la cara contra ellas.

"Me temo que no estás aquí sólo para jugar"

Klein asintió, dio un sorbo a su café y suspiró.

Tasir esperó pacientemente a que hablara, obviamente preocupado por algo propio.

¿Cuánto tiempo llevaba así?

Finalmente, Klein habló.

"Tasir. Eres amigo mío, ¿verdad?"

"Por supuesto. Somos mejores amigos"

La curiosidad pudo más que Tasir, que bajó las manos apretadas y cruzó las piernas.

Klein se sonrojó incómodo y se rascó la mejilla; luego, como si nada, fue al grano.