HDH 275

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Viernes 03 de Noviembre del 2023




Hombres del Harén 275

Piénsalo bien




En Carissen, lejos de Tarium, Duque Daga estaba a punto de comer su primera comida "como Dios manda" desde que despertó.

Poco después de su despertar, Tla había recuperado un cadáver de una tumba cercana y se lo había dado a Duque Daga, que se lo comió, durmió sobre él y se despertó hablando con mucha más naturalidad, como la lengua de Anakcha.

Pero Aini no la consideraba una comida "adecuada".

Un hombre de la estatura del Duque está acostumbrado a estar rodeado de gente. Socializa mucho y cena mucho. Aini describía esto como una comida "apropiada".


"No se nutre con comidas normales, Majestad"


le informó Anakcha, pero Aini se desvivió por reunir al séquito del Duque y hacer una comida.


"No puede comer cadáveres todo el tiempo. Incluso si come cadáveres, tiene que parecer que esté comiendo correctamente delante de la gente. No es ...... imposible, ¿verdad?"

"No es imposible comer. No te preocupes"


Duque Daga parecía un poco aturdido, pero cuando Aini puso la mesa y lo llamó, accedió a cumplir los deseos de su hija.


"He reunido a mi séquito, padre, puedes tomar un poco de sopa delante de ellos. De todas formas, acabas de curarte, así que no hace falta que comas de todo"

"...... Sí ......."


Dijo Duque Daga, tanteando con las vendas alrededor de su cuello.

Debajo de la venda estaba la cicatriz donde Klein le había mordido, Anakcha dijo que se desvanecería con el tiempo.


"Pero tienes que tener cuidado, porque si aprietas fuerte o la tocas, la herida volverá a sangrar"


Mientras Duque Daga seguía jugueteando con la venda, Aini agarró la muñeca de su padre y tiró de ella hacia abajo, sacudiendo la cabeza.


"Entonces, volverá a sangrar"


Cuando la comida estuvo lista y todos se habían reunido, sacaron a Duque Daga en silla de ruedas.

A la comitiva le habían dicho que el tratamiento había ido bien, pero no habían visto ni un atisbo del Duque, se sintieron aliviados cuando salió, con un aspecto relativamente ileso.


"Estaba muy preocupado, Duque"

"Su tez está bien. Me alivia ver que se está recuperando"

"No me había dado cuenta de que tratabas con condescendencia a doctores tan hábiles. Qué sorpresa"


El séquito reía y charlaba con Duque Daga, pero éste ni siquiera podía responder a los extraños olores que emanaban de ellos.

Mientras el Duque permanecía en silencio, con una expresión seria en el rostro, uno a uno, su séquito fue callando y mirándose entre sí.


"Parece que tu padre sigue muy indispuesto"


Aini observaba de reojo, cuando percibió que el ambiente estaba a punto de cambiar, intervino y le ofreció una cuchara.

Duque Daga tomó unos sorbos de sopa, como había prometido, mientras su séquito lo miraba y hablaba entre ellos, manteniendo la voz lo más baja posible.

Principalmente sobre cuándo regresarían a la capital.

Pero un repentino "¡puaj!" hizo que todos se callaran y se giraran para mirar a Duque Daga.

Duque Daga estaba escupiendo vómito verde por la boca.


"¡Padre!"


Aini se puso en pie y ordenó rápidamente a la criada.


"¡Llévalo dentro!"


Una criada cogió un pañuelo y se lo puso en la boca al Duque, mientras la otra retiraba rápidamente la silla de ruedas y la sacaba del comedor.

Sin embargo, era difícil seguir comiendo ante aquel espectáculo, así que la comitiva fue bajando las cucharas una a una bajo la atenta mirada de la Emperatriz.

Cuando todo se calmó, Aini giró hacia Anakcha y protestó.


"¡Dijiste que podía comer! ¿Por qué vomitó después de dos bocados de sopa?"

"¿Vomitó?"

"Sí. Vomitó algo verde y raro. ¿Seguro que lo has hecho bien?"


Anakcha y Tla intercambiaron una rápida mirada. Los temores de Aini eran ciertos. Algo debía de haber salido mal en el proceso de convertir al Duque en ghoul.

Aini reconoció la mirada y entrecerró los ojos.

Anakcha lo admitió y se disculpó.


"Pido disculpas. Algo ha debido de salir mal mientras intentaba convertir a un ser vivo en ghoul. No se encuentra bien, así que dile que no comerá durante un tiempo. Veré qué puedo hacer para solucionar el problema, ten por seguro que no tardaré"


A Aini se le revolvió el estómago, pero no estaba en su mano encontrar un nuevo brujo.

Además, llevaba demasiado tiempo fuera de palacio y necesitaba volver.


"¿Puedes seguirme al palacio?"

"Por supuesto"


Anakcha rió suavemente, pero Aini no contestó, sólo se dio la vuelta y se marchó.




















* * *


















A Latil le parecieron escalofriantes las intenciones de Girgol. Si fuera cualquier otra persona, lo haría sin más, pero Girgol era un vampiro que no sabía adónde iba, así que cada uno de sus movimientos le parecía fuera de lo común.


"Él me salvó, Su Majestad"


Klein miró a Girgol, que había aparecido en medio de la habitación de la nada, aunque parecía agitado, aceptó las palabras de Girgol.

Girgol sonrió a Latil una vez más, Latil cedió a sus deseos.


"Bien hecho"


Las comisuras de los labios de Girgol se levantaron en señal de satisfacción. Al menos no parecía ofendido. Habría que estar loco para ofenderse a estas alturas, aunque por supuesto Girgol estaba loco.

Latil rió torpemente y le dio un par de palmadas en la espalda.

Luego se produjo un momento muy, muy extraño.

Klein estaba sentado en la cama, pero no conseguía dormirse, Girgol estaba de pie entre Latil y Klein, sonriendo y sin pestañear.

Klein puso los ojos en blanco entre Girgol y Latil, Girgol sonreía, pero no decía ni una palabra.

Latil tenía mucho que decir, mucho que decir por aquí y mucho que decir por allá, pero no se le ocurría nada en presencia de los dos, así que abría y cerraba la boca varias veces.

Esto duró unos 15 minutos.

Cuando la paciencia de Klein, que parecía haberse agotado un poco por su estancia en Carissen, se manifestó en sus párpados temblorosos, Latil pronunció su nombre, "¿Klein?", deliberadamente.

Luego le apretó los hombros para que se tumbara en la cama y le dio unas tres palmaditas en el pecho, diciendo.


"Descansa un poco, has tenido un día muy largo, volveré mañana. Que duermas bien. Buenas noches"

"Su Majestad, el autor ........"

"Buenas noches"


Le besó ligeramente en los labios, Klein se apartó como por arte de magia, asintiendo con la cabeza.

Latil le dio un par de palmadas en el brazo antes de hacer un gesto a Girgol para que le siguiera a la puerta.

Girgol siguió a Latil con paso ligero, a diferencia de lo que parecía.

Pero el paso ligero era una trampa.

Caminaron durante un rato, oyendo ruidos, hasta que estuvieron en un jardín sin nadie alrededor, cuando Latil giró y vio la cara de Girgol, que estaba aterrorizado.

Cuando Latil se paró en seco, Girgol se detuvo en seco y miró fijamente a Latil. Cuando Latil estaba a punto de protestar, le elogió una vez más a Girgol.


"Gracias por salvar a Klein"


Las comisuras de los labios de Girgol se torcieron en perfecta simetría. Sus ojos seguían siendo espeluznantes, pero sonreía, lo que lo hacía un poco menos aterrador.

Latil se sintió incómoda porque no tenía ni idea de por dónde iban sus emociones. Siempre salía de la nada para presumir, ella se preguntaba por qué se ofendía esta vez.

Entonces Girgol le agarró por la nuca. Latil se estremeció ante el frío contacto. Girgol le acarició en seco el costado del cuello y murmuró.


"No soy el tipo de hombre que ayuda y salva a cualquiera, muchacha"

"Ni siquiera eres una persona"

"Claro que no soy una persona"


Girgol soltó una risita de repente, su humor se relajó aún más. Latil pensó que ni siquiera sabía adónde iban sus pensamientos, mucho menos cómo iban.

Girgol tanteaba con algo que no podía decir si era un collar o una corbata estranguladora, medio tanteando con una mano, revelando y ocultando brevemente su pálida piel en el proceso.


Como si por fin pudiera respirar plenamente, Girgol retiró la mano y volvió a mirar a Latil. Latil observó su garganta moverse una vez, con fuerza.

¿Los vampiros respiran y tragan saliva? Eso parecía.

Al cabo de un momento, Girgol sonrió satisfecho, luego volvió a su mansedumbre juguetona, arrancando y mordisqueando una flor primaveral que tenía a su lado.

Latil se dio cuenta de repente de que el acto de masticar aquella flor era un ritual para Girgol. Un ritual de autocontrol.

Después de arrancar unas cuantas flores de primavera, Girgol sonrió satisfecho, se inclinó para mirar a Latil a los ojos y le habló con una voz alegre y completamente distinta a la de ella.


"¿Sabes qué, jovencita? Te he visto desenvainar la espada"


Los ojos de Latil se abrieron de par en par.


"¿Estuviste en Carissen?"


Los ojos de Girgol se entrecerraron.


"Fue en Carissen donde rescaté al Príncipe de Carissen, jovencita"


Latil se mordió el labio, con expresión arrugada. La había visto desenvainar la espada, había visto a Ranamoon y Aini desenvainarla, incluso le había dado la espada a Aini, así que ya lo había visto antes.

Vio a Ranamoon desenvainar la espada...... Latil frunció el ceño, nerviosa.

¿Y si Girgol se le acercaba y lo convencía de ser el Adversario antes de que consiguiera que Ranamoon abandonara su interés en el asunto del Adversario? Se había mantenido alejado de Aini, ¿pero Ranamoon estaba tan cerca?

Entonces Latil se dio cuenta de que Girgol sonreía muy contento. Latil se enfadó un poco. Había dicho algo para molestar a alguien y ahora estaba disfrutando.

Había roto el escalofrío que había sentido al salir de la habitación de Klein, pero esta vez Latil estaba furioso, lo agarró por ambos hombros y le exigió.


"No me importa cuántas personas desenvainen la espada. Sólo obsérvame, lo prometiste"

"Tu promesa sigue cambiando"

"No importa"

"Importa mucho"


Latil siguió agarrándole los hombros y mirándole fijamente, Girgol rió como veneno perfumado de limón.


"¿De qué me sirve si sólo te veo a ti?"


Loco y calculador. Latil escupió una maldición en voz baja y preguntó.


"¿Qué quieres que haga?"

"Desenvainaste la espada de mi familia"

"¿Qué?"

"Debo casarme con quien la desenvainó"


La cara de Latil se arrugó cuando Girgol intentó repetir su primera estafa sobre la Gran Espada del Adversario, que hacía tiempo que había quedado al descubierto como un fraude.

Seguramente no lo había olvidado y estaba intentando repetir la misma estafa, no entendía por qué de repente hablaba de ello.

Girgol se burló, frotando ligeramente la punta de su nariz contra la de Latil.


"Debo casarme con quien desenvainó la Gran Espada del Adversario, señorita. ¿No me entiendes?"

"¿Quieres decir que quieres casarte con ......Ranamoon?"
Asure: momento yaoi 😣


preguntó Latil temblorosamente, la expresión de Girgol se descompuso al instante.


"Sólo bromeaba"


Latil corrigió rápidamente, pero la jocosidad había desaparecido del rostro de Girgol.

Girgol levantó un brazo y se pasó la manga seca por los labios de Latil, luego se rió.


"¿Qué puedes hacer para mantenerme distraído, querida? Mi aprendiz es la Emperatriz, ¿no?"

Asure: disfruten .... 13 capítulos esta semana hasta hoy .... si ven un error, diganme, no soy perfecto :v, se que mejoré comparado a capítulos anteriores :v

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