HDH 219

Domingo 03 de Septiembre del 2023

Hombres del Harén 219

¿Soy el Lord?

Pero la sirena de sangre del trono no creía en absoluto que Latil fuera una elfa.

"No es una elfa, es una humana ¿por qué la llamas elfa?"

La otra sirena de sangre a su lado habló sarcásticamente a la sirena de sangre que le había traído a Latil.

"Ni siquiera puedes distinguir a un humano de un elfo. Además, fue traído aquí por Girgol, así que es una Adversario"

Latil puso los ojos en blanco mientras intercambiaban palabras.

La sirena de sangre que lo había escoltado echó un vistazo y vio la mirada de Latil, luego se volvió hacia sus compañeros en señal de advertencia.

"Puede entender todo lo que decimos"

No ¿Por qué? ¿Qué demonios tiene de especial ser capaz de entender a la gente?

A Latil le sorprendió la cara de sorpresa que pusieron todos.

Por otro lado, la sirena de sangre que le había traído a Latil sonrió satisfecho ante el asombro de sus compañeros, como si fuera el primero en descubrir algo.

"Eso no es todo, también tiene unos ojos espeluznantes, cosa que el Adversario no tiene"

Latil entrecerró los ojos, pero en un lugar lleno de sirenas, no podía atacar a éste tan fácilmente como antes.

Pero la sirena de sangre que se hacía llamar "la gobernante" seguía inflexible.

"Ella no es una elfa. Los elfos son una raza deslumbrantemente bella, Titu"

Algo...... tiene razón, pero también era una explicación que irritó un poco a la oyente.

Pero cuando Meradim miró a Latil y murmuró: 'Si no hubiera estado con Girgol, habría pensado que eras una Lord'. A Latil se le hundió el corazón.

El sentimiento se agravó por la forma en que la penetrante mirada de Meradim la observó de arriba abajo, pero pronto se dio cuenta de que no era el momento para eso, así que exigió.

"Hola, sirenas. Estoy aquí para rescatar a un vampiro pelirrojo, a menos que estés aquí para luchar contra mí, no importa lo que sea"

Al oír la palabra "sirena", el humor de las sirenas de sangre se agrió al mismo tiempo, Latil cambió rápidamente de tono.

"Sirenas. No quiero problemas con ustedes"

El momento. La sirena de sangre sentada en el trono de jade movió los labios hacia una lámpara de aspecto extraño que colgaba del techo de la cueva, su luz desapareció en un instante.

Sin dudarlo un instante, la figura del trono señaló con un dedo a Latil y le ordenó.

"Agárrala primero"

En cuanto las palabras salieron de su boca, las distintas sorenas de sangre abrieron sus labios a la luz.

Cada vez, la luz que había estado iluminando la cueva se desvaneció, Latil retrocedió unos pasos, presa del pánico.

No quiero problemas, ¿por qué tantos ataques?

¿No deberíamos salir de aquí primero?

Pero de algún modo la entrada se había cerrado de nuevo, las rocas eran ahora indistinguibles de las demás.

'¿Patear una roca?'

Asure: Patear una roca: Modismo oriental, significa un débil enfrentándose al fuerte

pensó Latil, pero esta vez sintió un fuerte ataque lateral.

'Demasiado tarde. Tengo que luchar'

Latil agachó la parte superior del cuerpo para evitar el ataque, luego agarró la muñeca del hombre que le lanzaba sus afiladas uñas, tirándolo al suelo.

¿Era la claridad de la noche, o no absorbían toda la luz como parecía?

Latil esquivó sus ataques, sorprendiéndose incluso a sí misma.

Pero Latil no les atacó. No parecía que estuvieran de matanza, ella no quería herir gravemente o matar a uno de ellos en su guarida y luego no poder salir.

Entonces.

"Basta"

La sirena de sangre gobernante aplaudió al unísono, las sirenas de sangre que habían estado pululando para capturar a Latil dejaron de atacar al unísono.

La sala volvió a brillar al instante, mientras los atacantes escupían la luz que se habían tragado.

No sabía cómo funcionaba, pero era un espectáculo hermoso.

'¿Por qué se detiene?'

Por supuesto, Latil no tuvo tiempo de admirar el espectáculo.

LaTil miró a su alrededor sin bajar los brazos, sin saber por qué la sirena de sangre gobernante había vuelto a escupir la luz.

Pero en lugar de explicar por qué había detenido el ataque, la sirena de sangre gobernante se acarició la poblada barba, entrecerró los ojos y murmuró.

"Supongo que no es el Adversario después de todo......."

"Entonces, ¿qué demonios es, mi señor?"

"Bueno, si no es el Adversario, está viajando con Girgol. Pero si lo fuera, no vendría a rescatar al Caballero del Lord"

Latil miró a sus súbditos con recelo, su mente se tambaleaba ante la desconocida combinación de palabras que salían de la boca del Gobernante: 'Caballero del Lord'

Caballero del Lord ¿Se refería a Sonnaught?

La cabeza ya me daba vueltas, pero ahora aún más.

Además, mientras escuchaba, recordó lo que Sonnaught le había dicho.

'Nací para servir a la Emperatriz', dijo. Y lo que le había dicho Kallain, que llevaba esperándole mucho tiempo, desde antes de que él naciera.

Pero toda esta agitación sólo ocurría en la cabeza de Latil, exteriormente, Latil parecía no estar afectada.

El duro trabajo que había puesto en sus expresiones faciales estaba dando sus frutos.

Tanto, que ni siquiera el Gobernante parecía pensar que Latil no supiera quién era.

En todo caso, le hizo sentir aún más curiosidad por su identidad, continuó mirándola fijamente hasta que finalmente llamó a su subordinado.

"Titu"

"Sí, Gobernante"

respondió rápidamente la sirena de sangre que había guiado a Latil hasta aquí, el Gobernante señaló a Latil con la mirada y ordenó.

"Lleva a esa extraña humana ante el Caballero Vampiro"

Otra vez el Caballero. No se molestó en parafrasear por si ella no lo oía.

Latil se mordió con fuerza el interior del labio para que no se le notara.

* * *

"¿Pueden los peces con aletas alternar entre aletas y patas a voluntad?"

"¿Qué demonios eres tú?"

"¿Cuál es la diferencia entre una sirena y una sirena de sangre? Aún no lo sé"

"¿Cuál es tu identidad?"

"¿Cuánto tiempo tenemos que irnos? ¿Cómo está el vampiro con el que me capturaron? ¿Está enfermo?"

Titu desgranó una retahíla de preguntas mientras guiaba a Latil por la ciudad a las órdenes de su amo.

Latil respondió con una pregunta tras otra, durante el resto del paseo nadie respondió, sólo preguntaron.

Me pregunto cuánto tiempo caminamos así.

"Aquí"

dijo la sirena de sangre, señalando una pared que no parecía diferente de las demás.

Latil enarcó una ceja.

¿Qué es esto?

Pero la pared de la cueva, que tenía el mismo aspecto que las demás, pronto cambió de forma con un sonido de traqueteo cuando Titu volvió a meter la mano e hizo algo, se abrió con un siseo.

Igual que la cámara llena de sirenas de sangre de antes.

La pared se abrió para revelar una cámara en el interior, pero a diferencia de la que estaba llena de sirenas de sangre, ésta parecía que podía usarse para descansar.

Titu entró y Latil lo siguió, a los tres pasos Latil había visto a Sonnaught.

Sonnaught estaba sentado en la cama, como si no le hubieran tratado como a un enemigo declarado.

Al parecer le habían quitado el arma, pero no estaba más delgado y vestía ropas limpias.

Al principio, se quedó mirando al frente, pensando que era otra sirena de sangre, pero pronto se dio cuenta de que algo era diferente y giró la cabeza.

Sus ojos se cruzaron con los de Latil y sus pupilas se dilataron.

Su boca se crispó un instante, luego miró a Latil y de repente se frotó los ojos.

Reconoció que era Latil, pero era otra cara, parecía confuso.

"¿Qué?"

Al ver la figura, Titu levantó sus sospechas, y después de frotarse los ojos, Sonnaught dijo de repente: "Disculpe. " y luego murmuró.

"De repente has hecho tu cara...... aún más adorable"

Latil contuvo la risa que amenazaba con estallar.

Se había sentido tormentoso desde que había oído la palabra adorable, era agradable volver a verlo así.

Pero Titu se frotó distraídamente el dorso del brazo, como si le castañearan los dientes ante las palabras de Sonnaught.

"Voy a salir. Al salir, llama a 'Tutu Tutu' a la puerta"

Titu salió por la puerta por la que había entrado, las paredes de la cueva se cerraron de golpe tras él, convirtiéndose de nuevo en paredes ordinarias.

Latil se quedó mirando asombrado, de repente se puso ansiosa y murmuró.

"No estamos atrapados, ¿verdad?"

Pero no hubo respuesta, así que se dio la vuelta para encontrar a Sonnaught que seguía con la mirada perdida.

Supongo que no estamos atrapados. Si estuvieramos atrapados, tendrían una reacción más fuerte que esa, ¿no? ¿No?

Latil tosió sonoramente ante la mirada fija e intentó acercarse a Sonnaught.

Aun así, no podía quitarle los ojos de encima. Latil vaciló, luego lo miró fijamente y preguntó.

"Sir Sonnaught ¿Me reconoces?"

Él asintió sin decir palabra.

"Majestad".

Me reconoció.

"¿Cómo me reconociste?"

En lugar de responder a la pregunta de Latil, Sonnaught alargó la mano y tiró de algo. Era su collar, que Latil aún sostenía.

"¿Así es como me reconociste?"

preguntó Latil, entregándole el collar, Sonnaught volvió a ponérselo en el cuello, miró de nuevo la cara de Latil y negó con la cabeza.

"La verdad es que no"

"¿Entonces?"

"Me di cuenta, eso es todo"

Latil dio un paso atrás y evaluó el estado de Sonnaught.

"¿No estás herido?"

"No. Estoy bien, aunque no salí. De hecho, ni siquiera luché contra ellos para salir"

"¿Supongo que no te capturaron?"

"Estoy aquí para hablar, no para ser enemigo. Iba a tomarme mi tiempo y esperar a que estuvieran de humor para dialogar"

Sonnaught se limitó a decir eso y, con cautela, alargó la mano y acarició la mejilla de Latil.

Cuando sus ojos se quedaron clavados en los de ella, Latil se sintió innecesariamente incómoda y puso los ojos en blanco antes de cogerle la mano y apartarla.

Él no levantó más la mano, sólo siguió mirándola.

Iba a enfadarse con ella, pero cuando seguía mirándole así, le resultaba difícil enfadarse con ella, lo cual era un poco frustrante.

Apartó la mirada y preguntó.

"¿Por qué está aquí, Majestad? ¿Sabes lo sorprendido que me he quedado al sentirte de repente allí?"

"Creo que sé por qué estoy aquí"

"No creo que estés viajando......."

Latil lo miró fijamente, con los ojos entrecerrados, Sonnaught preguntó con incredulidad.

"¿Estás aquí porque estás preocupado por mí?"

Sonaba a la vez complacido y angustiado.

Latil se sentó frente a él.

Cuando se sentaron uno al lado del otro, rodilla con rodilla, pudo notar cómo ella se tensaba.

Latil habló con franqueza.

"Tu padre vino a verme y me dijo que Sir Sonnaught había desaparecido, que había ido a la cueva de Chaude Folly para hacer algo por mí y luego desapareció"

"!"

Exclamó Latil, mirando de reojo a Sonnaught.

"Sir Sonnaught dijo que había venido a conversar, que aquí había sirenas. ¿De qué hay que hablar con sirenas? ¿En qué beneficia eso?"

Las comisuras de la boca de Sonnaught, que había estado sonriendo desde que había visto a Latil, se endurecieron.

Al ver que su expresión se convertía en piedra, Latil se esforzó por hablar.

"Sir Sonnaught ¿cree...... que soy el Lord?"

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