HDH 214

Domingo 13 de Agosto del 2023

Hombres del Harén 214

Nunca pensé que tú serías el culpable.

En dirección a Latil estaba Kallain. Llevaba su expresión habitual y sonreía débilmente cuando sus miradas se cruzaron.

Tenía el mismo aspecto de siempre, despampanante, voluptuoso, hermoso.

Pero Latil sintió vértigo y decepción al mismo tiempo.

Era fácil comprender por qué Kallain había empujado al Sumo Sacerdote escaleras abajo.

'Porque es un vampiro'

Era una amenaza para el Sumo Sacerdote.

Pero estaba amargamente decepcionada de que su propio Consorte hubiera empujado al Sumo Sacerdote, su otro Consorte, el que había traído para protegerla.

"......."

"¿Majestad?"

llamó un chambelán desde un lado mientras Latil miraba sin palabras a Kallain.

Miró a Kallain y se dio cuenta de que todo el mundo sabría que él era el culpable, ella no quería eso.

"Retírense"

Latil se dio la vuelta, incapaz de continuar.

[¿Ya?]

[No, no sé lo que ha hecho su majestad]

[¿Conoce al culpable y quiere que nos detengamos? ¿O nos está advirtiendo?]

[¿No miró a Kallain?]

El parloteo les llegaba a los oídos en un revoltijo de sonidos y palabras indistinguibles.

Los cortesanos se preguntaron si aquello era el final, pero cuando Latil fue el primero en abandonar la sala, también ellos salieron con cautela.

Latil salió del harén en línea recta.

"Ama"

No giró, aunque Kallain la llamó desde atrás.

"¿Ama?"

No contestó cuando se acercó un poco más y caminó a su lado, igualando su paso.

"Ama ¿qué pasa?"

Pero ante la voz suave y gentil que volvió a preguntar, Latil finalmente abrió los labios.

"Tengo un asunto"

'He visto tus recuerdos. ¿Fuiste tú quien lo hizo?' no salió de su boca, así que le concedió el beneficio de la duda y se alejó.

Cuando Latil se alejó sin mirar atrás, Kallain no pudo seguirle y se quedó allí, con la mirada perdida en la fría espalda de la Emperatriz.

La repentina frialdad de la Emperatriz, que había sido tan afectuosa hasta hacía poco, confundió incluso al longevo hombre.

Sobre todo, porque la Emperatriz era una de las pocas personas que le hacían sentirse emocionado.

"Jeje"

En ese momento, alguien se ríó abiertamente detrás de él.

Al girarse, vio a Klein mirándole con expresión incrédula.

Una burla descarada y exagerada.

"Príncipe, vamos por ahí....... ¿Qué? Vamos"

Mientras la asustada Vanille salía corriendo con el Príncipe, Kallain volvió a girar la cabeza en la dirección por la que había desaparecido la Emperatriz.

* * *

Ser capaz de leer los pensamientos del oponente era, aparentemente, una habilidad optimizada para el trabajo.

Latil había pensado en ello docenas de veces durante su estancia en la oficina.

No se había dado cuenta antes, pero normalmente los funcionarios no podían decirle lo que pensaban.

Si tenían una opinión, la desviaban o la decían mal y pasaban a otra cosa.

Hoy podía oír todo lo que no decían, así que incluso si se tropezaban con sus palabras, podía sacarles ventaja.

Los funcionarios se sentían aliviados de poder decir lo que pensaban, eso facilitaba mucho las cosas.

Pero a pesar del ritmo acelerado de trabajo, Latil seguía agitada.

Incluso cuando volvía a su habitación al final del día.

"Su Majestad, su baño está listo"

De alguna manera, se las arregló para pasar el día y estaba a punto de sumergirse en el agua tibia.

La campanita tintineó y emitió un bonito sonido.

Latil caminó hacia el baño y se detuvo, hipnotizada.

"Majestad. Sir Kallain ha venido a verle"

Incluso la voz de la criada desde el otro lado de la puerta parecía estar unida a la campanilla.

Latil se quedó mirando la puerta del baño, luego contestó de mala gana.

"Déjalo entrar"

No quería ver a Kallain con ese humor, pero no tenía elección.

Kallain y Tasir ya eran juzgadas con más dureza que los demás Consortes por su origen plebeyo.

Si la rechazaban, sería mala publicidad.

Latil hizo un gesto a la criada que había estado esperando para ayudarla a bañarse para que se marchara, tomó asiento en el sofá.

Kallain entró casi al mismo tiempo que la criada se marchaba.

En lugar de acercarse, se quedó un momento mirando a Latil a los ojos.

Latil se recostó en el sofá y también le miró.

No fue hasta que los ojos de Latil palpitaron que Kallain se alejó tres pasos y habló.

"He venido a averiguar por qué de repente estás tan enfadada conmigo"

"Creo que sabes el por qué estoy enfadada"

"¿Cómo podría saberlo?"

Kallain no apartó la mirada.

Cuando la miraba como si estuviera resentido, Latil dudó entre decirle la verdad o no, optó por lo primero.

"Buscaba a un asesino. Me di cuenta de que eras tú"

Esperaba ser sorprendido o apuñalado, pero la expresión de Kallain no cambió. No había signos de sorpresa.

"No te sorprende"

Cuando Latil le preguntó más, soltó.

"Por la forma en que hablabas de ello y por cómo me miraste de repente, supuse que lo estaba"

"Ya veo. Tienes una buena cabeza sobre los hombros, entonces sabes que mi enfado no desaparecerá pronto. Eres listo. Vuelve"

Latil apartó la cabeza, pero en lugar de alejarse, Kallain se acercó un paso, agachándose sobre una rodilla para quedar a la altura de Latil en la silla.

Latil apartó la cabeza y se encontró mirando hacia otro lado.

"Ama. No me seguirás mirando así, ¿verdad?"

Pero cuando Kallain empleó un tono de voz que sonaba a juego sucio, Latil no pudo ignorarlo, suspiró y preguntó.

"Por casualidad, ¿fuiste tú quien provocó la desaparición del amuleto de Klein?"

No había creído a Ranamoon cuando dijo que lo había visto antes. No creía que Kallain lo hubiera hecho.

Pero ahora...... parecía un vampiro que podría.

[¿Está bien ser honesto?]

Sabiendo la respuesta en la mente de Kallain antes de que pudiera decirla, Latil apoyó la cabeza en su brazo y cerró los ojos con fuerza.

"Tienes razón"

Kallain respondió sin rodeos.

Latil estaba desconcertada, que alguien que nunca haría algo así, un vampiro, hiciera algo así, era ahora más que desconcertante.

"¿Por qué lo hiciste?"

"No es por la relación amorosa, es por la raza"

[El amuleto del príncipe y el Sumo Sacerdote son tóxicos para mí]

Latil se estremeció por reflejo al añadir su explicación.

Kallain continuó.

"Sólo buscaba el amuleto. No tenía intención de matar al Sumo Sacerdote. Pensaba ahuyentarlo"

[Me pregunto si mi Ama se disgustaría más si le dijera que dejarlos allí no los mataría, que, si realmente hubiera querido matarlo, ya lo habría hecho......]

La voz y los pensamientos de Kallain se alternaron, haciendo que Latil diera un respingo.

Latil se frotó la frente. No sabía qué pensar.

Era difícil enfadarse con ellos, pero era igualmente difícil perdonarlos, porque, según ella misma admitía, había hecho sus propios preparativos para que estar cerca de ellos le resultara incómodo.

"Ama"

[Ama, por favor, míreme, no me evite así]

Al oír las lastimeras palabras procedentes de Kallain, Latil gruñó, incapaz de hacer nada al respecto, finalmente ordenó con un gesto de la mano.

"Regresa"

"Mi Ama está enfadada, si me dices que regrese ......."

"Te digo que regreses porque quiero descargar mi ira. Necesito ordenar mis ideas"

* * *

Después de que Kallain volviera. Latil se bañó en el agua de la bañera preparada por la criada.

Pero no durmió.

En cuanto terminó, Latil salió de la habitación, diciendo que iba a dar un paseo, y se fue directamente a su lugar secreto y luego abandonó el palacio disfrazado de Sadi.

No podía dormir porque su mente estaba confusa, su corazón latía de forma extraña, estaba nerviosa y ansiosa, quería ser otra persona.

Quería ser otra persona porque sentía que estaba lejos de sus problemas.

Una vez en la calle, Latil decidió aprovechar para encontrarse con Girgol y preguntarle por Chaude Folly.

Es un día como hoy cuando puedes escuchar los verdaderos sentimientos de la otra persona, así que vamos a echar un vistazo a la mente de Girgol.

Poco sabía Latil que Kallain lo observaba ansiosamente desde el techo del palacio.

* * *

He adquirido la habilidad de leer la mente de la gente, pero es difícil leer la mente de alguien que me está mirando desde lo alto de ese tejado.

Latil corrió directamente hacia Girgol, sin darse cuenta de que Kallain la estaba observando.

Una vez más, creyó reconocerlo de otro lugar y esperó que le abriera la puerta, pero fue Girgol quien apareció antes de que pudiera llamar a la sólida puerta.

Cuando se acercó a saludarle, se chupó los dedos, Latil se preguntó por un momento si sería capaz de hablar correctamente, pero en cuanto le vio la cara, las palabras le salieron con facilidad.

"¿Cómo lo has sabido, si ni siquiera has llamado?"

"Supongo que tú y yo estamos hechos el uno para el otro"

"Ya me has oído"

"¿Quieres entrar?"

Pero cuando Girgol señaló el interior de la casa, ella negó con la cabeza.

"Tengo miedo, no quiero"

"Tú eres la que vino a verme en medio de la noche"

"Hasta aquí no tengo miedo"

Ante la respuesta engañosa de Latil, Girgol se apoyó en la puerta y se burló de ella.

"¿Entonces por qué estás aquí? ¿Intentas sacudirte los miedos antes de tu próxima lección? ¿O se trata de algún tipo de experiencia de miedo?"

"Quería preguntarte algo"

"¿La curiosidad venció al miedo?"

Girgol se rió para sí mismo, preguntándose qué tenía esto de divertido.

"Eso es genial. Definitivamente eres como una estudiante de matemáticas"

Sonó sarcástico, pero no parecía ofendido.

Pero sus palabras eran inaudibles.

Latil se dio cuenta de que desde que había conocido a Girgol, no había oído ni una palabra de él.

Era imposible. ¿Habrían disminuido sus poderes a su nivel original durante el viaje hasta aquí?

"Entonces, ¿qué te trae por aquí a estas horas de la noche?"

"Pensé que querías ir a entrenar en Chaude Folly"

"¿Ir?"

"¿Qué hay dentro? ¿Hay un monstruo dentro?"

"......¿Has venido a estas horas para preguntarme eso?"

Sacando su reloj de bolsillo y comprobando la hora, Girgol chasqueó la lengua cuando Latil asintió, luego sonrió y volvió a guardar el reloj.

"Eres una aprendiz curiosa. Pero no sé exactamente qué es. Sólo sabré si hay algo cuando llegue allí. Aunque espero que sea un monstruo"

"Entonces, ¿puedes decirme más sobre el Lord?"

"No mucho más de lo que sabes"

Su lectura de la mente debe haber desaparecido durante el viaje hasta aquí, Latil estaba segura en este punto.

Cuando Girgol había respondido "No sé" a la historia de Chaude Folly, había sido sincero.

Cuando dijo "no sé nada del Lord", había sido claramente evasivo.

Pero ninguna de las dos respuestas revelaba sus verdaderos sentimientos.

"De acuerdo. Está bien"

Me hubiera encantado leer sus pensamientos.

Era una pena, pero no estaba aquí por negocios, así que Latil respondió mansamente y se dio la vuelta.

"¿Me has despertado a mitad de la noche para luego marcharte?"

Pero justo cuando estaba a punto de irse, Girgol preguntó, con la voz un poco más baja que antes, apenas por encima de un susurro.

"¿Qué pasa si simplemente no me voy?"

preguntó Latil temblorosamente, enroscó un dedo en forma de horquilla y tiró del collar de su nuca, burlándose de él.

"Dijiste que sentías curiosidad, yo podría darte la oportunidad de explorar el cuerpo vampírico si querías"

Latil se quedó mirando a la figura un momento, estupefacta.

No podía saber si hablaba en serio o en broma, pero por la forma en que estaba saliendo, al menos era el mismo de hacía unos días. Se sentía mucho mejor que lamiendo la sangre de sus dedos.

Aunque no sé si lo hizo a propósito.

"¿Aprendiz?"

Girgol le guiñó un ojo, Latil sonrió satisfecha y se dio la vuelta.

"¿Qué era esa sonrisa, jovencita? ¿Era una mueca?"

"......."

"No, no lo es, es una risa avergonzada, de ninguna manera. ¿Sonríes porque eres mezquina?"

Mientras Girgol seguía persiguiéndola, ella se reía, más tarde incluso se echó a reír a carcajadas.

Parecían una pareja de amantes, o al menos como amantes antes de empezar a amar, pero la noche estaba desierta y nadie los vio.

Ni Latil ni Girgol se dieron cuenta de lo bien que se veían juntos.

Excepto Kallain, que los miraba desde lejos.

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