HDH 158

Lunes, 15 de Agosto del 2022

Hombres del Harén 158

Uno desconfía del otro y viceversa

Latil no pudo ocultar su incredulidad, ni se molestó en ocultarla. Latil miró a Domis con extrañeza. Sin inmutarse por ello, Domis se limitó a esbozar una leve sonrisa.

"Lo siento. Pero, por favor, comprenda. No he podido evitar pensar esto, ya que el emisario del emperador Latrasil me está espiando. Dudo que la Emperadora instruya a su emisario para que me espíe, así que creo que esto es simplemente por su propio interés, señorita Sadi"

Ella tenía razón, pero Latil se negaba a admitirlo.

"¿Por qué? Podría ser un asunto oficial"

Cuando ella replicó en voz baja, Domis torció la cabeza con desconcierto antes de curvar los labios en una sonrisa aún más profunda.

¿Por qué sonríe así? Latil tuvo la sensación de que la sonrisa se burlaba de ella, y se molestó.

Sabía que las siguientes palabras que saldrían de esa boca no serían del todo agradables.

"Ya veo. Entonces supongo que es el Emperador quien actúa por interés personal"

"!"

"Todo sería un asunto oficial para usted si está actuando por órdenes del Emperador. Incluso si se trata de desenterrar cosas a espaldas de su consorte"

Como era de esperar, todo lo que dijo Domis contribuyó a aumentar el enfado de Latil. Eran tanto más desagradables cuanto que todas eran ciertas.

Sólo te investigo porque Kallain está involucrado. Es evidente. No tenemos nada más en común, así que ¿qué asuntos tendría yo contigo? Latil refunfuñó para sus adentros.

Recordó tardíamente que veía los recuerdos de Domis en sus sueños, pero decidió ignorarlo por un tiempo. Al fin y al cabo, no había venido a buscar a Domis por eso.

En lugar de responder a Domis, Latil murmuró fríamente, sin molestarse en ocultar su disgusto.

"Estás siendo muy difícil. Fuiste tú quien se acercó a mí, fingió conocerme y mencionó a Kallain. Y ahora te atreves a meter a Su Majestad en este asunto. Creo que eres tú la que está rara"

Pero fue cuando los dos estaban conversando tranquilamente, pinchándose con palabras afiladas.

Uno de los mercenarios del cuerpo de Segadores Negros se interpuso entre ellos, con cara de disgusto, y empujó el hombro de Latil con una mano.

"Aléjate, humano. Estás siendo grosero con la señorita Domis"

A los ojos de los forasteros, el empujón no parecía muy potente; pero Latil sintió una fuerza tremenda que le empujaba el hombro. El mercenario parecía larguirucho, pero era muy fuerte.

Pero lo que enfureció a Latil no fue el hecho de que el mercenario fuera más fuerte de lo que ella había pensado.

Aunque Latil estaba hablando con Domis en una situación desfavorable, no era como si estuvieran peleando.

El hecho de que el mercenario se metiera en medio y decidiera por sí mismo que Latil estaba siendo grosera, y le empujara el hombro. Esto mismo la puso de mal humor.

Latil se dirigió rápidamente hacia el mercenario, lo agarró del brazo y lo lanzó sobre su espalda con toda su fuerza.

En un abrir y cerrar de ojos, el mercenario cayó al suelo de espaldas. Los demás mercenarios se pusieron rígidos al oír el ruido sordo del impacto, ya que el mercenario estaba tirado en el suelo.

Domis, observando la situación, también enarcó las cejas. Parecía que no se había esperado esto en absoluto.

Todos parecían muy sorprendidos de que su camarada fuera abatido por alguien ordinario e indistinto, que ni siquiera parecía saber de artes marciales.

Latil lanzó una última mirada a Domis antes de subir a un carruaje que pasaba cerca y salir de la posada, demasiado molesto para continuar la pelea.

Los mercenarios se acercaron a su camarada y se burlaron de él, dándole ligeras patadas con los pies.

"¿Qué estás haciendo? Has perdido contra un humano de aspecto tan débil"

"Los vampiros están perdiendo la cara, por tu culpa"

"¿No estás siendo demasiado descuidado ahora que la señorita Domis está con nosotros?"

Sus compañeros mercenarios parecían pensar que se estaba descuidando con aquella humana cuando la arrojó al suelo.

Pero el mercenario despatarrado no podía reírse. Aunque no estaba en guardia contra el humano, tampoco estaba siendo precisamente descuidado.

Ni siquiera tuvo tiempo de ponerse en guardia, de todos modos. Cuando se dio cuenta de lo que pasaba, ya estaba en el aire. La humana tenía una fuerza extraordinaria, comparable a su aspecto exterior.

También Domis, o mejor dicho, Aini, que llevaba la cara de Domis, se cruzó de brazos y frunció el ceño. Era sospechosa.

"Es la emisaria del Emperador... ¿entonces cómo fue capaz de enfrentarse a ustedes, los vampiros, a la vez?"

El mercenario despatarrado se quitó la suciedad de la ropa y dio una palmada con una mirada tímida.

Los demás mercenarios señalaron al mercenario despatarrado, echándole toda la culpa, pero Aini seguía con el ceño fruncido.

'Esa mujer, Sadi, consiguió una vez alejar a Heium. Es un poco extraña'

* * *

Ejem ejem. Tuve un cuidado extra para vestirme elegantemente hoy. Me pregunto si ella lo notará.

Pudo escuchar los pensamientos de Clein en cuanto se paró frente a su puerta.

Pero tu vestuario ya es elegante, ¿no? Es todo lo elegante que puede ser. ¿Pero te has vestido de forma más elegante que de costumbre?

Ligeramente alarmada, Latil entró en la habitación e inmediatamente se alejó dos pasos por instinto cuando vio a Clein, que parecía un colgante humano.

'¡Demasiado brillante!'

"¡Su Majestad!"

Sólo después de que Latil viera la alegre sonrisa en el rostro de Clein, volvió a entrar y lanzó un insincero cumplido.

"Increíble, Clein. Estás enterrado en... los destellos de tu ropa"

Sus ojos empezaban a cansarse de mirarlo.

Clein se jactó con una sonrisa orgullosa.

"Me dijeron que ibas a venir a cenar, así que me esmeré en vestirme bien"

Clein parecía demasiado complacido para que Latil dijera algo, así que se limitó a dirigirse a la mesa tras pasar ligeramente una mano por la mejilla de Clein. La mesa ya estaba llena de platos de comida.

Mientras tomaba asiento, Latil miró a Clein en busca de señales de si seguía dolido por el hecho de que ella hubiera cortejado a Hyacinth, pero, afortunadamente, no pudo verlas a simple vista.

Sería mejor si pudiera leer sus pensamientos, pero ya no podía oírlos. Parecía que Clein se había calmado mientras comían.

Gracias a esto, Latil pudo pensar en Domis que había visto antes mientras cenaban.

En ese momento, no fue capaz de pensar profundamente en el asunto, demasiado sorprendida por haber visto a Domis en persona y preocupada por qué Domis había mencionado a Kallain de la nada. Pero ahora que estaba lejos de Domis, todo tipo de preguntas surgieron de inmediato en su mente.

Era extraño que Kallain le hubiera hablado a Domis de Sadi, pero también se le ocurrieron otras cosas extrañas.

Incluso si Domis había oído hablar de Sadi, ¿cómo fue capaz de señalar a Sadi entre la multitud y determinarla como "emisaria del emperador Latrasil"?

Era fácil encontrar a Domis en la capital. Después de todo, tenía rasgos llamativos.

Pero por otro lado, Sadi era, su existencia casi borrosa en sí misma, como si su presencia estuviera hecha para ser lo más tenue posible.

Además, "Sadi" era inexistente en primer lugar. Aunque jugaba un papel importante en Karisen, los de Tarium sólo oían hablar de su nombre y de sus actos. Nadie sería capaz de comparar la identidad, la cara y el nombre falsos de Sadi.

Incluso los de Karisen no la reconocerían de inmediato a menos que conocieran a Sadi en persona, fueran presentados a ella y conversaran con ella.

Pero Domis la reconoció enseguida e incluso la llamó por su nombre. ¿Cómo le explicó Kallain a Domis las cosas para que conociera a Sadi?

'Pero si le pregunto a Kallain, sólo dirá que no conozco la cara de Domis'

"¿Su Majestad?"

Clein llamó a Latil al otro lado, preguntándose por qué estaba rascando su plato con un cuchillo.

Al oír su voz, Latil se sacudió sus pensamientos y volvió a comer el plato de huevos que tenía delante. Aplastó la yema del huevo con la parte plana del tenedor, convirtiéndola en papilla.

Pero al poco tiempo, el tren de pensamientos de Latil volvió al punto de partida.

'Ah. ¿Domis me vio por casualidad en Karisen? ...No. No puede ser'

Si Domis recordaba a Latil de Karisen, entonces Latil también debería poder recordar a Domis.

No sólo porque Latil sabía cómo era Domis, sino también porque Domis tenía una cara muy memorable que destacaba aunque Latil no la conociera.

Pero Latil no había visto a nadie que se pareciera a Domis, y mucho menos a la propia Domis, ni siquiera de lejos. Además, si Domis estuviera en Karisen, Kallain habría actuado de forma diferente en ese momento.

Sin embargo, salvo la vez que estuvo a punto de verse envuelto en un escándalo con Aini allá en Karisen, Kallain había permanecido muy callado.

Además, la única que mostró interés por Kallain a pesar de su atractivo aspecto fue la emperatriz Aini...

"¿Hm?"

Perdida en sus pensamientos, Latil había estado metiendo comida en su boca sin reservas, pero de repente se detuvo.

'Kallain lo negó rotundamente, en aquel entonces. Que no había conocido a Domis'

Latil dejó el tenedor y se llevó una mano a la mejilla. La máscara con la que podía cambiar su apariencia. El número "3" escrito en la esquina del mapa. El otro objeto que también podía cambiar de apariencia.

'Me deshice de la que usó mamá, pero si hay tres en total, aún queda una. ¿Y si alguien lo usó para transformarse en Domis?'

Si ese era el caso, entonces Kallain tenía razón en que no había conocido a Domis, y el hecho de que Domis reconociera a Sadi tenía sentido.

'Aini creía que era amante de Kallain en su vida pasada. Aini podría haber cambiado su rostro por el de amante de Kallain para acercarse a él. Ella perdía todo pensamiento racional cuando se trataba de Kallain'

Pero también tenía algunas dudas al respecto. Los mercenarios de la Parca Negra. Los mercenarios la habían tratado bien. Eso era lo que le preocupaba a Latil.

Los mercenarios no serían amables con Aini si sólo hubiera cambiado su apariencia y se hiciera pasar por Domis.

'¿O lo harían? Quién sabe. La gente normalmente no pensaría que el que está frente a ellos es un impostor que lleva la cara de otra persona. Domis podría ni siquiera ser Aini, y alguien que no conozco'

"Su Majestad. ¿Está realmente bien?"

preguntó Clein con preocupación desde el asiento opuesto al de Latil cuando ésta seguía clavando el tenedor en un plato vacío

"Ah, sí. Es que tenía algo en mente"

Latil sonrió, saliendo de sus cavilaciones.

"Pero ya lo tengo resuelto, no te preocupes. Tú también deberías comer. No te quedes mirando"

'Yo también tengo los recuerdos de Domis. Debería usarlo para averiguar si Aidomis es la verdadera Domis, o sólo alguien que se hace pasar por ella'

* * *

A esa misma hora. El Duque Daga de Karisen estaba dando una orden a sus subordinados.

"Cuando el público se entere de que la emperatriz ha escapado, la considerarán irresponsable. Su reputación se verá empañada, así que difunde la noticia de que fue secuestrada"

"Sí, Su Excelencia"

Las escasas pruebas que apenas lograron desenterrar apuntaban a la verdad de que Aini no había sido secuestrada sino que, de hecho, había huido por su cuenta, pero el Duque decidió enterrar todo esto y mantenerlo en silencio.

Después de hacer salir a todo el mundo de la habitación, el duque Daga echó humo mientras miraba con rabia la habitación de Aini, ahora vacía.

Todo esto era por culpa del emperador Hyacinth. Aini debía haber escapado, con su orgullo herido, porque Hyacinth la había enviado a esta villa.

'Debo enviar a ese hombre Hyacinth tambaleándose entre la vida y la muerte lo antes posible...'

Tras un largo momento de reflexión, el duque Daga decidió llamar primero al príncipe Heium. No fue difícil. Al dejar una carta en la habitación de Aini, como la última vez, el príncipe Heium acudió a él por su cuenta.

El duque Daga golpeó ansiosamente el tablero de la mesa con su pipa hasta que llegó el príncipe Heium, e inmediatamente dio órdenes

"Su Alteza debe saber ya que Aini ha desaparecido. Encontrad a Aini por nosotros, Alteza. Debemos encontrarla antes que el Emperador"

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