HDH 146

Jueves, 08 de Abril del 2022

Hombres del Harén 146

Hace la misma pregunta, pero espera una respuesta diferente

Antes de que el carruaje se detuviera, el duque Daga abrió él mismo la puerta y saltó.

"¡Es peligroso!"

El cochero gritó alarmado, pero el duque Daga se limitó a agitar una mano como un director de orquesta y corrió al interior de la villa.

El edificio ya estaba enardecido por el pánico. Los empleados corrían de un lado a otro a toda prisa, y se oían pasos urgentes sin parar desde el piso superior.

"¡Su Excelencia!"

Un hombre que parecía ser el director general de la villa comenzó a acercarse al duque Daga. Cuando el gerente se acercó, el duque rugió de ira.

"¿Qué está pasando? ¡¿Qué es eso de que Su Majestad ha desaparecido?!"

"Mis más sinceras disculpas. Hay guardias apostados en todas las puertas y ventanas bajas. No puedo entender por dónde ha podido salir"

"¡¿Quién más lo sabrá si no es usted?!"

"Lo siento mucho"

¡Malditas sean las disculpas, los lamentos y lo que sea! El duque Daga lanzó violentamente su bastón contra el gerente, casi golpeando al hombre en el proceso, y subió las escaleras. El gerente sostuvo el bastón con ambas manos y se apresuró a seguirlo.

"¿Dónde está la habitación de Su Majestad?"

"Es la habitación más interior del segundo piso"

"¿A qué hora desapareció?"

"Yo...."

"¡¿Qué sabe usted?!"

El gerente parecía agraviado. Aunque era el director general de la villa, no seguía a la Emperatriz a todas partes. A él también le informaron de la desaparición de la Emperatriz sólo a través del informe de un subalterno.

Pero mientras el duque Daga seguía reprendiéndole, se sintió agraviado y a la vez asustado. No se estaba inventando excusas; realmente había guardias apostados en todas las puertas y ventanas accesibles.

Era por órdenes del Duque, preocupado por la posibilidad de que hubiera asesinos, ya que la Emperatriz tenía una relación tensa con el Emperador.

Entonces, la puerta de la habitación de la emperatriz Aini se abrió y dos damas de compañía salieron del interior, una de ellas era Louise.

"Voy a hablar con usted"

Cuando Louise se encontró con los ojos del Duque Daga, el Duque rápidamente pasó por delante de las dos a la habitación y le hizo una señal a Louise para que la siguiera.

Después de cerrar la puerta de la habitación de la Emperatriz, el Duque deliberadamente llevó a Louise lejos de la entrada y preguntó.

"¿Tiene la desaparición de Aini algo que ver con el Príncipe Heium?"

"No estoy seguro"

"¡¿Por qué todos dicen que no lo saben?! ¿Por qué?"

"No podemos evitarlo. No tenemos forma de saber cómo salió"

Duque Daga se desplomó en un sillón junto a la chimenea.

"Sigue hablando"

"Ella había terminado su rutina diaria como de costumbre. Parecía infeliz, pero a nadie le pareció extraño, ya que había sido la misma desde el banquete"

"..."

"Entonces, dijo que iría a dar un paseo. Deseaba ir sola, pero no creí que fuera peligroso, ya que los guardias estaban por todas partes, aunque estoy seguro de que se ha enterado. Era extraño que no volviera durante tanto tiempo, pero los guardias dijeron que no vieron a nadie que se pareciera a Su Majestad"

"¿Podría haber escalado los muros?"

"Los muros aquí son altos, Su Majestad no ha aprendido las artes marciales. Además, hay soldados apostados por todas partes fuera de los muros, así que tampoco habría podido salir de allí"

 

Cuando el duque se levantó de su asiento, el sillón patinó por el suelo y se estrelló contra la pared. Las venas sobresalieron de la frente del duque Daga mientras gritaba.

"Entonces, ¿a qué lugar del mundo ha desaparecido mi hija? Debe de haber desaparecido porque vosotros habéis hecho algo malo"

* * * 

Los empleados de la villa tenían derecho a sentirse agraviados. Fieles a su palabra, montaban guardia en todas las aperturas posibles.

Sin embargo, por muy minuciosos que fuesen en la defensa del lugar, sería imposible atrapar a Aini, que había cambiado su rostro por completo.

"¿Parece que hay algún alboroto por allí?"

"Se dice que Su Majestad ha desaparecido"

"¿Capturada?"

"Quién sabe"

Habiendo cambiado completamente su apariencia usando el anillo que le dio Heium, Aini le dio la mitad de la tarifa del carruaje al cochero y le dio instrucciones.

"¿Podrías ir a Tarium de inmediato?"

"¿Tarium? Tarium está demasiado lejos, señorita. ¿No sería mejor que empleara a un mercenario en su lugar?"

"Entonces vayamos a Deliit"

Deliit era una de las aldeas situadas cerca de la frontera, ahora un punto frecuentemente visitado ya que los mercenarios y los comerciantes utilizaban la aldea como su base.

No está tan lejos como Tarium, pero sigue estando bastante lejos. Pensó el cochero con hosquedad, pero respondió automáticamente cuando Aini le entregó un trozo de joya brillante por detrás.

"¡Sí! ¡Por supuesto!"

"Vamos"

El carruaje pronto comenzó a agitarse suavemente mientras avanzaba.

"¡Su Majestad se ha ido! Esos gritos se oían por encima de las ventanas del carruaje, pero Aini no se atrevió a mirar fuera.

El viento soplaba suavemente a través de las persianas rotas de las ventanas. La comisura de los labios de Aini se alzó suavemente en una sonrisa.

'Kallain. Ya voy

* * *

Haciendo un esfuerzo por llevar una caja grande y plana a la habitación, Hierlan se detuvo tambaleándose cuando pudo ver el cuerpo de Tasir de un breve vistazo sobre la caja.

¿Qué acababa de ver? Hierlan parpadeó. ¿Era sólo mi imaginación? Pero aunque intentara volver a mirar, la caja que tenía entre sus brazos era demasiado grande.

Hierlan se puso de lado para dejar la caja contra la pared. Luego giró la cabeza para comprobar si lo que había visto hace un momento era correcto.

"¡Ahhh!"

El esfuerzo se tradujo en un chillido. Sus ojos tenían razón. Tasir estaba de pie frente al espejo, completamente desnudo.

"¡Joven jefe! ¿Qué estás haciendo?"

Mientras Hierlan gritaba horrorizado, Tasir le dirigió una mirada y sonrió.

"Eh, has vuelto"

"Eh, ¿has vuelto? ¡Este no es el momento! Qué estás haciendo!"

Hierlan saltó de nuevo, pero Tasir estaba tranquilo.

"Viendo mi cuerpo en el espejo"

"¡No es eso lo que estaba preguntando!"

Con un graznido, Hierlan se apresuró a acercarse a la ventana, barrió cuidadosamente las cortinas y cerró la puerta para que nadie pudiera entrar.

Incluso entonces, su corazón seguía latiendo con fuerza y Hierlan jadeaba por el esfuerzo.

"¿Qué haces de repente? Es abominable a la vista, joven jefe"

"Bueno, siempre está la opción de no mirar"

"¡Estás de pie en medio de la habitación! ¿Cómo podría no ver?"

Tasir chasqueó la lengua y señaló con los ojos un gran cuadro colocado en un caballete a un lado de la habitación.

"Sólo hay que poner el cuadro en el marco y colgarlo"

El cuadro era el retrato de Latil. Era algo que Tasir había dibujado repentinamente después de pensar mucho en algo y no era una pintura sobresaliente hasta el punto de que pudiera llamarse una obra maestra.

Pero era una obra de arte bastante buena para haber sido dibujada por un hombre cuya profesión no tenía nada que ver con las artes. Tasir había ordenado a Hierlan que consiguiera un marco especial para colocar la obra, diciendo que se la regalaría al Emperador.

"No tengo ni idea de las cosas que piensas, joven jefe"

Tasir comenzó a enrollar la larga y fina tela que había colgado en el espejo alrededor de su cuerpo con una sonrisa de satisfacción mientras Hierlan refunfuñaba.

"Estoy ideando una estrategia, ¿ves? Una estrategia"

"Qué estrategia..."

"Una estrategia que ningún noble que haya crecido todo sofisticado podría atreverse a intentar"

* * *

El Señor de Melosi dijo que estaba bien, pero... ¿está realmente bien? De vuelta a la capital tras el viaje, Latil se sintió incómoda al recordar cómo había roto la reliquia de Sonnaught por la mitad al amanecer.

'Estoy segura de que no dijo que estaba bien porque realmente lo estaba. Probablemente no tenía otra opción ya que soy el Emperador'

Latil dejó escapar un suspiro cada diez pasos que daba con el caballo. Había pasado algún tiempo y mientras el grupo pasaba por algún campo rodeado de vegetación por todas partes, Latil escuchó una débil voz a través de las ventanas del carruaje.

"Su Majestad"

Era la voz de Gesta. Cuando giró la cabeza, pudo ver a Gesta asomándose por la ventana, levantando tímidamente las cortinas.

"¿Qué ocurre?"

Ante la pregunta de Latil, Gesta pareció preocupado por un momento mientras preguntaba con cuidado.

"Su Majestad, me siento un poco mal..."

"Ah. ¿Deseas bajarte?"

"No se me da bien montar a caballo, ya que tengo un cuerpo débil. Um... Pero creo que me sentiría un poco mejor si pudieras quedarte a mi lado..."

Tus músculos estaban en el lado más grueso para una persona con un cuerpo débil, pensó Latil, pero aun así detuvo el carruaje y se bajó del caballo. Bueno, pero hay mucha gente que se enferma con frecuencia aunque tenga una complexión fornida.

Cuando Latil subió al carruaje, Trie, el ayudante de cámara de Gesta, tuvo la sensatez de bajarse y dejarles espacio a los dos. Una vez que el carruaje comenzó a moverse de nuevo, Latil se sentó frente a Gesta y preguntó.

"¿Servirá esto?"

No sabía qué tenía que ver todo esto con el mareo, pero se conformaba con quedarse así si Gesta estaba satisfecho. Pero Gesta negó con la cabeza.

"¿Puedo pedirle que se acueste con la cabeza en mi regazo, Su Majestad?"

Latil abrió mucho los ojos.

"¿No te acostarás tú en mi regazo, sino yo en el tuyo?"

"Sí..."

Latil dejó escapar una sonrisa incómoda. ¿Qué tiene que ver esto con el mareo también? Cuando Latil permaneció sonriendo en su asiento, Gesta explicó con una voz apenas audible.

"Si me acuesto de lado, podría sentirme aún más enfermo. Si Su Majestad se acuesta de rodillas, mi cuerpo temblaría menos en este carruaje..."

"Ah. Ya veo"

Sonaba algo plausible, así que Latil se desplazó hacia el otro lado y se acostó de costado, aunque con torpeza. Se sintió ligeramente avergonzada sin razón cuando sintió las piernas de Gesta presionando su mejilla y su oreja.

"¿Te sientes incómoda?"

"No, estoy bien. ¿Y tú? ¿No me pesa la cabeza?"

"Aunque tengo un cuerpo débil, soy bastante fuerte. No pasa nada"

¿Pueden combinarse esas dos frases? ¿Tiene una resistencia débil pero tiene músculos firmes, tiene un cuerpo débil pero es bastante fuerte?

Pero los pensamientos de Latil se disiparon en el momento en que Gesta deslizó suavemente su mano sobre la de Latil. Cuando miró hacia abajo, la mano de Gesta apenas se aferraba a la punta de los dedos de Latil, incapaz de sostener su mano correctamente.

Incapaz de soportar la visión por más tiempo, cuando Latil se limitó a agarrar su mano, pudo sentir vívidamente cómo el tenso cuerpo de Gesta comenzaba a relajarse bajo su cabeza. Latil se sintió extraña.

No debería ser consciente de este tipo de cosas, pero una vez que sintió el movimiento de los músculos de Gesta, se sintió consciente de todo.

Desde el suave tacto de su mano, la firmeza de sus piernas, el tenue aroma del perfume de acacia, hasta la suave cachemira contra su mejilla.

Entonces, cuando la parte posterior de su cabeza tocó el estómago de Gesta cuando éste se movió en su asiento, Latil también dejó de respirar.

Como permanecieron en ese estado durante un rato, Latil, que se sentía incómoda por permanecer tanto tiempo en una misma posición, se arriesgó a sentir vergüenza y se dio la vuelta para mirar hacia arriba.

Ahora que estaba tumbada así, podía ver la cara de Gesta desde abajo, pero estar de lado le resultaba demasiado incómodo.

Gesta había estado mirando a Latil desde abajo, y luego ofreció una sonrisa brillante como la luz del sol cuando sus ojos se encontraron cuando Latil se dio la vuelta. Casi le pareció que podía ver la inexistente puesta de sol y la brisa otoñal detrás de él.

Latil se sintió muy a gusto después de ver esa sonrisa y empezó a juguetear con las puntas carnosas de los dedos de Gesta.

Al cabo de un rato, mientras Latil se adormecía por el ambiente tranquilo y apacible, Gesta preguntó con una sonrisa

"Su Majestad. ¿Quién le gusta más entre los consortes?"

Si te gusta mi trabajo, puedes apoyarme comprándome un café o una donación. Realmente me motiva. O puedes dejar una votación o un comentario 😁😄

Anterior   Menú   Siguiente