FELIZMENTE PSICÓTICA 85
–“Wooshin, el Director de Desarrollo Económico de Mongolia fue encontrado muerto hace una hora.”
Al escuchar la grave voz en su oído, se detuvo justo cuando estaba a punto de salir de la habitación. Lee Wooshin acababa de soportar una agotadora reunión con los ejecutivos de Blast Agency y finalmente se estaba liberando, sintiéndose aliviado.
Bajo el pretexto de ayudar a los ejecutivos intoxicados a llegar a casa, había repetidamente conectado y desconectado un Poison Tap, un dispositivo de piratería, en sus teléfonos.
Ahora, con ambas manos enterradas en los bolsillos de su abrigo, caminaba por un pasillo tenuemente iluminado.
“¿El Director de Desarrollo Económico de Mongolia?”
Si era él, habría venido a Corea por el MOU de tierras raras. ¿No estaban los nuevos empleados como Han Seoryeong asignados a ese caso? Por lo que sabía, el director incluso había solicitado seguridad personal a Blast Agency.
Y sin embargo, estaba muerto.
–“La causa de la muerte fue un ataque al corazón, pero sospechamos de asesinato.”
Comprobando su reloj, ya era pasada la medianoche. Han Seoryeong, que debería haber regresado a casa para entonces, no se había puesto en contacto con su superior ni había presentado un informe.
Podía apreciar su falta de calidez innecesaria hacia la gente, pero tampoco tenía flexibilidad. Sus cejas se fruncieron con disgusto.
–“La firma de Mongolia del acuerdo de tierras raras con nosotros era parte de su intento de liberarse de la influencia de Rusia en primer lugar. Pero desde que el director comenzó a trabajar de forma independiente, no era ningún secreto que Rusia lo veía como una espina clavada en su costado.”
“Si fue un ataque al corazón, deben haber usado cloruro de potasio.”
Wooshin cerró los ojos, masajeando los tensos músculos de su cuello por la fatiga.
“Incluso si realizan una autopsia, no encontrarán nada.”
–“Sí, Blast Agency solo tiene que pagar daños y listo. Pero el Servicio de Inteligencia Nacional tiene que limpiar el desastre ahora, y es un verdadero dolor de cabeza.”
A través del receptor, escuchó el clic de un encendedor Zippo, seguido del leve crujido de un cigarrillo ardiendo.
"¿Tienes algún sospechoso?"
-“… Sí, hay un grupo que compartió la misma ruta de viaje desde el avión hasta el Hotel Seúl.”
“Sigue.”
-“Se llama Kia. Tiene veintiocho años, es un coreano-ruso de tercera generación y actualmente es sacerdote de la Iglesia Ortodoxa Rusa.”
Cualquier rastro de emoción que quedaba en el rostro de Wooshin desapareció por completo.
La Iglesia Ortodoxa Rusa era una religión estatal, intrincadamente ligada al poder. Como alguien que alguna vez había vivido allí, la parte posterior de su cuello se enfrió.
–“Es complicado, sin embargo. No es un sacerdote ordenado oficialmente. La comunidad académica no lo reconoce, calificándolo de hereje.”
La Iglesia Ortodoxa, una de las denominaciones religiosas más antiguas, estaba impregnada de tradición y conservadurismo.
Con su larga historia, estableció hermosas y monumentales ramas en todo el mundo, en Constantinopla, Alejandría, Antioquía, Jerusalén y Moscú en Rusia.
Sin embargo, la única rama que el patriarcado global se negó a reconocer fue…
“Kia está afiliado a la rama de Sakhalin.”
El rostro de Wooshin se endureció.
De todos los lugares, un sacerdote de Sakhalin…
Fueron marginados por no tener raíces y por su comportamiento violento y fanático.
Especialmente el primer líder de la rama de Sakhalin, que se había puesto abiertamente del lado de la entonces caótica Unión Soviética, una vez infamemente afirmando que morir en la guerra lavaría los pecados.
Con el apoyo total de la Unión Soviética, la rama de Sakhalin creció significativamente.
Cómo lograron acceder al ejército y asegurar un punto de apoyo seguía siendo un misterio, pero una cosa era segura: el primer líder de la rama de Sakhalin era coreano.
Cabello negro, ojos negros…
Incluso los niños que había visto en el Castillo de Invierno habían sido todos coreanos.
Las máscaras vibrantes, el metal crujiente del viejo carrusel, los columpios cubiertos de maleza y el monociclo abandonado… A medida que estos pensamientos inundaban su mente, un sudor frío se formó en el rostro de Wooshin.
–“Ese es el estado oficial de Kia. El problema es…”
La voz del director, tensa por la respiración contenida, de repente adquirió una poderosa intensidad.
-“Este tipo podría ser el Boogeyman de Clase 1.”
Se detuvo abruptamente mientras caminaba con rapidez.
–“¿Recuerdas a nuestros agentes que fueron emboscados en el extranjero hace unos meses?”
“Sí.”
Me diste mucho la lata por eso, pensó secamente. Sin mencionar que se había infiltrado en Blast Agency en lugar del agente que murió en ese entonces, por lo que no había forma de que pudiera olvidarlo.
–“Es solo una especulación, pero creemos que este tipo fue el responsable. Durante años, las agencias de inteligencia han estado compartiendo datos, y aquí está el quid de la cuestión: tres de cada diez agentes enviados murieron por ataques al corazón.”
“…”
Boogeyman era un término coloquial para un sicario especializado en asesinar agentes de inteligencia.
–“No estamos en condiciones de husmear en Rusia solos. Por ahora, los medios informarán mañana que fue un ataque al corazón repentino. Ten cuidado, Wooshin. La sospecha más razonable es que las identidades de los agentes fueron filtradas a Rusia.”
Fue entonces cuando Wooshin se dio cuenta de que la verdadera intención del director era emitir esta advertencia.
"¿Cuándo he estado a salvo?" Se rió suavemente mientras respondía.
Saliendo del bar, le entregó las llaves de su coche al aparcacoches que esperaba. Al mismo tiempo, la voz aguda y tensa del director se suavizó de repente.
–“Ah, por cierto, el búho también tuvo contacto con ese tipo.”
“…!”
–“No mucho, solo un breve encuentro en el mismo espacio.”
Con esas palabras, una maldición casi se le escapa de la boca. A pesar de la cantidad de alcohol que había consumido, su mente, normalmente despejada, vaciló por un momento. Su sangre corrió más caliente por sus venas a medida que el alcohol hacía efecto rápidamente.
Cuando trabajas para un contratista militar, los peligros inesperados son inevitables.
Había querido deshacerse de Han Seoryeong, pero al final no pudo, así que la mantuvo cerca. Creía que si la entrenaba e interfería con ella estrictamente, al menos tendría una red de seguridad mínima.
–“Pero también murieron algunos de los guardias de seguridad de Blast Agency, así que eso también va a agitar las cosas por allí.”
Sin embargo, tal vez eso también era arrogancia. Escuchar que se había encontrado con un individuo peligroso en un lugar donde él no estaba, le retorcía las entrañas de una manera extraña. Se sentía como si un mecanismo de control se hubiera roto, permitiendo que las emociones crudas afloraran.
Se tiró del cuello como si se estuviera quitando una corbata invisible. Se le secó la boca por la repentina ansiedad que lo había tomado por sorpresa.
Quería alejar a Han Seoryeong de todo esto, pero Kim Hyun… Kim Hyun siempre era el problema.
–“Wooshin… Deberías terminar tu misión encubierta lo antes posible.”
Sí, tenía que hacer que ella dejara de lado a Kim Hyun, cuanto antes mejor.
Necesitaba que ella viera cuán fútil era su confianza… Sin embargo, Han Seoryeong seguía actuando a ciegas, incapaz de abrir los ojos a la verdad.
Mientras Wooshin subía al asiento trasero, parpadeó contra su visión que giraba. Las palabras del director ya no se registraban en sus oídos.
A medida que su cabeza se hundía profundamente en el duro reposacabezas, un pesado suspiro escapó de él. Antes de que se diera cuenta, su rostro se había acomodado en una expresión fría.
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Seoryeong, que se había desmayado justo después de llegar a casa, se despertó en mitad de la noche.
Tenía la garganta seca y luchó por apartar la manta y sentarse. No tenía que forzar sus ojos somnolientos para navegar por su casa, lo cual era especialmente reconfortante cuando se despertaba en mitad de la noche.
Arrastrando sus pies secos, se dirigió a la cocina. Agarró una taza a ciegas, la llenó de agua del dispensador y bebió. Cuando estaba a punto de volver a la cama.
“¡Ah!”
Chocó con algo grande. Su somnolencia se evaporó al abrir los ojos de golpe, solo para encontrarse con Lee Wooshin de pie allí como un viejo árbol.
Sus labios se abrieron con sorpresa y se cerraron rápidamente. Era la primera vez que se enfrentaban así desde esa noche, y fingir no darse cuenta de la incómoda atmósfera requería más esfuerzo del que esperaba.
"¿Qué haces aquí?"
Él se quedó inmóvil junto a la pared como si acabara de entrar desde afuera o ni siquiera se hubiera molestado en cambiarse de ropa. La mirada de Wooshin estaba fija en lo mismo de siempre: su marco de boda vacío.
“No puedo dormir pensando en llevar a Han Seoryeong a un viaje de negocios.”
Finalmente comenzó a quitarse el abrigo y el reloj de pulsera, su rostro mostraba una profunda contemplación.
"¿No está demasiado silenciosa la casa?"
Preguntó secamente, frotándose la cara.
En ese momento, Seoryeong frunció el ceño e inhaló bruscamente. ¿Qué es ese… olor?
"¿Bebiste?"
Sorprendida por el leve olor a alcohol, preguntó con cautela. Su mirada clara, aunque algo relajada, se curvó lentamente como para confirmar su suposición.
Se apoyó en la pared con un hombro y comenzó a mirarla. Sintiendo que su pesada mirada se posaba sobre ella, intentó evitarla y preguntó:
"¿Estás tan ocupado?"
“Mucho.”
"¿Por ese viaje de negocios ecuatorial?"
“No solo eso. Hay mucho trabajo que tengo que manejar entre bastidores.”
“…”
“Hay tanto trabajo sucio en el mundo que ni siquiera lo sabes.”
¿Acaso… habló bruscamente, como burlándose de ella?
Wooshin desvió casualmente la mirada de nuevo hacia el marco vacío. A veces, se quedaba mirando esa pared en blanco con una expresión ilegible.
Ella lo había visto hacer esto innumerables veces: su mirada se posaba en el marco antes de desviarse. A estas alturas, pensó que sería mejor preguntar directamente.
"¿Tienes curiosidad? ¿Sobre por qué ese marco está vacío?"
“….”
Wooshin no respondió. No estaba claro si tenía curiosidad o no; no mostraba signos de ninguna emoción. Era como si nunca le hubiera importado el marco en primer lugar y solo estuviera haciendo preguntas extrañas.
"¿Te cortaste las uñas?"
"¿Qué?"
¿De qué está hablando ahora?
Seoryeong lo miró con recelo, preguntándose si esto era hablar borracho. Al mismo tiempo, su mano fue agarrada de repente, tirada justo frente a su cara.
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