FELIZMENTE PSICÓTICA 53
Ki Taemin se sintió desconcertado por lo que escuchó y se encogió ligeramente.
“¿Estás posiblemente bajo el mando de Jin Hojae…?”
“¿Sabes si el señor Jin Hojae está bajo…?”
El rostro de Lee Wooshin se contorsionó como si hubiera probado algo desagradable, formando arrugas entre sus cejas. Luego, al separar el arma y la recámara en secuencia, sacudió la cabeza desestimando lo que estaba a punto de preguntar.
Un suspiro de disgusto escapó de sus labios.
“Es increíble lo rápido que puedes perder la cabeza con el sonido del graznido de un búho.” Murmuró para sí mismo.
Lee Wooshin resentía la comodidad de aquellos días soleados en los que se había quedado dormido en el sofá sosteniéndola. No le gustaba la rutina monótona de desayunar juntos, sentados cariñosamente como gorriones, y reír mientras paseaban por el vecindario.
Pero, ¿qué era esta sed, y qué eran estas emociones crecientes? Cada vez que la veía persiguiendo ciegamente a Kim Hyun, sus entrañas se retorcían así.
Cuando confías demasiado en alguien y le entregas todo tu corazón, eventualmente tu base se derrumba y te traicionan. Las personas son irrecuperables e incontrolables, por lo que es mejor usarlas solo para su propósito e intención.
Sin embargo, sentía una fuerte aversión, a veces hasta el punto de ponerle la piel de gallina, cada vez que veía al búho actuando en contra de sus pensamientos.
¿Por qué no puedes olvidar la calidez de tu esposo y estar tan obsesionada?
Lee Wooshin pronto salió de la partición y pasó junto a Ki Taemin.
“―Si no vas a traer a mi esposo de vuelta, mantente fuera de esto.” Recordó sus palabras.
Sus pasos se detuvieron ante la voz que de repente cruzó su mente. Se sentía como si estuviera atrapado en una trampa muy desagradable, pero ahora era el momento de hacer una elección, de una forma u otra.
Sus piernas detenidas comenzaron a subir lentamente las escaleras de nuevo.
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Después del entrenamiento para rechazar las fugas de información, que resultó en muchas lesiones, los miembros enfrentaron una semana de recuperación.
Con exactamente la mitad del programa de entrenamiento completado, recibieron sus teléfonos devueltos por primera vez. Durante la semana de recuperación, eran libres de hacer llamadas en horarios designados, y todos usaban zapatos cómodos mientras asistían a conferencias toda la tarde.
Las conferencias eran principalmente sobre misiones de seguridad doméstica o reglas operativas para los envíos al extranjero.
En particular, las empresas coreanas que operaban en el extranjero se enfrentaban a varios problemas de terrorismo; había amenazas de piratas al cruzar el Mar de China Meridional, y los sitios de construcción se enfrentaban a fuerzas armadas.
Dado que Blast se ocupaba principalmente de estas tareas de seguridad, proporcionaron una educación detallada sobre organizaciones terroristas.
Seoryeong ocultó su expresión y escuchó atentamente durante estas sesiones.
Por supuesto, su enfoque estaba en “cómo se llevó a cabo la situación de los rehenes”. Seoryeong filtró y reinterpretó las enseñanzas del instructor a su manera.
¿Cómo los capturaron? ¿Cómo tuvieron éxito? Tales pensamientos despiadados continuaron debajo de su rostro bonito.
“¡Ay, mira, el instructor viene…!”
El instructor a cargo de la clase era bastante anciano, y las lecciones siempre se prolongaban tediosamente. A pesar de que su compañera sentada a su lado la empujó con el codo, Seoryeong continuó apoyando su barbilla con una expresión desinteresada.
Desde el entrenamiento de tortura, tampoco se había encontrado con Lee Wooshin públicamente o en privado. Él no estaba por ningún lado durante las carreras simples, las comidas o las evaluaciones de estado físico.
Mientras Seoryeong hojeaba el folleto que había recibido, ocasionalmente fruncía el ceño.
La rigidez entre sus piernas había desaparecido, pero algo seguía atrapando en el umbral de su corazón. Esa sensación frustrante había persistido desde el entrenamiento. Cada vez que sucedía, Seoryeong no podía encontrar una respuesta y simplemente inclinaba la cabeza confundida.
Después de la dura experiencia en Tailandia, el Director Kang Taegon le había preguntado una vez si tenía algún síntoma de TEPT… ¿Podría ser que un poco de entrenamiento de tortura le hubiera dado eso?
Mientras fruncía el ceño repetidamente y reflexionaba sobre estas emociones desconocidas, la puerta del aula se abrió de golpe y un hombre alto entró. La atmósfera previamente ruidosa se tensó instantáneamente, y ella brevemente quitó su mano de su barbilla.
“…!”
Lee Wooshin entró al aula, frotándose un ojo.
Parecía cansado, su cuerpo encorvado, mostrando claramente signos de somnolencia y molestia mientras arrastraba los talones de sus botas militares.
El hombre casualmente apoyó un brazo en el borde del podio, mirando con indiferencia las caras moteadas de los miembros. Cada vez que se apoyaba en el largo podio, parecía que el fondo podría volcarse.
En algún momento, comenzó a hablar lentamente.
“Una vez que completen el entrenamiento de forma segura, algunos de ustedes serán enviados a países aislados y peligrosos.”
Pero no giró la cabeza ni siquiera ligeramente hacia donde estaba sentada Seoryeong. Enfrentar su deliberado desprecio se sintió como una piedra de pedernal golpeando con fuerza contra una esquina de su corazón.
¿No fue él quien metió arbitrariamente su dedo en el agujero de otra persona? Entonces, ¿por qué actúa como si yo fuera quien hizo algo mal?
¿Es esto realmente lo que se siente como TEPT?
A pesar de entrecerrar los ojos y mirar fijamente su rostro pálido, el instructor se mantuvo tranquilo.
“Cuando un país extremadamente débil se encuentra con la corrupción. Y cuando los valiosos recursos naturales se enredan con grupos armados locales impredecibles, los mercenarios prosperan.”
“….”
“¿No estás feliz? Estoy hablando de ti.”
Cuando Lee Wooshin sonrió, los miembros enderezaron aún más sus espaldas.
“Estás rodando aquí y allá para ganar dinero, ¿verdad? Mientras el precio sea el correcto, Blast Agency siempre proporcionará cuerpos fuertes, y estarás a la vanguardia.”
Mientras cruzaba los brazos sobre su uniforme de entrenamiento ajustado, sus músculos se destacaban aún más.
“Antes de que te emociones por ganar dinero, debes saber esto. Si terminas en el infierno por hacer cosas malas, la agencia no se hará responsable.”
“….”
“Abandona a tu prójimo. En esta industria, el primer mandamiento es dejar atrás a tu prójimo. No hay responsabilidad ni salvación aquí.”
Lee Wooshin parecía decidido a sacudir a los miembros de nuevo. Notó las expresiones tensas de algunos miembros. Algunos se congelaron, y otros simplemente se mordieron los labios.
Entonces, Seoryeong, quien había estado garabateando sin pensar, replicó.
“Si reunirse con Dios requiere pasar por las puertas del infierno, entonces no parece tan malo. Si ese es el único lugar para reunirse, entonces tienes que ir. Y si vas, debes ir con justicia, felicidad y lo más rápido posible.”
Los ojos previamente indiferentes de Lee Wooshin finalmente se volvieron hacia ella. En el momento en que sus miradas se encontraron, una hostilidad compartida conocida solo por los dos chocó como cables eléctricos que hacen chispas.
Lee Wooshin la miró sin pestañear como si estuviera congelado.
“….”
“….”
Tal vez sea mejor que él siga evitandola, pensó Seoryeong, chasqueando la lengua con frustración. Enfrentarlo se sintió como estar atrapada de nuevo en esa habitación oscura, húmeda pero intensa.
Cruzó las piernas y ajustó su postura. Algo en su cuerpo se sentía incómodo y con picazón.
¿Por qué se siente… con picazón ahí abajo? ¿Qué tipo de TEPT es este?
Cada vez, sus instintos la instaban a olvidar. Pero el sexo tierno y seguro con su esposo y la amenaza del instructor estaban en extremos tan opuestos. Tal vez debido a ese contraste tan marcado, era aún más difícil de olvidar.
Es natural olvidar un orgasmo forzado por otro hombre. Pero la situación fue tan intensa que siguió apareciendo en su mente. El dolor se había ido, pero los recuerdos innecesarios solo se profundizaron.
“Dios, ¿eh…?”
La mirada que ninguno había roto vaciló ligeramente ante la voz uniforme de Lee Wooshin.
“La agente Han Seoryeong tiene un talento peculiar para hablar sobre querer morir rápidamente.”
“…….”
“¿Crees que puedes encontrarlo si te sientas en las puertas del infierno?”
Ella entrecerró ligeramente los ojos y sintió la hoja profundamente oculta dentro de su mirada vigilante. La cautela de Seoryeong aumentó en respuesta a su expresión sospechosa.
“Sin saber su verdadero rostro, ¿cómo esperas reconocerlo de un vistazo?”
Seoryeong solo se mantuvo en silencio.
“Esa es solo la cara que otros te han dibujado.”
El instructor probablemente estaba hablando de un dios típico, pero su corazón se hundió con un golpe.
Mientras el hombre continuaba el sutil concurso de miradas, casualmente se dio la vuelta y encendió una presentación de PowerPoint.
Cuando lo piensas, sus acciones y palabras siempre hacían una transición rápida, y Seoryeong generalmente se daba cuenta de las cosas un paso por detrás de él. Fue similar a cuando fue cortada por él por primera vez.
Seoryeong agarró su bolígrafo con fuerza. Sigue siendo molesto.
Antes, el desprecio del instructor había hecho que sus músculos faciales se tensaran, pero ahora esos posibles síntomas relacionados con el TEPT parecían mejorar drásticamente. Era una sensación extraña.
“Blast Agency tiene contratos con países asiáticos como Taiwán, Nepal, Camboya, Myanmar―”
Continuó su explicación, mostrando algunas fotos. Aunque su rostro seguía siendo en su mayoría inexpresivo, ocasionalmente fruncía el ceño sin contexto, pero su voz era consistentemente lenta.
Mientras lo observaba sin moverse, sus párpados comenzaron a sentirse pesados en algún momento. Escuchar su voz monótona e interesante, extrañamente comenzó a sentir somnolencia.
No soy realmente adecuada para los escritorios… Seoryeong obligó a sus párpados caídos a permanecer abiertos.
Escuchándolo, el mundo parecía realmente extraño. En el lado opuesto del mundo, en Nigeria, estudiantes de internados femeninas estaban siendo secuestradas en masa por una secta, y recientemente, en Sudán, los señores de la guerra se enfrentaron, desplegando tanques y aviones de combate entre sí.
La lista de fugitivos de alerta roja y el material sobre grupos terroristas solo llenaban más de un libro. Escuchando estas historias, Seoryeong se sintió un poco abrumada.
Dicen que los agentes negros son los mejores ases… Entonces, ¿dónde está Kim Hyun, y qué está haciendo ahora?
Él todavía debe estar sirviendo y dedicándose al país, incluso después de casarse con una mujer que no amaba. Si la hiciera sentir amor sincero, incluso brevemente, probablemente seguiría siendo amable y diligente. Su mente atontada siguió vagando.
Pero el mundo exterior que él recorre es tan peligroso…
¿No sería mejor para Kim Hyun vivir conmigo, incluso si eso significa alguna dificultad a mi lado?
En algún momento, la voz del instructor se desvaneció por completo, y su cabeza pesada comenzó a cabecear.
Justo cuando los párpados de Seoryeong se cerraron por completo, de repente—¡zas! El escritorio tembló.
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