EGDLV 58

Martes, 17 de Agosto del 2021

El Guía de la Villana 58

Tercero, es cansado ser una villana rica (1)

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La voz de Dios se hizo cada vez más lejana.

Si encuentras mi nombre, responderé a tu llamada de nuevo.

"¡Espera un momento!"

Estaré esperando.

Dios abandonó la sala de oración. Y siendo esa su última palabra, Dios ya no respondió a la llamada de Lara. Lara pudo sentir claramente que los ojos de Dios se habían alejado de ella.

[Goteo. Goteo. Goteo]

Por fin podía oír el sonido del agua que goteaba. Incluso la energía de Dios que había dominado la sala de oración había desaparecido. El flujo del tiempo que antes se había detenido comenzó de nuevo.

"Cualquier cosa..."

La voz de Lara sonó en voz baja en la silenciosa sala de oración. Contrariamente a sus sentimientos que bullían de vértigo, sonaba tranquila.

Era un alivio. No había tiempo para llorar y desesperarse. Había cosas que debían hacerse por su madre y Demian, por sus seres queridos. Konnie tenía razón. Había cosas en el mundo que sólo ella podía hacer. No podía ser una heroína en tiempos de turbulencia, pero podía ser la heroína de una persona, y podía convertir a alguien en un héroe. 

La elección de uno cambia la historia. La historia es como el agua, así que si se gira la dirección aunque sea un poco, cavará el suelo por sí misma y hará un nuevo camino.

Después de agarrarse fuertemente a su silla durante un rato, Lara pudo salir de la sala de oración.

∘₊✧──────✧₊∘

 

Demian no estaba durmiendo. Estaba tumbado en la cama de su habitación, jugueteando con la espada real que la princesa Sonnet le había otorgado. Era una buena espada. Era bueno que no estuviera obsesionado con las armas, ya que, para alguien codicioso, se lanzaría sobre la espada con interés.

Se decía que un aventurero había ofrecido la espada al Rey. Demian no lo creyó de inmediato. Tal vez el Rey se llevó lo que el aventurero encontró. La tierra de Hautean pertenecía al Rey, y la espada fue encontrada en una cueva de Hautean, así que debió insistir en que la espada le pertenecía.

No sabía cómo era en el momento de su descubrimiento, pero tal vez porque estaba guardada en el almacén sin que nadie la usara, el arma no apestaba a sangre. El rey de Hautean debió de regalar la espada a Demian sin conocer su valor.

Para ser la espada de la familia real, su aspecto era modesto y no estaba dotada de ningún hechizo. Se decía que las reliquias que ayudaban a su dueño con la magia solían encontrarse entre las reliquias del pasado. Esta espada, en cambio, podía parecer cutre en comparación con aquella.

Pero Demian pensó que era un premio gordo. Se alegró de haber escuchado a Lara. Ahora entendía por qué ella quería regalarle una espada con tanta insistencia.

Había algo en esta espada. Sólo que aún no se había revelado. La energía ominosa que se percibía de la espada, y esta pesada presencia, demostraban que la espada no era de ninguna manera un simple pedazo de cerámica de hoja.

"En cualquier caso, es una mujer increíble"

Justo cuando Demian estaba ocupado admirando la previsión de Lara, alguien caminó rápidamente hacia su habitación. De repente la puerta se abrió de golpe, era Lara.

"¿Lara?"

Lejos de llamar a la puerta, entró en la habitación de Demian sin dudarlo. Luego, tras cerrar la puerta con un fuerte portazo, habló con voz firme.

"Soy yo"

"¿Qué?"

"Soy la verdadera santa"

Demian dejó la espada en el borde de la cama, se levantó y se acercó a Lara. Pero Lara se precipitó repentinamente hacia la cama de Demian y recogió la espada que éste había dejado en el suelo. Entonces, se cortó el antebrazo con la espada.

"¡Lara!"

Demian tiró del cuerpo de Lara. Se movió tan rápido que, afortunadamente, Lara sólo tenía una herida muy pequeña en el brazo.

"¿Qué estás haciendo?"

"Mira con cuidado"

Lara puso su brazo frente a sus ojos.

"Mira"

"¿Qué demonios se supone que debo...?"

Demian no pudo decir nada más. La herida ni siquiera era lo suficientemente profunda como para que saliera sangre. Y, sin embargo, la herida desgarrada y ensangrentada del brazo de Lara se estaba curando, sin dejar ningún rastro en su lugar. En el poco tiempo que Demian había mirado, la herida de Lara había desaparecido por completo.

"Te lo dije, soy la verdadera santa. Ahora, ¿puedes creerme?"

"¿Desde cuándo ocurre esto?"

"La primera vez que me enteré de esto fue cuando mi padre me secuestró. Entonces también era raro. Salté del fuego y me golpeó mi padre, pero estaba bien. Ni siquiera un rasguño"

"Haa"

"Demian"

Le preguntó Lara.

"¿Me vas a llevar al Imperio?"

"Si dices que no quieres ir, no iremos a ninguna parte"

"¿Hablas en serio?"

"Sí. Si me dices que no se lo cuentes a nadie, mantendré mi silencio hasta mi muerte"

Demian dio su respuesta sin siquiera pensarlo. Ni siquiera dudó, como si eso fuera algo natural para él. El corazón de Lara estaba caliente y entumecido. Cuando pensó en el arruinado Demian, siguió llorando. Pero Lara no reveló sus sentimientos en absoluto. En su lugar, como dijo una vez, ella pregunto con una cara confiada y arrogante.

"¿Sigo siendo su señora maestra?"

"Sí"

"Entonces, por favor investiga a las falsas santas. También a los brujos negros"

"Sí"

"Dame un poco más de tiempo. Te llevaré al Imperio"

Lara debe evitar la tragedia que ocurrirá en Hautean. Para ello, deberá luchar contra Sidhar-el príncipe que gobernó su pasado. 

∘₊✧──────✧₊∘

Lara decidió hablar de parte de este asunto con su madre después de una noche de agonía por ello. No podía contarle todo, pero al menos, tenía que hacerle saber que ella era la santa. Su madre era la persona más importante que había conocido después de volver al pasado, y su madre era la persona en la que más podía confiar cuando algo sucedía.

"¡Sebastian!"

A primera hora de la mañana, Lara encontró a Sebastián de camino al trabajo y se acercó a él.

"¿Puedo ir contigo?"

Preguntó Lara. Ella ya estaba preparada para salir. Sebastian amablemente le tendió la mano a Lara.

"Por favor, sube"

Lara subió primero al vagón, seguida por Sebastián, que se sentó frente a ella. Sebastian estaba dejando un pesado maletín a su lado, y la bolsa no estaba bien cerrada debido a la gran cantidad de documentos que contenía.

Mientras esperaba a que el carruaje partiera, Lara le preguntó a Sebastián.

"Sebastián, ¿está mamá muy ocupada estos días?"

"La señora Isadora, bueno... Está igual que siempre. ¿Por qué? ¿Le pasa algo?"

"Nada"

¿Cómo reaccionará mamá cuando descubra que su hija es la verdadera santa?

Lara pensó que su madre nunca se alegraría de ese hecho. Incluso podría enfadarse y pedir que le retiraran todo el dinero que había donado al templo hasta el momento.

"Cuando pones esa cara, estoy segura de que algo ha pasado. Supongo que es algo que no puedes confiarme"

"¿Qué cara estoy poniendo?"

"Estás apretando los labios, tienes los ojos ligeramente caídos y aprietas los dientes. Normalmente, después de eso tomarás una gran decisión"

"¿Cómo puedes leer todo eso?"

"No es gran cosa. Después de servir a alguien que es exactamente como tú durante mucho tiempo... pude leer tu cara automáticamente. ¿Debería decir que es una lectura mental limitada a una sola persona?"

Sebastian se rió agradablemente. Su digna voz alivió poco a poco la tensión de Lara.

"Mi madre está ocupada. Me siento incómoda porque parece que no paro de molestarla"

"Al contrario, está molesta porque eres muy autosuficiente"

"¿Perdón?"

"Comportándote como un niño mimado, pidiendo dinero de bolsillo, creando problemas... rebelándote a veces. Eso es normal. Eres el tipo de persona que no comparte sus cargas. Ni siquiera hablas mucho. Para los padres, no es una buena personalidad"

"Vaya"

"Por favor, abstente de contar historias sobre mí a Madam Isadora"

Sebastián entrecerró los ojos y se rió. Lara, que ahora estaba completamente relajada, se rió después de él.

"Mamá es la mejor magnate de los negocios en Hautean. Como su hija, no puedo ser demasiado mimada"

"Te equivocas"

Sebastian señaló ligeramente su bolsa llena de documentos y negó con la cabeza.

"Madam Isadora puede convertirse pronto en la mejor del continente"

"¿Perdón? ¿De verdad?"

"Hay un límite debido a que Hautean está en la zona fronteriza. Pero si pudiera, le gustaría trasladar la sede al Imperio... No se moverá porque tú estás aquí"

Ella no sabía que los negocios de Isadora eran tan buenos. Mientras Lara -flagelada por la riqueza de su madre- trataba de encontrar algo que decir, Sebastián se aclaró la garganta y dijo.

"También es un secreto que he dicho esto"

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