La duquesa y el diablo 103
Momentos (3)
El pecho de Judith se apretó ante el tono de miel que le susuraba.
"¿Estás loco? ¿No puedes esperar un poco más?"
Cuando escuchó las repentinas palabras, Judith se dio cuenta que había detenido su espalda. Para ser sincera, ni siquiera sabía que la presencia de su palo en su interior era tan grande como para no moverse.
Judith respiró lentamente. Sin embargo, a causa de ello, la fuerza en su vagina que entraba y salía repetidamente y la polla que estaba tentadoramente presionado. Derek dejó escapar un suspiro caliente con la cara distorsionada.
"A, aunque te muevas suavemente...... ¡Ah!"
Con cara de pena le susurró y Derek le levantó la espalda como si hubiera estado esperando esas palabras.
"¡Ah! sí, eso..... ¡ang!"
Derek movió las caderas con ardor y la atravesó con su ferro, como si una vez desenfrenado, el potro no pudiera ser controlado. Tras repetir la acción unas cuantas veces, el dolor remitió y en su lugar un escalofriante escalofrío se extendió por su cuerpo.
Al final, Judith, embriagada de placeres más fuertes que el dolor, se aferró a él.
"¡Sí! ¡ah, ah! ¡Derek......!"
Su mente se estremeció al ver lo feroz que era golpear el fondo de su cabeza. El interior de su vagina estaba caliente como si estuviera en llamas mientras cavaba profundamente bajo el útero.
"Ey, realmente estás ...."
Ante el poder de succión del orificio que parecía succionarlo, Derek dejó escapar medio gemido.
Mientras besaba su frente empapada de sudor, recorrió su interior a una velocidad ligeramente diferente a la anterior.
"Ugh, sí...... ah ah"
El gemido de la mujer mientras le agarraba con ganas el antebrazo era muy embriagador. Si hubiera habido un tipo que hubiera estado coqueteando con esta preciosidad mientras estaba fuera, Derek le habría cortado el cuello sin dudarlo.
Derek se frenó un poco y luego dejó de moverse. Pero Judith, sin saberlo, se sacudió y trató de satisfacer su insaciable deseo. No podía apartar los ojos de ella mientras lamía el sudor al recordar las embestidas que le daba.
"¿Estás bien?"
"Ah, sí, ah"
La voz del hombre que murmuraba con los ojos fijos en ella era tan dura como la de una bestia hambrienta. Pronto balanceó su cintura una vez al compás, Judith jadeó y lloró como un gato.
"Ah, ah, Derek........"
"Ah. ¡¡Me estás matando!!"
Con su pelo plateado balanceándose exuberantemente cada vez que coqueteaba, con su carita pintada al desnudo y con sus labios rojos que siempre llevan su nombre. No había nada que no le gustara.
¿Cómo pudo teñir mi mente de forma tan vertiginosa?
"A estas alturas, tengo que agradecer a ese hijo de puta de Hannibal por haberte conocido"
Judith, que sacudía su espalda con fuerza, no podía respirar bien por las intensas emociones que estaba derramando. Derek la abrazó con fuerza, como si no pudiera pegarse a ella. Judith se abrazó a su cuello y jugueteó con su pelo.
"Ahh, Derek"
A él, que expresa su infinito afecto, también quería decírselo. Rápidamente reflexionó sobre todo lo que había sentido por él durante un momento. Fue abrumadoramente caliente, excitante, vacío, triste y doloroso al mismo tiempo.
Ahora, estaba dispuesta a escupir el festín de emociones que eran demasiado coloridas para manejarlas por sí misma
"Te amo"
Susurros calientes fluyeron como gemidos. Algunos dicen que el momento más conmovedor en el amor es cuando se transmite el corazón y Judith fue la misma. Aunque le haya confesado, su corazón estaba ardiendo. Tal vez sea porque ha estado expresando lo que ha guardado en su corazón todo el tiempo.
En cuanto terminó la confesión, el pistón que había estado agitando lentamente el interior de la vagina se detuvo de repente.
"¿Qué?"
"Yo también...... te amo"
No pudo oírlo porque su cara estaba muy cerca, pero lo dijo claramente una vez más. Derek miró a Judith con cara de desconcierto, como si la hubiera visto por primera vez. Ni siquiera un niño que hubiera recibido un regalo inesperado habría sido capaz de mostrar una expresión tan emotiva.
"Ahh"
Pronto, su fierro en su interior se agitó violentamente y sintióí que el interior de su vagina se mojaba con un líquido espeso. Derek se apartó el pelo negro empapado de sudor y dejó escapar una suave risa. En cuanto escuchó su confesión, se dejó llevar por los placeres y se derrumbó sin darse cuenta.
"Dilo una vez más"
Quería dejar la sensación de haber eyaculado prematuramente y escucharla por ahora. Mientras Judith le susurraba las mismas palabras al oído, sintió que su vara carnosa se hinchaba de nuevo.
Lamiéndose los labios mientras susurraba amor, Derek comenzó a silbar. Como estaba llena de lechita, sus paredes se volvieron más suaves. Judith retorcía su cintura cada vez que la línea superior del glande se frotaba como si escarbara en el interior húmedo
"Derek..... Está bien si lo empujas un poco más fuerte"
Al oír sus palabras, le agarró el culo y sacó la pinga de golpe. Cada vez que entraba, el impulso era tan feroz que el interior casi golpeaba
"¿No estás mal?"
"No, estoy bien......"
"Avísame si te sientes mal"
Preocupado por si se trataba de una aventura después de mucho tiempo, no se aceleró como antes. Esto era bueno, pero no era suficiente para Judith, que ya estaba acostumbrada a su estilo hard.
"¡Derek... ...! ¡Ah, ah!"
Se lamió los labios mientras hablaba.
"Más, más duro ....."
"Lo estoy haciendo duro"
"¡¡Mentira!! hazlo como antes...... ¿Sí?"
😂😂😂😂
Judith le agarró la cara cuando estaba a punto de apartarse y apretó los labios contra su vagina llena de su polla. Él gimió suavemente como si hubiera recibido un ataque inesperado y apretó su delgado tobillo.
"Estaba tratando de ser paciente"
"Ugh, ahhhhh"
"Tú misma lo pediste"
Susurrando como una amenaza, de repente empezó a aumentar la velocidad de su embestida. Los ojos de Judith se agitaron cuando sus huevos tocaron sus labios y los golpeó lo suficientemente fuerte como para aplastarlos.
Los golpeó con la suficiente fuerza como para aplastarlos. Cada vez que la empujaba, un espeso y misterioso líquido de amor fluía y lo humedecía a él y a su ingle.
"¡Ah, sí!"
Derek repitió chupando sus pezones y frotando su clítoris durante todo el tiempo que empujó su pinga hacia arriba para que no sintiera ningún dolor.
¡Puck, puck!
La parte en la que el glande rozaba con el interior era tan fuerte como un moretón negro. Pero a ella le gustaba mucho esta intensa relación amorosa. Su vientre se llenó de calor y el escalofrío que tiñó de blanco su cerebro partió todo el cuerpo. Era satisfactorio saber que estaba excitada por él y que le deseaba.
Judith abrazó sus hombros y sollozó.
"¡Uh-huh, uh, ah..... !"
"Ahhh...... Me estoy volviendo loco"
No importaba cuántas veces la apuñalara, el interior de su vagina seguía contrayéndose y tragando su polla. Su cuerpo era lo suficientemente dulce como para dejar que su mente volara.
Sentía como si todas sus células se desbocaran y el único instinto que quedaba en su interior es la sensación de convertirse en una bestia sólo con el deseo sexual. Derek aceptó ahora sin dudarlo convertirse en un perro caliente.
Desde entonces, se aparearon como locos. Mientras paladeaba, los lugares que le pellizcaban y chupaban estaban rojos e hinchados. Aun así, Derek la tocó por todas partes, como si llevara tiempo sin hacerlo.
Cada vez que sus labios tocaban algo, el interior de su corazón se derretía. El calor que sentía por donde pasaba parecía representar su amor.
'Felicidad, ¿es esto lo que es la felicidad?'
A Judith se le ocurrió de repente una idea.
Un día, le preguntó a Dios: ¿por qué sólo me pasa esto a mí? ¿Por qué tuve que pasar por todas esas penurias después de conocer a un marido miserable y dejar ir al demonio que me cuidaba?
Sin embargo, el demonio disfrazado de dios acabó volviendo a su lado.
Como resultado, para Judith, el demonio ya no era un ser malvado, sino una felicidad que había encontrado para sí misma.
"¡Ah, ah, Ah ah...!"
La respiración se cortó por la fuerza. Su cuerpo se bamboleó ante los violentos golpes y su redondo pecho se balanceó hacia arriba y hacia abajo. Derek agarró los pechos con sus grandes manos y los acarició. Judith retorció su cuerpo al pellizcar su pezón entre sus dedos hasta que le dolió.
"¡¡Ahh, detente!! .... Mi pecho, ahora....!!"
"¿Por qué?"
"Me duele, porque no paras de tocarme"
"Deberías echarle la culpa a tus lindos pezones"
Judith lo miró con incredulidad.
"¿No es divertido estar encima?"
La risa y las palabras balbuceantes eran tan vulgares como la salaz que había pasado hambre durante años. Era una postura vergonzosa, se preguntó por un momento qué tipo de postura era, pero negó con la cabeza porque era obvio que sólo a ella le daría vergüenza averiguarlo.
Derek se detuvo un momento para acariciar su espalda y le frotó el culo. Su fierro se detuvo, pero Judith, sin saberlo, apretó las nalgas por lo que aún lo tenía dentro.
"¿Te sientes vacía? ¡¡Cómo aprietas imprudentemente!!"
"Ah, sí, eso es porque la tuya es demasiado grande......."
"¿Me estás seduciendo?"
Rara vez fruncía el ceño. Los ojos de Judith se abrieron de par en par al oír el tono de voz tan magullado.
"Vee, ¿Cuándo te he seducido?"
"¿No es tentador comerle la polla a un hombre y decir que es grande?"
Le agarró deliberadamente las nalgas y las separó, comprometiendo aún más el vínculo y el parloteo.
Se discutió mucho, pero Judith no pudo refutarlo. Fue porque el glande hurgó en un lugar placentero y la columna vertebral retumbó, estallando los gritos
"¡¡¡Ahh...!!!"
"Te regañaré si dices que otro bastardo lo tiene grande. Solo yo te puedo comer, ¿de acuerdo?"
Judith realmente quería gritar: "¿Qué sentido tiene mirar la polla de un hombre que no sea el tuyo?" Sin embargo, en cuanto terminó de hablar, volvió a aumentar rápidamente su velocidad y la protesta cayó en su boca.
Derek la levantó de repente y la puso sobre su pierna. Entonces, mientras la tumbaba, la parte superior del cuerpo de Judith se tambaleó de un lado a otro.
"Hazlo tú misma"
Sólo cuando por fin se agarró a su pelvis, Judith recuperó el equilibrio.
Tras dudar un rato, empezó a sacudirse el picor que aún no se había resuelto.
Nota Asure: Cuenta regresiva, faltan 3 capítulos y termina la historia principal
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