Viernes, 05 de Marzo del 2021

De hecho, soy la verdadera 28

Técnicamente, no estaba mintiendo. Sólo ocultaba parte de la verdad.

Sin embargo, eso no sació la curiosidad de su hermano menor.

Zeke: "¿Hay un festival o algo así? ¿O una mascarada?"

Keira: "Ah, ¿hmm?"

Zeke: "Eso suena divertido..."

La expresión de su cara hacía evidente que quería ir con ella. Sintió que se sentiría culpable todo el día si miraba hacia otro lado.

Pero no podía llevar a su hermano con ella al casino...

'¡No! No está mal ir simplemente. No está mal venir y ver qué clase de lugar es'

Se sintió un poco más tranquila después de racionalizar. No, tal vez no fue por la racionalización.

Hacer cosas malas juntos disminuía la culpa.

Keira: "No es un festival. Sólo voy a salir un rato. ¿Quieres venir conmigo?"

Zeke: "¿De verdad?"

La cara de Zeke se iluminó.

Zeke: "Entonces, por favor, dame un momento. Voy a por mi abrigo".

Se fue en un instante.

Los sentimientos de Keira vagaban entre la culpa de haber llevado a su hermano al 'camino de la corrupción' y el alivio de que más personas compartieran la culpabilidad. Pensó que estaba a punto de hacer algo que no debía, pero se alegró de que Zeke estuviera allí con ella.

Mientras Keira rumiaba sus emociones contradictorias, Zeke volvió con el abrigo puesto.

Keira: "Todos están esperando. Vamos"

Zeke: "¡Sí!"

Zeke pensó que iba a salir con su hermana y salió lleno de emoción. Rara vez tenía la oportunidad de reunirse con su hermana porque estaba demasiado ocupada.

No tenía ni idea de a dónde le iba a llevar.

El despacho del Gran Duque estaba situado en el centro del edificio principal de la propiedad de Parvis, lo que permitía sentarse en una silla junto a la ventana y ver la puerta principal de la propiedad.

Fue sólo una coincidencia que Ludwig, que estaba enterrado en el trabajo, mirara de repente por la ventana.

Ludwig: "¿Qué hace todo el mundo ahí?"

Varias personas estaban reunidas frente a la puerta -Keira, Zichhardt y tres caballeros- listas para subir al carruaje.

'El carruaje no tiene el escudo de la familia'

(Ayudante): "¿Su Alteza? ¿Ocurre algo?"

Ludwig señaló por la ventana sin responder.

(Edecán): "Oh... ¿Milady y Sir Arthur? ¿Y ese niño es el joven maestro Zicchardt? La rubia es la Dama Reina... A la otra no la reconozco"

Ludwig: "Tienes una vista inesperadamente buena. Sein, ¿has oído algo sobre la salida de los caballeros hoy?"

Sein: "Que yo sepa, no hay nada programado. Como es viernes por la tarde, supongo que será un viaje tranquilo"

Sein se sintió extraño.

Las reglas de los Parvis son estrictas. Era normal que los caballeros salieran los fines de semana para descansar del rígido entorno.

Pero, ¿por qué están milady y el joven señor con ellos?".

Se acercó un paso a la ventana y entrecerró los ojos. Pensó que se había equivocado, pero antes de que pudiera comprobarlo de nuevo, ya estaban en el carruaje.

Sein: "Eso es inusual"

Ludwig: "Sí, lo es"

Recientemente, el mayordomo había informado a Ludwig de que la señora parecía estar de buen humor.

'Definitivamente tiene mejor aspecto que antes'

Sus visitas a él también han disminuido. De hecho, no veía ni un mechón de su pelo a menos que la llamara.

Ludwig se sorprendió al sentirse un poco desanimado. ¿No debería estar contento, ya que hacía tiempo que quería que esto sucediera?

Era bastante molesto recibir tanto afecto que no podía ser correspondido, por lo que siempre había querido que su hija se volviera indiferente.

Pero, ¿por qué se sentía deprimido ante el cambio?

Esto era algo bueno.

Era algo que él quería. Por lo tanto, no había razón para cuestionar la causa del cambio ni para preocuparse por él.

Era absurdo sentirse amargado.

Ludwig volvió a su escritorio y continuó trabajando en los asuntos pendientes.

Sólo el ayudante se dio cuenta de que el Gran Duque no había pasado a la siguiente página de su papeleo durante mucho tiempo.

Pensó que había escuchado mal. Seguramente, lo había hecho.

Pálido y confuso, Zeke volvió a preguntar.

Zeke: "Entonces... ¿A dónde vamos otra vez?"

Arthur: "Casino, casino. Una sala de juego"

Zeke: "¡¿Un casino?!"

Con los ojos muy abiertos por la sorpresa, Zeke miró a sus acompañantes en el carruaje: su hermana fingiendo mirar por la ventana y evitando el contacto visual, Dama Reina, Sir Raúl y Sir Arthur.

Zeke: "¡¿Están todos locos?!"

Zeke: "¿Lo sabíais? No, no creo que hayas estado allí antes. ¿Cuánta gente sabe que vamos a la casa de juego? ¿Ninguno te detuvo?"

"Woah. Maestro, primero, cálmese"

Zeke: "¿De verdad crees que puedo calmarme ahora mismo? Y sir Raúl, ¿en qué está pensando? ¿Cuántos días llevas yendo y viniendo al casino? Deberías ser más precavido porque eres un novato!"

Sir Raúl: "Heeey, dame un respiro. Jeje"

Zeke: "¡¿Es este el momento de reírse?!"

Teniendo la misma educación conservadora que Keira, era natural que Zeke pensara que las salas de juego eran casas de pecado.

Zeke: "¡Y traer a Noonim contigo! Estás loco..."

Se detuvo bruscamente cuando se dio cuenta de algo. ¿Por qué su hermana estaba sentada allí en silencio a pesar de que iban al casino?

Se volvió hacia ella y la miró fijamente. Keira miraba desesperadamente por la ventana, pero a Zeke no se le escapó la gota de sudor que corría por su mejilla.

Zeke: "Noonim... No estarás... ¿Estás...?"

Keira se quedó en silencio.

Zeke: "¿Noonim?"

Keira: "Eh, bueno..."

Se removió inquieta. Su único hermano la miraba con tanta fe y creencia en su inocencia que se le trabó la lengua. Al final, no podía mentir.

Keira: "Zeke, verás, estos días siento que..."

Zeke: "¿Sí?"

Keira: "Ha sido difícil quedarse dentro. Como sabes, el ambiente en casa es muy estricto, ¿verdad? Hay tantas cosas que no podemos hacer, ni siquiera nos relacionamos con otras familias..."

Zeke: "Sí, ¿y?"

Keira: "Quiero ver cómo es fuera de nuestra casa. Quiero hablar con nobles de mi edad, y hacer cosas que nunca he hecho antes..."

Zeke: "¿De qué estás hablando? ¡¿Por qué buscas una nueva experiencia en un casino?!"

Tenía sentido. Era ridículo robar sólo para probar una nueva experiencia. Por supuesto, no era razonable comparar el juego con el robo, pero para Zeke no eran diferentes.

Keira: "Realmente no voy a apostar. Sólo voy a ver cómo son los casinos"

Zeke: "Oh. ¿Así que sólo vas a ir allí a mirar?"

Arthur interrumpió de forma inesperada.

Arthur: "Entonces, ¿sólo vas a pagar la entrada? Bueno, seguro que es calderilla para milady... pero será divertido si lo pruebas. Además, apostar en un casino autorizado por la familia real es legal"

Keira: "¿Oíste eso, Zeke? Dicen que es legal. El juego es legal, así que es como una visita turística"

Keira se olvidó por completo de que se sentía culpable durante tanto tiempo, y ahora estaba enfatizando el hecho de que ir al casino era completamente legal.

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