Cómo domar a mi bestial esposo 126
Planes
Traducción coreano al español : Asure
A diferencia de la confianza que tuvieron para infiltrarse en el palacio real, al regreso sólo hubo silencio. Celestine, ahora está en jaque por el rey y Annette, que intuía la crisis que se avecinaba, guardaron silencio. Ante el ataque que se avecinaba, sus mentes se complicaron.
'Hmm. Nadie dice nada'
De los tres, sólo Railin tenía la posición de un tercero. Él obedecería a su empleadora Annette si le ordenaba algo, pero esa era su responsabilidad. No es necesario que Railin se adelante y se involucre en esto. Era frío, pero así era la relación entre Railin y Annette.
Incluso en silencio, el carruaje siguió avanzando y pronto llegó a la posición prometida. La primera persona en levantarse fue Railin.
"Bien, hasta aquí llego Si tienen alguna otra pregunta o si tienen alguna petición, por favor háganmelo saber"
Con una sonrisa refrescante, Railin saltó del carruaje y desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Annette, que también se levantó para cambiar de carruaje, se volvió hacia Celestine. Al ver su expresión, algo rígida por el miedo, se le rompió el corazón. Annette, inclinada, besó con ternura la pálida mejilla de Celestine.
"Estarás bien, Celestine. No te preocupes, ve a casa y descansa. Encontraré la manera de hacerlo ¿ok?"
"... Claro. Nadie más lo sabe, solo puedo confiar en ti, Annette"
Celestine agarró y soltó su mano y expresó su gratitud. Afortunadamente, fue un poco reconfortante y su expresión se volvió más brillante que antes. Gracias a esto, los sentimientos de ruptura de Annette también se aligeraron ligeramente.
Annette bajó rápidamente en un cruce donde habían varios carruajes, dobló la esquina de un callejón y pasó a otro carruaje que estaba esperando allí. Fue con el fin de evitar que le sigan as desconocidos.
"Ya estás aquí"
La esperaba un rostro hermoso. El rostro de Rafael, que la miraba con impaciencia y con la barbilla erguida, era tan frío como la brisa de invierno. Sin embargo, en el momento en que Annette apareció en sus profundos ojos azules, un color cálido se extendió de repente por su cara. Es como un vaso de agua con una gota de jarabe.
Rafael, dejando ver los dientes blancos y puros entre los labios rojos, mostró una sonrisa encantadora. Sorprendentemente, se fijó en el maquillaje de Annette de un vistazo. Rafael, que lamía la cara de Annette con sus espesas pestañas, era igual que un niño.
"Tú, ¿Y esa cara? ¿Ha pasado algo?"
"... Ah ¿Esto? Fui al palacio real, así que me vestí así. ¿Se me ve extraña?"
Fue realmente extraño. Hasta hace unos minutos, estaba tan ansiosa y preocupada. En el momento en que Annette miró su sonrisa, sintió que su mente se hundía tranquilamente. Sentía como si sus pies, que flotaban en el aire, pisaran de repente tierra firme.
"Acércate"
Rafael, con los brazos extendidos se introdujo fácilmente en el carruaje y la puso en su regazo. Rafael estaba lo suficientemente cerca como para sentir que su respiración le recorría la cara. Annette enrojeció las mejillas cuando su rostro excesivamente apuesto observó su ridículo maquillaje. De repente se avergonzó de su propio manoseo, algo que nunca le había importado.
"¿Qué demonios has hecho con tu nariz y tus pómulos?"
"Derretí y pegué cera, luego apliqué polvo sobre ella. ¿Está bien?"
"Huh"
"... Deja de mirarme. Me da vergüenza"
Annette finalmente se sonrojó y empujó sus hombros. Sin embargo, Rafael la agarró fácilmente de la muñeca, la detuvo y acercó más su cara. La distancia se estrechó lo suficiente como para tocarse las puntas de la nariz. Rafael susurró en voz baja, estrechando las pupilas azules bajo las largas pestañas.
"Eres bonita"
La mano grande y caliente de Rafael le quitó fácilmente la cera de los pómulos y la punta de la nariz. Cada vez que su mano se movía, grumos de cera con polvo goteaban en el suelo. Rafael, la besó.
"Bonita"
"Ah..."
"Siempre has sido bonita"
Rafael susurró larga y honestamente. Las palabras que originalmente quería decir eran más largas y refinadas. Por ejemplo: aunque tengas algo extraño en la cara o lleves una peluca que no combine. Además, palabras tan dulces como: eres bonita incluso si llevas un traje de criada o de sirvienta.
Pero no tenía las palabras adecuadas para expresar todo su corazón. Así que no podía evitarlo. En lugar de susurrar sus impulsos de amor, tocó sus labios y dejó que su corazón fluya a través del espacio.
"Ah, Rafael... Um..."
El beso con él fue tan largo, como si la estuviera comiendo. Alientos calientes fluían entre los labios y la punta elástica de la lengua rozaba su sensible paladar. Una mano grande le agarró la mejilla. y la acercó más. Era un tacto tenaz, como si no pudiera soportar ni siquiera una ligera separación.
Cuando los dos labios que se habían tocado cayeron, Annette jadeó, ruborizándose alrededor de los ojos. El color de sus pulcros labios se volvió mucho más rojizo. Al ver esto, Rafael extendió la mano con los ojos oscurecidos, barriendo suavemente su hinchado labio inferior. Annette se estremeció ante el deseo que brotaba de las yemas de sus dedos.
"Estamos en el carruaje, Rafael"
"Sí. Y ahora estás en mi regazo"
Incluso llevando un traje de sirvienta. Rafael se tragó rápidamente los labios antes de que salieran las palabras de rechazo. El beso, que al principio fue un poco áspero, rozó repetidamente los labios y poco a poco se volvió dulce y suave a medida que aumentaba el número de veces.
Pensó Rafael, chocando sus labios con la emoción.
En cuanto vi la cara de Annette, no iba a hacerlo. Sin embargo, el amor que probé por primera vez era una sensación realmente extraña. Mi cuerpo y mi alma se volvieron hacia ella como si fuera arrastrado por algo. Como la aguja de una brújula que siempre apunta al norte, sin importar dónde se encuentre.
Extendió la mano y tocó a Annette como si se rindiera a una fuerza invisible. La piel que tocó con las yemas de los dedos y los labios que rozaron eran terriblemente dulces. Gracias a ello, el interior del carruaje se llenó rápidamente de aire caliente.
Aquel día, el cochero de la familia Carnesis escuchó más de lo necesario. Era una ley que debía conocer como empleado de un aristócrata.
Annette se despertó, sintiendo que el carruaje dejaba de temblar. Tras un violento aguante, parecía haberse quedado dormida. Al mirar por la ventana, vio la familiar entrada de su casa. Debía haber llegado a casa.
"Despertaste"
Rafael que había prestado sus hombros todo el tiempo, inclinó la cabeza y besó la frente de Annette. Annette se frotó los ojos y se rió.
"Acabamos de llegar"
"Vamos adentro. El aire que corre está frío"
En lugar de tomar la mano, Rafael que primero se bajó del carro levantó a Annette del todo. Luego entró en la mansión. Su paso directo a la habitación de Annette fue incluso natural. Es como si proclamara que era el dueño de esta habitación.
Al poco tiempo, la pareja se sentó frente a frente en el dormitorio y entabló una auténtica conversación. Era una historia que no podía contar libremente por temor que escucharan a escondidas. Rafael, que se enteró de todo lo que había pasado en el palacio real, se quedó pensativo.
"Eso es lo que pasó"
Era una buena noticia que el príncipe Ludwig fuera realmente un aliado. Pero el rey apareció allí. Fue inesperado. Así que fue un golpe más fatal. Rafael pensó cínicamente al enterarse de las acciones del rey que parecía haber aparecido en absoluto.
Los dientes del viejo tigre siguen en buena forma.
Sinceramente, Celestine no era lo que Rafael conocía. Pero Annette parecía haberla aceptado ya como amiga. Si le ocurre algo, seguramente se pondrá triste. Era imposible ver las lágrimas que caían de los ojos como brotes de Annette. Rafael chasqueó su lengua y decidió aliviar la ansiedad de Annette.
"No te preocupes. Su Majestad el Rey ya ha elegido al marqués de Keers como su brazo derecho. Así que no voy a tocar a su hija Celestine. Sé lo terrible que es el marqués de Keers para su familia"
"... No sé. Espero que sí, pero Rafael... la verdad es que estoy un poco nerviosa"
"¿En qué sentido?"
Preguntó Rafael, bajando su afilada mandíbula. Luego, antes de que Annette hablara, como de costumbre, pensó detenidamente. Era uno de sus buenos hábitos para admirar. En su mirada amistosa, Annette abrió tranquilamente la boca.
"Después de haber pasado en ello unas cuantas veces, creo que conozco un poco el método de purga de Su Majestad. Es muy sutil y despiadado"
"Así parece"
Recientemente, las palabras de Annette afirmaron inadvertidamente a Rafael que llegó a creer que hacía el queso con el maíz. De todos modos, entre las muchas emociones que Rafael tenía hacia el rey, no había ningún afecto particular por ser sangre y carne. Más bien, ahora que sabía la verdad, los dientes estaban a punto de rechinar. Annette, que había estado jugueteando con las yemas de los dedos durante un momento, no tardó en expresar su preocupación como un suspiro.
Nota Asure: queso con maíz, expresión usada para referirse a 2 o más cosas que son diferentes entre si, pero tienen el mismo final: RIP
"Si lo hace, eliminará a Celestine lo antes posible. De lo contrario, pronto tendrá una corona que la coronará. Se preocupa mucho por el futuro de Su Majestad Ludwig, pero no puede hacer que sea un viudo que perdió a su esposa. Definitivamente usaría una mano antes de eso"
"¿Pero si la toca, el Marqués de Keers no se quedará allí?"
"Entonces, justo después de usar esa mano, va a inculpar a esa persona. Como siempre"
Mientras escuchaba la vocecita de Annette, la mano de Rafael dejó de inclinar el vaso. No tenía ninguna relación con el mundo social, pero no era en absoluto un tonto. Levantó sus varoniles cejas y chasqueó su lengua con fastidio.
"... Probablemente serás esa mano que usará, ¿no es así?"
"Sí. Ya tengo antecedentes de secuestro y por los últimos encuentros frecuentes con Celestine. Es una buena posición para alterar el pecado"
"Si fueras culpada de nuevo, el marqués de Keers se volvería muy loco. Seguramente borrará a la propia Bavaria del linaje de Deltium. En cualquier caso, es un buen movimiento del Rey"
Rafael chasqueó su lengua ante el truco del malvado rey. Era una forma extremadamente cruel y egoísta de arañar a todo el mundo y aprovecharse del resto. Parecía que para llegar a ser el Rey de Deltium, tenían que saber maquillar todo tipo de situación.
En lugar de responder a sus palabras, Annette se rió en solitario. Había una pequeña señal de resignación en su rostro. Al ver esto, Rafael frunció los ojos como si estuviera descontento.
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