Marquesa Maron 149
Arco 32: Mediados de verano, 'Parece que no estaría mal tener varios esposos' (6)
El intento de la Orden por asesinar a Cardenal Peach Hyles no se detuvo en una sola ocasión. Tan pronto como se filtró la noticia de que seguía con vida, un segundo asesino intentó atacarlo.
Dado que los atacantes pertenecían a la misma Orden, la defensa del templo fue completamente inútil. Sin embargo, trasladar apresuradamente a un paciente que apenas se aferraba a la vida tampoco era una opción viable.
Si Reikart no hubiera enviado a Haley al castillo de Maron y luego regresado a este lugar, es posible que uno de los dos, el Cardenal o Sevrino, hubiera muerto.
—No puedes seguir protegiéndolos solo por siempre. La Orden habla en serio. Debemos responder con aún más determinación.
Maris Mare, quien se pensaba que no intervendría debido a la compleja situación política, finalmente se movió. A pesar de las objeciones de su asistente, desplegó todas sus tropas dentro de Enif y tomó el control del templo. Luego, implementó una estricta verificación de identidad, sofocando cualquier resistencia de la Orden con pura fuerza.
Aquellos que conocían la tragedia de Cardenal Peach siguieron las órdenes de Maris. En particular, los caballeros sagrados más cercanos al cardenal, o aquellos que lo respetaban profundamente, se pusieron de su lado.
El templo cayó en un gran caos, y quienes lo consideraban un acto tiránico de la familia real de Casnatura enviaron quejas consecutivas al Papa del Reino Sagrado.
—Han surgido testigos que afirman que Valen no pudo haber cometido ese crimen. Puede que sea tarde, pero sigue siendo una buena noticia.
El asistente de Maris, visiblemente más demacrado tras varios días de tensión, llegó corriendo con la noticia.
—Dicen que ese sacerdote oscuro no era más que un ingenuo que hablaba de dioses oscuros sin sentido, un simple tonto que lloraba de felicidad por un pedazo de pan... ejem... Eso es lo que han testificado.
—¿De verdad?
—Especialmente los soldados de la Orden han sido muy activos. Son los mismos que solían echar a Valen de las calles cada vez que lo veían. Dicen que, incluso después de ser golpeado decenas de veces, siempre les sonreía y los saludaba como un idiota, que es imposible que haya hecho algo así.
Por supuesto, los testimonios por sí solos no bastaban para demostrar la inocencia de Valen. Sin embargo, al menos lograron silenciar a algunos caballeros sagrados que pedían su ejecución inmediata, lo que facilitó el control de Maris sobre el templo.
—Sevrino, ¿cómo está el Cardenal?
—Han pasado cinco días, así que diría que ha superado el momento crítico. Es un viejo realmente impresionante.
—¿Cuándo recuperará la conciencia?
—Eso aún no lo sabemos. Solo podremos usar las medicinas adecuadas cuando su cuerpo tenga la suficiente energía, y todavía no está en condiciones para eso…...
—Entiendo. Haz lo mejor que puedas.
Tras la toma del templo de Enif por Maris, llegaron tropas enviadas desde la capital. Se trataba de la Alianza Anti-Demonios, seleccionada cuidadosamente por el rey de Casnatura y algunos nobles.
Por supuesto, después de haber sido testigos de cómo Haley purificó Quentin y lo entregó a Maris, así como de cómo salvaba vidas en las zonas contaminadas, la Alianza Anti-Demonios ocultaba su verdadera intención: acabar con la Orden.
El sofocante calor del verano comenzaba a amainar cuando Maris convirtió Enif en la fortaleza de la Alianza de Casnatura y finalizó su formación militar.
Al mismo tiempo, preparó los documentos para certificar la identidad de Quentin y enviarlos a Holt.
Aunque el Cardenal aún no había recuperado la conciencia tras diez días, los planes que había iniciado avanzaban poco a poco hacia su culminación.
Niebe apenas tenía fuerzas para contener el colapso en Grándis y el ducado de Winter, por lo que no pudo ocuparse de nada más.
Mikellan Holt, quien soñaba con conquistar los Tres Reinos, estaba al borde de perder su trono, atrapado impotente en el Ministerio.
Aquellos que habían logrado exponer públicamente la existencia de los caballeros sagrados monstruosos se unieron para formar una coalición.
Finalmente, se había logrado limpiar el nombre de Haley y se pudo comenzar a rescatar a aquellos abandonados en las zonas contaminadas.
El cabello que Maris había atado firmemente al iniciar su trabajo ahora caía desordenadamente sobre sus hombros. Justo cuando terminaba de organizar los últimos documentos y se disponía a recogerlo de nuevo, llegó un mensaje urgente.
—¿Qué sucede?
El mensajero que lo traía tenía el rostro pálido. A pesar del calor del día, ni una sola gota de sudor corría por su piel.
Tenía la expresión de alguien que acababa de ver un fantasma.
—Su Alteza, el príncipe heredero.
Él habló.
—El Papa ha declarado que enviará a los Ejecutores al frente para purificar la zona contaminada y construir en su interior el Reino de Dios.
—¿…Qué?
—Además, ha calificado a Marquesa Maron y a sus seguidores de herejes, diciendo que recibirán el castigo divino….
Maris colocó lentamente ambas manos sobre el escritorio. Su largo cabello cayó sobre sus hombros.
El asistente, que estaba organizando los documentos que Maris había finalizado, murmuró con el rostro descompuesto.
—Eso no tiene sentido. ¿Cuándo sucedió esto? ¿Quién dijo semejante cosa?
—Esta mañana, el Papa apareció en persona en la Santa Sede y pronunció un discurso. Además, envió emisarios a las principales ciudades de cada país para que el edicto fuera entregado el mismo día, a la misma hora….
El asistente se dirigió con urgencia a Maris.
—Es imposible. La única persona que puede entrar en la zona contaminada es Señorita Haley. Por mucho que el Papa sea el representante de Dios, la única que puede manejar el maggi es ella….
—Los Ejecutores.
La persona que trajo la información tragó saliva con dificultad y habló.
—Dentro de tres días, los Ejecutores entrarán en la ciudad ministerial envuelta en maggi y rescatarán al rey Mikaelan.
—¿Ejecutores? ¿Qué demonios son?
Maris respondió en lugar de su asistente, resolviendo su duda.
—Parece que se refieren a los 'productos terminados'
—¿Qué?
—Parece que esos llamados Ejecutores ahora pueden acercarse al maggi. De lo contrario, el Papa no actuaría con tanta confianza.
Él ya sabía, a través de Reikart, Haley y Cardenal Peach, que el Papa había creado monstruos 'completos'. Reikart los llamaba 'productos terminados', mientras que otros los consideraban 'monstruos perfeccionados'
Seres más fuertes que los monstruos, con un núcleo de magia oscura incrustado en un corazón envuelto en poder divino.
Para crearlos, la Iglesia había estado arrebatando corazones de los Aquapher desde hacía más de cien años.
—Alteza.
El asistente preguntó.
—¿Qué debemos hacer ahora?
Esa pregunta contenía muchos significados.
Si los Ejecutores creados por el Papa podían entrar y salir libremente de la zona contaminada y 'eliminar' a los que habían sido abandonados allí...
Si Mikaelan, atrapado en la ciudad ministerial, salía ileso y tomaba la mano del Papa para declarar una guerra de conquista...
Si el Reino de Holt se aliaba con la Iglesia, Casnatura no podría detenerlo fácilmente. Y en este momento, tampoco podían contar con la ayuda de Niebe.
—Si eso sucede… entonces….
Con el rostro pálido, el asistente miró hacia la zona pantanosa donde se encontraba la zona contaminada.
¿Deben abandonar a Haley y a los habitantes del castillo de Maron? Sin darse cuenta, ese pensamiento cruzó su mente.
¿Como aquella vez, cuando la acusaron de enemiga de los Tres Reinos y la convirtieron en chivo expiatorio, cargando sobre ella todas las culpas?
Si lo hicieran, al menos podrían evitar el peor escenario: que la Iglesia y Holt se convirtieran en los enemigos de Casnatura.
Maris no era solo el amigo de Haley; era el príncipe heredero de Casnatura. Como miembro de la realeza, tenía que tomar la decisión más racional para evitar que su pueblo sufriera en una guerra.
El asistente no creía que ese pensamiento fuera incorrecto. Si alguien debía dar un consejo frío y calculador al príncipe Maris, esa era su función.
Así que, mientras tragaba saliva amarga, estuvo a punto de decirlo. Pero en ese momento, Maris murmuró en voz baja.
—¿Tres días, dices?
Su voz era fría y seca. No tenía ni una pizca de emoción. Era la voz original de Maris Mare.
—Si han decidido preparar una escena y mostrar ese espectáculo en tres días, significa que hay alguien a quien quieren que lo vea. Probablemente a mí, a Asta, a Cyril, y a todos los que están relacionados con Haley.
El asistente levantó la cabeza bruscamente y lo miró.
—¿Alteza?
—No le daré la espalda por segunda vez.
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