Domé a un Tirano y Huà 193
SIDE STORY - 55
Era una historia de hace más de 10 años.
[El emperador ha desaparecido.]
El momento en que Charlize huyó por primera vez. Dylan escuchó el informe de Shadow.
A diferencia de Shadow, que mostraba pánico, Dylan permaneció tranquilo.
También llegaron noticias de que la prisión subterránea habÃa comenzado a incendiarse. Aunque lograron rescatar apresuradamente a los guardias y a un grupo de prisioneros, el exemperador, que estaba encerrado en lo más profundo, fue encontrado muerto.
‘Mi padre, que habÃa alcanzado la semi-inmortalidad’
Dylan visitó la escena.
La daga negra y carbonizada clavada en el corazón de Dietrich. Era la daga que Dylan le habÃa regalado a Charlize.
Dylan sostuvo la daga y pensó:
‘Regresará pronto. Tal vez solo esté vagando por un tiempo. Mató al exemperador, quien activaba sus traumas’
Quizás Charlize necesitaba un poco más de tiempo. No podÃa contener la emoción, asà que tal vez estaba tratando de controlar su mente.
—¿Debemos rastrearla?
—No es necesario.
Estaba seguro de que Charlize tenÃa algo en mente al dejar su lugar. Al final de ese pensamiento, habÃa una fe ciega en que Charlize regresarÃa eventualmente.
Asà que Dylan esperó y esperó. Porque Charlize habÃa prometido que nunca se irÃa. Porque le habÃa preguntado si podÃan caminar juntos por un camino manchado de sangre. Porque le habÃa dicho muchas veces que lo amaba.
Pero en ese momento.
Al ver a Dietrich muerto con el corazón destrozado, Dylan sintió una extraña sensación de inquietud.
Fue Dylan quien le dio personalmente el fragmento de Ehirit a su padre. Sus acciones después de la traición fueron más un impulso irracional que otra cosa.
Y en ese momento, Dylan vislumbró un futuro incierto más allá del deseo de venganza de Charlize.
‘...En un futuro lejano, tal vez te sentirás vacÃa’
Dylan se arrodilló frente al cadáver carbonizado de Dietrich I.
Aunque ese cadáver habÃa sido su padre, no habÃa emoción en los ojos de Dylan. Solo pensaba en Charlize.
¿Por qué ahora? ¿Realmente está bien terminar as�
En ese momento, Dylan no sabÃa que Charlize era Keira. Pero lo habÃa intuido.
‘...Si lo dejo un poco más, Dietrich morirá por completo’
Sin embargo, Dylan vio la posibilidad de salvar a Dietrich I.
Un humano normal habrÃa muerto al ser apuñalado en el corazón y quemado.
A juzgar por las marcas internas, Charlize, como santo, habÃa roto incluso el cÃrculo de maná, por lo que las posibilidades de recuperación eran casi nulas. Pero Dylan también era un genio que habÃa sido enseñado personalmente por Charlize.
‘¿Dejaré que Dietrich muera as�’
Aún no estaba completamente muerto. Dietrich I estaba inmóvil, como una roca negra, pero no estaba ni vivo ni muerto.
—Dispondré del cuerpo del ex emperador.
—...No, espera.
Dylan detuvo a Shadow, que intentaba moverse.
‘...Primero lo guardaré. De todos modos, Charlize regresará pronto, y entonces podremos decidir qué hacer con él.’
En ese momento, no pensaba en ser odiado por Charlize, pero tal vez era bueno tener una pieza de repuesto en el tablero de ajedrez.
Sin embargo, Charlize no regresó durante los siguientes dos años.
Esperó y esperó. No habÃa señales de su regreso. Pasaron dos años antes de que se diera cuenta de que no se reunirÃan a menos que fuera a buscarla.
—...Me abandonaste.
Y en ese momento, Dylan estaba completamente loco. Suficientemente loco como para reconsiderar su decisión sobre Dietrich.
‘Si no fuera por Charlize, que tenÃa los recuerdos de Keira.’
Dylan podrÃa haber poseÃdo completamente a Charlize después de atraparla. Solo se contuvo con una paciencia extrema, sabiendo lo doloroso que serÃa para ella ser objetivizada.
Dylan era un genio, y aunque Charlize era un santo cercano a la omnipotencia, finalmente encontró una manera de superarla.
Simuló numerosos escenarios en su mente.
Si la teorÃa del multiverso era cierta, en algún mundo Dylan podrÃa haber hecho realidad sus crueles fantasÃas. Y allÃ, Charlize habrÃa sido completamente poseÃda por Dylan, incapaz de escapar nunca más.
‘Si no fuera porque tu huida fue para salvarme’
Si la huida de Charlize hubiera sido por razones que Dylan no pudiera comprender. Él se habrÃa obsesionado completamente con ella, más allá de la obsesión. HabrÃa codiciado a Charlize tal como ella le habÃa enseñado a ser un tirano. Incluso si nunca se arrepintiera de ese abuso.
SabÃa cómo hacer que Charlize se debilitara, sabÃa qué psicologÃa tocar para hacerla caer. Aunque veÃa claramente sus puntos débiles, eligió permanecer en silencio y observar. Era una indulgencia de Dylan. Su consideración de querer entender primero el daño de Charlize.
Era mejor que la violencia de Dylan no fuera expuesta. Porque aún recordaba la posibilidad de destrucción que habÃa vislumbrado por un momento. Charlize no habrÃa sido testigo de cuán gradualmente Dylan enloquecÃa durante su perÃodo de ausencia, por eso hacÃa tales solicitudes.
‘Dietrich’
Dylan cortó bruscamente los recuerdos que seguÃan viniendo.
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—Dame tres dÃas completos de tu vida, maestra.
La primera vez que Dylan le dijo eso, Charlize ya estaba medio atada.
Como si le dijera que olvidara la razón por la que habÃan venido a ver la aurora. Durante todo el viaje, Charlize sintió que no podÃa salir de la casa de campo.
La luz de la luna entraba por la ventana, iluminando su cabello cenizo y sus redondeados hombros antes de pasar.
Solo el sonido de la lluvia torrencial rompÃa el silencio.
Charlize estaba tendida sobre un piano cubierto.
El piano era lo suficientemente grande como para que Charlize no se cayera, pero su espalda estaba demasiado frÃa.
Sus ojos estaban vendados, y lo único que podÃa escuchar era la voz de Dylan.
—Charlize.
El pulgar de Dylan entró entre sus labios entreabiertos y presionó la punta de su lengua.
No sabÃa si la sensación húmeda era por su lengua o por la miel dulce en su dedo...
—Suéltame......
—...No puedo. ¿No prometiste claramente que serÃas castigada si te ibas sin permiso?
El tono burlón combinaba bien con el frÃo rechazo. El dominio de Dylan era persistente y natural.
Con la vista bloqueada y sin poder ver nada, sus sentidos se agudizaron.
El uniforme del emperador, que tocaba con las yemas de los dedos, ocultaba su lado salvaje y solo insinuaba su alto estatus social.
Charlize, olvidando la pesadilla en el placer que seguÃa, pensó que a veces lo más aterrador era cuando las cosas estaban elegantemente empaquetadas.
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No importaba cómo Charlize definiera su propia inmoralidad, a Dylan no le importaba.
Aunque Charlize no tenÃa la sabidurÃa de una emperatriz, incluso si su locura la llevaba a celar y golpear a cada sirvienta que miraba a Dylan (aunque era poco probable dado su carácter), Dylan no habrÃa parpadeado.
Si Charlize se reÃa cada vez que se rasgaba una tela preciosa, como una villana que llevó a un imperio a la ruina en la historia, Dylan habrÃa gastado gustosamente toda su fortuna.
Si sus activos personales no fueran suficientes, incluso habrÃa saqueado el tesoro nacional.
Incluso si estallaran rebeliones y revoluciones llamando locos a los de la realeza, y su cabeza fuera colocada en una guillotina, Dylan habrÃa recordado: ‘Vi la sonrisa de Charlize, mi vida fue plena y feliz’, antes de comenzar su reinado de terror ejecutando a los revolucionarios con sus propias manos.
Si Charlize lo usaba como una herramienta, Dylan habrÃa estado encantado de ser lo suficientemente valioso como para ser utilizado. Incluso si Charlize, aburrida de la vida, cometÃa asesinatos tras asesinatos, Dylan habrÃa limpiado su espada en silencio.
Si Charlize se quejaba de que Dylan era demasiado fácil y se aburrÃa, él estaba dispuesto a ser lo suficientemente difÃcil como para que no se aburriera.
Sin embargo, para el Dylan de ahora, el secreto de este reloj de bolsillo.
No podÃa decÃrselo a Charlize.
Quizás hasta el dÃa en que la vida de Charlize llegara a su fin.
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HabÃa llevado a Charlize al lÃmite, por lo que ningún sueño podrÃa atormentarla.
Después de acostar a Charlize, que se habÃa desmayado de agotamiento, Dylan la besó tiernamente y finalmente salió, quedando solo.
En términos de resistencia fÃsica, Dylan habÃa estado por encima de Charlize durante bastante tiempo.
¡Shooosh!
La lluvia torrencial no mostraba signos de detenerse. No habÃa incomodidad, ya que era la situación que deseaba.
Dylan tocó el reloj de bolsillo con movimientos irregulares.
‘...1:48. La manecilla de los minutos se movió. ¿Es inevitable?’
Finalmente, tendrÃan que tener un hijo. De lo contrario...
‘Kahu’
Dylan apenas logró tragar la imaginación que surgÃa.
‘No, incluso si no es Kahu, hay muchas posibilidades’
Dylan tenÃa que proteger a Charlize de la caprichosa causalidad.
Durante la ‘Tregua de los Dioses’, Dylan le habÃa preguntado a Ehirit:
[¿Hasta cuándo tengo el tiempo que me diste?]
‘Hasta que la séptima estrella de la Estrella Polar pierda su luz.’
Ya habÃa calculado el tiempo usando la astronomÃa. El final inevitable se acercaba.
Dylan miró frÃamente las estrellas en el cielo.
No quedaba mucho tiempo.
Dylan guardó el reloj de bolsillo en su bolsillo y extendió su brazo al aire, tocando la fuerte corriente de agua que caÃa del alero.
Aunque no habÃa sangre en sus manos, Dylan las lavó con el agua de la lluvia, como si estuviera lavando su culpa. Cuando Dylan se dio la vuelta, sus ojos brillaban con locura.
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