La Villana es una Marioneta 180
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Ésta no era la Cayena Hill que él conocía.
Rezef se mordió el labio nerviosamente. Había venido a ver a su problemática hermana por un motivo diferente. Había venido a persuadirla, junto con la niñera de Cayena, Lady Elivan, para que despidieran a todas las criadas de palacio sin incidentes.
Sin embargo, Cayena se comportaba de forma extraña. Nunca antes le había abrazado así, ni siquiera una vez. Rezef apretó los dientes con fuerza y cerró los puños.
'¿Qué demonios pretendes, Cayena?'
Puede que sólo tenga ocho años, pero no puede ser más astuto, manteniendo su máscara incluso en este momento en que Cayena le estaba rompiendo el corazón de nuevo.
"Hermana, ¿ha pasado algo? Si he hecho algo mal, por favor, perdóname. Eres la única hermana que tengo"
"No"
"......."
Rezef era astuto, pero aún sólo tenía ocho años y no podía pensar con suficiente rapidez cómo responder a esta contundente respuesta.
Mientras tanto, Cayena le abrazó con más fuerza y las lágrimas se derramaron por su rostro. Lágrimas que empaparon sus hombros y finalmente llegaron al corazón de Rezef.
Se estremeció ante el horror de todo aquello.
Sabía muy bien que su hermana era una zorra estúpida que se creía todo lo que decía, no podía admitir que le había sacudido hasta la médula.
¡Bam!
"¡Qué demonios te pasa!"
Empujó bruscamente a Cayena y le gritó. Le gritó a su hermana, que había sido paciente apenas había conseguido que le creyera, él nunca había gritado en voz alta.
Los ojos de Rezef estaban enrojecidos, ya fuera por la ira o por otra cosa.
Cayena lo miró con fiereza, con la cara empapada en lágrimas.
"Quiero odiarte, Rezef"
"¿Qué......?"
"Quiero decir que se te permite odiarme. Está bien odiarte por jugar conmigo hasta el final"
"......."
Cayena se secó las lágrimas con la manga. Fue un gesto duro, uno que nunca haría si fuera una mujer adulta a la que le gustara actuar como una dama y ser admirada.
Rezef seguía sorprendido por Cayena. Le habían pillado, le habían pillado utilizándola como una marioneta a la que manipular. Se le heló la sangre en las venas.
Cayena sollozó y habló.
"Pero, ¿qué he hecho?"
¿Cómo puedo odiarte cuando sé por qué mi padre te odiaba y cuánto dolor sufriste?, ¿Cómo podía seguir odiándote, Rezef.......?
Rezef se puso rígido, incapaz de hablar. Sólo un gemido escapó de sus labios.
Cayena se acercó de nuevo a él, con la mano extendida.
¡Apártate!
Rezef quería salir corriendo; parecía que tenía que hacerlo.
Cayena le acarició la mejilla. Antes de que se diera cuenta, las lágrimas caían por las comisuras de sus ojos.
Rezef dio un respingo, consciente de repente de que estaba llorando.
Entonces Cayena dijo.
"Esta vez te protegeré"
Este es un mundo paralelo. Volverás a tu propio mundo. No sé cuánto tiempo tardará.
'Incluso si este momento es sólo un sueño de mediodía'
Aún así, parecía la única forma de evitar el arrepentimiento.
"Así que escucha a tu hermana"
Los ojos de Rezef se abrieron de par en par al escucharla, sus labios se curvaron en una fina línea.
"No vas a poder ......."
Apartó la mano de Cayena, fingiendo frialdad.
"¿Dónde has oído eso? Me temo que no vas a salirte con la tuya conmigo, hermana"
Cayena tiró de su manga y se limpió furiosamente la cara manchada de lágrimas. Aquello también distaba mucho de su comportamiento habitual.
Rezef frunció el ceño.
'¿Por qué debería preocuparme tanto por su comportamiento cuando lo único que hace es secarse las lágrimas?'
El rostro de Cayena se aclaró y le dedicó una pequeña sonrisa a su hermano mientras se levantaba sobre sus garras.
"¿Tú crees?"
"......ha, ¿no te das cuenta de que ya he visto a través de tu desvergüenza, hermana?"
"Todo lo que intento hacer es ser amistosa contigo, ¿y lo has descubierto?"
"¡No estoy jugando aquí!"
La cara de Rezef se arrugó con más firmeza, como si acabara de oír un chiste terrible. De lo que no se daba cuenta era de que la máscara de buen hermano que tanto le había costado crear estaba ahora completamente fuera de lugar.
"Vas a conocerme, vas a seguirme a todas partes como un hermanito"
Tonto y lindo hermanito.
"¡Urgh......!"
Rezef estaba furioso porque le trataban como a un completo niño y ya no quería estar aquí.
'¿Qué? ¿Voy a seguirte a todas partes como un hermanito? ¿Te llamaré hermana mayor? ¡Para nada!'
¡Nunca, nunca, nunca haré eso!
"¡No importa, Calla!"
Salió furioso, dando un portazo tras de sí, con la cara muy roja.
¡Bing!
[El 'espectador' enloqueció de emoción ante el inesperado desarrollo]
[El 'espectador' le insta a darse prisa y seguir adelante]
"Cállate"
espetó Cayena con frialdad, tapándose los oídos, se dejó caer en la cama.
Jaja. ¿Cómo voy a burlarme ahora?
* * *
¡Bam!
"Rezef, ¿Qué estás haciendo?"
¡Bam!
"Rezef, vamos a jugar"
¡Bam!
"Rezef, ¿Dónde está la comida?"
¡Bam!
"Rezef, ¿estás durmiendo?"
El método elegido por Cayena era el combate físico.
Por muy listo que fuera Rezef, un niño era un niño. Por muy listo que fuera, era un niño. Y no hacen falta muchos juegos de manos para atraer a un niño. Basta con seguir dándole atención y afecto. De hecho, eso era lo que Rezef más necesitaba.
Era ya el tercer día en el mundo paralelo. Cayena había abierto la puerta de su hermano sin pedir ni permiso.
¡Bam!
"Rezef......"
"¡Basta!"
De repente, Rezef parecía totalmente harto de su hermana, que actuaba como si hubiera comido algo en mal estado.
"¿Qué he hecho?"
Cayena se encogió de hombros, con descaro y naturalidad.
Rezef tuvo el impulso de replicar, pero lo reprimió.
'No nos dejemos manipular más'
Sinceramente, no tenía sentido, hería su orgullo, haber sido manipulado tanto.
"Tengo una clase pronto. Por favor, vete, hermana"
Cayena se encogió de hombros ante su severa admonición.
"De acuerdo"
"......?"
¿Por qué estaba siendo tan mansa ahora? Rezef sintió un destello de ansiedad, pero se lo quitó de encima, descartándolo como nada más que un pensamiento.
Por supuesto, Cayena tenía otros planes para su inquietud, no lamentó verle marchar.
Al salir de la habitación, se encontró con alguien en la puerta.
Chak.
La otra persona la miró, pero sólo inclinó ligeramente la cabeza de forma indiferente. Vaya. Era bastante arrogante, así que supongo que pertenecía a la facción que estaba convencida de que Cayena era la caída en desgracia........
El hombre no tardó en entrar en la habitación de Rezef.
"Usted debe de ser el tutor"
Cayena no recordaba realmente quién era el tutor de Rezef. Entonces era joven y no prestaba mucha atención a su hermano.
Pero la Cayena de hoy era diferente.
"¿Quién era ese hombre?"
preguntó Cayena al caballero que custodiaba la habitación de Rezef. Éste respondió.
"Es Sir Calando, el tutor"
"Calando....... Ah, un vasallo de Marqués Evans"
Los ojos del caballero se entrecerraron desconcertados. Se preguntó cómo sabía la Princesa esa información.
"Me pareció oír que ni siquiera las familias nobles más poderosas de la capital lo sabían......."
Cayena dio las gracias al caballero con expresión indiferente y regresó a su habitación.
Allí la esperaba Lady Elivan, en posición de firmes.
"¿Has estado de nuevo en los aposentos del príncipe?"
"No tenía otro sitio adonde ir, nana"
Lady Elivan sacudió bruscamente la cabeza.
"Alteza....... debe tener cuidado con Príncipe Rezef"
La nana no dijo nada más. A Cayena le pareció desgarrador.
'A estas alturas, Rezef estará intentando deshacerse de todas las criadas del palacio, incluida la nana'
Pero la nana no parecía tener intención de jugar a la política con la joven Cayena, probablemente por eso se había exiliado tan mansamente en su mundo original.
Los ojos de Cayena se pusieron vidriosos y corrió hacia Lady Elivan y la abrazó por el ancho de su falda.
"Lo sé, por eso estoy siendo tan buena contigo"
Lady Elivan pareció desconcertada ante la repentina tontería de Cayena, pero luego sonrió suavemente y le devolvió el abrazo.
"Esta vez los protegeré a todos, incluso a mi nana"
Lady Elvan sintió un extraño peso en las palabras de Cayena, aunque pensó que se trataba de una coquetería infantil.
'De algún modo, parece que has cambiado mucho en los últimos días'
La Cayena de hoy tenía a menudo expresiones faciales y patrones de habla que no eran propios de una niña de nueve años. No, no era sólo eso, sino algo más dramático.
Cayena ya no se portaba mal. No tenía rabietas. Era casi como si estuviera cuidando de una mujer adulta, se sentía muy cómoda con ella estos días. Había veces en que Cayena daba a las criadas las instrucciones adecuadas para que se mantuvieran en el buen camino, lo que sorprendía cada día a Lady Elivan.
"Tráeme un bocadillo para Rezef, nana"
"Lo prepararé"
Cayena dio un paso adelante y otro atrás.
Antes había accedido obedientemente a su petición porque sabía que tenía una estratagema para conseguir que se sentara en su clase con la excusa de entregarle la merienda.
Cayena colocó las golosinas en una bandeja que su niñera le había preparado, las cogió y se dirigió a la habitación de Rezef.
Los caballeros y sirvientes la miraron confundidos.
"Alteza, el Príncipe aún está en clase"
"Lo sé"
"¿Sí? Ah, sí....... Si es algo importante, ¿lo llevo dentro?"
"No"
Si lo hacía, la echarían a patadas antes de que pudiera meter el culo dentro. Cayena se mantuvo firme y fue grosera.
¡Bam!
Y entonces presenciamos una escena ridícula.
¡Bam!
Rezef estaba de rodillas en el suelo, siendo golpeado en la espalda por la fusta del tutor.
La expresión de Cayena se volvió gélida.
"¿Qué acabo de ver?"
"......!"
Rezef sacudió la cabeza y miró a Cayena desconcertado.
"¿Por qué está mi hermana aquí......?
¡¿Por qué, por qué ahora, en un momento como éste......!
El tutor puso los ojos en blanco y señaló la grosería de Cayena.
"Alteza, si entra en el aula sin permiso, le......"
Cayena se acercó al tutor y le arrojó la bandeja que llevaba en la mano a la cara.
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