La Villana es una Marioneta 177
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Gran Duquesa de día. Maga de noche.
Cayena se mantuvo ocupada incluso después de abdicar del trono.
En parte se debía a su incapacidad para descansar, pero se conocía a sí misma. Tenía algo en mente y se mantenía deliberadamente ocupada.
"......."
En su mano había una pieza de ajedrez de madera toscamente tallada.
Rezef, la única tarea que no había terminado, siempre estaba al acecho en su mente, apareciendo cada vez que bajaba la guardia.
Le odiaba. Con odio y rabia.
También sentía lástima por él. Era triste y patético.
Se culpaba a sí mismo, culpaba a su hermana, culpaba a sus padres.
¿Pero qué sentido tenía todo esto? Se fue, no hay nada que puedas hacer al respecto. Sólo tienes que enterrarlo y cargar tú con su peso.
-¿Qué pasa con esa expresión?
De repente, un gato cursi apareció en el despacho de Cayena, ronroneando descaradamente.
Cayena se rió a carcajadas.
"Ese gato es un bocazas"
Bayel movió la cola mientras apoyaba el trasero en la mesa.
-¿Qué otra razón podría tener para estar aquí aparte de la Asociación Mágica? Hay algo para lo que necesito tu ayuda, éste tiene una habilidad complicada.
"Si dices que es complicada, entonces debe de ser todo un reto tratar con él"
-El siguiente que necesito capturar tiene habilidades similares a las tuyas. Habilidades de espacio-tiempo.
Cayena enarcó una ceja ante el inesperado comentario.
"¿Espacio-tiempo?"
-Mundos paralelos, para ser exactos.
Mundos paralelos....... Me duele la cabeza sólo de pensarlo, pensó Cayena.
"¿No querrás decir que vas a utilizarlo para lanzarme a otro mundo de la misma forma?"
preguntó Cayena, esperando por Dios que no fuera así, Bayel rompió sus expectativas con un soplo.
-Exacto. Eres irritantemente inteligente.
Fue un cumplido que no la complació lo más mínimo.
"Pero ¿Y si me envían a un mundo paralelo?"
-No te preocupes. ¿Qué tan terrible eres para que te toleren así?
Cayena se rió entre dientes.
"Creo que antes querrías que esa horrible persona me diera una paliza"
Bayel se rascó la oreja con la pata delantera, fingiendo no oír.
Cayena murmuró algo a su vez.
"Viejo......."
-¡Whoops!
"¿Eh? ¿Qué he dicho?"
Bayel golpeó la mesa con la cola, como exasperado por la actitud descarada de Cayena, antes de saltar de la mesa y cambiar de aspecto.
Un hombre apuesto, de suave pelo castaño y ojos color avellana, con una expresión gorda en el rostro, apartó la silla que había frente a Cayena y se dejó caer, el Bayel Kronos del mundo.
Cayena dijo con nostalgia
"Prefiero los gatos"
"¡Cuántos años llevo diciendo que no soy un gato de verdad, que es sólo una alucinación!"
El debate llevaba años abierto: ¿Bayel era un humano o un gato?
Bayel se hartó y dio la versión de la Asociación.
"Nuestro mago más buscado no es malvado, aunque sus habilidades son engañosas, sólo es...... malamente bicho raro"
"¿Bicho raro?"
"Le gustan las historias, así que tiene la afición de enviar a mundos paralelos a personas que le parecen interesantes y ver cómo crean nuevas vidas"
Los ojos de Cayena se abrieron de par en par. El concepto era muy familiar en la Tierra.
'¿Se sentirá como un espectador viendo una telenovela?'
continuó Bayel.
"El problema aquí es que, si te envían a un mundo paralelo, no te devuelven a tu mundo de origen a menos que les muestres una historia satisfactoria"
"Uf"
Aquello apestaba. A Cayena se le ponían los pelos de punta sólo de pensarlo.
"Afortunadamente, han desarrollado un círculo que puede anular sus habilidades por completo. Sin embargo, tengo que sujetarle mientras preparo el círculo, tú eres la única que puede hacerlo"
"¿Así que se supone que debo mantener al mago del mundo paralelo con los pies en el fuego?"
Bayel asintió.
"Así es, no te preocupes si te atrapa. Una vez que lo hayamos atraído al círculo de magia, podremos traer de vuelta a los que hayan viajado a la otra dimensión"
Era una zona gris, pensó Cayena, si aquello era peligroso o no.
Aun así, una mano amiga era una mano amiga.
Volvió a guardar en la caja la pieza de ajedrez que aún sostenía en la mano. Era mejor quitarse los pensamientos de la cabeza con trabajo.
"¿Cuándo podemos empezar?"
"Lo antes posible"
Cayena repasó mentalmente su lista de tareas. Los deberes como Gran Duquesa ya estaban resueltos, Padrino Noah estaba de viaje en un balneario, así que no se le llamaría de un momento a otro. Lo que le quedaba era su marido.
"Entonces me prepararé, pero tú ve primero a la Asociación"
Tras enviar a Bayel a la Asociación, Cayena fue a ver a Raphael.
Raphael estaba muy ocupado estos días.
No, no siempre estaba ocupado, pero estos días lo estaba especialmente. Había barrido casi todo el trabajo para evitar que Cayena trabajara.
"Necesitas descansar"
La expresión de Raphael era solemne al decirlo.
Obedecí, pero los asuntos del Gran Duque eran tantos y tan ajetreados que Cayena apenas podía mirar a la cara a su marido.
'¿Debo aumentar el número de vasallos en el Gran Ducado?'
Sus pasos la llevaron al despacho de Raphael. Podía oír varias voces en el interior. Parecía estar trabajando.
Bueno. No puedo entrar a saludarle, así que tendré que esperar.
Cuando era maga, saludaba rápidamente a Raphael y me marchaba. Por lo visto, en este trabajo no podía oírlo.
Dalkak.
Mientras se paseaba frente a su despacho, ensimismada por un momento, la puerta se abrió y aparecieron los vasallos de la Casa Gran Ducal.
"¡Hmph!"
Sus corazones se convirtieron en piedra al ver a una mujer cuya belleza resultaba chocante hasta el punto de ser dañina. Recuperaron rápidamente la compostura y se inclinaron.
"Su Alteza, Gran Duquesa"
Había pasado algún tiempo desde que Cayena abandonó su vida monástica y llegó al Gran Ducado, por lo que los vasallos de Gran Duque Kidray aún no se habían acostumbrado a su belleza.
Cayena les devolvió los saludos con una sutil sonrisa y un porte señorial.
Justo entonces, Raphael se abrió paso entre la multitud de vasallos.
"Querida mía"
Parecía sorprendido por la inesperada visita, pero había una alegría innegable en su expresión. Cayena le devolvió la sonrisa y se acercó a él con expresión radiante.
"¿Estás ocupado?"
Raphael respondió rápidamente.
"No, en absoluto"
Claro que no estaba ocupado, pero Cayena siempre era lo primero para Raphael.
"Bueno, entonces será mejor que nos pongamos en marcha"
Los vasallos se inclinaron apresuradamente ante el Gran Duque y la Gran Duquesa, que parecían a punto de ahogar todo el lugar en miel, y desaparecieron.
Raphael condujo a Cayena a la sala del trono.
"Me alegro de que hayas podido venir"
Su forma directa de hablar era inalterable e inquebrantable. Su honestidad sin adornos hacía que Cayena se sonrojara a veces.
"Si alguien me oye, pensará que has estado esperándome todo el día"
Raphael soltó una risita.
"Es cierto"
Hmm, ¿cómo dejas a un marido que habla así y le dices que tienes que ausentarte un tiempo por negocios de la Asociación Mágica? Cayena suspiró un momento y luego se sentó en el sofá.
Raphael la abrazó despreocupadamente por detrás, enterrándole la cabeza en la nuca.
Parece vivo. Ahora le parecía bien que la gente se acercara a cierta distancia y le tocara, pero cada vez que tenía a Cayena en brazos de ese modo, se daba cuenta de que estaba estresado. El único lugar donde podía relajarse era en sus brazos y a su lado.
Ella se estremeció cuando el sedoso pelo de él le hizo cosquillas en la nuca expuesta.
"Me haces cosquillas, Raphi"
Tengo que concentrarme para pensar en las palabras adecuadas que decir ahora y que no le rompan el corazón.
Cayena no pudo evitar soltar una risita ante la dulce interrupción.
"Sabes, Raphi......."
Los labios de Raphael se apretaron contra su hombro mientras murmuraba:
"¿Vas a trabajar?"
"......Sí"
Cuando Cayena intentó enderezar la postura, admitiendo la verdad, Raphael le rodeó la cintura con el brazo. Luego le acercó los labios a la oreja y habló en voz baja.
"Tu marido pasará otros días solo y solitario, suspirando por su esposa"
Cayena volvió a estremecerse ante las cosquillas y replicó.
"Hmm, no dije que tardaría días......."
"La única vez que te he visto detenerte así ha sido cuando algo era especialmente peligroso o parecía que iba a ser especialmente largo"
Este hombre me conoce demasiado bien. Cayena se rió torpemente y giró para mirar a Raphael.
"Bueno, Bayel dice que no es tan peligroso, sólo necesito que me aten los pies"
Raphael abrazó más fuerte a su mujer, a la que no vería en días. Lanzó a Cayena una mirada incómoda desde un ángulo que ella no podía ver, y luego se encontró con su mirada, fingiendo una sonrisa maliciosa.
"......No te pases"
"No lo haré, lo juro"
Raphael asintió, con una expresión de impotencia en el rostro.
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