HDH 395

Hombres del Harén 395

Klein está disgustado porque se lo está pensando

"Mi príncipe. ¿Quieres que te lleve?"

La voz de Tasir se burló de Klein desde atrás.

Latil desató la cuerda muy despacio, deliberadamente, incluso cuando llegó al árbol al que había atado al caballo.

"Cállate"

"Te he rociado con un buen perfume. Estarás contento de quedarte levantado"

"Cállate"

"Estoy seguro de que podrás mantenerte firme"

"¡Cállate! ¡Piérdete! ¡No te acerques a mí!"

"Dices eso, pero a tu cuerpo le gusto"

Tasir nunca se echó atrás en sus burlas, mientras seguía provocando, oyó a Klein explotar.

"¡Aaaaah!"

Latil giró sorprendida, preguntándose si Klein había golpeado a Tasir.

Afortunadamente o no, Klein se alejaba corriendo en la distancia. Ni siquiera parecía quedarle fuerza para golpear a Tasir.

Mientras veía a Tasir morir de felicidad, Latil suspiró y lo regañó.

"Pobrecito, no te burles de él"

"Era demasiado pesado"

Latil sacudió la cabeza y empezó a desatar la cuerda que había estado fingiendo desatar en seco.

Jaisin no se unió a la conmoción, se limitó a observar a Latil en silencio.

Entonces. Gubel se acercó de repente por detrás de Jaisin y le golpeó en la parte posterior de la rodilla con su propia rodilla, luego preguntó con voz sorprendido cuando Jaisin se echó hacia atrás en un acto reflejo.

"Sumo sacerdote, ¿estás bien?"

Latil se giró al oír el sonido y se apresuró a ver a Jaisin de pie sobre el hombro de Gubel.

"¡Jaisin! ¿Qué ocurre?"

dijo Gubel con urgencia mientras ayudaba a Jaisin a ponerse en pie.

"¡Su Majestad, el Sumo Sacerdote debe haber usado demasiada energía!"

Latil no estaba sorprendida, pero sí preocupada, pues la combinación de soldados borrachos de magia negra y asesinos del Bosque Negro era más que suficiente.

"Sí, hoy eran demasiados, Jaisin. ¿Estás bien?"

Jaisin respondió débilmente mientras Gubel le pellizcaba el costado.

"Un poco. Un poco cansado"

Jaisin podía estar despistado, pero no iba a decir que no le importaba en esta situación, porque eso convertiría a Gubel en un bicho raro.

Tasir entrecerró los ojos y miró fijamente a Gubel como una serpiente, luego sonrió satisfecho cuando Gubel sintió su mirada y apartó la vista.

La mirada que todo lo veía hizo que Gubel se sonrojara y apartara la vista.

Lo había hecho porque Jaisin miraba a Tasir y Latil con tanta envidia, pero era la primera mentira que decía en su vida, se sentía terriblemente avergonzado.

"Tasir, creo que deberíamos dejar descansar a Jaisin y llevárnoslo. Tú coge a los soldados y vuelve"

En este delicado ambiente, Latil era la única que realmente se preocupaba por Jaisin. A las instrucciones de Latil, Tasir respondió con voz cantarina.

"Así debe ser, pues el Sumo Sacerdote es un seguidor de Dios, no te jugará una mala pasada"

Jaisin desvió la mirada, con el corazón latiéndole con fuerza.

"Entonces nuestro sacerdote vendrá conmigo"

Gubel pasó el brazo por los hombros de Tasir y se echó a reír, con el corazón latiéndole con fuerza en el pecho mientras apuraba el paso.

* * *

Tumbado sobre el regazo de Latil, Jaisin encontraba su cuerpo relajado pero su mente incómodo, no podía descansar fácilmente. Temía haber llamado la atención de Latil con sus mentiras.

Pero entonces sus ojos se encontraron, cuando Latil le abanicó la cara con la mano, fue como si una brisa soplara en su corazón, sonrió forzadamente.

"Jaisin. ¿Te he hablado de eso?"

"¿Sobre qué?"

"La forma en que hablaste. Fue maravilloso"

"¿Lo viste?"

"Sí. Pensé para mis adentros que habías nacido para ser amado"

En verdad, Latil no había visto el discurso de Jaisin. Sólo oyó a Ranamoon decir: 'Estuvo bien'

Latil sólo sacó a colación el discurso porque estaba siendo demasiado observador.

Pero Jaisin sabía que Latil no había oído su discurso. La había buscado durante todo el discurso y nunca la encontró, además, ella misma lo había dicho: se había dejado llevar por la multitud.

Todavía de buen humor, Jaisin cogió disimuladamente la mano de Latil y le sonrió.

Latil le dio una palmada en la espalda, sin esquivarla.

* * *

Klein había huido, pero cada vez estaba más enfadado.

Claro, le había pegado mucho a Tasir por su magia negra, pero eso era sólo porque pensaba que Tasir era Latil, no porque pensara que era la propia Latil.

Y no era sólo que Tasir se pareciera a Latil, era que estaba desorientado, como si estuviera borracho.

Era víctima de los trucos del enemigo, Tasir se burlaba de él por ello.

"Quienquiera que me haya hecho esto, no voy a dejar que se libre de culpa. Voy a darte exactamente lo que te mereces"

Klein aprieta los dientes y se aleja a toda prisa. Volvió a tu habitación y se escondió bajo las sábanas.

Me vengaré de ese cabrón de Tasir cuando haya podido calmarme. .......

"¿Eh?"

Klein se detuvo y frunció el ceño al ver algo extraño.

'¿Qué demonios es eso?'

El pájaro, el grifo volantón de antes, estaba huyendo.

Klein se quedó mirando la grupa del pájaro, que se balanceaba ansiosamente, luego lo siguió lentamente.

El pájaro saltaba de alegría, como si estuviera entusiasmado por algo.

De repente, se paró en seco y se quedó inmóvil como una estatua.

'¿Por qué me sigues?'

Se había detenido al darse cuenta de que Klein le seguía.

El corazón de Grifo latía con fuerza. Cualquier otro humano lo habría echado, pero es uno de los amantes del Lord.

¿Qué demonios se cree esa cosa que soy? murmuró Grifo para sí, luego levantó el vuelo mientras Klein se acercaba.

Entonces, escondido tras la chimenea de un tejado, miró hacia abajo y vio la cabeza de Klein que se movía de arriba abajo, habiendo perdido de vista a Grifo.

A Grifo le dio un vuelco el corazón.

No sabía cómo le veía, pero por la razón que fuera, no le gustaba. Tal vez debería hacer algo al respecto.

Klein hizo lo que Klein hace, finalmente perdió de vista al grifo y se dirigió de nuevo al palacio, pero le estaba molestando que el legendario pájaro malo siguiera vagando por ahí.

El problema es que cuando habla con Latil, él también se molesta. El pájaro. Debe haber volado hacia la Emperador, llamándolo '¡Lord!

'Por supuesto, su majestad no es Lord'

Klein empezó a caminar por el largo pasillo, buscando razones por las que Latil no podía ser el Lord.

La primera. Los paladines habían venido, sospechando de Latil, pero todos se habían marchado.

Segunda. Los paladines están en el harén, Latil sostiene el templo, con el Sumo Sacerdote como Consorte.

Tres. Ranamoon es el Adversario, la propia Latil es el Adversario.

Cuarto.

'Si fueras Lord, no dejarías solo a un hombre apuesto como yo. ¿Cuántas veces me ha codiciado?'

Estaría borracho día y noche, incapaz de salir de su cama. Estaría borracho todo el día y toda la noche hasta que no pudiera levantarse de la cama.

Se pasaba todas las noches escuchando el cuento nocturno del Lord: .......

Pensar en ello hizo que Klein se sintiera extrañamente deprimido.

"¿Por qué su majestad no es el Lord?"

* * *

"Durante la persecución, Anakcha cayó por un acantilado justo al continuar desde la puerta este; busca en los alrededores; una cosa más. Emperatriz Aini puede haber sido secuestrada por el enemigo. Envía un pendiente a Carisen para que pregunte si pertenece a Emperatriz Aini, el otro al perro para que lo olfatee y rastree"

De vuelta en palacio, Latil evaluó la situación y dio instrucciones sobre Aini.

También escribió una breve carta a Hyacinth para informarle de la situación antes de que llegaran los enviados.

Después, animó a sus tropas y, antes de que se diera cuenta, ya era tarde. Normalmente, sería el momento de descansar, aunque no fuera festivo.

Pero Latil tenía una tarea más que atender.

* * *

"Supongo que podría decirse que tuve un aborto espontáneo. Sería más molesto decir que aborté después del primer trimestre, tengo que prepararme para un embarazo de verdad"

Cuando Latil se excusó de salir de la habitación con la excusa del cansancio, luego llamó a la nana, los ojos de ésta se abrieron de par en par.

"¿Qué?"

La nana no estaba tan sorprendida como el Médico Imperial, pues ya había oído la mención casual de Latil a un heredero unos días antes, pero seguía un poco perpleja.

'¿Realmente quisiste decir lo que dijiste?'

"Con la agitación que hay en el país, tanto dentro como fuera, pensé que lo mejor sería tener un heredero"

Latil explicó al sorprendido dúo lo que ya había pensado: 'No sé nada de Anya Domis, pero sí sé que todo el mundo está de mal humor'

El Médico Imperial asintió con la cabeza, aunque no estaba seguro de si lo decía en serio o no.

"Ya veo"

En realidad, se preguntaba si sería mejor que no hubiera heredero, dado el caos que reinaba en el país, pero se calló, pues creía que esos asuntos debía decidirlos la Emperatriz por sí misma y no eran de su incumbencia.

"Entonces, Médico Imperial ¿Cómo hacemos para que parezca natural?"

"Mándame llamar con dolor de estómago, yo me encargaré de ello"

* * *

En ese momento, Latil estaba luchando con un problema práctico.

'Anya Domis' estaba sentada en un ataúd, comiendo pan a la luz del sol.

'Sigues sin beber sangre, ¿estarás bien?'

Anya le miró con preocupación, pero Anya Domis estaba tranquila, al menos en apariencia.

"Lord"

llamó una voz desde el pasadizo de la cueva.

Anya Domis giró, Máscara de Zorro caminaba hacia ella.

Anya Domis se levantó expectante, pero se decepcionó al ver que venía solo.

"Te dijiste que mates a la Emperatriz. ¿Por qué vienes solo? Pensé que traerías su cabeza"

Máscara de Zorro se encogió de hombros.

"Fui a Carissen, pero la Emperatriz no estaba allí"

"¿Cómo que no estaba?"

Anya Domis miró a Anya.

"¿La limpiaste?"

Anya sacudió la cabeza con incredulidad.

"No lo hice"

Ante esta respuesta aparentemente irrelevante, Anya Domis arrugó la frente y giró hacia Máscara de Zorro.

"¿Adónde ha ido?"

"Dijeron que la habían secuestrado en alguna parte"

"¿Secuestrado?"

El rostro de Anya Domis se contorsionó.

"¿Secuestrado?"

No importaba si la Emperatriz había sido secuestrada y había muerto en otro lugar, pero si no estaba viva y muerta, tendría que esperar hasta que lo estuviera.

Eso no era bueno. Anya Domis no quería esperar tanto. Ya estaba harta de esperar en el ataúd. No quería más.

"¿Tienes alguna idea de a dónde fue?"

"La gente de allí también está confusa"

Ante la respuesta de Máscara de Zorro, Anya Domis se puso de pie y comenzó a salir de la cueva. Anya se sorprendió por sus pasos enérgicos, la siguió, preguntando:

"¿Adónde vas?"

"Quiero matar a mi enemigo, pero no sé dónde está, así que tengo que ir a buscar lo que quiero"

"¿Vas a recoger a Kallain?"

"Sí. He aguantado mucho y le he dado tiempo de sobra para despedirse, ¿no?"

Anya la agarró del brazo, pero Anya Domis se lo sacudió y se alejó.

Pronto, el sonido de los zapatos de Anya Domis al caminar se perdió por completo en la cueva.

Máscara de Zorro observó la escena y sonrió divertido bajo su máscara.

"Así que ya está. ¿Qué vas a hacer, Kallain?"

gritó Anya Domis, pero cuando salió corriendo ladera abajo, se apresuró a volver junto a Máscara de Zorro. Pensó en pedirle que la detuviera.

Pero cuando regresó, Máscara de Zorro ya no estaba.

Anya se pasó las manos por el pelo.

"Ah...... qué demonios"

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