LHANHT 30

Domingo 21 de Mayo del 2023

LA HISTORIA AUN NO HA TERMINADO

30

¿Le envió una carta como Duque Ferial...? Si tiene algo que decir, ¿no vendría por la noche como 'Zagnac'?

Azela dio una breve respuesta y extendió la mano. En respuesta, la doncella depositó suavemente la carta que sostenía. El destinatario tenía escritas en letra pequeña las palabras "Condesa Todd".

Puesto que era una carta para ella, debería estar limpia, pero extrañamente, la carta parecía haber sido manchada ya con la mano de otra persona. El sello de la familia Duchy, estampado en el centro, estaba roto, y cualquiera podía ver que la carta había sido abierta y luego doblada de nuevo.

"¿La has leído?"

Azela giró la cabeza para mirar a la congelada sierva.

Sus ojos y su tono eran los mismos de siempre, pero la sierva se sobresaltó al oír sus palabras y sacudió la cabeza enérgicamente. Parecía llena de miedo de que Azela pudiera despedirla, diciendo que no había hecho bien su trabajo.

"¿Quién lo ha leído?"

"E, el amo y la señorita Silvia..."

La señorita Silvia...

Azela sacudió la cabeza con expresión perpleja cuando la empleada dijo ese título.

Cuando Daniel leyó la carta, ya era absurdo, pero eso no es suficiente, ¿así que hasta Silvia interceptó su correspondencia y la leyó? ¿Quién se creía que era? Además, ¿qué clase de cerebro tienen los empleados de esta mansión?

La mirada de Azela cayó fríamente.

"¿Qué dijeron después de leerla?"

"Esto, esto está bien, por eso el Amo me dijo que lo trajera"

Respondió la sierva con una mirada que casi lloraba.

¿Era esto aceptable...? Azela se dio unos golpecitos en la frente. Era un hecho que desconocía hasta ahora que la correspondencia que le llegaba estaba siendo censurada de esa manera. ¿Cuántas cartas se habían filtrado y nunca le habían llegado?

Por un momento, se sintió mareada.

Después de casarse, sintió que la correspondencia de sus conocidos se cortaba poco a poco. Hubo momentos en los que se sintió triste o decepcionada, aunque pensó que era porque estaba ocupada al estar casada.

Sin embargo, ¿y si no era así y no le llegaba...?

"¿Siempre ha sido así?"

"...¿Sí?"

"Preguntaba si la correspondencia que me llegaba solía llegar a través de las manos de Daniel y Silvia"

Mientras preguntaba, la criada puso los ojos en blanco con cara de impotencia. Parecía estar contemplando si debía decir la verdad o si debía decir una mentira de buena fe. Ante eso, Azela reprimió su enfado y sonrió lo más benévola que pudo, haciéndole señas para que dijera que estaba bien.

Al ver a Azela con expresión generosa, la sierva dudó y abrió la boca.

"Normalmente, sólo lo comprobaba el Maestro... Aunque para la carta del duque Ferial, la señorita Silvia dijo que ella también debía comprobarlo"

Al final, la razón por la que estos rastros torpes permanecían como hoy era porque Silvia, que normalmente no tocaba su correspondencia, la terminó estúpidamente. ¿Debía darle las gracias por ello o debía enfadarse?

En aquella absurda situación, Azela se cogió la mano temblorosa y respiró hondo. Abrió la carta que tenía en la mano, contemplando qué hacer con ella.

La carta era corta. Eran pocas letras, aunque breves e intensas.

Azela, que la leyó enseguida, se levantó de su asiento con el rostro azul pálido.

"¿Cuándo llegó la carta?"

Su respiración se aceleró. La sierva respondió a su urgente pregunta con expresión sorprendida.

"Llegó, llegó esta mañana"

Era absurdo que una carta que le llegaba por la mañana no lo hiciera hasta última hora de la tarde, mucho después de que hubiera salido el sol. La razón era simple... Era porque Daniel y Silvia tenían que leerla primero.

Azela se mordió el labio inferior y arrugó la carta en la mano.

"Prepara el carruaje. Voy ahora mismo a la mansión del duque Ferial se aloja"

"¡Sí, sí! Amo"

Sólo había una línea en la carta.

Duque Ferial fue atacado y gravemente herido en su camino de regreso del Palacio Imperial. 

Esa frase era el único contenido.

 

* * *

 

"Escuché que fuiste herido"

"Fui herido"

"Que era una herida grave..."

"Fue una herida grave"

Zagnac levantó el brazo y lo agitó ante los ojos de Azela, hablando en tono ligero. Aunque, aparte de la cicatriz de la palma de su mano derecha, por mucho que ella mirara, no podía verle ninguna otra cicatriz.

Tal vez, al notar su mirada, Zagnac dijo con expresión seria.

"¿Sabes lo importante que es la mano para el cuerpo humano? No puedo comer si me duele la mano. Si no como, me moriré de hambre y luego moriré. Es una lesión grave"

"Pero, no morirás porque eres el diablo. Además, tienes mano izquierda... Es más, si la herida es tan grande, puedes comer sujetando los cubiertos para no morirte de hambre"

"Bueno"

En respuesta a la absurda refutación de Azela, ladeó la cabeza y sonrió. Aunque era de día, cuando aún brillaba el sol, le parecía estar viendo a 'Zagnac' de noche.

"En realidad, tienes razón. Estaba un poco cansado. Incluso como duque Ferial, necesito tiempo para descansar"

"¿Te sientes cansado?"

Ante sus palabras, ella le miró con ojos sorprendidos. Nunca pensó que estuviera cansado.

Zagnac, dándose cuenta del significado de su mirada, levantó la mano izquierda y señaló el escritorio. Cuando ella siguió su mano y movió la mirada, le llamaron la atención las torres de documentos apiladas sobre el escritorio.

"Es así aunque me vaya de mi casa sólo un día. Entonces, ¿qué puedo hacer? No me queda más remedio que excusarme por estar gravemente herido"

"Entonces, ¿dices que te atacaron?"

"Oh, eso es real. Fui atacado. La herida en esta palma también fue creada en ese momento"

Diciendo que había sido atacado, seguía tranquilo. Encogiéndose de hombros, se tumbó en su sofá como de costumbre y estiró sus largas piernas.

"Puedes curar una herida más grande que ésa. Como cuando me curaste a mí"

"Lo es, pero... Si eso ocurre, el 'Duque Ferial' humano será cuestionado, así que no puedo hacer nada aunque sea incómodo"

"Es un ataque... ¿Por quién?"

Ante la pregunta de Azela, sobresaltada, se quedó mirándola largo rato sin respuesta.

Era evidente que estaba a punto de decir algo, pero al final acabó con una mueca en los labios. Al ver su reticencia a contestar, ella suspiró ligeramente. No tenía intención de obligarle a decir lo que se resistía a decir.

"Por cierto, ¿qué informe tenías en la mano?"

"Ah... Así es. Lo hice por mi cuenta mientras estabas fuera"

"Me he enterado por Baharf de que se han llevado los documentos que había preparado"

Zagnac se levantó del sofá en el que estaba tumbado y le tendió la mano. Sintió una sensación de desapego al ver el vendaje que envolvía su mano derecha.

...¿De verdad le habían atacado? ¿Quién le había atacado y por qué razón? Si era el diablo, ¿por qué se lastimaba tan fácilmente?

Aunque Azela lo miró con ojos interrogantes, él se limitó a reírse como de costumbre.

Las comisuras de sus labios dibujaron de pronto un arco.

"¿No vas a enseñarme el informe?"

Aun sabiendo el motivo de su mirada, Zagnac se dio la vuelta.

Azela exhaló un suspiro de impotencia y depositó el informe que sostenía en su mano extendida. Al sentarse, leyó rápidamente una gran cantidad de informes. A veces, pasaba las páginas tan rápido que ella se preguntaba si lo estaba leyendo correctamente.

"...¿No es bueno?"

Zagnac no dijo nada hasta que pasó la última página del informe. Al final, en su impaciencia, le hizo primero una pregunta disimulada. Sin embargo, no pudo apartar los ojos del informe.

Azela movió los dedos nerviosa y ansiosa.

"Es la primera vez que uso algo así..."

"...."

"Miré los documentos que me diste e investigué por mi cuenta y lo anoté... No sé exactamente cuál es el presupuesto, y nunca he estado en una tienda boutique de la capital..."

Al notar que él no pronunciaba palabra, ella murmuró libremente sin saber lo que decía. A estas alturas, ¿qué tipo de reacción debería ser normal...?

Entonces, Zagnac volvió a mirar la página que había leído.

Pensando que debía de haber algo mal, Azela levantó la mano con expresión desconcertada y se acarició las puntas de su bien peinado cabello.

"Bueno, ya sabes que no lo iba a hacer bien... No tengo ojos para ver..."

"Está muy bien escrito"

Habló al cabo de un rato.

Azela le miró sorprendida por el inesperado cumplido.

Tras hacerle un breve cumplido, se levantó del sofá. Pasó apresuradamente junto a Azela hacia su escritorio, mirando entre la pila de papeles, comparando los demás con el informe que ella le había mostrado. A Zagnac parecía interesarle bastante.

Era la primera vez.

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