Martes, 22 de Junio del 2021

La Emperatriz Regresa 68

Rendirse (2)

Al ver el placer de él, se sintió más segura y volvió a meterse la polla en la boca. Era demasiado grande para que cupiera por completo en su boca: sólo le cabía un tercio. Entonces chupó con todas sus fuerzas.

"Nghh... Viola...."

Sus dedos acariciaron suavemente su cabeza. Su voz, llena de lujuria y placer, era escandalosamente atractiva. Su mano pasó por debajo de su hombro y agarró uno de sus picos.

Mmm...

Un gemido se escapó de sus labios. Esto no era fácil. Su eje se mojó con su lechita y la saliva de ella.

"Mmm, nngh~"

Viola introdujo su vara en su boca hasta el fondo de su garganta. En esto, sus muslos se empujaron hacia adelante.

"Augh, mm... eso es bueno. Viola... nngh~"

Sus caderas temblorosas eran tan sexuales. Parecía que realmente estaba disfrutando de sus burdos intentos de chuparle la polla. Su pesada respiración y los movimientos de su cuerpo se volvieron más bruscos. Ella sintió momentáneamente una punzada de nervios cuando la verga de él empujaba casi tan profundo como para ahogarla, pero se limitó a chupar aún más fuerte. Estaba impresionada por sus movimientos, que parecían retirarse en el momento justo antes de ahogarla con su pene.

"Nngh... Sé que es tu primera vez... ¿Cómo puedes ser tan buena?"

Estaba halagando su imperfecto intento de chuparlo. Por supuesto, no había manera de que ella pudiera ser perfecta en algo que nunca había hecho antes. Si él estaba satisfecho con su trabajo, entonces ella sólo tendría que dejarle entrar en ella una vez esta noche. Cuanto más placer parecía sentir él, más excitación sentía ella.

Las manos de él bajaron y acariciaron una vez más sus michelines. Cuando retorció suavemente sus endurecidos pezones, la zona entre sus muslos se humedeció. El núcleo de su cuerpo se estremeció. A él no parecía importarle en absoluto el hecho de que hubiera sirvientes al otro lado de la puerta. Al ver esto, ella supo que era otro de esos miembros de la realeza que disfrutaba regularmente de las orgías con sus concubinas.

Mientras chupaba su carne, Viola lo miró. Se apartaba el pelo, mojado de sudor, de la cara. Verlo limpiarse la boca con la mano sudorosa invocó en ella una sensación de catarsis. Sus robustos y hermosos músculos se movían rítmicamente. Sus gemidos, no amortiguados, parecían llenar sus oídos con su lujuria. Él la agarró por la nuca y empujó sus caderas hacia delante una y otra vez, ganando gradualmente velocidad con rapidez.

Viola dio todo lo que tenía, y chupó con fuerza su hombría. De repente, sus movimientos se detuvieron. Entonces, de repente, su lechita inundó el interior de su boca. La fuerza de su orgasmo le salpicó la garganta, el paladar, todo. Y aunque no quería, la obligó a tragarlo todo.

Tosió, pero la interrumpió el hecho de que le levantaran la barbilla. Sus ojos se encontraron. Lustian tenía los ojos de un depredador que se fija en su presa.

"¿Te he hecho esperar? Ahora es mi turno"

Entonces, de repente, sus posiciones se intercambiaron. Su eje ya se había puesto rígido una vez más y buscaba su cálida carne interior. Se lamió los labios, lleno de excitación. No se conformaba con un simple e imperfecto acto de sexo oral. Habló mientras frotaba su endurecida vara contra los húmedos labios de su cueva, su fluido goteaba entre los pliegues de su delicada feminidad.

"Nnngh... aaah~"

"Gime. Nadie te oirá. No te preocupes"

De repente, sus caderas se giraron y él la penetró con fuerza desde atrás. En poderosas ráfagas, él empujó hacia adelante varias veces. Ella pudo escuchar el sonido de la carne chocando con la carne dentro de ella. El placer que sentía era fuerte e incontenible. Su enorme verga golpeaba perfectamente sus puntos de placer con cada empuje.

Su conciencia casi se tambalea. Una ola de calor rojo subió rápidamente por su columna vertebral y se estrelló contra su cerebro. Todo su cuerpo se estremecía y era empujado hacia delante con cada embestida. La piel de él rozaba su trasero y movía continuamente sus caderas. La besó a lo largo del cuello y chupó su carne. Como un animal en celo, frotaba su cuerpo contra el de ella sin parar. Ella no podía ni pensar.

"Mmn, nnngh-"

"Unngh - nnnh-"

Mientras alcanzaba el orgasmo más fuerte que jamás había sentido, sintió que una ola de confusión la invadía. Los fuertes empujones de Lustian, que parecían ejercer un control total sobre su propio cuerpo, casi la habían vuelto loca. La mitad inferior de su cuerpo estaba tensa. Cada vez que su eje empujaba rítmicamente dentro de ella, su cuerpo se retorcía involuntariamente de placer. Se sentía mareada. Incluso cuando estaba a punto de volver a sus sentidos, él no se detuvo. Le lamió los labios y le metió la lengua en la boca, presionando sus besos en ella sin cesar.

"¡Aaah!"

"Nnngh... mmmm~"

Su cuerpo se volcó una vez más. Él envolvió sus piernas alrededor de sus caderas, y luego se lanzó sin piedad dentro de ella. Le metió la lengua hasta el fondo de la boca y chupó con fuerza sus labios. Su gruesa lengua barrió el interior de su boca, giró alrededor de su lengua y chupó. Sus respiraciones eran entrecortadas.

Mientras él se sumergía en ella, ella no tenía dónde sujetar sus manos, sólo podía aferrarse desesperadamente a su espalda.

Tan fuerte.

Sus movimientos increíblemente fuertes le ponían la piel de gallina. Cada vez que él empujaba sus caderas hacia delante con tanta fuerza, ella sentía una oleada de placer que viajaba desde la cima de su cabeza hasta la punta de sus pies. Ante la intensidad de todo lo que estaba sintiendo, las lágrimas brotaron de sus ojos. Lamió incluso sus lágrimas como si se estuviera muriendo de sed.

"Ahh.. nnngh~"

La intensidad y la profundidad de sus empujones hicieron que Viola jadeara para respirar. No tuvo tiempo de recuperar el aliento. Cuando levantó la vista hacia él a través de los incesantes movimientos de sus cuerpos, incluso cuando su visión temblaba, lo único que pudo ver fueron las comisuras de su boca torcidas hacia abajo en un ceño.

...¿No es bueno para ti? ¿No estás disfrutando lo suficiente?

♛♛♛

Este hombre, ahora que no ocultaba su identidad, parecía simplemente actuar sin pensar.

Anoche había cumplido su promesa de hacerlo sólo una vez, pero la había seguido hasta su alcoba y había dormido a su lado. Cuando abrió los ojos y vio su firme pecho, se despertó sobresaltada.

Mirando el ángulo de la luz del sol que se filtraba en la habitación, pudo comprobar que era de madrugada. Se había quedado dormida. Era el cuerpo de Lustian el que la sujetaba en la cama, pero era Viola la que se había dormido sin darse cuenta de la hora.

Apartó su cuerpo ligeramente de ella. Al principio parecía que se dejaba empujar con facilidad, pero de repente su brazo se alargó y la agarró por la cintura, acercándola de nuevo a él. La nariz de ella se apretó contra el pecho musculoso de él. 

"Sé que estás despierto, así que déjame ir"

"Duerme un poco más" se limitó a murmurar.

"Llego tarde"

"No pasa nada"

"Disculpa"

Ella no dijo su nombre. Ya fuera su nombre real o su nombre falso, no le apetecía decir ninguno de los dos.

Viola trató de apartar el pecho de él con un poco más de fuerza, pero esta vez los muslos de él rodearon su cuerpo como una mordaza.

¿Estaba entrenando los músculos de las piernas por separado? Eso fue lo que pensó mientras se sentía casi asfixiada por la fuerza de los músculos de acero de sus muslos.

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