HELB 64

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Jueves, 29 de Julio del 2021


Historia en la Biblioteca 64



"Es plena luz del día, Vivian"

"¿Supongo que es así?"

"Y este es el sofá del estudio"

"Arderemos más apasionadamente"

"Dije que podías preguntarme si tenías alguna duda, pero ¿no tienes ninguna pregunta sobre la dirección de la novela, o sobre el otro ya que somos amantes ahora, o no tienes ninguna idea de pasar por ese proceso en primer lugar?"

"¿No teníamos una relación impura?"


Vivian agarró el hombro de Aidan y se inclinó lentamente. Aunque era una acción que parecía estar a la altura de la mirada de la persona que estaba sentada en el sofá, en realidad era una seducción muy explícita.

La carne blanca justo debajo del escote pronunciado de su vestido se estremeció. "Sólo hay una cosa que debemos conocer del otro en este momento".


"......."

"Si estás realmente confundido, por qué no lo intentas primero"


Cierto, ella era este tipo de mujer.

Ante los discretos susurros, la garganta de Aidan se movió con fuerza mientras sus ojos se llenaban de hambre. ¿Quién podría rechazarla? El vago temor de que cruzara una línea que no había querido derretir en un calor sofocante.

Se lamió los labios. Su voz se quebró sin reservas y fluyó. 


"Es culpa mía por esperar de ti un ambiente romántico"


Agarró la barbilla de Vivian, que se había echado encima de él por voluntad propia, y la giró hacia sí. Detrás de la expresión calmada de Aidan, merodeaba un hambre sexual descarnada.


"Al principio intenté ser generoso contigo"


Vivian observó que sus ojos se habían puesto rojos, así que le besó ligeramente los ojos. En respuesta, su respiración se volvió más agitada. Los ojos azules que se cerraban y abrían, como si trataran de adaptarse a su persona, se nublaron lentamente.


"Tus ojos......."


Parece que han cambiado.

Antes de que Vivian pudiera continuar con sus palabras, él se tragó por completo sus suaves labios separados. Chupó su labio inferior y pronto se introdujo en él. Sus lenguas se enredaron de forma natural.

Vivian apretó la ropa de Aidan. Al igual que antes, cada vez que la lengua de él tocaba cualquier parte de ella, le producía descargas eléctricas por todo el cuerpo, hasta el punto de que los dedos de los pies empezaban a curvarse. Era como si todo lo que rozaba se convirtiera en una zona erógena. Se había preguntado brevemente por qué respondía de forma tan sensible, pero resultó que sus manos no eran capaces de quedarse quietas y tocaban continuamente sus partes sensibles.

Esas manos sostenían la parte posterior de su cabeza como si fuera una frágil cerámica que pudiera romperse fácilmente en pedazos. Esas mismas manos se movían hacia abajo y tocaban imprudentemente la nuca de ella y pasaban alrededor de sus hombros como si los estuvieran dibujando.

El áspero tacto de sus callos le provocó escalofríos. Cuando Aidan, que siempre se había retirado con elegancia, se volvió tan explícitamente depredador, fue Vivian la que se puso nerviosa.

Había creído que sería capaz de responder de la misma manera gracias a su única experiencia en besos, pero no era más que su imaginación. Era difícil seguir sus movimientos bruscos y apresurados, y mucho más responder.

Si hubiera que comparar entre el primer beso y el de ahora, eran tan diferentes como las ondas tranquilas y las olas pesadas y agitadas. Él presionó frenéticamente más adentro de ella en el momento en que sus lenguas se encontraron. Aidan entró en su boca con brusquedad, como si se tratara de olas agitadas. Le mordió el labio inferior y abrió y entró en su boca a la fuerza. Sólo se habían besado, pero se sentía como si estuvieran practicando sexo duro.


"Hng"


Vivian dejó escapar un gemido que no pudo tragar y cerró los ojos con fuerza. No importaba dónde la tocara con la lengua, todo su cuerpo se estremecía por la conmoción, lo suficiente como para que se le enroscaran los dedos de los pies. Tal vez fuera porque estaba demasiado excitada, pero sentía como si sus oídos estuvieran llenos de suaves alucinaciones auditivas. Su saliva, que apenas era capaz de tragar, goteaba por su barbilla.

Temblaba como un herbívoro en las garras hambrientas de un depredador. Vivian se sintió tan atraída hasta el punto de ser incapaz de identificar si temblaba de miedo o no, y en ese proceso, su vestido de gasa se deslizó hacia abajo en una acción claramente intencionada.

El aire gélido le besó los hombros, pero antes de que pudiera pensar en ello, Vivian estaba ocupada con el beso áspero y presionante que nublaba su mente. La sensación de adormecimiento mientras sus lenguas se rozaban era tan satisfactoria que no podía parar.

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