Martes, 09 de Febrero del 2021

La Villana es una Marioneta Cap. 91

Organización y Establecimiento (4)

Los rumores de otro intento de asesinato de la princesa ponían patas arriba el palacio. 

'¿Qué pasaba esta semana?' 

Además, la princesa se había peleado con el canciller Debussy durante la reunión del consejo justo después de recibir la autoridad de regente. El sentimiento público se estaba volviendo completamente en su contra. 

"¡¿Qué clase de tontería es esta?! ¡¿Decir que estaba intentando matar a Su Alteza?!" 

El Canciller Debussy estaba furioso. 

"¡Todos los que difunden estos rumores lo pagarán!" 

"Pero el ambiente actual es muy serio. El Comandante Jed, en particular, dijo que tenemos que investigar a la gente dentro del palacio imperial." 

"¿Qué?" El rostro del canciller se puso azul. "Investigar la verdad de inmediato. ¡Averigüen quién fue! No he sido yo", gritó a sus ayudantes, haciendo rechinar los dientes. ¿No era el momento demasiado oportuno? 

"¡Usa un poco de sentido común! ¿Cómo podría envenenar la comida que preparó el príncipe? Esto debe ser un complot de las fuerzas que intentan socavar a Su Alteza". 

Naturalmente, hubo quienes especularon que el archiduque Heinrich era el responsable de este incidente. De hecho, actualmente era el archiduque quien estaba bajo más presión. 

Rezef no habría envenenado a la princesa con comida que él mismo hizo preparar. 

Incluso el templo se encendió al preguntarse si el envenenamiento estaba relacionado con el secuestro. 

El canciller Debussy estaba libre de culpa en este caso, pero tenía otras cosas que ocultar. Si le pillaban en el lugar equivocado por nada, podrían ponerle a la defensiva. 

El canciller se puso muy nervioso. 

"Zenon. ¿Dónde está Sir Zenon?" 

Sentía urgentemente que tenía que discutir todo esto con Zenon. 

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Sin embargo, el ayudante respondió con una expresión peculiar: 

"Um, Sir Zenon no ha sido visto en el palacio imperial recientemente"

El canciller arrugó la frente ante esas palabras. 

Estar ausente del palacio en un momento como éste no tenía sentido. Tuvo una extraña corazonada. 

"Zenon Evans es sospechoso..." 

Las cosas en las que el canciller Debussy no había pensado mucho empezaron a surgir en su cabeza, una por una. 

"También se fue el día que secuestraron a Su Alteza la primera vez. Y últimamente ha estado discutiendo con el Príncipe Rezef a menudo"

Además, Zenon Evans animó al canciller Debussy a organizar la reunión de emergencia y someter a la princesa. 

Como resultado, hubo otro incidente de envenenamiento y el canciller fue implicado. 

"Él no pudo..." 

El Canciller Debussy sabía que Zenon Evans estaba apuntando a su posición. 

¿Tal vez Zenon Evans estaba tratando de derribarlo? Era sólo un presentimiento, pero encajaba en la situación. 

El canciller rechinó los dientes. 

'De todos modos, hay otra persona de la familia Evans en el palacio'

Ya que Julia Evans estaba aquí, se llevarían bien sin Zenon. 

Fue entonces. 

"¡Lord Canciller!" 

Un asistente se apresuró a entrar en su despacho con una expresión rígida. 

El canciller tuvo un mal presentimiento. 

"¿Qué ha pasado?" 

"Al investigar el club social de Henverton Gillian, ¿no había muchas drogas circulando?" 

"Las había. ¿Y qué?" 

"¡Las drogas son supuestamente de la granja de los Evans en el este!" 

"¡¿Qué?!" 

El canciller se levantó de un salto de su asiento. 

Había pensado que era sólo Zenon quien le había defraudado, no toda la familia Evans. 

"¡El archiduque Heinrich dijo que había encontrado una granja de cannabis!" 

El semblante del canciller se marchitó. 

"¡Convoca a las fuerzas del Príncipe Rezef! ¡Ahora!" 

En cuanto salió el sol, el médico acudió a los aposentos de la princesa para comprobar su estado. 

"No tienes que preocuparte mucho. Sólo tienes que tomar tu medicina correctamente". 

Cayena escuchó sus palabras y se tragó la medicina. 

"Parece que Julia está ocupada"

Julia había sido asignada para preparar la medicina de Cayena, pero no estaba. 

Vera respondió: "Dicen que la familia Evans participó en la distribución de drogas. El archiduque Heinrich vino con las pruebas". 

"¿De verdad?" dijo Cayena, fingiendo no saberlo. 

Surgieron rumores de que el veneno de la comida preparada por Rezef había sido puesto por el archiduque Heinrich. 

Entonces, el templo, que últimamente había estado vigilando de cerca la seguridad personal de la princesa, comenzó a examinar al archiduque Heinrich. 

Yester era el verdadero culpable del intento de secuestro en el templo, por lo que habría sido problemático para él atraer ese tipo de atención. 

Por eso reveló el escándalo de las drogas del que Cayena le había informado: para que todas las miradas se centraran en los Evans. 

Cayena comprobó brevemente el estado de su cuerpo. 

"Creo que con esto puedo seguir con mi vida normal"

Vera se sorprendió cuando Cayena intentó levantarse y empezar a trabajar de inmediato. 

"Su Alteza, fue envenenada ayer mismo. Además, ni siquiera has podido descansar bien por la noche"

"Eso no significa que pueda quedarme tumbada". 

Cayena finalmente logró ponerse de pie. 

"¿Podrías traerme un té negro para la hora del té de esta tarde?"

Olivia, que había estado observándolas tranquilamente, abrió la boca. 

"El té negro puede hacer que te duela el estómago. Creo que sería mejor tomar un té de hierbas calmante"

Cayena había estado tratando de usar el té negro en lugar del café porque necesitaba cafeína, pero Olivia cortó sus deseos como un cuchillo. 

Cayena pensó en ordenar simplemente que le prepararan el té negro, pero lo descartó. En cualquier caso, sería mejor tener cuidado con lo que comía durante un tiempo. 

Si se ponía enferma sin motivo, sólo le costaría más trabajo. Tenía que vigilar un poco su salud. 

"Muy bien. Té de hierbas, como dijiste"

Vera miró a Olivia en agradecimiento por indicarle lo que quería decir. 

Cayena entró en su despacho y empezó a ocuparse de las tareas que no había terminado por el repentino asunto de ayer. 

Pensaba imponer los cambios en la central militar mientras todos estaban distraídos. 

También tenía que ocuparse de los asuntos relacionados con su mayoría de edad. 

'Rezef pronto instalará a Relevance Dotty como la jefa de las doncellas. Probablemente intentará que sea mi acompañante en la celebración de la mayoría de edad para reforzar su influencia en el palacio'. 

Pero Cayena nunca lo permitiría. 

"Susan, voy a escribir una carta a los Hamel, así que por favor prepara mi papelería". 

"Sí, Alteza"

Una vez que todos se fueron a trabajar, Vera, que se quedó en el despacho, miró a Cayena con ojos apenados. 

Sabía lógicamente que era una oportunidad para Cayena, pero no podía alegrarse porque la princesa trabajara sin descanso. 

"¿No estaría bien echarse una siesta, al menos?"

"No te preocupes. Esta noche me acostaré antes"

Vera estaba segura de que Cayena, a pesar de sus palabras, no se iría a dormir temprano. 

"Entonces, ¿Qué tal un masaje? Te gustó el masaje de Annie con el aceite perfumado"

Vera quería al menos intentar encontrar una forma de aliviar algo de la fatiga de Cayena. Cayena sabía cómo se sentía, así que no podía negarse. 

La cara de Vera se iluminó un poco. 

"Ha llegado la cuchara de plata del taller. ¿Quieres verla?" 

"De acuerdo"

La cucharilla hecha con plata de verdad, una que no engañaría al emperador Esteban, había llegado por fin. 

Cayena comprobó el diseño de la cucharilla con la ilustración del diseño y asintió. 

"Por favor, ponga esta ilustración en una caja fuerte"

Toc, toc. 

"Su Alteza, es Annie"

Annie entró después de que le dieran permiso. 

Se empapó las manos en aceite de rosas y comenzó el masaje. 

"Tus hombros tienen un bulto. Debes de haber trabajado mucho estos días"

Cayena se rió. 

"Parece que sigues el ejemplo de Vera en cuanto a regañarme". 

"¡Alteza!" 

La cara de Vera se sonrojó de vergüenza. Se levantó de su asiento para enfriar sus acaloradas mejillas. 

"Comprobaré el tribunal y volveré"

Cayena asintió, permitiéndole marcharse. 

Vera se había apartado deliberadamente de su lado. 

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Esto era para que Cayena pudiera estar a solas con Annie para averiguar de quién era la espía. 

Cuando Vera se fue, sólo Cayena y Annie permanecieron en el dormitorio. 

Annie empujó los brazos blancos y lisos de Cayena e inclinó la cabeza. 

'...¿Hm?' 

Su muñeca, herida cuando la habían secuestrado, estaba lisa sin ningún rastro. 

'Sus heridas ya se han curado'

Annie había envuelto el vendaje alrededor de la muñeca de la princesa antes. Recordó haber visto un hematoma azul. 

Cayena cerró los ojos y abrió la boca. 

"Annie"

"Sí, Su Alteza"

"Por casualidad, ¿sabes lo que les gusta a los chicos jóvenes hoy en día?" 

"¿Qué edad tiene el chico?" 

"Trece años"

Era una edad muy precisa. 

Annie reflexionó sobre la pregunta tan específica. 

'¿Había un chico de trece años cerca de Cayena?'

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