HELB 74

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Martes, 07 de Septiembre del 2021


Historia en la Biblioteca 74



'¿Eh? ¿Eh?'

Vivian parpadeó con cara de aturdimiento.


"¿Nos estamos bañando juntos?"

"¿No te cuesta moverte ahora mismo? Pensaba que íbamos a aprovechar para hacer esto y lo otro"


Lo dijo como si estuviera diciendo algo no sexual como "aprovechar para comprar ropa y víveres en el mercado". Vivian entrecerró los ojos ante Aidan. La había criticado por ser incapaz de crear ambiente, pero a él le pasaba lo mismo que a ella.

Aunque entendía que él quisiera resolverlo todo de una vez porque era problemático, pero en momentos como éste, habría sido suficiente decir simplemente que quería que se bañaran juntos. ¿Hasta qué punto este hombre felino encontraba las cosas problemáticas?

Si se tratara de una novela, ¡habría sido una escena encantadora y conmovedora!


"¿Sabías que? A Ray le falta demasiado para ser el protagonista masculino de una novela erótica"

"Hmm, qué desafortunado"


Después de que Aidan la dejara en el suelo, la despojó fácilmente de su ropa como si la estuviera sirviendo. Vivian se quedó muda al ver cómo el vestido se hacía a un lado allí donde su tacto la rozaba.

Aunque era un diseño muy sencillo, era difícil desatar un vestido sin estar acostumbrada a sus artilugios. Con este pensamiento, la experiencia del hombre frente a sus ojos comenzó a molestarla.


"¿Pero no es suficiente en esta dirección?" 


Preguntó con terquedad y desvergüenza mientras le desabrochaba los botones. No sonaba tanto como una pregunta, sino más bien como una afirmación segura. Aunque no quería aceptarla, no pudo evitar estar de acuerdo. Vivian se agarró las dos mejillas, rojas por el calor del baño, y asintió con la cabeza.

Su cuerpo pálido pero musculoso que asomaba entre los pliegues de su camisa blanca era como una obra de arte. Era el tipo de cuerpo con unas proporciones tan perfectas y unos músculos tan hermosos que un escultor gritaría de placer y querría convertirlo en su musa tras una sola mirada.

Tiene muchas cicatrices, pero Vivian se sorprendió. Era un miembro de la realeza, que no debería saber nada de sufrimiento, pero su cuerpo era tan aterrador como el de un mercenario.

Entre las cicatrices, sin importar el tamaño, había incluso algunas que eran tan malas hasta el punto de que parecían ser dolorosas incluso hasta ahora. No había esperado que su cuerpo, que ella simplemente había pensado que sería musculoso, estuviera en tal estado que inconscientemente lo miró.

'¿Podría ser ese rojo una cicatriz de quemadura?'

Si era algo que ella no podía manejar era mejor no intentar saberlo. A veces preguntaba por descuido de todos modos para obtener referencias para su novela, pero incluso Vivian sabía que había una línea que nunca debía cruzar y esa cicatriz era precisamente esa línea.

Por muy amable que fuera con ella, el otro era el Gran Duque del Negro. Se apresuró a bajar la cabeza antes de que Aidan pudiera encontrar su persistente mirada. Al moverse, inesperadamente pudo comprobar explícitamente que su ingle seguía en pie.

'Vaya, ¿una cosa así había entrado en mi cuerpo?'

Con un poco de exageración, parecía ser tan gruesa como una muñeca. En ese momento, había sido tan caótico que no había podido comprobarlo, pero ahora que lo había visto, pensó que era mejor para ella ser ignorante. Al fin y al cabo, si lo hubiera visto, le habría invadido el miedo y sólo habría pensado en la forma de huir.

Vivian palideció al darse cuenta de por qué Aidan había comprobado el tamaño de su boca. ¿Podría caber eso en su boca?

Cuando no tenía experiencia, había pensado ingenuamente "¡sería genial si hiciéramos esto!", pero ahora que lo veía cara a cara, no estaba segura de qué tipo de expresión y acción debía hacer. Afortunadamente, se sintió un poco menos avergonzada que cuando había estado en el estudio; quizás debido al calor del baño que la envolvía. Pero sólo era "menos", no "nada".

Vivian se sintió repentinamente avergonzada y se cubrió todo lo posible con las manos antes de meterse en la bañera.

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