LESVAC 171

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La Emperatriz se volvió a casar 171

Acorralado



Evely fue encontrada después de que la mayoría de los invitados se habían marchado. Bueno, para ser precisos, debió ser encontrada unos días antes. Pero cuando los caballeros localizaron a Evely y la trajeron al palacio, el ambiente festivo ya se había disipado.

"¡Evely!"

Cuando se abrió la puerta del carruaje, que entraba lentamente en el jardín, Evely, que había crecido mucho más de lo que podía imaginar, apareció sin fuerzas.

Al bajar del carruaje, Evely no parecía tener nada de energía. Se veía más delgada y su piel más reseca que cuando estaba en el orfanato. Pero tenía mucho mejor semblante que la última vez que la vi, cuando se derrumbó por haber perdido su maná.

"Me alegra volver a verla después de mucho tiempo, Su Majestad la Emperatriz."

Evité que se inclinara para saludar y pedí a un guardia que la llevara a mi habitación.

Después de ver a Evely seguir al guardia, me fijé en los caballeros que la encontraron. Se trataba de la 5ª División de los Caballeros Transnacionales, al mando del Vizconde Langdel.

"La chica que me saludó hace un momento. ¿Dónde la encontraron?"

Le pregunté a uno de los caballeros que participó en la búsqueda de Evely.

"Estaba vagando por el Bosque Lunar."

El Bosque Lunar era un lugar cercano al camino que iba del Imperio Oriental al Occidental. Muchas personas tomaban el camino equivocado. Además, el propio Bosque Lunar estaba repleto de árboles y tenía un terreno complicado, por lo que la gente solía perderse allí.

"También había algunos caballeros y enviados del Imperio Oriental."

Detrás del carruaje verde del Imperio Occidental, del que se había bajado Evely, se podía ver un carruaje estropeado. Incluso le faltaba una rueda.

"¿Estaban las personas rescatadas en ese carruaje inicialmente?"

"Eso parece. El carruaje ya estaba estropeado cuando lo encontramos, había mucho equipaje, y era difícil encontrar el camino correcto, así que no podían hacer nada."

"Lo deben haber pasado mal."

"Sí. Pero hay algo extraño."

"¿Algo extraño?"

"Observe el carruaje. ¿No está un lado completamente deformado y estropeado? Al menos una persona debió resultar herida. Sin embargo, nadie del grupo está herido."

El caballero añadió significativamente, "Parece magia."

"¿Había un mago en el grupo?"

"Oficialmente, no. Y cuando pregunté, nadie dio un paso al frente."

Sabía que Evely era una maga. Sin embargo, ¿no perdió Evely su maná? Por supuesto, sería fantástico que lo hubiera recuperado.

"Primero, comprueben la identidad de las personas rescatadas y dónde se encontraban dentro del carruaje. Es posible que el culpable esté entre ellos."

"Sí, Su Majestad."

Mientras el caballero se dirigía a sus colegas para ocuparse de lo que había ordenado, Heinley se acercó y preguntó como si hubiera escuchado la conversación.

"Reina, ¿estás segura de que el culpable está entre ellos?"

"Es imposible que Sovieshu enviara una delegación sin verificar el estado del carruaje. Aunque me sorprendió que enviara a Evely."

Heinley levantó una ceja.

"Puede que lo haya olvidado."

"Fue lo peor como esposo, pero no tanto como emperador."

Tal vez había un caballero disfrazado en la delegación. Prever los peligros potenciales y planificar las contramedidas con antelación. Esa era la forma en que actuaba Sovieshu.

"Es una persona que no sólo verificaría el estado del carruaje, sino que también prepararía dos o tres ruedas de repuesto. Sin duda, alguien causó que se estropeara el carruaje. Probablemente... la persona sentada más lejos de la parte destrozada sea el culpable."

Pero mientras hablaba, noté que la expresión de Heinley no era buena. Parecía un poco triste.

"¿Heinley?"

¿Por qué tenía esa expresión? Después de llevarse las manos a la frente y frotarse los ojos entumecidos con los pulgares, murmuró, cerrando a medias los ojos como un gato al ser acariciado.

"No me gusta que Reina diga cosas buenas de él."

"¿Sonó como un cumplido?"

No lo dije con esa intención. Sólo quise decir que no pudo haber sido un error lo del carruaje dada su personalidad.

Sin embargo, Heinley asintió con el rostro ensombrecido. Luego frotó repetidamente su frente contra mi hombre.

"Heinley. Hacer esto en público podría perjudicar tu imagen."

Una vez que murmuré preocupada, dejó de frotar su frente con pesar. Aún así, sus labios estaban caídos.

Suspiré y le di un suave beso en la mejilla.

Sin embargo, es astuto... Evidentemente, Heinley no estaba triste. Sólo movía los labios cabizbajo, fingiendo estar triste.

Cuando lo miré fijamente, bloqueó mi visión con una mano y se giró un poco, manteniendo esa expresión triste. Como si supiera que lo adoraría y compadecería.

De hecho, me molestó por un momento. ¿Cómo tenía tan clara la impresión que causaría?

Heinley me miraba a hurtadillas, como si estuviera deseando ver cómo lo consolaría ahora. Mirándolo detenidamente, hablé con sinceridad.

"Heinley. Te ves tan adorable cada vez que actúas así."

Heinley sonrió levemente, como si le gustara lo que había dicho.

"Aparte de mí, ¿hay alguien más que te vea adorable?"

Apenas pudo abrir la boca ante mi pregunta.

"¿Reina?"

¿No era ésta la reacción que esperaba? Heinley bajó la mano y se giró hacia mí. Como si un leopardo, que había estado imitando a un gato, intentara dejar de fingir ser débil.

"Reina. No existe tal persona. Sabes que—"

"No sé nada."

"¡!"

"Tú conoces mi pasado, en cambio yo no conozco el tuyo. Ya es demasiado."

"¡!"

Incluso sin lanzar un hechizo, Heinley se congeló al instante.

Sonríe alegremente en mi interior. ¿Creía que no sabía cómo ser celosa?

"Reina, yo..."

"Necesito ir a ver a Evely."

"Espera, ¿Reina?"

* * *

Cuando fui a mi habitación, se me informó que Evely estaba junto a mis damas de compañía.

¿Con mis damas de compañía?

No creo que mis damas de compañía conocieran a Evely. ¿Qué está pasando?

Me sorprendió, pero fui primero a la habitación de mis damas de compañía.

Allí, Evely estaba sentada frente al tocador mientras Laura arreglaba su cabello.

Antes darme cuenta, Evely estaba vestida espléndidamente, y su cabello extrañamente trenzado.

Sin embargo, avergonzada por su apariencia, estaba sonrojada y miraba hacia sus propios pies.

Al pronunciar su nombre mientra me acercaba, Evely se levantó de un salto con una cara llena de vida.

"¡Su Majestad!"

Por la forma en que Laura se reía, parecía encontrar divertido estar con Evely que tenía casi su misma edad. Incluso en el Imperio Oriental, Laura siempre salía a divertirse con jóvenes damas de su edad.

"¡Traeré algo de beber!"

Una vez que Laura se retiró, Evely se acercó a mí, agarró mis manos y se inclinó.

"Escuché que fue Su Majestad quien envió a los caballeros a buscarnos. Gracias. Siempre recibo ayuda de Su Majestad."

"No te preocupes, cuéntame lo que sucedió."

Le pedí a Evely que se sentara de nuevo en la silla para que me contara, pero parecía incómoda sentada sola, así que acerqué otra silla y me senté frente a ella. Evely seguía sintiéndose incómoda y trató de levantarse.

"Debes estar cansada, siéntate tranquila. No pasa nada."

"Pero eso sería grosero..."

"No pasa nada."

Mientras evitaba que Evely se volviera a levantar, Laura trajo un refrescante jugo de frutas hecho con una mezcla de manzanas, uvas, hielo y azúcar.

Tan pronto como recibió la bebida, Evely dudó y se quedó sentada tranquilamente. Luego tomó unos sorbos y explicó la situación.

"Su Majestad Sovieshu me pidió que le diera un regalo. Me lo encargó porque se trata de un regalo personal aparte de los oficiales, pero de repente un lado del carruaje se derrumbó por completo en el camino."

"Oh, cielos."

"Al final salimos del carruaje e intentamos encontrar el camino de vuelta, pero no fue fácil... además, el carruaje estaba repleto de regalos oficiales para la Emperatriz. Eran preciosos y pesados, por lo que resultaba difícil transportarlos. Aun así, nos ayudamos mutuamente y poco a poco encontramos el camino de vuelta, pero los caballeros llegaron a nosotros primero."

"Es un alivio."

"Todo es gracias a Su Majestad."

El mérito no es mío. Pero si decía esto, Evely volvería a sentirse incómoda.

En lugar de negarme a recibir su agradecimiento, le pregunté por la magia por la que sentía curiosidad.

"¿Curaste a los heridos?"

No sabía si la magia de Evely estaba relacionado con la curación. Incluso cuando la patrocinaba, sólo me informaron que había sido admitida en la academia mágica, pero no escuché nada acerca de su magia.

Muchas personas trataban de ocultar su magia, así que ni siquiera pregunté.

Pero ahora las cosas eran un poco diferentes. No tenía curiosidad por saber si Evely usaba magia curativa, sino que me preguntaba si Evely había recuperado su maná.

Aunque pensé que Evely respondería enseguida, vaciló y contuvo sus palabras.

"¿Evely?"

Cuando la llamé extrañada, la cara de Evely se puso roja, juntó las manos con fuerza y apretó los labios.

Quería saberlo, pero tampoco quería presionarla. Así que en vez de hacer más preguntas, cambié de tema.

"¿Qué clase de regalo personal me envió el Emperador del Imperio Oriental?"

"Ah, eso..."

"¿?"

"Cuando el carruaje se estropeó, se daño un poco."

"Está bien."

Evely se levantó de la silla, se puso en cuclillas frente al bolso levemente deformado que estaba delante del tocador y abrió el broche.

Se escuchó un clic y el bolso se abrió para revelar una pequeña caja envuelta en un pañuelo. La caja también estaba deformada en una esquina.

"Aquí está."

Evely me entregó la caja y dijo,

"No sé lo que contiene."

Me preguntaba qué había enviado Sovieshu a través de la chica que solía patrocinar. Después de intercambiar algunas palabras más, volví a mi habitación y puse la caja que me había dado Sovieshu sobre la mesa.

Estaba confundida sobre si debía abrirla o no, y por qué me enviaba esto ahora.

Ya había enviado varios regalos oficiales. Uno era un carruaje de carreras enviado a través del Gran Duque Lilteang y los demás aún no los había visto, pero en cualquier caso, se trataban de artículos traídos por la delegación que vino con Evely.

Entonces, ¿qué es esto? Sin importar lo que sea, ¿debía verlo?

Los otros regalos habían sido dados por el emperador de un país vecino. Este es obviamente un regalo de 'Sovieshu' a 'Navier'.

Después de quedarme inmóvil por un rato, sostuve cuidadosamente el borde de la caja y la abrí.




***

Desde que se hizo público que el niño que sostenía Alan era idéntico a Rashta, los empleados del palacio imperial se dedicaban a hablar de eso cada vez que se reunían.

"Oh, Dios mío. Entonces el niño es de la Emperatriz..."

"Definitivamente lo es. No podría ser diferente. ¿Su cara no es completamente idéntica?"

"¿No habré visto mal?"

"¿Acaso eres la única persona que lo vio? Cuando el sombrero salió volando, el rostro de la Emperatriz se puso pálido y gritó aterrada, "¡Ahhhh!"

El sirviente que imitó a Rashta estalló en carcajadas. Todos los empleados que se sentaron a hablar de lo ocurrido, lo encontraron divertido y se agarraron el estómago.

Una sirvienta que trabajaba en el Palacio del Oeste antes de que Rashta se convirtiera en la Emperatriz, se rió burlonamente y cruzó los brazos.

"Es un auténtico desastre. No es que se casara después de dejar claro que tenía un bebé. Engañó a Su Majestad para que se casara con él, ¿cierto? ¿No es así como actúa un estafador?"

"¿Su Majestad no lo sabía?"

"¡Por supuesto que no lo sabía! De lo contrario, no habría dejado a Navier para casarse con ella."

No sólo los sirvientes y las sirvientas murmuraban. Los nobles de alto estatus también estaban alborotados hablando del niño que se parecía a la princesa.

"Entonces, ¿ese joven llamado Alan es el padre de su primer hijo?"

"Primero tenemos que averiguar si el niño que llevaba ese joven es hijo de la Emperatriz."

"Debe serlo. Por eso fue a ver a la Emperatriz."

"¿No es la Emperatriz una belleza incomparable? Si se parece a ella, entonces por supuesto que es su hijo."

"Su hijo... ¡Qué terrible!"

"Es terrible. Si esto es cierto, ¿no sería cuestionable su posición de Emperatriz?"

Era inevitable que hubiera tanto alboroto. Ese día, muchas personas presenciaron la escena. Incluso los que al principio no sabían lo que ocurría, giraron la cabeza cuando Rashta gritó sorprendida.

En medio de todo esto, Alan llevaba varios días negándose a responder de quién era el niño que se parecía tanto a la princesa.

Hubo personas que difundieron rumores de que Rashta había tenido un hijo anteriormente, que lo había ocultado y se había vuelto a casar. Pero quienes levantaron tales rumores fueron los más amables.

Quienes difundieron rumores más provocadores murmuraban, 'es realmente asombroso que se parezcan tanto, a pesar de venir del mismo vientre', y 'hay que sospechar también del padre'.

"Quién sabe si su primer hijo y la princesa son del mismo padre."

Por supuesto, detrás de los rumores provocadores estaba el Marqués Farang y sus facciones.

Estos rumores también llegaron a oídos de Rashta uno tras otro.

'¿Qué debo hacer?'

Rashta se preguntaba entre lágrimas, sola en su habitación.

Esperó a que los rumores se calmaran, pero a medida que pasaban los días, los rumores se hacían más fuertes.

Los rumores que comenzaron con 'ese niño es su primer hijo' parecieron extenderse a '¿no será la princesa del mismo padre que su primer hijo?'

'¡Ese maldito Marqués Farang se está burlando de mí con su sucia boca!'

Alan nunca negó nada. Incluso si lo negara, nadie le creería, pero al mantener la boca cerrada, los rumores crecieron como una bola de nieve.

Rashta le pidió al Gran Duque Lilteang que organizara una gran fiesta, y en esa fiesta dijo rotundamente, "La princesa es mi primer hijo y nunca antes estuve casada. Ese niño no es mi hijo." Adoptó una postura firme, pero ni siquiera eso funcionó.

Al haber dos niños que se parecían tanto, nadie creía en las palabras de Rashta.

— La gente sigue viniendo a mi casa a indagar. Rashta, ayúdame.

Alan, que no fue de ayuda, envió una carta así después.

'¡Debí matar a ese bastardo! ¡Debí encargarme de ese bastardo, no de Rivetti!'

En cuanto Rashta recibió la carta, la rompió en pedazos furiosa.

'Qué debo hacer... qué debo hacer, qué debo hacer... incluso en esta situación, Su Majestad no se ha pronunciado. ¿No se supone que debería aplacar los rumores por el bien de la princesa?'

Rashta se devanó los sesos y finalmente encontró una respuesta.

'¿Por qué no pasar el papel de 'hueso masticable de la sociedad' a otra persona, como hice antes con la Duquesa Tuania?'

Pero la respuesta fue errónea.

En aquel entonces, esta artimaña había sido posible por la enorme popularidad de la Duquesa Tuania. Ahora, no existía tal persona.

Eventualmente, salió a relucir la prueba de paternidad.

Sovieshu, del que no se había tenido noticia hasta ahora, dio su aprobación.

— Si con esto puedo acabar con los rumores injustos sobre la princesa y la emperatriz, por supuesto que lo haré.

La gente también murmuraba que el Emperador Sovieshu no estaba seguro. Por eso la presionó con sus palabras, si Rashta estaba segura, aceptaría la prueba de paternidad.

'¡No!'

Pero Rashta no podía aceptar la prueba de paternidad.

"Es perfecto. Ahora que va al templo, Su Majestad la Emperatriz también puede probar que los Vizcondes Isqua son sus verdaderos padres, que siempre ha sido objeto de controversia."

¡El Marqués Farang volvió a arremeterla!

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