La Emperatriz se volvió a casar 119
Dos hombres confundidos
Sin duda, se pasó de la raya
Las expresiones de las damas de compañía a mi lado se volvieron rígidas de inmediato. Finalmente, Mastas no pudo soportarlo más, pero cuando estaba a punto de decir algo, se escuchó una voz mezclada con una risa desde muy cerca.
"¿Lo dices como una persona con experiencia?"
Era mi hermano.
Incluso antes de darse la vuelta, Rashta se estremeció al reconocer su voz.
Sin embargo, inmediatamente miró a mi hermano, mostrando una expresión ingenua.
"¿Qué quieres decir?"
Desafortunadamente, estaba de pie frente a Rashta, así que pude ver el cambio en su expresión.
Más importante aún... ¿mi hermano estará bien? ¿perderá la paciencia aquí?
Estaba un poco preocupada, pero afortunadamente, mi hermano le respondió a Rashta con una sonrisa.
"No significa gran cosa. Lo preguntó porque Su Majestad del Imperio Oriental habla como si ya hubiera tenido un bebé."
"No puedo entenderlo bien."
"No hay un significado más profundo."
Mi hermano, que lo repitió otra vez, añadió en tono de broma.
"No estaba tratando de insinuar que Su Majestad la Emperatriz del Imperio Oriental tenía un hijo oculto."
Aunque lo dijo en tono de broma, era verdad.
La cara de Rashta se volvió notablemente rígida, probablemente debido a esto.
Rashta movió sus labios como si quisiera preguntar si se trataba de una amenaza.
Pero no podía simplemente preguntar, '¿Me estás chantajeando?'
Si lo hacía, lo estaría reconociendo como su punto débil.
Al final, Rashta se vio forzada a sonreír y decir de la misma manera burlona.
"Eres poco cuidadoso al hablar."
"¿Yo?"
"Tus palabras tienen espinas."
"Mis palabras. Entonces, ¿qué hay en las palabras de una persona que llama desconsideradamente infértil a la hermana de uno? ¿Cuchillos? ¿Dagas?"
"¡!"
"Oh, ahora que lo pienso, dejé eso ahí."
"Ni cuchillos ni dagas... Y Rashta no sabe nada sobre eso."
Esa es la forma en que Rashta hablaba originalmente... Aunque en la superficie estaba sonriendo, parecía que estaba entrando en pánico. Afortunadamente para Rashta nadie pareció darse cuenta de eso.
"No, no es algo que Su Majestad conociera. Lo tenía en mi poder."
"¿Eh?"
"Un documento importante con el nombre de Su Majestad la Emperatriz."
No creo que de repente esté hablando de un documento con mi nombre. El documento del que habla mi hermano debe tener el nombre de Rashta.
¿Qué clase de documento perdió mi hermano?
Rashta preguntó, también desconcertada.
"¿Un documento?"
"Lo dejé accidentalmente en el palacio. Oh, por supuesto, en el Palacio del Imperio Oriental. Lo recordé ahora que vi a Su Majestad la Emperatriz."
Rashta parecía no entenderlo todavía, y aunque era reacia, no pudo responder inmediatamente.
"Deberías buscarlo cuidadosamente. Estoy seguro que era un documento importante."
Mi hermano sonrió y me miró, pero en vez de acercarse a mí, se fue a otra parte.
¡Ah!
El documento del que mi hermano estaba hablando ahora, ¿podría ser el certificado de comercio de esclavos de Rashta?
* * *
Mientras tanto.
Heinley estaba caminando al lado del Gran Duque Kapmen.
La atmósfera entre los dos era extraña.
Heinley estaba molesto e incómodo, mientras Kapmen tenía sentimientos encontrados, al pensar en lo que haría.
'¿Realmente debería llegar tan lejos? Ella se pondrá triste si hago esto, ¿aún así tenía que seguir adelante?'
Con cada paso que daba, la mente de Kapmen cambiaba de un lado a otro como una moneda.
[¿Para que me llamó? Es una molestia. Necesito volver rápidamente para estar con Reina.]
Sin embargo, al escuchar los verdaderos pensamientos de Heinley, que estaba a su lado, se decidió aún más.
Lo siguiente que vino a la mente de Heinley, fueron los recuerdos de su noche de bodas, lo que terminó de abrumar completamente su razón.
Para cuando llegó a su destino, los ojos de Kapmen estaban completamente rojos.
"¿De qué quieres hablar?"
Cuando vio a Kapmen detenerse, Heinley preguntó con una sonrisa.
Seguía siendo una molestia en su interior, pero no tenía intención de ser como Sovieshu, que se dejó llevar por su emociones y echó al Gran Duque Kapmen.
"Sé que estaba ocupado, me disculpo por llamarlo para hablar a solas."
Kapmen habló con calma, ocultando sus verdaderos pensamientos, entonces levantó dos de las copas de champán que un funcionario tenía en una bandeja.
Después de que el funcionario asintiera y desapareciera, Kapmen le extendió una de las copas a Heinley.
"Está bien. Sólo estaba un poco ocupado."
Heinley aceptó la copa que Kapmen le ofreció.
"Más importante, ¿qué puedo hacer por usted?"
"Ah, me gustaría hablar brevemente sobre el acuerdo comercial."
"¿Del acuerdo comercial?"
Heinley asintió con la cabeza, llevándose la copa de champán a los labios.
"Así es. Una vez que terminen las celebraciones de la boda, Su Majestad la Emperatriz Navier comenzará a cumplir con su papel de Emperatriz. Espero que el acuerdo comercial con Luipt sea una prioridad."
Kapmen inconscientemente lo miró fijamente. Su mirada descarada estremeció los sentidos de Heinley.
'¿Por qué me mira de esa manera?' Sintiéndose incómodo, Heinley volvió a bajar la copa de champán.
'Lo mire muy fijamente.'
Kapmen se dio cuenta tardíamente de su error y sonrió, fingiendo estar despreocupado, pero Heinley inteligentemente extendió su copa de champán a Kapmen y dijo,
"¿Qué le parece si intercambiamos nuestras bebidas?"
"¿Intercambiar nuestras bebidas?"
Kapmen sonrió como si no tuviera otra opción.
"Tiene un gusto extraño."
"Estaremos entrelazados en el futuro."
A pesar de su comentario, Heinley siguió ofreciéndole su copa de champán.
Kapmen intercambió su copa con Heinley sin mayores problemas. Luego, se bebió el champán inmediatamente.
Al ver esto, incluso Heinley sonrió torpemente, pensando, '¿Estoy exagerando?'
Kapmen bajó la mirada y sonrió internamente, escuchando los verdaderos pensamientos de Heinley.
Había vertido la poción en ambas copas por si acaso. Así que el resultado sería el mismo aunque se intercambiaran las copas.
Heinley no lo sabía, por eso inclinó la cabeza hacia atrás y bebió un sorbo de champán, aliviado. En ese momento, Kapmen se fue apresuradamente a otro lugar, manteniendo su mirada hacia abajo.
"¿Kapmen? ¿Gran Duque?"
Heinley llamó confundido al Gran Duque Kapmen, pero éste no se detuvo.
Qué hombre tan extraño. Heinley chasqueó la lengua mientras sacudía la cabeza.
"Um... ¿Su Majestad?"
Entonces, Christa se acercó cuidadosamente, llamando a Heinley.
"¿Cuñada?"
'¿Por qué Christa había venido aquí de repente?'
Heinley miró a Christa sorprendido, y su corazón latió con fuerza tan pronto como sus ojos se encontraron.
Heinley tragó fuertemente.
De repente, se sintió atraído por Christa, como si no pudiera sacar su imagen de su mente.
Heinley no pudo evitar colocar su mano sobre su pecho.
'¿Qué es esto?'
Christa también tragó fuertemente al ver a Heinley así.
Antes, cuando bebió café con el Gran Duque Kapmen, él le dijo algo muy extraño.
Le dijo que si amaba y quería acercarse a Heinley, fuera cuándo y adónde le indicara. Era en este momento, en este lugar.
Por supuesto, no creía en sus palabras. Sin embargo, estaba sumamente cerca del salón de fiestas, así que vino hasta aquí sólo por curiosidad.
Pero Heinley estaba mirándola... con una expresión de conmoción.
Además, como si quisiera negar algo, sacudía la cabeza y se mordía los labios.
"¿Su Majestad? ¿Se encuentra bien? Su cara está roja."
Christa extendió su mano cuidadosamente, observando su expresión.
Heinley dio un paso atrás.
Pero su cara todavía estaba roja.
"¿Su Majestad?"
Christa llamó a Heinley con una voz medio expectante y medio preocupada.
Heinley presionó su cara sonrojada con las palmas de su mano y rechinó los dientes.
'Fue el Gran Duque Kapmen. ¡Me hizo consumir algo extraño!'
Estaba actuando de forma extraña y su corazón latía descontroladamente.
Heinley se las arregló para abrir la boca, tenía la intención de decirle que lo mejor sería retirarse.
"Cuñada."
Pero su voz también sonaba dulce.
Heinley se sintió desesperado al notar que su propia voz estaba fuera de su control. Por otro lado, Christa se emocionó al escuchar esa voz.
Además, eso ojos. Esos ojos húmedos deseosos de afecto.
Había soñado con este momento durante más de una década.
Cuando Christa se dio cuenta que el sudor frío se estaba acumulando en la frente de Heinley, sacó un pañuelo de su bolsillo.
Sabía que el Gran Duque Kapmen había hecho algo. Pero sea lo que sea, nada de eso le importaba ahora.
Este momento fue como un sueño para ella.
"Su Majestad, está sudando."
Christa levantó su mano temblorosa y coloco el pañuelo en la frente de Heinley.
"Te limpiaré el sudor."
Heinley no podía moverse, sintiendo como si estuviera sufriendo de una parálisis del sueño.
Su cuerpo estaba fuera de su control.
Y esta escena fue vista por las nobles damas del Imperio Occidental, que salieron del salón de fiestas para tomar un poco de aire fresco.
Las damas se miraron entre sí, y se fueron rápidamente de este lugar.
Sin embargo, las damas estaban profundamente indignadas por esa breve escena que presenciaron.
"¡Cómo pudo el novio, que acababa de casarse ayer, estar con su cuñada en una atmósfera tan íntima!"
"¿Cómo pudo Christa hacer esto?"
"Qué vergüenza. Aunque es común tener concubinas, ¿no es Christa la cuñada de Su Majestad?"
"Su predecesor debe estar revolcándose en la tumba."
"No tiene nada de extraño."
"¿No?"
"¿No solía amar a Su Majestad?"
"¿En serio?"
"Era una historia famosa. Se dice que cuando se convirtió en la Princesa Heredera no dejaba de gritar y llorar. Pensaba que se trataba de un rumor falso porque parecía que el difunto rey y su alteza tenían una buena relación..."
"¡Oh, Dios mío!"
"Aún así, ¡Por qué demonios Su Majestad estaba haciendo eso tan pronto como se casó!"
"Eso significa que las personas no cambian tan fácilmente."
Las damas que condenaron fríamente el comportamiento de Heinley y Christa, se dirigieron rápidamente hacia Navier.
Debido a que acababan de celebrar su boda, estaban profundamente indignadas que el Emperador Heinley estuviera haciendo esas cosas con su cuñada.
Incluso la anterior reina Christa, por lo que sentían pena, ahora parecía malvada.
De repente, las damas, que se sintieron triste por la Emperatriz Navier, corrieron al salón de fiestas para convertirse en su fuerza.
Mientras tanto, Kapmen, inconsciente de este hecho, caminaba rápidamente por el pasillo, con la mirada hacia abajo.
Tenía la intención de ir a su habitación y tomar el antídoto de inmediato. Sin embargo, de repente un sentimiento de vacío lo invadió. '¿Qué haré después de esto?'
Cuando su corazón, que había estado hirviendo de celos, se calmó, un profundo arrepentimiento surgió en su interior.
Kapmen se quedó en blanco por un momento, y finalmente tomó una decisión.
'Como dijo Navier, lo mejor es que ame a otra persona. Para poder suprimir los efectos de la poción que controla a su gusto mis emociones, lo mejor es sufrir por otro amor. Entonces los dos sufrimientos chocarán y no tendré que pasar por esto nunca más.'
Desesperado, Kapmen se quedó inmóvil por un momento mientras pensaba adónde ir.
Justo entonces, escuchó un llanto desde la terraza en este piso. Kapmen caminó hacia allí, y cuando entró, se asombró.
Rashta sollozaba, apoyándose en las barandillas.
'¡No, no esta mujer!'
Kapmen trató de darse la vuelta a toda prisa, pero sus ojos ya se habían encontrado con los de Rashta.
'¿Cómo pudieron complicarse tanto las cosas?'
Kapmen apretó sus labios, pero en el momento en que las lágrimas acumuladas en los ojos de Rashta se derramaron por sus mejillas.
No pudo evitar quitarse el abrigo debido a los fuertes efectos de la poción.
"¿Gran Duque?"
Para sorpresa de Rashta, Kapmen la cubrió con su abrigo.
Rashta abrió los ojos completamente, sorprendida por la actitud de Kapmen, que normalmente la trataba con desdén.
"Esto..."
"No llores."
"Ah..."
"Si lloras, me harás sentir triste."
La desconcertada Rashta se puso de pie de un salto.
Kapmen se dio la vuelta maldiciendo su lengua.
***
¿Sucedió algo malo?
Por alguna razón, Heinley, que fue a hablar a solas con el Gran Duque Kapmen, no regresó.
No sería fácil encontrar a ambos, así que después de esperar un tiempo en el salón, regresé primero al dormitorio.
Cuando le pregunté a Yunim, dijo que Heinley ya había vuelto.
¿Subió solo sin decir nada? Él no es así...
Era extraño, pero una vez que entré en mi habitación, fui al dormitorio compartido y llamé a la puerta de Heinley.
"Heinley. ¿Puedo pasar?"
"..."
"¿Heinley?"
Sin embargo, la respuesta que escuché desde el interior de la habitación fue de rechazo.
"Reina. Lo siento. No me siento bien en este momento."
"¿Quieres que te traiga alguna medicina?"
"No, está bien. Creo que me sentiré mejor después de una siesta."
Su voz era débil.
Estaba empezando a asustarme.
¿Podría ser que los efectos secundarios por usar la cama de piedra de maná se estaban manifestando en Heinley?
***
Mientras Navier sentía curiosidad por la actitud de Heinley.
Kapmen, que estaba a punto de irse, terminó sentándose en un banco de la terraza junto a Rashta, empujado por los efectos de la poción.
Kapmen pensaba que las estrellas blancas en el cielo nocturno se parecían a Rashta, entonces escupió barbaridades en su interior.
Esta poción era casi una maldición.
Además, incluso en medio de todo esto, sus sentimientos hacia Navier seguían intactos, y cuando miraba la luna en el firmamento, para él se parecía a Navier.
'Debo estar enloqueciendo.'
Rashta, inconsciente de lo que pasaba por la mente de Kapmen, expresó enérgicamente su disgusto por lo que había pasado antes.
"Entonces su hermano se metió con Rashta... ¿no es eso demasiado?"
"Eso es demasiado."
"Fue casi una amenaza. Rashta sólo se preocupaba por su hermana con buenas intenciones."
[¿Cuántas personas habrán escuchado que la emperatriz depuesta es infértil? ¿Esto afectará la posición de la emperatriz depuesta?]
Kapmen sonrió interiormente mientras escuchaba los lloriqueos de Rashta.
Era una mujer hermosa con una voz encantadora. Además, su voz interior era suave y acogedora.
Sin embargo, era verdaderamente irónico que teniendo una voz interior tan dulce, tuviera pensamientos tan descaradamente perversos.
Aunque sabía que Rashta estaba mintiendo, y le enojaba que dijera cosas ofensivas hacia Navier, estaba preocupado por la frágil apariencia de Rashta.
Se debía a los efectos de la poción, pero era igual de efectivo.
Rashta, que se dio cuenta de esto en la mirada de Kapmen, sonrió mientras se aferraba con sus manos al abrigo que le había dado.
No eran pocos los hombres que habían reaccionado así, embriagados por su apariencia.
La actitud de Kapmen no era nada nuevo para Rashta.
[Los hombres no tienen otra opción que amar a Rashta. Heinley también amaba a Rashta al principio.]
Kapmen sonrió levemente, escuchando sus confiados pensamientos, y rápidamente se levantó cuando sintió que los efectos de la poción se calmaron un poco.
"Me iré ahora."
Tenía que volver a su habitación rápidamente antes de que pudiera hacer otra tontería por estar fuera de control.
"Oh. El abrigo..."
"Puedes quedártelo."
Pero al darse la vuelta, Kapmen escuchó los pensamientos de Sovieshu.
[De todos modos, no estará en la posición de la Emperatriz por mucho tiempo.]
Tenía una voz tranquila.
Cuando Kapmen miró hacia arriba, vio a Sovieshu apoyándose en las barandillas de la terraza del piso superior.
Él estaba mirando exactamente en esta dirección.
Cuando Kapmen inclinó la cabeza en señal de saludo, Rashta miró en esa dirección, preguntándose, '¿Qué pasa?'
Cuando vio a Sovieshu, se levantó sorprendida.
"¡Su Majestad! Esto es..."
Trató de excusarse, pero Sovieshu se fue de la terraza sin decir una palabra.
Rashta salió apresuradamente de la terraza en la que estaba con el Gran Duque Kapmen. Sin embargo, cuando subió las escaleras, Sovieshu ya se había ido.
Rashta entró en pánico por un momento, pero pronto se calmó.
'No. Es lo mejor. Parecía creer que Rashta era un pez atrapado, por eso estaba con la guardia baja. Ya era hora de que Su Majestad lo supiera. Cuán amada es Rashta. Ahora que ha visto a alguien como el Gran Duque acercarse a mí, estará celoso y preocupado.'
En vez de seguir a Sovieshu, Rashta, que lo pensó mejor, sonrió suavemente y bajó de nuevo las escaleras para detener al Gran Duque Kapmen.
Debo hacerle entender que si sigue extrañando a su ex-esposa me perderá a mí también.
"Gran Duque. Hablemos un poco más."
***
Al día siguiente.
Intenté ver a Heinley, pero se me informó que McKenna había venido a buscarlo para tratar un asunto urgente sobre la frontera y se fue.
En cambio, dejó para mí un plato de huevos revueltos y pan.
Mientras miraba el plato, de repente me sentí inquieta.
Nuestra noche de bodas era obligatoria. Después de que dormimos juntos por primera vez, ¿se perdió la amistad que habíamos construido? Incluso me avergonzaba cuando pensaba que le gustaba a Heinley.
Pero ayer, las damas fueron excepcionalmente amables conmigo.
Sí. Por extraño que parezca, las damas del Imperio Occidental me trataron bien.
Eso es un buen logro.
De todas formas nuestro matrimonio no es por amor...
Tal vez me dejé llevar por la pasión que mostró en la noche de bodas.
Abrazándome, diciéndome que me amaba, que estaría feliz de morir así, susurrándome que no quería separarse de mi lado, y sosteniéndome entre sus brazos entumecidos durante toda la noche...
Creo que me dejé llevar por eso.
Era posible que Heinley sólo estuviera emocionado porque se trataba de su primera experiencia.
Para apaciguar mis sentimientos agridulces, salí al jardín.
Allí, me encontré con el Gran Duque Kapmen.
El Gran Duque Kapmen se sobresalto por un momento, pero pronto se acercó a mí.
Cuando lo vi, recordé el momento en que nuestros ojos se cruzaron el día de la noche de bodas.
Deliberadamente dejé de lado los asuntos personales y abordé el tema del acuerdo comercial.
El Gran Duque Kapmen también siguió mis intenciones de inmediato.
¿Cuántas palabras intercambiamos así?
"Gran Duque Kapmen, hermana. Buenos días."
Mientras caminábamos, Rashta apareció y nos saludó.
¿Cuánto tiempo seguirá diciéndome hermana?
No me gustó, pero mostré una expresión tranquila y le devolví el saludó, "Buenos días."
"Buenos días."
El Gran Duque Kapmen, a mi lado, también la saludó con calma.
Rashta se paró al frente del Gran Duque Kapmen, sonrió encantadoramente y le preguntó gentilmente,
"Gran Duque, ¿regresó a salvo anoche?"
¿Anoche? ¿Estuvieron juntos? ¿Qué estaba pasando?
Mientra estaba sorprendida, el Gran Duque Kapmen abrió la boca.
"Mi abrigo ayer..."
"Oh, el abrigo. Yo lo tengo."
Rashta me miró, como si estuviera hablando de un secreto.
En esta situación, ¿debería irme?
Después de pensarlo un momento, escuché la voz firme de Kapmen.
"Lo quiero de vuelta."
Lo extraño no terminó ahí.
Rashta preguntó, mirando desconcertada al Gran Duque Kapmen.
"¿Por qué de repente está así, Gran Duque?"
¿Por qué estaba tan desconcertada? ¿No es el Gran Duque Kapmen siempre tan franco?
"Por favor, envía la ropa a través de un recadero."
Después de que Rashta se marchó.
"¿Qué pasó entre ustedes dos?"
Pregunté con curiosidad, y el Gran Duque Kapmen respondió firmemente,
"No pasó nada."
"¿?"
***
Aunque dijo que no pasó nada, en realidad Kapmen estaba un poco conmocionado.
Kapmen estaba seguro que ayer los efectos de la poción funcionaron hacia Rashta. Sin embargo, cuando se despertó esta mañana se sintió mejor. Ahora no importaba si veía a Rashta.
El problema era que los efectos de la poción seguían funcionando hacia Navier.
'¿Qué está pasando?'
Kapmen pensó que era extraño, se preguntaba si a Heinley también le pasó lo mismo, así que después de separarse de Navier, se apresuró a verlo.
Justo entonces, Heinley estaba hablando con Christa.
'La bebí dos veces, los efectos de una poción desaparecieron rápidamente, ¿pero la otra no?'
Mientras se preguntaba esto, pudo escuchar la conversación entre los dos.
"Ya veo. Discutiremos esa parte también."
"Gracias por escuchar mi opinión."
"No es nada. Cualquier persona del Imperio Occidental puede dar su opinión."
"¿Cualquier... persona?"
"Y sobre lo de ayer, cuñada."
"Ah......Sí, Su Majestad."
"Estaba borracho y perdí la cabeza por un momento. Lo siento. Cuando me emborracho no estoy del todo consciente."
"¿Estabas borracho?"
"Así es. Pero, como otros pueden malinterpretarlo, de ahora en adelante cuando esté borracho, por favor no te preocupes por mí y pasa de largo."
Heinley recordaba claramente que Christa fue quien se acercó a él primero y limpió su frente, pero incluso eso lo asumió como su error.
Por otro lado, Christa, que tenía grandes esperanzas por lo de ayer, sintió que perdía la fuerza en sus piernas, que se derrumbaría en cualquier momento.
Aunque cuando le limpió el sudor, él de repente salió corriendo como si hubiera recuperado la consciencia.
Ella pensó que Heinley estaba sorprendido por sus sentimientos hacia ella...
"O llama a McKenna o algún cortesano."
Heinley habló fría y decididamente. Christa lo miró con ojos temblorosos y se fue como si estuviera huyendo.
Kapmen se dio cuenta de que los efectos de la poción de amor en Heinley también habían desaparecido en un día.
'Si los efectos de la poción no son más fuertes que antes, entonces, ¿por qué los efectos de la poción siguen intactos hacia Navier?'
La hipótesis que su maestro le menciono estaba resonando en sus oídos.
Dijo que estuvo enamorado de ella antes de tomar la poción, por eso resultó ser más eficaz.
'¿Yo... siempre estuve enamorado de la Emperatriz Navier?'
Si te gusta mi trabajo, puedes apoyarme comprándome un café o una donación. Realmente me motiva. O puedes dejar una votación o un comentario 😃😁.
0 Comentarios
Deja tu comentario p'