La Emperatriz Regresa 51
Realización (1)
Ella le devolvió el abrazo. Él la levantó y se dirigió al árbol bajo el que se había sentado, sin romper el beso ni una sola vez. La colocó en el suelo y ella pudo sentir la exuberante y verde hierba bajo su espalda. Profundizó el beso y la abrazó aún más. Ella cerró los ojos y se entregó al beso. Finalmente, se separaron para volver a respirar.
"¿Quién te enseñó a luchar con la espada?" preguntó él, mirándola con ternura.
Viola esperó a que su corazón dejara de latir con fuerza. "Edward, mi hermano", respondió ella con tristeza.
"¿Hubo un príncipe en el Reino de Koronis?" preguntó él, desconcertado.
No lo sabía, obviamente. Viola y Edward habían sido la vergüenza de la familia real. Hijos bastardos nacidos de una mujer esclava. Pero para ella, Edward lo había sido todo. Su familia había sido preciosa.
"Sí ... sólo te cuento esto porque ya no soy candidata a princesa de la corona. Somos hijos del rey de una mujer esclava, una concubina. Murió en un accidente"
"Ya veo" dijo él, mirándola.
Viola no quería revelar que había muerto en una batalla con el Ejército de la Sangre. Cuanto menos supiera él, más seguro sería para ella. El Imperio Arpen era su objetivo de venganza. Ella planeaba vengar la muerte de Edward. Si le decía a Lune, la pondría en peligro a ella y a otros. Sería tachada de traidora. Además, como Comandante de los Caballeros Imperiales, había matado tanto a su hermano como al propio príncipe heredero.
"Ahora, por favor, apártate de mi camino, puede que no sea bueno que la gente nos vea así".
Se levantó y se quitó las hojas del vestido.
"Tengo curiosidad por algo"
"¿Qué cosa?", preguntó él, mirándola.
Ella se alisó el vestido y se ató el pelo.
"¿Cuál es tu cargo oficial?"
"Ya has tardado en preguntar" dijo él, sonriéndole.
Viola se encogió de hombros. Fingió que no le importaba de ninguna manera.
"Duque Lune Armioned ... ése es mi título y mi nombre completo"
El corazón de Viola se desplomó. ¿Y si era de sangre imperial? Pero eso no podía ser. Podría ser el hijo de una duquesa, nada más.
Levantó una ceja cuando el alivio apareció en su rostro. La agarró de la mano y volvió a tirar de ella hacia abajo con él. Viola lo miró por encima de ella y él la miró lleno de amor.
"¿Tanto te alivia saber que no formo parte de la familia imperial?"
"Sí"
"Sabes que trabajo para ellos" ... así que mi lealtad sigue estando con los imperiales del Imperio de Arpen"
"Por supuesto ... pero espero que no esperes que muestre la misma lealtad hacia ellos".
"Lo sé .... pero ¿me atrevo a esperarlo?"
"No"
Dijo ella con vehemencia y apartó la mirada. Él le agarró la barbilla con suavidad y la hizo volver a mirar hacia él.
"Por muy sangriento que sea el Imperio Arpen ... tenemos nuestro sentido de los principios y del orgullo"
Ella se rió burlonamente.
"¿Principios? ¿Orgullo?"
Escupió las palabras una a una.
"¿No es sólo arrogancia? El Imperio de Arpen disfruta de la riqueza que arrebata masacrando a los países más pequeños. No deberías decirle eso a un rehén que tomaste de un país tan pequeño. No justifiques tu sed de sangre"
Ella lo apartó con fuerza, se levantó y se sacudió la suciedad del vestido. Giró sobre sus talones, pero él le agarró la mano.
Ella se volvió hacia él. Él seguía sentado, mirándola.
"¿Quieres escucharme un rato?"
"No" contestó ella enfadada "no quiero seguir escuchando"
Le quitó la mano de encima y le hizo una reverencia. Luego le dio la espalda y se alejó, sintiendo su mirada mientras lo hacía.
Se apoyó en la puerta de su habitación y suspiró con tristeza. Le estaba agradecida por haberla salvado de las garras del príncipe heredero, pero su resentimiento hacia el Imperio de Arpen y sus gobernantes era demasiado grande para superarlo. No podía perdonar al imperio por haber matado a Edward y por explotar a los países pequeños. El Imperio de Arpen debía ser borrado de la faz de la tierra para que el continente esloveno recuperara la paz.
Se sintió agotada cuando entró en la habitación y se sentó en el sofá. Vio la bandeja de manjares que Lune le había dado a Rosha para ella. La llenó de asco. Agarró la bandeja y la arrojó por la ventana.
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Esperaba que el paseo nocturno se cancelara por el incidente del día. Pero él estaba allí mientras ella terminaba su cena.
"Quiero montar hoy" dijo ella, tratando de no mirarlo.
"Por supuesto ... cámbiate y ven. Te espero"
Viola se puso su ropa de montar y cogió una capa. Se suponía que era su amante, por lo que debía mantener su rostro cubierto cuando estuviera fuera de la villa imperial. Se subió la capucha al llegar a los establos. El hombre encargado se apresuró a saludarlas. Miró a su alrededor, pero no vio ninguna señal de Paul. Rosha debía de haberle informado ya, pero no había nadie a la vista.
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