Mi deseo son dos camas separadas 102
La razón del matrimonio (1)
Traducción Coreano-Español: Asure
Chirp, chirp.
El sol brillante se derramaba sobre el templo blanco como la nieve. Un hombre devoto, que había ido temprano en la mañana a rezar, estaba a punto de regresar.
—Buenos días, Sacerdote.
—Sí. Que la gracia de Dunamis esté contigo, devoto.
El hombre saludó alegremente al sacerdote que estaba limpiando las escaleras.
—Es muy temprano, ¿por qué limpia tan pronto? Todavía falta mucho para que comience la misa regular.
—Ah, ¿todavía no lo sabes?
El sacerdote dijo con una expresión de comprensión. El hombre, que había llegado tarde anoche desde Berite, solo parpadeó.
—¿Qué quiere decir...?
—Estos días, antes de la misa, se celebra una reunión de oración para la lluvia. Leemos la oración del Rey que vino de la capital. Creo que habrá muchos asistentes hoy, así que estoy limpiando de antemano.
—¡¿En serio?! ¿La oración del Rey?
Sabía que a menudo, cuando el país estaba en un estado de agitación, se celebraban reuniones de oración para pedir la protección de Dios. Pero, ¿leer la oración de "ese" rey maldito?
El hombre sintió un miedo repentino de que fuera maldecido y trató de detener al sacerdote. En ese momento.
—¡Hola, Sacerdote! ¡Oh, el templo está limpio incluso a primera hora de la mañana!
—Oh, Matison, ¿también has venido?
Un grupo de unas 20 personas se acercó haciendo mucho ruido. Todos parecían emocionados, saludaron al sacerdote y desaparecieron en la misma dirección.
—Vamos, vamos, entremos rápido. Si queremos escuchar la oración de cerca, tenemos que sentarnos en los primeros asientos.
—Como siempre, los devotos de Nabita son apasionados.
El sacerdote se encogió de hombros con orgullo. El hombre preguntó con incredulidad.
—¿Acaso todas esas personas asisten a la reunión de oración del Rey?
—Sí. La primera reunión de oración fue hace dos semanas, y esta es la cuarta. Al principio éramos cinco, pero cada vez hay más, hoy son veinte. Probablemente se duplicará la próxima vez.
El sacerdote dijo que también tenía que ir y comenzó a recoger la escoba. El hombre, que había venido a Nabita a buscar comida, lo detuvo con urgencia.
—No, ¿por qué...? ¿Por qué la oración del Rey en esta situación? ¡Si algo sale mal, la ira de Dios también podría llegar a Nabita!
—Ah, es por 'ese' rumor. Tranquilízate, devoto.
El sacerdote lo tranquilizó con una expresión de comprensión.
—Hace dos semanas, llegó el mensajero que trajo la oración del Rey. Casualmente, cinco devotos que estaban en el templo en ese momento, junto con los sacerdotes, tuvieron que leer la oración. Y todos se asustaron al recordar los terribles rumores sobre el Rey...
Gulp.
El hombre tragó saliva con miedo.
¡Dios mío, leer la oración de un rey que Dios odia! ¡Y en el templo! ¿Acaso recibieron algún castigo divino...?
—Llovió.
—... ¿Sí?
El hombre, que estaba aterrorizado, no podía creer lo que escuchaba. Las palabras del sacerdote que siguieron fueron inesperadas.
—Al principio pensé que era una coincidencia. Pero después de eso, no volvió a llover, así que decidimos reunir a algunos devotos y celebrar una reunión de oración para leer la oración del Rey. ¡Y volvió a llover!
—¿Qué, qué...? ¿Dice que llovió después de leer la oración del Rey?
El hombre estaba atónito, como si no entendiera lo que estaba diciendo. El sacerdote asintió con seguridad.
—Sabes que la situación actual de la comida en Nabita ha mejorado, ¿verdad? Eso es gracias a la lluvia que cayó hace dos semanas. ¡Las semillas y los cultivos estaban a punto de secarse cuando cayó la lluvia salvadora! Desde entonces, cada vez que celebramos la reunión de oración con fervor, llueve, ¡ahora podemos respirar tranquilos.
El hombre abrió la boca con asombro.
'¿Es esto posible?'
¿El rey que recibe el odio de Dios, su oración trae lluvia?!
—S, Sacerdote, no creo que esté mintiendo. Pero es tan increíble que no puedo creerlo...
—Lo entiendo. ¿Por qué no te quedas conmigo y lo ves? Seguro que hoy, después de la reunión de oración, lloverá.
El sacerdote tomó la escoba y llevó al hombre adentro. El hombre, que había planeado irse tan pronto como terminara la oración para buscar comida, lo siguió con confusión.
Y unas horas después.
¡Sshhh!
—¡Lluvia! ¡Lluvia!
—¡Oh, Dunamis!
—¡Larga vida al Rey!
Las gotas de lluvia húmedas se filtraron en la tierra seca. Las personas que habían estado esperando ansiosamente después de terminar la oración salieron corriendo al patio y se alegraron.
—¿Te dije que tenía razón?
—Esto, esto es...
Realmente estaba lloviendo.
La mandíbula del hombre se le cayó. Era demasiado precioso para atribuirlo a una simple coincidencia. Era la línea de vida de todos, que habían estado rezando día y noche en medio de la calamidad.
—¡Cuanto más gente hay, más llueve! ¡Tendré que traer a mi hermano la próxima vez!
—¡Hermano, yo traeré a todos mis parientes!
Los gritos de la gente resonaron en los oídos del hombre.
El hombre corrió al mercado. Y mientras compraba comida con urgencia, escuchó la misma historia que le había contado el sacerdote.
Hace dos semanas, de repente llovió y las semillas sobrevivieron.
Y casi al mismo tiempo, la tierra seca comenzó a recuperar su vitalidad, y cada vez que se celebraba una reunión de oración, llovía.
—Los comerciantes que visitaron Nabita hace unos días también eran como usted. Todos corrieron a sus pueblos y dijeron que celebrarían una reunión de oración con la oración del Rey.
El niño que vendía papas en la tienda exclamó alegremente. El hombre sintió un escalofrío por todo el cuerpo y pensó:
'Definitivamente aquí hay menos daños. Escuché que en otros lugares, incluso las semillas recientes se habían secado'.
Era una sequía tan severa que una lluvia ocasional no la resolvería. ¡Eso significaba que era muy probable que hubiera llovido muchas veces!
'No hay nada más a lo que aferrarse. ¡Vamos a intentarlo!'
Las gotas de lluvia que caían sobre su cabeza se sintieron dulces. Finalmente, el hombre salió corriendo con seguridad.
—¡Gracias, chico!
—Ah, sí. ¡Tenga cuidado!
El niño de la tienda despidió al hombre que regresaba a Berite con una sonrisa.
—Je, je, espero que llueva mucho.
El niño abrió la ventana de la tienda y disfrutó del fresco aroma de la lluvia. En ese momento, un comerciante entró con una caja de madera.
—Oh, parece que hay otro cliente que no he visto antes. ¿De qué región vienes esta vez?
—¿Ha venido el señor? Dicen que esta vez viene de Berite. Probablemente haya recibido noticias del templo.
El niño que recibió los artículos respondió con una sonrisa. Los ojos del comerciante brillaron por un momento y soltó una carcajada.
—¿En serio? Debiste haberte sorprendido bastante. Debes haberte dado cuenta de que el rumor de que Dios odia al Rey es completamente falso.
—Sí, ¿cómo se extendió ese rumor? Ah, ¿esta vez también lo repartiremos gratis?
El niño preguntó mientras arreglaba las botellas de medicina dentro de la caja.
—¡Si lo haces, te lo agradecería! Los agricultores deben vivir para que nuestra empresa de fertilizantes pueda respirar un poco. Voy a repartir fertilizantes para el suelo gratis hasta que la economía se recupere.
—¡Sí! Se los repartiré a todos, gracias.
—Sí, gracias. Bueno, me voy a hacer negocios en otro pueblo.
—Sí, vuelva pronto.
Clang.
El comerciante subió al carro que esperaba bajo la lluvia que caía. Su rostro amable y sencillo se volvió agudo, y sacó un pequeño rollo de su pecho.
- Distribución completa de la poción purificadora en Nabita. El siguiente objetivo es... Berite.
El comerciante selló el rollo con cera con el sello del sello real. Luego, lo ató a la pierna del mensajero que esperaba en el carro y lo lanzó al exterior.
Un rato después. Otro hombre con una caja vacía entró en el carro.
—Uf, ya he entregado todos los nutrientes. Ja, ja, la gente estaba tan agradecida que incluso hicieron pedidos de otros productos. ¡Qué suerte!
Era un miembro de la organización del gremio de comerciantes, que tenía una amplia red de distribución. La economía no iba bien debido a la sequía, pero gracias a este hombre, que Adele le había presentado, había hecho muchos nuevos negocios y se sentía afortunado.
—Ese fertilizante para el suelo es realmente asombroso. A ver, ¿qué tal si desarrollamos algo más rentable? Hagamos un contrato de exclusividad con nosotros.
—Je, je, ¿por qué no?
El comerciante, que rápidamente ocultó el sello real, volvió a poner una cara sencilla y puso en marcha el carro.
¡Creak!
Un rato después, el carro del miembro de la organización de información desapareció suavemente.
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El hombre regresó apresuradamente a Berite y de inmediato reunió al jefe de la aldea y a los principales líderes para contarles lo que había oído.
— ¿Eso tiene sentido? Podría ser solo una coincidencia.
dijo el jefe, incrédulo. Entonces, el dueño de la posada más grande de Berite se rascó la cabeza con confusión.
— Bueno, yo también escuché algo esta mañana. ¡Me dijeron que Tailan y Manuka, que están tan afectados por la sequía como nosotros, también tuvieron lluvia repentina hace unos días! ¡Y dicen que la condición del suelo ha mejorado notablemente! ¡Curiosamente, esto sucedió después de que la oración llegara al templo del pueblo!
Las palabras del posadero causaron un revuelo. Entonces, el hombre que había venido de Nabita cerró los ojos con fuerza y gritó:
— ¡Intentemos hacerlo también! ¡De todos modos, ya no hay dónde retroceder!
Sheril estaba en plena floración, pero la sequía cada vez más intensa aumentaba la necesidad de mantenimiento.
Los comerciantes desconocidos exigían cada vez más mantenimiento, y para no perder toda la Sheril que habían cultivado, tuvieron que aceptar sus demandas, lo que provocó que todo el dinero ganado con el cultivo de Sheril se fuera.
— Si no llueve más, todo habrá terminado. Moriremos abrazando a Sheril, o moriremos por la ira de los dioses, de cualquier manera, estamos perdidos.
— Bueno, ¡hagámoslo! ¡Aunque nos parezca una locura, vamos a intentarlo!
Finalmente, los aldeanos, aunque confundidos, comenzaron a aceptar la idea uno por uno.
— Mmm...
El jefe, que estaba indeciso, no pudo resistir la presión de la mayoría y dio su consentimiento.
Los más rápidos fueron a visitar el templo del pueblo vecino. La oración escrita por el propio rey, junto con el sacerdote.
Días después, los habitantes de Berite, que se habían enterado de la noticia, acudieron a la reunión de oración con dudas y esperanzas. Debido a la gravedad de la situación en su región, la mayoría de los habitantes participaron, con la esperanza de aferrarse a un clavo ardiendo, y la asistencia fue considerable.
Y...
¡Sshhh!
— ¡Oh, cielos! ¡Es lluvia de verdad!
— ¿No es cierto que el dios está enojado con el rey...?
— ¡No es enojo, ¡es que nos está protegiendo!
La tierra seca de Berite se humedeció. Las caras de los aldeanos que estaban sufriendo se iluminaron con sonrisas, y todos se llenaron de gratitud por la misericordia del dios y el esfuerzo del rey.
Cuanto más se repetía la reunión de oración, especialmente cuando aumentaba el número de participantes, la lluvia caía sin parar.
Además, el gremio de comerciantes que se dedicaban a la venta de fertilizantes llegó y colocó fertilizantes gratuitos en los campos. El estado del suelo mejoró notablemente.
— Es una subvención del palacio real. El barón, que era el señor feudal, fue destituido por la evidencia de malversación de fondos de las subvenciones existentes, Berite fue incorporada al territorio de Manuka, que está cerca.
— ¡Gracias! ¡Gracias!
Las buenas noticias continuaron. De repente, un funcionario del centro llegó y distribuyó ayudas a cada hogar. Era una recuperación increíblemente rápida.
— ¡Señor jefe, ya está! ¡Nos salvamos!
— ¡En solo una semana, la situación ha dado un vuelco! ¡Sin duda, el dios nos ha tenido en cuenta, o mejor dicho, ha tenido en cuenta la devoción de nuestro rey.
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