Mi deseo son dos camas separadas 63
¿Qué es lo más aterrador de la Torre de Magia? (3)
Traducción Coreano-Español: Asure
Julia estaba riendo sin pensar en nada cuando, de repente, su cuerpo se estremeció.
Las pestañas oscuras, ligeramente entrecerradas, se mezclaban con aquellos ojos azules, formando una vista deslumbrante. Aquella mirada seductora susurraba como una canción.
—Te enseñé a ponerte en guardia en momentos así.
Sin darse cuenta, Julia tragó saliva. Pero le avergonzaba haber reaccionado exactamente como Endymion decía, así que fingió valentía.
—No estoy… ¡nerviosa!
Chup.
Julia contuvo la respiración. La sensación ligera en sus labios la sorprendió tanto que estuvo a punto de morderse la lengua.
Los ojos de Endymion brillaban con intensidad mientras observaba cada detalle de su reacción.
Aquel contacto prolongado hizo que el corazón de Julia latiera tan fuerte que dolía. Pero, aparentando indiferencia, abrió la boca para hablar.
—¿Quién te dio permiso para besarme?
—Ah, ¿así que ahora esto ya no te pone nerviosa?
—Así es.
Con un aire altivo, Julia levantó la barbilla. Detrás de su espalda, sin embargo, apretó los puños, tratando de ocultar el cosquilleo que sentía.
Pero Endymion, con una sonrisa arrogante, la miró como si supiera perfectamente lo que ocurría y estuviera dispuesto a fingir lo contrario.
—Entonces, ¿te pondrías nerviosa si te beso de verdad?
¡¿Qué está diciendo este tipo ahora?!
Los ojos de Julia se abrieron de par en par, rápidamente negó con la cabeza.
—Aquí está demasiado iluminado… No, espera. ¡Te dije que no habría contacto hasta que corrigieras tu actitud!
Preocupada de que todo se deslizara sin resolver, Julia lo dijo con firmeza.
Pero entonces, Endymion levantó una de sus firmes manos y le acarició la mejilla con suavidad.
—Ya hice las paces con el mago.
—…
—Nuestra relación ha mejorado.
Los ojos violetas de Julia reflejaron su conflicto interno. Sabía que Endymion intentaba seducirla, pero su argumento sonaba bastante convincente.
Además, al verlo preocuparse por Boris, realmente parecía haber cambiado su actitud. En ese caso, como recompensa, quizás solo una vez…
—Quiero besarte.
Endymion inclinó la cabeza y susurró. Sus largas pestañas, inusuales en un hombre, temblaron mientras la miraba fijamente con calidez.
Al final, no fue la magia la que hechizó a Julia, sino su propio esposo.
—…Solo una vez.
—Sí, mi señora.
Su tono era ligero, pero su voz sonaba ligeramente más profunda.
Endymion respondió de inmediato y se inclinó hacia ella.
Sus manos firmes rodearon con delicadeza el rostro de Julia. Sintiendo el calor subirle a las mejillas, ella cerró los ojos.
Y justo cuando sus labios estaban a punto de encontrarse…
Creak.
—¡Hic!
Un ruido repentino hizo que Julia se sobresaltara y empujara a Endymion.
Su cuerpo firme apenas se movió, pero dejó ver una expresión de fastidio.
Julia, con la respiración agitada, se cubrió los labios con el dorso de la mano y miró rápidamente hacia un lado.
—Boris… ¿Eh?
Un niño de ojos redondos los miraba fijamente desde abajo.
Por el sonido, Julia había supuesto que era Boris, pero se equivocaba.
'Menos mal. No nos atraparon'
Sin embargo, el ambiente que tanto les había costado construir se había desvanecido por completo.
Suspirando con una mezcla de alivio y ligera decepción, Julia murmuró:
—¿Qué hace aquí una niña?
Endymion murmuró con voz incómoda.
Julia, por su parte, sintió ganas de reír y mordió su labio inferior sin razón. Luego, carraspeó, moduló su voz y habló suavemente.
—Hola. ¿Cómo te llamas?
—Hola, soy Pal.
La niña, que tenía el cabello castaño claro trenzado en dos coletas, respondió. Por su apariencia y voz, parecía tener alrededor de siete años.
—Hola, Pal. Yo soy Julia. ¿Cómo llegaste aquí?
—¿Eh? Caminando.
Respondió con firmeza, pero su respuesta era inesperada. Julia sonrió y se inclinó a su altura.
—Quiero decir, ¿Cómo terminaste aquí? No hay nada alrededor. ¿De dónde vienes?
—Yo vivo aquí.
Ante su respuesta tranquila, Endymion miró a la niña con indiferencia.
—Debe ser una maga.
No era imposible, considerando que la gente suele despertar sus habilidades mágicas a una edad temprana. Julia recordó que ella había manifestado su poder mágico por primera vez a los cinco años y asintió con un 'ah' de comprensión.
—Ya veo. Eres muy joven para estar en la Torre de Magia.
Julia sonrió y, con ternura, le acarició la cabeza. Pal observó fijamente su mano mientras tocaba su coronilla y luego sonrió también.
—Julia es realmente hermosa.
Pal comenzó a dar vueltas alrededor de Julia, murmurando que le gustaban las cosas bonitas. Julia, algo sorprendida, notó sus brillantes ojos color ámbar y le devolvió la sonrisa.
—Gracias. Tú eres más bonita, Pal.
—No, Julia es más bonita. Tienes el cabello como el de una princesa y la voz de un ángel.
Tan honesta como solo una niña puede ser. Julia se sintió un poco avergonzada por el inesperado cumplido, pero también le alegró, haciendo que la comisura de sus labios se curvara hacia arriba.
—Parece que esta niña sabe de lo que habla.
Endymion, que hasta entonces la había mirado con desconfianza, habló con satisfacción. Pal giró la cabeza rápidamente y se le acercó con cautela.
—Mmm, tú también eres guapo… pero.
—¿Qué?
—Tus ojos son muy feroces, así que no me gustas tanto. Julia es adorable.
—…….
Después de decir lo que quería, Pal salió corriendo. Endymion, que de golpe recibió una crítica y presenció otro elogio para Julia, endureció la expresión de sus labios de manera extraña.
—¿Puedo tomar tu mano, Julia?
Con los ojos brillantes de emoción, Pal la miró mientras preguntaba. Endymion, aún procesando la inesperada ofensa, cruzó los brazos con una expresión rígida.
Julia soltó una pequeña risa y extendió su mano sin dudarlo.
—Por supuesto.
Pal la tomó al instante, encantada. Julia echó un vistazo a su alrededor en busca de un lugar donde sentarse y vio una gran roca plana con algunas hojas encima.
—Ven, sentémonos aquí y hablemos.
Con facilidad, alzó a Pal y la sentó sobre la roca. La niña mostró una expresión de sorpresa al sentirse suspendida en el aire, pero cuando Julia la colocó con firmeza y sin tambalearse, dejó escapar un sonido de asombro.
—¡Guau! ¡Eres muy fuerte, Julia!
—Sí. Mi sobrino tiene una edad similar a la tuya, así que lo cargo a menudo.
Parecía que Pal era un poco mayor que su sobrino, pero al ser una niña, su peso era similar. En ese momento, Endymion, que ya estaba a su lado, comentó:
—Con razón ese mocoso siempre me rogaba que lo cargara cada vez que me veía.
—¿En serio? ¡Qué lindo! ¿Y lo cargaste?
Julia rió con picardía mientras preguntaba, pero Endymion desvió la mirada con una ligera pausa en su expresión.
—No me digas… ¿Nunca cargaste a tu único sobrino?
¡Cómo podía ser tan cruel con un niño tan adorable!
Julia abrió los ojos de par en par, lista para reprenderlo, pero Endymion cambió rápidamente de tema.
—Si está sola aquí, supongo que salió de la Torre de Magia sin compañía.
Habló con un tono que sonaba más a interrogatorio que a conversación.
'¿Cómo es que trata tan torpemente a los niños cuando su sobrino solo tiene cinco años?'
Para Julia, que adoraba a Ed y no podía dejar de mimarlo, esto era incomprensible. Pensó que Endymion tenía un problema y respondió con tranquilidad.
—Tal vez se perdió sin querer.
—Sí, eso pasó.
Pal asintió y movió ligeramente los dedos. Pequeñas y delicadas partículas de nieve se formaron en su punta y flotaron como polvo de estrellas.
—Iba a encontrarme con alguien, pero el camino se torció.
—Ya veo. Entonces, ¿quieres regresar con nosotros a la Torre más tarde?
Julia, fascinada por la pequeña nevada, le sonrió dulcemente.
—¡Sí!
Pal exclamó emocionada y, sin soltar la mano de Julia, comenzó a observarla detenidamente.
—Tus manos también son bonitas. ¿Cómo puedes ser tan hermosa? De todas las personas que he visto, tú eres la más linda.
Los elogios no dejaban de fluir, y Julia sonrió. La sinceridad en la voz de Pal hizo que la tensión que había sentido en la Torre de Magia se disipara poco a poco.
—¿Puedes acariciarme de nuevo? Nadie lo hace, pero cuando tú lo hiciste, me sentí bien.
Pal agitó sus dos coletas y la miró con ojos brillantes.
"¿Nadie la acaricia? ¿Siendo tan adorable?"
Julia pensó que tal vez era solo un capricho infantil y le acarició la cabeza sin dudarlo. Mientras lo hacía, preguntó sin pensarlo demasiado.
—¿Cómo es la Torre de Magia? ¿Los adultos te tratan bien?
—Mmm… no mucho.
Su voz indiferente hizo que Julia parpadeara.
'Es tan encantadora que hasta los magos más fríos deberían derretirse por ella… ¿o no?'
Sintió pena al imaginar a Pal creciendo en la fría Torre sin recibir suficiente afecto. Pensó en Ed, que siempre se aferraba a ella con confianza, y sintió lástima por la niña.
En ese momento, notó que Pal le tomaba la mano y miraba de reojo a Endymion.
—Mion, ven aquí y acaricia la cabeza de Pal también.
Julia no dejó pasar la oportunidad y llamó a Endymion. Parecía que Pal tenía interés en él, pero como Endymion era tan reservado, la niña parecía dudar.
—¡Sí! —Pal se animó de inmediato. Sus ojos brillaban, lo que confirmaba que era la respuesta correcta.
Julia le sonrió y le hizo un gesto a Endymion con la mirada. Sin embargo, él tenía una expresión poco entusiasta.
—Yo no…
—¿Quéee? Vamos, ven aquí.
Cuando Julia lo apuró, Endymion se acercó a regañadientes con pasos largos. Pero para entonces, Pal ya se había puesto de morros.
—¡Hmph! Olvídalo. Ahora tampoco quiero.
Entonces, jaló a Julia y le pidió que se sentara a su lado. Julia miró a Endymion con una paciencia infinita y se sentó junto a Pal.
'Definitivamente tendré que hacer que pase más tiempo con Ed cuando volvamos'
No solo era torpe con los adultos, sino también con los niños. Julia observó de reojo a Endymion, que se apoyaba contra un árbol cercano, y empezó a idear un plan. Mientras tanto, Pal comenzó a hablar sin parar.
—Así que me molesté y le grité. ¡Y entonces mi bebé empezó a llorar!
—Oh, debió sentirse mal. Cuando regreses, tendrás que consolarlo, ¿verdad?
—Sí, lo haré.
Pal asintió con un rostro tan adorable que daba ganas de pellizcarle las mejillas.
'¿Su bebé? ¡Debe estar hablando de una muñeca!'
Julia pensó que la imaginación de Pal era adorable y sus ojos morados brillaron con una sonrisa cálida.
Sumergida en la conversación con Pal, Julia murmuró sin darse cuenta:
—Sería maravilloso tener una hermanita así.
Habiendo crecido como hija única, Julia siempre había deseado tener un hermano menor. Alguien que la siguiera a todas partes con entusiasmo.
Ante su voz soñadora, Endymion, que las observaba en silencio, comentó con ligereza:
—Para ser una hermana, la diferencia de edad es demasiado grande.
—Oh, ¿sí? Entonces… hmm, también me gustaría tener una hija como Pal.
Julia lo dijo sin pensar, con una gran sonrisa. Luego, levantó la mano para acariciar la cabeza de Pal con afecto.
En ese momento, una mano grande y firme se posó primero.
Plop.
—¿Eh?
Julia parpadeó, desconcertada.
'¿Cuándo…?'
Antes de que pudiera reaccionar, la mano de Endymion ya estaba sobre la cabeza de Pal, la suya se había superpuesto encima. Mientras acariciaba su cabello, Endymion comentó:
—No está tan mal como pensaba.
Parecía sorprendentemente satisfecho.
Julia, reflejamente, retiró la mano, pero Endymion siguió acariciando a Pal sin detenerse.
—Hazlo más.
Aunque intentó disimular, Pal estaba claramente emocionada y le rogó con entusiasmo. Y, para sorpresa de Julia, Endymion no se negó.
'¿Por qué este cambio repentino?'
Julia inclinó la cabeza con curiosidad mientras observaba la escena. Pal, emocionada por la atención, comenzó a hablar aún más.
Normalmente, Endymion se habría mostrado indiferente o habría ignorado la conversación con frialdad, pero ahora simplemente la escuchaba en silencio mientras seguía pasando la mano por su cabello.
—¿Ya está?
—¡Sí, sí!
Aunque más que acariciar, parecía que solo le estaba despeinando el cabello.
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