HDH 521

Hombres del Harén 521

Con una mirada

Girgol estaba temblando después de ver algo horrible. Girgol. Pero ese algo era su hijo.

Espera, no. Dijo 'nuestro'. Nuestro hijo. ¿Era el hijo de Arital y Girgol? Latil estaba perpleja. ¿La gente suele decir que sus propios hijos son horribles?'

La madre de Latil había elegido a Lean por encima de ella, su padre había elegido el imperio por encima de ella. Pero ninguno de ellos dijo que ella era horrible.

Además, Girgol...

'Él no dijo eso cuando estaba hablando de su hijo antes. Parecía que se preocupaba mucho por su hijo'

Latil estaba casi seguro de que Girgol dijo que todos sus hijos estaban muertos.

'Tiene sentido que esté aterrorizado si vio al niño que creía muerto'

Latil miró la nuca de Girgol mientras le frotaba la espalda y se preguntó qué cara estaría poniendo.

No estaría bromeando, ¿verdad?

Al final, la curiosidad se apoderó de Latil.

«Girgol. ¿Puedo preguntarte algo?»

No hace daño preguntar. Él sacó el tema primero. Estará bien, ¿no?

«Mi Aprendiz»

«¿Hm?»

«No me tengas miedo»

«No lo tengo»

«No me evites»

«Eres de los que hablan. No te vayas sin decírmelo»

«No me traiciones»

«Podría pedirte lo mismo. ¿Por qué sigues evitando mi pregunta? ¿Estás diciendo que no quieres responderme?»

Girgol mordió ligeramente el cuello de Latil, ella supuso que no quería que le preguntara nada. Latil sintió que le hacían cosquillas. Esto no era justo.

Si Girgol fuera un poco menos intimidante, ella le habría dado una bofetada en el culo en respuesta a su silencio. Estaban en la posición justa para eso.

'Y él sacó el tema primero'

Mientras Latil estaba distraída con sus pensamientos, Girgol la empujó hacia atrás en la cama. Se subió encima de ella y empezó a acariciar sus labios como un gato. Latil sintió como se ahogaba en la felicidad.

«Girgol...»

[Cielo santo, no puedo mirar...]

Habrían seguido adelante de no haber oído el chirrido torturante bajo la cama.

¡Me había olvidado del grifo!

Al mismo tiempo que Latil recordaba al grifo, Girgol hundía la mano bajo la cama.

[¡Yo llegué primero!]

El grifo chilló frenéticamente mientras salía volando por la ventana, Girgol lo persiguió.

En un abrir y cerrar de ojos, Latil se quedó sola en su habitación con el silencio. Se sentó entumecida en su cama y suspiró. Se echó hacia atrás.

Sus párpados se sentían pesados por la fatiga, pero la historia de Girgol aún persistía en su cabeza y la desorientaba.

Si el niño de Girgol y Arital está vivo, ¿Qué edad tiene?

¿Está vivo? ¿Y si Girgol estaba viendo cosas? Si su hijo está vivo, ¿por qué Girgol pensaba que el niño estaba muerto?

***

Latil sólo superaba el trabajo con varias tazas de café negro fuerte. Cuando eran casi las 8:00pm, cogió dos bocadillos y se dirigió al invernadero de Girgol.

Cuando llegó, encontró a Girgol regando sus plantas.

Volvía a actuar con normalidad, no como cuando se asomó a su ventana hacía unas horas. Girgol sintió a Latil y levantó la vista con una sonrisa.

«No sabía que venía, jovencita»

«¿Riegas tus plantas?»

«Ellas también tienen que comer»

«¿Dónde está Zai'or?»

Después de una pequeña charla sin sentido, Latil le entregó a Girgol uno de sus bocadillos y se sentó con él en un campo llano de hierba.

Estaban uno frente al otro, Latil echó un vistazo a Girgol mientras desenvolvía su sándwich.

Se preguntó si la persecución del grifo había ayudado a Girgol a calmarse. Tenía mejor aspecto que en el dormitorio.

'¿Debería volver a preguntarle por su hijo?'

Latil dudó mientras desenvolvía el bocadillo. Pero no se atrevía a preguntarle a Girgol. Lo único que podía hacer era mirar cómo movía la boca mientras masticaba un bocado del sándwich.

Dijo que su hijo era horrible. Latil sabía que no podría calmarlo si la mención de su hijo volvía a aflojar una de sus piezas de Jenga.

«¿Tiene algo que decirme, jovencita?»

«¿Qué?»

«No dejas de mirarme»

«Oh... Sí. Sí que tengo. Es... Es sobre el despertar»

Girgol se dio cuenta rápidamente de que Latil se estaba guardando algo. Pero por suerte, tenía un tema diferente que podía usar para salvarse.

«¿El despertar?»

«Anyadomis convocó a varios monstruos gigantes a la capital mientras no estabas. ¿Te has enterado?»

«El grifo me lo dijo»

Pensé que estaba demasiado ocupado persiguiendo al pájaro. No sabía que habían mantenido una conversación.

«¡¿El grifo te contó sobre mi despertar?!»

Girgol dejó de comer su bocadillo y lentamente clavó los ojos en Latil. Acercó su cara a la de ella y ella se estremeció.

«¿Girgol?»

Acercó la cara hacia ella e inspiró mientras le pasaba la nariz por el lateral del cuello y la mejilla. Sonrió.

«No has despertado»

«¡¿Oleré diferente después de que despierte?!»

«No»

Ahora actuaba como él mismo. Latil empujó suavemente a Girgol. Luego le contó sobre su encuentro y pelea con Anyadomis y también describió los cambios que sufrió Sonnaught.

Latil le explicó todo lo que pudo y le preguntó a Girgol su opinión al respecto.

«¿Qué opinas? ¿Fui despertada?»

preguntó nerviosa.

Estaba usando este tema para hacer creer a Girgol que no estaba interesada en saber más sobre su hijo. Pero a pesar de todo, ella había tenido curiosidad de que esto sucediera después de su pelea con Anyadomis.

«¿Qué piensas?»

«Sentí algún tipo de cambio en mí. No era totalmente consciente de lo que me rodeaba mientras luchaba. El grito del chico me hizo volver a pensar con claridad. Estaba luchando casi instintivamente antes de ese momento»

«....»

«Pero no estoy segura de si eso fue el despertar. Se supone que el despertar desata un poder explosivo. Pero yo no sentí nada de eso»

Girgol limpió la boca de Latil con el pulgar. Latil entornó los ojos y él le mostró la salsa que tenía en el dedo.

Latil le miró fijamente. Sentía calor en la cara. Girgol levantó la otra mano y le dio unos golpecitos en la nariz como si estuviera mojando nata montada en su dedo.

«Déjate de bromas. Estoy teniendo una conversación seria contigo»

protestó Latil, hundiendo la cara en su cuello.

«No sabía que esto era una conversación seria»

«Mírame a la cara. Mira lo seria que soy»

Latil levantó la cabeza y acercó la cara. Girgol la miró como si quisiera estudiar su rostro, pero en lugar de eso la besó. Latil volvió a esconder la cara en su cuello.

Es extraño. Está más cariñoso que de costumbre. Creía que había vuelto a la normalidad, pero quizá no sea así. ¿Aún no es él mismo del todo?

Latil se sintió ansiosa mientras miraba las rodillas de Girgol.

Lo oyó reírse y frunció el ceño. ¿No era importante el despertar para que el Lord y sus aliados ganaran?

«Hablo en serio. ¿Por qué estás tan descuidado y desconcentrado?»

se quejó Latil.

«No sé si te han despertado o no. Ninguno de los Lords anteriores ha sido tan ambiguo como tú»

«¿Qué? ¿Soy ambiguo? Eso es malo, ¿no?»

«No sé si lo que experimentaste fue el despertar, pero no creo que sea nada de lo que debas preocuparte»

Latil levantó la cabeza y miró a Girgol a los ojos.

«¿Cómo puedes decir eso? Necesito que me despierten bien para que podamos derrotar a Anyadomis»

«Dijiste que Anyadomis huyó mientras ustedes dos luchaban»

«Sí»

«¿No significa eso que puedes ganar?»

«Pero no puedo ganar a menos que esté bien despierta»

Los ojos de Girgol se arrugaron con una sonrisa.

«En circunstancias normales, sí. Pero has ganado. Pero sigues creyendo que no puedes ganar a menos que estés despierto. ¿No crees que estás menospreciando tus habilidades?»

Latil parpadeó. Miró fijamente a Girgol.

«¿Así que no me despertaron después de todo?»

Latil sabía que sonaba como un disco rayado haciéndole la misma pregunta a Girgol después de que él le dijera que no importaba si había sido despertada o no. Pero esto era importante independientemente de Anya Domis.

Girgol ladeó la cabeza. Latil se negaba a pasar del tema, parecía darse cuenta de que había algo más en su pregunta.

Latil dudó en preguntar más. Quería decir que el despertar era importante porque podría significar que no podría tener hijos.

Pero se acordó de Girgol, que hacía unas horas estaba conmocionado tras ver a su hijo muerto, no se atrevió a hablar.

'Tendré que preguntarle en otro momento'

Pero de algo estaba segura. Girgol no sabía si estaba despierta o no. Nunca había ocurrido nada parecido en la historia.

Latil volvió a comer su sándwich y Girgol la observó con los ojos entrecerrados.

***

Anyadomis tenía a Klein como rehén. También atacó la capital. La delegación que partió para el cumpleaños de Hyacinth estaba atrapada en un pueblo de Carissen.

Las calles y edificios de la capital fueron destruidos por el ataque de los monstruos gigantes. Los refugios en los que todos habían trabajado tan duro tenían varios desperfectos.

Y había más refugios fuera de la capital, lo que significaba que esos refugios también tenían los mismos problemas. Latil tuvo que resolver todos estos problemas a la vez y no pudo dormir bien en los días siguientes.

Todos los demás estaban igual de ocupados. Sonnaught tenía mucho entre manos como capitán de la guardia imperial y uno de los aliados del Lord. Siempre que Latil estaba ocupado, también lo estaba Sonnaught.

Tasir y el grifo comenzaron a buscar a Anyadomis bajo las órdenes de Latil. Los espadachines vampiros de Kallain seguían registrando la capital en busca de una entrada al pasadizo subterráneo.

Girgol y Ranamoon pasaban la mayor parte del día en el campo de entrenamiento, ocupados con entrenamientos especiales. Incluso las sirenas de sangre estaban más ocupados turnándose con los guardias que patrullaban la capital.

Las sirenas de sangre solían quedarse en el lago, dentro del Harén, porque los humanos no recibían bien a los no humanos. Pero su reputación había mejorado mucho después de ayudar a los humanos en la lucha contra los monstruos.

***

«Sir Meradim ocupó el indiscutible primer puesto en el ranking de consorte en este número de la revista de cotilleos»

dijo Sonnaught.

Latil levantó la vista. Estaba estudiando el plan de recuperación de las zonas más afectadas por el ataque de los monstruos.

Sonnaught parecía contrariado mientras leía la revista que tenía en la mano. Latil lo miró y rió incrédula.

«No sabía que le importaran esas cosas, Sir Sonnaught»

«Me la dio uno de mis hombres. Dijo que la revista me mencionaba»

«¿A usted?»

Sonnaught hojeó unas páginas de la revista y la dejó ante Latil.

[Una dama noble deja a su prometido. ¿Alguna conexión con el romance de su prometido con un poderoso individuo de la familia imperial?]

[¿Un caballero prestigioso o una amante astuta? ¿Son ciertos los rumores sobre el misterioso caballero? Descúbrelo en el próximo número]

Latil estaba aturdida al leer el chisme del próximo número.

Miró a Sonnaught.

«¿Se trata de ti?»

«Corren rumores desde que Señorita Agatha se fue»

Latil no sabía si reírse o sentirse horrorizada.

Quería burlarse de Sonnaught, pero sabía que el 'poderoso individuo de la familia imperial' se refería a ella, se sintió un poco culpable.

'Ah, bueno. Me burlaré de él de todos modos'

«¿Una amante astuta?»

bromeó Latil, riéndose entre dientes.

Sonnaught cogió la revista y puso los ojos en blanco. Suspiró. Latil quería burlarse de él un poco más, pero entró su secretario.

«Majestad, Señorita Ailena, de la casa Sanil, desea verle. Desea hablar sobre el ejército especial que usted le mencionó antes. ¿La hago pasar?»

No pensé que realmente vendría.

Latil recordó la mentira aleatoria que se había inventado delante de Ailena. Miró la pila de informes que tenía que revisar, pero decidió ver a Ailena ahora.

«Déjala pasar»

Latil ya no sospechaba que Ailena fuera Anyadomis disfrazada, pero seguía desconfiando.

Ahora Ailena había venido a verla. Latil no estaba segura de por qué Ailena estaba aquí, pero verla unas cuantas veces más podría ayudarla a averiguar qué era en realidad... Entonces, Latil oyó de repente una voz en su cabeza.

[Ahora pensarán que soy Ailena]

Latil se congeló. Levantó las cejas.

'¿Anyadomis?'

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