Lunes, 08 de Marzo del 2021

Solo en tu Corazón 86

Planes de destrucción (2)

Cuando Exia se acercó, Chizuru supo al instante que era el objetivo de Exia, así que se levantó rápidamente para defenderse. Sin embargo, la bofetada de Exia la pilló por sorpresa. 

Se oyó un fuerte golpe antes de que Chizuru se estrellara contra la pared de piedra.

Le dolía la mejilla por el golpe.

"¡Maldita mujer! ¡Has arruinado todos mis planes! La culpa es de esta bruja"

Exia solía ir siempre bien vestida, pero hoy llevaba un vestido relativamente sencillo de color lino.

Llevaba el pelo revuelto y la elegancia de su aparición en el castillo de Lukrov había desaparecido. En su lugar, había una mujer histérica que resultaba repulsiva a los ojos. Por supuesto, Chizuru tampoco estaba en la mejor forma después de pasar unos días en esta prisión.

Para mantener la compostura, Chizuru se sujetó la mejilla magullada con una mano y se levantó.

"Tú eres la que nos secuestró y nos trajo aquí, ¿no es así?"

Exia resopló.

"¿Qué vas a hacer al respecto?"

Entonces estiró el cuello y se acercó a Chizuru.

"Debería haberte matado tan rápido como pude. Pero mi padre insistió en que podíamos usarte como rehén. Qué broma"

Chizuru debería haber respondido, pero se quedó sin palabras y se sintió asfixiada.

Según lo que dijo Exia, ¿significaba eso que Chizuru ya no podía ser utilizada como rehén? ....... ¿Significaba eso que Lukrov había renunciado a Chizuru? ¿Era eso posible?

No llores, se dijo Chizuru.

Cree en él.

"Si tu propósito era conseguir el territorio de Lukrov, él no tiene nada que ver. Deja que se vaya"  Chizuru señaló a Baru.

Baru, que estaba de pie junto a la puerta, se puso repentinamente rígido.

Estaba claro que Baru estaba dispuesto a atacar, sin piedad, si alguien intentaba hacerle algo a Chizuru. Su espíritu caballeresco era admirable, pero también era peligroso para él.

Los finos labios de Exia formaron una extraña sonrisa.

"No parecía quererte ni siquiera cuando te arrojamos a esta pequeña celda. Realmente eres una mujer fea y poco atractiva. Eso es exactamente lo que eres".

Incluso sin la declaración de Exia, Chizuru ya sabía que no era tan bella o atractiva como Exia.

Pero Chizuru estaba segura de que esto era un intento de provocarla. Si Chizuru se dejaba llevar por la ira, estaría cayendo en la trampa de Exia. 

La reacción de Chizuru no fue tan interesante como Exia esperaba.

"¡Oh! ¿Qué es eso? No me gusta. ¿Por qué no estás llorando y suplicando por tu vida? ¿Crees que te devolveré al Duque Lukrov después?"

"............"

Un frío escalofrío recorrió la columna vertebral de Chizuru.

En este mundo sin leyes apropiadas y establecidas, debería ser un hecho común que una mujer fuera descartada en una lucha de poder.  No era de extrañar que Chizuru se hubiera convertido en una de ellas. Puede que el hecho de que siguiera viva hasta ahora fuera más inusual.

"Pero Baru no tiene nada que ver con esto. Es el caballero de Roan. Estarías convirtiendo a Roan en un enemigo también. ¿Quieres eso?"

Chizuru miró a Exia mientras hablaba controlando al máximo su miedo.

Estaba claro que Chizuru intentaba vengarse de ella, igual que un gato que muerde a cualquiera que se acerque a tocarlo. Sin embargo, la reacción de Exia fue inesperada. Estaba tan alterada como si le hubieran prendido fuego a su vestido y empezó a pisar el suelo con rabia.

"¡Es demasiado tarde! Ya es demasiado tarde"

Cuando Exia gritó, no sólo Chizuru y Baru, sino incluso los subordinados que había traído con ella, no pudieron evitar quedarse boquiabiertos ante sus acciones. Exia agarró el dobladillo de su vestido con más fuerza y apretó los dientes mientras se acercaba a Chizuru.

"Tu prometido"

Exia comenzó a hablar con una voz lenta y fría, llena de rencor.

"El duque Lukrov... En cuanto supo que habías desaparecido, marchó al castillo de mi padre. Era tan poderoso que habría asustado a una horda de demonios. En cuanto mi padre mencionó tu nombre en un intento de negociar, hizo que le cortaran la cabeza en cuestión de segundos"

Los labios de Exia se tornaron de un color púrpura sangriento.

Chizuru se quedó sin palabras y miró fijamente a Exia, cuyos ojos estaban inyectados en sangre como si hubiera perdido la cabeza.

"¡Le ha cortado la cabeza! Ah, ¡ese loco!"

Exia empezó a lamentarse y enterró la cara entre las manos. Chizuru, que había estado mirando los sollozos de Exia con incredulidad, miró a Baru un rato después. Baru asintió hacia Chizuru con una mirada seria.

¿Pueden huir?

Pero varios guardias escoltaban a Exia al exterior. Baru estaba desarmado, no había comido mucho en un par de días y tenía la carga de Chizuru con él. Aunque quisieran escapar, Baru era un caballero del territorio de Roan y probablemente apenas conocía la zona. Las posibilidades de ganar eran tristemente escasas.

"Pero si eres una .... no hay razón para que nos mantengas cautivos por más tiempo...."

Queriendo ganar tiempo, Chizuru le dijo a Exia.

Pero Exia no parecía escuchar nada. Siguió sollozando en la misma posición durante un rato, y de repente enderezó la espalda y levantó la cara, que estaba mojada por las lágrimas.

Chizuru tragó saliva.

Porque los ojos de Exia estaban tan brutalmente nublados que era difícil creer que fueran de este mundo.

"Mi padre está muerto"

Tenía un mal presentimiento.

La voz de Exia, que parecía ya desconectada de la realidad circundante, sonaba inquietantemente como un oráculo de algún mundo lejano.

Al mismo tiempo, Baru también sintió que su cuerpo se ponía rígido.

"Es un milagro que haya podido escapar a este lugar. Oh, bueno, supongo que los cielos están un poco de mi lado. ¿Verdad?"

No hubo respuesta, así que Chizuru se quedó callada y contuvo la respiración. Las gotas de sudor se formaron lentamente en su cara por la tensión. Tal vez habría sido menos aterrador si simplemente le hubiera gritado.

Exia sonrió, con cara de niño.

"El duque Lukrov me matará sin piedad, pero sabes que hay cosas que puedo hacer". Dijo.

Chizuru rezó a Dios para que Exia cambiara de opinión de repente. Aunque sabía que era una oración sin sentido, no pudo evitarlo.

"Llevarte conmigo o a tu loco prometido. Puedes elegir. ¿Qué prefieres?"

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