Lunes, 01 de Marzo del 2021

Solo en tu Corazón 62

Nueva Perspectiva (2)

Lukrov y Chizuru se sentaron a comer. Poco después, Lady Exia se levantó para excusarse diciendo que estaba cansada antes de salir rápidamente del comedor.

Lukrov ni siquiera intentó retenerla y, por supuesto, Chizuru tampoco tenía ganas de hacerlo.

Nadal apareció de alguna parte y empezó a servir la comida a Lukrov y Chizuru. El criado sonrió mientras servía vino en la copa de Lukrov.

"Anoche estaba preocupado, pero parece que os reconciliasteis adecuadamente"

Lukrov levantó una ceja hacia el muchacho para advertirle.

"No cometí ningún error. Lady Exia causó sola el alboroto matrimonial".

"Pero no es algo agradable para Chizuru-sama. Además, nunca he oído a Lukrov-sama llamar a Chizuru-sama su prometida en público. Aunque no lo haya dicho, creo que todo el mundo lo vio venir".

Dicho esto, Nadal le guiñó un ojo a Chizuru.

La cara de Chizuru se tiñó de rojo sardina.

Incluso Nadal, un chico joven, comprendía los verdaderos sentimientos de Lukrov.

Lukrov ignoró deliberadamente el argumento de Nadal y le ordenó: "Trae agua a Chizuru"

Nadal sonrió y respondió: "Sí, sí", y desapareció hacia la cocina.

"Tengo que volver a disciplinarle", dijo Lukrov en tono sarcástico, pero no parecía enfadado.

Chizuru sonrió y sintió que su mano se acercaba a ella por debajo de la mesa y le acariciaba los muslos.

"¿Puedes hacer esto mientras te quejas de la disciplina de ese niño...?"

"Lo aguanté anoche. Si no hago esto al menos, no podré aguantarme después"

Chizuru pensó en la noche anterior. Incluso se imaginó a Lukrov después de haberse vuelto "imparable" y su cara se puso más roja.

La mano de Lukrov invadió poco a poco el interior del muslo de Chizuru y se acercó lentamente a su parte sensible.

"Lu ... krov ..."

Una voz reprimida y entristecida se filtró de los labios de Chizuru.

Lukrov, por su parte, deslizó sus dedos aún más profundamente mientras una sonrisa diabólica se dibujaba en su rostro como si estuviera disfrutando de las reacciones de ella.

"¿Cómo es?"

"¡Estamos en público!"

El asiento donde se sentaba Lady Exia y el de al lado de Chizuru estaban vacíos. Nadal estaba en la cocina, y no había ninguna otra persona en el comedor. Pero aun así, si alguien pasara por allí se daría cuenta inmediatamente de lo que estaba ocurriendo.

Chizuru miró a Lukrov con ojos suplicantes.

Casi entendió lo que iba a decir: "¿Por qué me miras? ¿Quieres que pare o que te dé más placer? No lo entenderé si no lo dices bien".

"Lukrov ..."

"Un hombre de mediana edad que está loco de amor y actúa tan descaradamente por las mañanas es antiestético, Lukrov".

La voz de Roan llegó desde atrás, y Chizuru volvió a la realidad. Mirando hacia atrás a toda prisa, Roan estaba vestido con ligereza y tenía su mano en el respaldo de la silla de Chizuru. Tenía una brillante sonrisa en su rostro.

Lukrov chasqueó la lengua y se quejó.

"¿Quién es de mediana edad?"

"Oh, hace unos días decías cosas sobre ser demasiado viejo y ahora ¿qué dices?".

El gran pelirrojo ignoró la insatisfecha queja de Lukrov y siguió sonriendo a Chizuru. "... Pero tengo que decir, ¿felicidades, Chizuru? Es como si cuando llueve, diluvia".

"¿Qué?"

Con la cabeza todavía adormecida, siguió la línea de visión de Roan hacia su mano. Se fijó en su dedo anular. Un hermoso anillo de oro que no existía hasta anoche brillaba y Roan la felicitaba por ello.

Incluso después de ver aquella embarazosa escena, Chizuru asintió con una sonrisa. Roan tomó asiento junto a Chizuru con una sonrisa de satisfacción.

Cuando Nadal volvió de la cocina y le entregó una jarra de agua a Chizuru, se puso a hablar con Lukrov.

Mientras tanto, Roan susurró en secreto a Chizuru.

"¿No dije que definitivamente todavía lo tenía?"

"Lo hiciste"

Chizuru recordó cuando Lukrov sacó el anillo.

Había escondido el anillo dentro de su camisa y junto a su pecho.

Guardaba el anillo justo al lado de su corazón.

Chizuru no pudo evitar que su pecho se calentara con sólo pensar en lo que significaba ese acto.

Seguía preocupada por Lady Exia.

En lugar de sentirse aliviada, el hecho de que abandonara su asiento tan rápidamente sólo la hacía sentirse más ansiosa. Pero para proteger este sentimiento, incluso Chizuru podía luchar sin miedo. 

Ella no tenía intención de perderlo.

No por Exia.

No por nadie.

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