LHANHT 16

Lunes 15 de Mayo del 2023

LA HISTORIA AUN NO HA TERMINADO

16

"Así que, como dije ayer, espero verte de nuevo"

"Sí"

Ella hará de este negocio un éxito bajo su nombre, no el de la familia Todd. Ella dejará a Todd con toda la riqueza y el honor. Después de perderlo todo y verlos en la ruina, se iría al lado de Irene.

Azela levantó la cabeza con mirada segura.

"Bien"

Al oír su contundente respuesta, Zagnac se levantó de la cama sin remordimientos, marchándose con una encantadora sonrisa. Se dirigió de nuevo hacia el alféizar de la ventana con pasos suaves.

Azela se preguntaba si miraría hacia atrás. Sin embargo, él dijo que bastaba con llenar la energía en un plazo determinado, así que tal vez hoy no...

Aun así, estuvo tensa hasta el final mientras observaba su espalda con los ojos entrecerrados.

"Cuando me vaya, quítate el vestido. Te ves recargada en él"

"....!"

Zagnac, que estaba sentado en el alféizar de la ventana, agitó suavemente la mano y dejó las últimas palabras en tono juguetón, como burlándose de ella, y desapareció igual que la noche anterior.

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Cuando lo vio desaparecer por la ventana, no se asombró ni se inquietó como ayer. Parecía que se había acostumbrado en un día.

A través de la ventana abierta, la luna y las estrellas centelleaban en el cielo. Pensó al recordar los ojos violetas que brillaban sin profundidad. Debía de haber cogido la luna y las estrellas del cielo y habérselas puesto en los ojos.

Azela, que estaba a punto de bajar la manta y quitarse el vestido, volvió a mirar de pronto por la ventana. De alguna manera, la luna y las estrellas que iluminaban el dormitorio y el cielo titilante eran como sus pupilas.

Al final pudo quitarse la manta y el vestido de forma calurosa y laboriosa.

***

"Me pidieron que te trajera para desayunar"

Desde primera hora de la mañana, Azela frunció el ceño ante la historia que le contaba el criado enviado por Daniel.

¿Desayunar juntos...?

Hacía un año que no ocurría. Estaba claro que no debía ser bueno, aunque ella estaba de acuerdo.

Para empezar, ya no tenía motivos para evitarlos. Además, era Daniel quien venía a su dormitorio y revolvía las cosas, hiciera lo que hiciera. Al menos, ella no quería que Daniel entrara en su dormitorio.

Saliendo del dormitorio, cogió el papel que había doblado finamente en su cajón.

"Ya está aquí"

Al entrar en el comedor, pudo ver primero a Daniel y a Silvia sentados uno al lado del otro. Azela, al verla, se sentó tranquilamente frente a Daniel. Ella también parecía darse por aludida. Parecía que los dos ya habían empezado a comer antes de que ella llegara.

Si hubiera sido como en el pasado, se habría sentido molesta por esa apariencia, pero ahora, no importaba.

Mientras Azela, que observaba a los dos con miradas insignificantes, cogía la vajilla y daba un bocado, Daniel le habló con calma.

"¿Por casualidad conoces al duque Ferial?"

"Cof cof"

Sobresaltada por la repentina mención de Zagnac por parte de Daniel, se atragantó y tosió continuamente. La criada que estaba a su lado le dio agua y, por alguna razón, Daniel esperó pacientemente a que se le pasara la tos.

"Oí rumores sobre él, pero ayer fue la primera vez que lo conocí en persona"

Respondió con voz temblorosa. Era la primera vez que le mentía a Daniel tan abiertamente. Azela volvió a beber agua.

"Ya veo"

Daniel, de quien ella esperaba que se diera cuenta, siguió adelante sin la menor duda. Era más torpe de lo que ella había pensado.

¿Por qué pensaba que nunca podría engañar a una persona así? No, ¿realmente no quería engañarle...? Azela dejó el vaso de agua con una mirada confusa mientras recordaba el pasado en el que había actuado como una tonta.

"Recuerda todas tus futuras conversaciones con el duque Ferial y pásamelas. Yo te contaré todos los detalles generales del negocio, así que puedes seguir adelante"

"¿Qué...?"

A la orden de Daniel, ella preguntó con voz absurda. Azela, habría contestado "sí" de la forma habitual. Sin embargo, cuando se disponía a ingerir su comida, Daniel cerró la boca y la miró con ojos penetrantes.

Luego resopló y le dijo.

"¿No es obvio? Oye, Azela, ¿qué crees que puedes hacer ahora? ¿Acaso el negocio parece una casa de juegos para niños? No pensarías que te iba a dejar un asunto tan importante, ¿verdad?"

"...."

Él la ignoró, por supuesto, como siempre.

Cuando bajó la mirada, Azela se quedó quieta y escuchó su perorata. Silvia, que estaba junto a Daniel, se llevó la comida a la boca y sonrió ante el aspecto tranquilo de Azela.

"Puede que seas joven y nunca hayas fracasado en los negocios, por eso te gustan las aventuras de ese tipo. Azela, ¿vas a arruinar el negocio de otro?"

Ante su tono cortante, ella cerró la boca sin decir palabra, y Daniel, con una sonrisa satisfecha, continuó sus palabras.

"Para el duque Ferial, es su decisión, así que vaya con moderación. Supongo que se sintió amenazado por mí, así que supongo que te eligió a ti, que no puedes hacer nada a diferencia de mí, como su compañero"

"Significa que nuestro Daniel es un hombre tan capaz. El duque Ferial debía de estar celoso de Daniel"

Silvia no tardó en asentir a sus palabras y sonrió como una flor. Daniel se mostró satisfecho ante la visión y abrazó a Silvia entre sus brazos. Su mano acariciándole el pecho era explícita desde la mañana.

Azela los miró y frunció el ceño. Daniel, a quien no le importaba que se sentara frente a él, deslizó la mano por el vestido de Silvia y le estampó un profundo beso en los labios. Sus ojos pudieron ver las lenguas de ambos enredadas entre sí.

Ante tan repugnante espectáculo, Azela no pudo mirarlo hasta el final y bajó la mirada para fijarse en la comida que tenía delante. Se le quitó el apetito y no pudo salivar ni siquiera después de ver la comida. El gemido de Silvia resonó con fuerza junto con el gorgoteo de su conchita en su oído.

Su gemido se hizo más fuerte, como si intentara deliberadamente que Azela la escuchara.

"Lo primero que haremos será elegir un lugar. Vamos a proceder en la tierra de nuestro lado. Entonces, podremos recibir el importe total de la tasa de uso de la tierra en el momento oportuno..."

Antes de que las acaloradas palabras de Daniel pudieran terminar, ella sacó de sus brazos un papel doblado y lo puso sobre la mesa.

Tras besar un rato a Silvia, desvió la mirada para observar el papel que había sobre la mesa antes de preguntar con una sonrisa de satisfacción ante la mirada de Azela, que aún no podía mirarle fijamente.

"¿Qué es esto?"

"Ábrelo"

Era un papel conocido, aunque Daniel no parecía recordar su memoria. Con la mano fuera de la falda de Silvia, Daniel cogió el papel que habían colocado sobre la mesa. Sus manos húmedas se sentían sucias. Con un corto beso en los labios de Silvia, sonrió feliz y desdobló el papel doblado.

Al momento siguiente, su cara se puso roja. En cuanto leyó el papel, lo rompió en pedazos y se levantó de un salto de su asiento.

"¡Azela!"

"...Yo no te lo di primero, pero tú me lo pediste. ¿Por qué estás tan enfadada?"

Azela, que se limpiaba los labios con la servilleta que le habían puesto delante, levantó la mirada con expresión despreocupada para encararse con él. Daniel, que arrojó a Azela los papeles rotos del divorcio que tenía en la mano, respiró hondo.

"Eso fue antes de que te ocuparas de este negocio"

Daniel avanzó con sus largas piernas, agarró a Azela por el cuello y la levantó. Su rudo comportamiento no parecía mostrar consideración alguna hacia ella. Sus ojos ardían de ira.

"¿Crees que todo irá bien desde que te haces cargo del negocio? El mundo no es fácil. ¿Crees que todo saldrá como antes?"

Daniel gritó y la estampó contra el suelo en un arrebato de ira. Su fuerza salvaje obligó a Azela a caer al suelo sin poder hacer nada. Su cabeza se quedó en blanco por un momento. Por muy duro que fuera, nunca la había tocado así.

Azela miró a Daniel con ojos llenos de miedo y sorpresa. En la cara de él sólo había ira mientras respiraba hondo.

Dijo con dureza, limpiándose las manos mojadas en el mantel.

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"Tú y yo nos separaremos después de que este negocio esté completamente cerrado para la familia Todd. Hasta entonces, no tengo intención de dejarte marchar tan fácilmente. El divorcio nunca ocurrirá, así que ni sueñes con ello"

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