LGPLV 3

Viernes, 23 de Julio del 2021

El Guía de la Villana 3

La chica que había cambiado demasiado (2)

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Era un verano caluroso. El grito de la cigarra era fuerte. Mientras se cepillaba el pelo mojado, Lara se acercó a la ventana y la abrió.

Entró una brisa cálida.

El ser que envió a Lara al pasado no le dijo exactamente en qué momento iría. Ella sabía que era antes de entrar en el palacio real, pero tenía que confiar en la especulación para el punto exacto. Como sus cejas y su pelo no estaban teñidos todavía, debió ser antes de que tuviera una relación con el príncipe.

"Konny"

"Sí, milady"

"¿Qué fecha es hoy? ¿Qué pasó con mi ceremonia de mayoría de edad?"

Lara preguntó. Ella nació en verano y su retrato fue enviado al príncipe después de la ceremonia.

"Fue un desastre. Lord Bailey estaba ocupado formando una facción, Lady Bailey ni siquiera vino, y ninguno de los amigos de milady asistió, sólo los invitados de Su Señoría llenaron la fiesta..."

Eso significaba que no hacía mucho que se había celebrado su ceremonia de mayoría de edad.

¿Han enviado mi retrato?

¿He conocido al príncipe?

Lara, que se devanaba los sesos tranquilamente, giró la cabeza hacia Konny.

"¿Y mi madre?"

Había impaciencia en la voz de Lara. Su madre se fue de la casa por esta época. Había sucedido hace tanto tiempo que no podía recordar el día. Puede que ya fuera demasiado tarde.

La marquesa de Bailey era famosa por no llevarse bien con su marido, el marqués de Bailey. Si hubiera que elegir a la pareja con peor relación en el círculo social de Hautean, cualquiera los señalaría. Aunque vivían en la misma casa, ni siquiera se veían. El marido que despreciaba a su mujer y la mujer que despreciaba a su marido eran la encarnación de una familia rota.

Empezaron a vivir oficialmente separados a partir de la ceremonia de mayoría de edad de Lara. Para ser exactos, se puede decir que la marquesa de Bailey abandonó la mansión y comenzó a vivir sola.

"Konny, ¿qué pasa con mi madre? ¿Dónde está ella? ¿Se ha ido ya?"

"He oído que se va pronto"

"¿Pronto?"

"Sí, los sirvientes empezarán a cargar el carro después del desayuno"

Era hoy.

Sus recuerdos se agolparon de golpe. Ese día, aunque Lara sabía que su madre se iba de casa, había hecho la vista gorda y se había quedado en su habitación. Porque pensaba que su madre la había abandonado. Lara le gritó que no volvería a llamar a su madre e incluso declaró que eran extrañas a partir de ese día.

Sólo porque su madre vivía separada de ella.

Su madre había aguantado todo lo que pudo. Estar lejos de su padre no significaba que su madre la abandonara. Fue gracias a cientos de cartas de su madre que Lara pudo aguantar en su sano juicio hasta antes de morir. Era sólo una carta corta preguntando por el bienestar de Lara y contándole cómo estaba, pero a pesar de eso, su preocupación hacia Lara se puede sentir en cada palabra.

¿Por qué no lo sabía?

Cada vez que recordaba que la primera respuesta a su madre era su testamento, Lara llegaba a odiarse a sí misma. Si lo hubiera sabido, habría pedido a Dios que la devolviera a la época anterior a que sus padres se casaran. Podría decirle a su madre que no se casara con ese bastardo porque era un hijo de puta y que no diera a luz a alguien como Lara. Le diría que viviera sola, que se fuera lejos y que fuera feliz.

Aunque eso significaría que Lara no habría nacido, su madre habría estado mucho mejor así. No habría tenido que sufrir la desgracia de tener que vivir en la misma casa con un marido que detestaba, ni tendría que preocuparse y soportar ese tipo de vida por culpa de su hija. Podría haber vivido una vida libre y maravillosa, más que nadie. Porque su madre era la mujer más genial y capaz que Lara había conocido.

"Konny"

"Sí, milady"

"Vamos con mamá"

"¿Ahora mismo?"

Lara se levantó de la silla y se agarró el dobladillo de la falda con una mano. Luego, salió del salón con paso rápido.

"¡Milady, espéreme!"

Konny se apresuró a seguir a Lara.

 

∘₊✧──────✧₊∘

 

Cuando Lara salió, los sirvientes que habían terminado de comer se reunieron y estaban cargando el carro.

'Tengo que reunirme con madre'

Lara respiró profundamente. Las palmas de sus manos estaban resbaladizas por el sudor. Sus labios, que solían estar bien incluso cuando tragaba el veneno, estaban secos. Se preguntaba si esto era algo bueno o solo estaba creando problemas. Lara se limpió la palma de la mano en la falda y miró al otro lado del edificio principal.

"Milady, su señoría viene"

La madre de Lara, Isadora Bailey. Isadora caminaba rápidamente con su fino cabello castaño pulcramente recogido. En su rostro afilado se notaba una gran fatiga. Con un pesado maletín en una mano, ordenaba apresuradamente a su secretaria que la seguía de cerca.

Isadora era la misma en la memoria de Lara. La comerciante más rica de Hautean, que era más conocida con el apodo de "Isadora de los Mil Oros" que la marquesa de Bailey. Su madre siempre estaba ocupada. En la memoria de Lara, Isadora siempre llevaba documentos en una mano. Nunca hubo un día en el que durmiera temprano o se quedara dormida.

Cuando la escala de sus negocios alcanzó el imperio más allá del Reino de Hautean, Isadora -que solía ser una plebeya- había sido malinterpretada por haber comprado a su marido con oro porque quería ser una noble.

"...Madre"

murmuró Lara.

Su voz era tan pequeña que ni siquiera llegaba a Konny, que estaba a su lado, y mucho menos a Isadora.

Tenía miedo.

Aunque Lara siempre era la que se apartaba y odiaba a su madre, tenía miedo de que su madre reaccionara de la misma manera. Si podía, quería pedirle perdón por todos los errores que había cometido en el pasado. Pero al pensar que su madre no sabía nada, se sentía aún más culpable.

Mientras tanto, Isadora ya había llegado frente al carruaje. Isadora arrojó su pesada bolsa al carruaje, se agarró la falda y puso un pie en el estribo. Mirando desde atrás, no parecía que le quedara ningún sentimiento.

'No'

Lara decidió no dudar más. Si dejaba que su madre se fuera así, se arrepentiría una vez más.

"¡Madre!"

Lara comenzó a correr. Al igual que Isadora, agarró su falda y corrió sin dudarlo hacia ella.

"¡Madre!"

Konny se sorprendió y llamó a Lara. Todos los sirvientes que llevaban el equipaje la miraban. Isadora estaba casi en el carruaje.

"¡Madre, espera!"

Lara llegó antes de que la puerta se cerrara, cuando Isadora acababa de levantar la pierna derecha del estribo. Con las prisas, Lara ni siquiera se dio cuenta de lo que había agarrado. Sólo pensó en bloquear la puerta para que no se cerrara.

De todas las cosas, sólo tuvo que agarrar el pie derecho de Isadora con las dos manos. Los suaves calcetines y los duros zapatos estaban en las manos de Lara. Aferrada al pie de su madre, la cara de Lara se enrojeció en un instante. Fue un momento absurdo, incluso para Isadora, que tenía la pierna atrapada. Mientras intentaba subir al carruaje, giró la cabeza hacia atrás para comprobar el rostro de Lara y levantó sus finas cejas.

"...¿Lara?"

¿Qué estás haciendo ahora?

¿Por qué estás aquí?

¿Por qué te agarras a mi pierna?

Muchas preguntas se podían ver en la cara de Isadora.

Me equivoqué.

Por favor, no me abandones.

Me pondré las pilas y te haré caso.

Así que, por favor, no te vayas y quédate conmigo.

Lara iba a decir eso. Pensó que era la respuesta correcta. Pero en ese momento, de repente tuvo otro pensamiento.

¿Debería realmente aferrarse a ella?

¿Es esto lo correcto?

Esto era algo en lo que madre ha estado pensando durante mucho tiempo, así que ¿está bien que actúe así a mi antojo?

¿Ha habido alguna vez un momento en el que madre haya sido feliz en esta casa?

Lara negó con la cabeza. Por mucho que lo pensara, ésta no parecía ser la respuesta correcta. Había jurado cambiar. Estaba decidida a corregir los errores. Aunque tuviera la suerte de volver a los 19 años, seguía siendo una adulta que ya había vivido 28 años.

Así que tenía que encontrar un camino mejor.

"Madre"

Había algo que Lara realmente quería decirle a su madre después de regresar al pasado. Pensó en cuándo y cómo sacarlo a colación, pero no había necesidad de seguir pensando en ello.

El momento perfecto era ahora.

"Conseguir el divorcio de padre"

Dijo Lara.

Qué infeliz debía ser para dos personas que se odiaban para tener que vivir en la misma casa y tener que enfrentarse todos los días. Lara sabía lo terrible que era su padre. Y ahora que sabía que la elección de su madre era correcta, quería ayudar a su madre a alejarse de su padre. Por lo menos, no quería ser un grillete para su madre.

Así que lo dijo con firmeza.

"Divórciate"

Isadora no dio su respuesta. Se limitó a entrecerrar los ojos y a observar el rostro de Lara durante un largo rato.

 

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