Martes, 17 de Agosto del 2021 |
La Falsa Esposa del Archiduque Monstruoso 55
El corazón de Vivian latía como un loco mientras salía de la sombra del pilar. No podía tragarse el hecho de que un error momentáneo pudiera llevar a este tipo de tragedia, independientemente de su cautela durante el día.
Incluso en medio del pánico, agachó la cabeza rápidamente. Para empeorar las cosas, a diferencia de lo que ocurría durante el día, su pelo ya estaba suelto y volvía a estar despeinado, tal y como estaba.
¿Qué debo hacer si me reconoce por casualidad? ¿Cómo debo informar de este asunto a la joven Alexia? Sobre todo, ¿qué debo decirle exactamente a Knox, el Archiduque, en este momento? Todos los pensamientos que invadían su mente habían hecho que la cabeza de Vivian se sintiera igual de pesada.
Al mirar a Vivian, que parecía estar temblando mientras inclinaba la cabeza aproximadamente en noventa grados, frunció inmediatamente el ceño.
"Esa voz... Es la primera vez que la oigo. ¿Es alguien que no es de por aquí?"
¡Ah!
"...sí. Acompaño a Mi Señora en este evento"
"No puedo creer que estés aquí a estas horas. ¿No has podido conciliar el sueño?"
"Ah, eso es..."
Sin darse cuenta, Vivian estaba a punto de contarle con respecto a los momentos de diversión que disfrutaban los sirvientes. Sin embargo, mantuvo sus labios cerrados inmediatamente.
Por el bien de los demás sirvientes, así como del Archiduque, pensó que sería mucho mejor no mencionarlo en absoluto. En su lugar, Vivian esbozó una amplia sonrisa.
"Sí. El aire de la noche se sentía increíblemente bien, lo que me hizo caminar sin rumbo antes de llegar hasta aquí"
"Bueno, este es un lugar bastante agradable para disfrutar del paisaje. Por eso pedí que mi alojamiento se ubicara aquí, sólo para ese propósito en particular"
Knox pareció estar de acuerdo con lo que había dicho Vivian antes de rozar con sus manos los pilares. Cuando sintió el mármol finamente cincelado bajo su tacto, sólo entonces Knox volvió a levantar la vista para dirigirla directamente hacia donde podía ver vagamente la figura de una persona.
"¿Para qué familia trabajas?"
"......"
"¿No puedes decirlo?"
"Estoy bajo el cuidado de la joven condesa de Britton"
Los ojos de Knox se abrieron de inmediato ante las palabras emitidas por Vivian.
"Es una coincidencia... Realmente espero verla, pero nunca pensé que me encontraría con su doncella aquí mismo"
Se frotó la barbilla antes de estallar en carcajadas. Entonces, sorprendentemente reveló su suave sonrisa, como si estuviera pensando en ella con cariño.
"¿Le va bien?"
"Sí. Creo que se lo está pasando muy bien desde que pudo reunirse con sus amigos después de tanto tiempo"
"¿Alguna vez habló de mí?"
Knox, que trató de decir eso con un tono casual, rápidamente giró la cabeza. Su rostro que estaba teñido de un sutil rojo bajo la luz de la luna, parecía revelar su vergüenza.
Entonces, Knox le lanzó una mirada fija al no dar ninguna respuesta antes de negar con la cabeza.
"Huff. Es imposible que una simple criada sepa algo así".
"Mi Señora siempre se avergüenza cuando habla de Su Alteza. Sin embargo, no estoy al tanto de nada más allá de eso"
"¿Estás diciendo que ella es de alguna manera consciente de mí?"
Knox desveló una sonrisa llena de alivio ante sus palabras. Su repentina sonrisa había hecho que Vivian sintiera que su corazón estaba atravesado por una espina afilada.
"Estoy seguro de que no necesito decir nada más si ya sabías quién soy. Pero entonces, ¿no me tienes miedo?"
"Yo......"
Ella dudaba sobre su propia respuesta.
¿Qué debería decir? Bueno, en realidad, sí. Pero justo después de conocerte... ¿no? Eres inesperadamente amable y mucho más sentimental de lo que pensaba. Por lo tanto, no pareces un monstruo en absoluto... De hecho, te encuentro como alguien amable, así que disfruté de estar junto a ti...
Nada podía expresarse realmente. Por lo menos, cuando ella estaba allí frente a él mientras llevaba el nombre; 'Vivian' - no podía ni siquiera pronunciar una sola palabra para él.
Vivian trató de buscar las palabras adecuadas durante un buen rato. Palabras que fueran enunciadas casualmente por los demás. A medida que recordaba los recuerdos relacionados con él, las palabras que Vivian podía pronunciar eran extremadamente limitadas.
"No le tengo miedo, Archiduque"
"...¿De verdad? Eres bastante único, igual que tu maestro"
El rostro de Knox estaba radiante mientras aludía a Alexia.
Luego quitó la mano del pilar antes de dar un paso más hacia ella.
"Muchos otros me han encontrado temible, así que sólo exageran los rumores que me rodean mientras se mantienen alejados de mí. Pero aun así, gracias a eso, puedo disfrutar libremente de mi vida"
Comentó mientras acariciaba la cabeza de Vivian. Su mano se sentía extremadamente suave, como si estuviera acariciando a un niño con bastante cariño. Su pelo, que parecía aún más oscuro que el cielo nocturno, se enredaba en su gran mano.
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