LFEDAM 51

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Martes, 27 de Julio del 2021


La Falsa Esposa del Archiduque Monstruoso 50



Sin embargo, Knox empezó a darle la lata al respecto al captar su lapsus linguae.


"¿Cómo está tu espalda? ¿Te sigue doliendo?"

"Yo, no sé"

"¿Te gustaría que te diera un masaje? Tengo un poco de conocimiento sobre el autotratamiento, ya sabes"


La mano de Knox, que estaba sujeta por Vivian, comenzó a moverse de nuevo. Ella no tuvo más remedio que abandonar su asiento con la cara tan sonrojada ya que sus gestos parecían no terminar pronto.


"Sólo recuerdo que hay muchas cosas que debo preparar, así que me despediré por hoy"

"Querida, espera..."


Incluso antes de que Knox pudiera agarrarla, Vivian ya estaba saliendo corriendo como una flecha voladora. Knox se quedó mirando fijamente su figura corriendo como tal antes de estallar en carcajadas.


"¿Me pasé ayer?"


Murmuró en voz baja antes de dirigir su mirada al escritorio. Había una gran cantidad de documentos y cartas, que apenas podía ver, amontonados como una montaña en el escritorio que estaba situado justo en ese lado de la habitación.

Dirigió una mirada vacía al escritorio, y luego procedió a llamar al mayordomo.


"¿Me has llamado?"

"Lee la invitación a la fiesta que llegó hace poco"


Inmediatamente a la orden de Knox, abrió la que estaba justo en la parte superior de una pila de cartas pulcramente ordenadas antes de comenzar a leerla en voz alta.

Knox se frotaba la barbilla cuando el mayordomo leía la carta con su suave voz, hasta la última frase. Después de todo lo dicho, finalmente retiró la mano de su barbilla.


"Se encuentra allí... Entonces, no habrá ningún problema para mí"

"¿Piensas asistir?"

"Iba a rechazarlo, pero he cambiado de opinión"

"Entonces, seguiré adelante y presentaré la solicitud"


Knox asintió a las palabras del mayordomo antes de mirar por la ventana. Hacía mucho tiempo que la cortina de la ventana no se levantaba y eso era sólo por el hecho de que ella era la que siempre había estado de visita mientras lo cuidaba.

Knox se levantó poco a poco de su asiento cuando la voz de ella, que había expresado su desagrado hacia la oscuridad, sonó en su oído.

Aproximadamente a esa misma hora, Vivian ya había corrido de vuelta al condado. Cuando dio su informe, el condado se puso inmediatamente patas arriba.


"¿Qué? ¿Por qué asiste también esa persona?"


El vestido cayó instantáneamente de la mano de la joven, que nunca había descuidado vestirse, incluso cuando acababa de despertar de su sueño. Su expresión parecía estar llena de consternación, como si se hubiera sumergido en las profundidades del abismo.


"Mi Señora, eso es..."

"¡Nunca has sido de ninguna ayuda! Si estás enferma, deberías encerrarte en casa; ¿por qué has salido?"


Su temor sólo había durado un rato. Poco después, empezó a tener sus ataques violentos, incluso cuando antes sólo le habían hecho rodar el pelo.

Como ella había estallado mientras lanzaba todo lo que estaba a su alcance, esos objetivos inocentes fueron víctimas de ser rotos una vez más.

Esta vez también, Vivian ya fue considerada como una presa. Independientemente del hecho de que sólo estaba informando de los detalles, seguía siendo vista como una grave pecadora a los ojos de Alexia.

Vivian sólo pudo sacudir la cabeza en silencio mientras estaba terriblemente impresionada por las cosas que le lanzaban sin piedad. En cualquier caso, Vivian no se atrevía a pronunciar una sola palabra. Por primera vez, se sentía exactamente igual que Alexia.

Esperaba desesperadamente que él no participara. Incluso pensó que sería bueno que él se quedara en casa disfrutando de un tiempo de tranquilidad para sí mismo.

La mente de Vivian se mareó de inmediato con los pensamientos que le invadían sobre las cosas que tenía que pasar con esos ojos suyos, que apenas podían ver.


"No. Ese chico también había venido a esta reunión, ya sabes. Dijo que no asistiría con el Duque, y por eso tuve que devolver a esa niña indefensa a su sitio"


Comenzó a golpear sus uñas con nerviosismo. No podía aplazarlo, teniendo en cuenta todo el dinero que ya había gastado en esta reunión. Dicho esto, era absolutamente mucho más difícil para ella misma si tenía que confiar todos los asuntos a un sustituto incómodo.

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