LFEDAM 20

Miércoles, 07 de Marzo del 2021

La Falsa Esposa del Archiduque Monstruoso 20

Primero fue un solo dedo, luego se convirtió en dos. Sus dedos habían ensanchado su conchita, antes de frotar su interior.

Sus dedos se volvieron mucho más ocupados en cuanto sintió que Vivian se estremecía mientras gritaba con una voz encantadora.

"¡Aahhh! Espera...."

Cuando por fin había tocado un lugar muy sensible, la cara de Vivian se puso rígida de inmediato. Incluso antes de que sus ojos confundidos pudieran preguntarle algo, el Archiduque ya había estado frotando tenazmente ese único lugar.

"¡Ahhh, aaahh......!"

Los dedos de los pies de Vivian se curvaron instintivamente en respuesta. Luego agarró y arrugó las sábanas mientras su trasero se levantaba también simultáneamente.

Al darse cuenta de que Vivian estaba llegando a su punto álgido, deslizó inmediatamente su otra mano hacia su clítoris antes de acariciarlo.

En el preciso momento en que la cadera de Vivian se dobló por completo, ya había alcanzado el clímax sin dejar escapar ningún sonido. Cuando su mirada se nubló, cerró inconscientemente los ojos mientras movía la cabeza hacia un lado. Se estremecía hasta el punto de que incluso su temblor podía ser sentido por él, que seguía sosteniendo sus piernas en posición.

El Archiduque soltó su mano del cuerpo de ella, que seguía palpitando debido a que era la primera vez que experimentaba un clímax provocado por otra persona. A continuación, se desabrochó inmediatamente el cinturón para dejar al descubierto su falo.

"...Ah ah ah"

Vivian apretó los labios en el momento exacto en que vio esa cosa suya.

¿Entraría esa cosa así como así? No es que fuera una ignorante de las relaciones sexuales, es que nunca había oído que fuera tan grande. Un monstruo. Una vez más, recordó los rumores que le rodeaban y enseguida se estremeció, aunque ligeramente.

Mientras el cuerpo del Archiduque se acercaba a ella, Vivian había rechazado su cuerpo incluso sin darse cuenta. Siguió estremeciéndose cuando intentó apartar su febril cuerpo, pero él le sujetó las manos por completo mientras la besaba, haciendo que quedara absolutamente tumbada bajo él.

"Su Alteza, por favor, espere"

"Llámame Knox"

Los ojos de Vivian se abrieron instantáneamente al escuchar eso.

¿Cómo podía llamarle por su nombre? Sus párpados se agitaron de inmediato al oír su nombre, que no se atrevía a pronunciar, ni siquiera en la punta de la lengua. Entonces, él engulló rápidamente sus labios mientras frotaba su entrada con su propio miembro.

"!"

Esa cosa de él, que había empujado contra la entrada de ella, de hecho, no era su rodilla. A pesar de la sensación de similitud, el miedo ya había aparecido en el rostro de Vivian.

Pero el Archiduque no pudo aguantar más. Cuando por fin pudo sentirla claramente dentro de su abrazo, el Archiduque acabó por perder la calma mientras penetraba con fuerza dentro de ella.

"¡Uf!"

Vivian contuvo inmediatamente la respiración en respuesta a aquella cosa intensa pero desconocida, que nunca podría compararse con un simple dedo. Sentía como si la hubieran perforado por dentro.

Vivian hacía una mueca de dolor, ya que de repente había olvidado cómo respirar, lo que finalmente hizo que Knox la besara.

"Huuu...... Está bien. Respira, despacio y relájate"

Tras decir esto, empezó a mover las caderas. En realidad, apenas había logrado mantener la calma que finalmente se perdió en el momento exacto en que el estrecho lugar de ella se había apretado alrededor de su miembro.

Incluso en medio de los sollozos de Vivian, él seguía moviéndose, aunque lentamente mientras la besaba sin cesar hasta que ella estaba completamente abierta.

"Eughh, haah, no, no, Su Alteza"

"¿No te dije que no me llamaras 'Alteza'?"

Los labios de Vivian se asemejaban a los de un pez -que jadea para respirar- ante sus palabras que le exigían obstinadamente que le llamara por su nombre. Al mismo tiempo, el punzante latido de su interior se transformaba en un nuevo placer, lo que le hizo soltar, sin saberlo, un grito agudo.

"¡Aahhh, ah Knox......!"

Knox sonrió inmediatamente cuando su nombre finalmente salió de sus labios. Entonces, se inclinó sobre una de sus piernas y la agarró con tanta fuerza que le dejó una marca, antes de empujarse con fuerza con todas sus fuerzas.

¡Gasp!

Cuando Vivian forzó un resoplido, su cadera que se movía lentamente había aumentado su ritmo para moverse aún más rápido. No se detuvo en absoluto hasta que la región donde sus cuerpos se unían había brillado con sus propios jugos que rezumaban con sonidos de aplastamiento de los cuerpos entrelazados entre sí.

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