LAEMRE 117

Martes, 09 de Noviembre del 2021

La Emperatriz Regresa 117

"Es cierto. Será tan abrumador que unos días no lo compensarán"

"¿Dónde deberíamos ir?"

"No sabemos si mucha gente nos echará el ojo, así que yo seré tu guía"

Cuando Kyle se alejó un poco, Viola quería tener muchas conversaciones con Iván. Más que nada, quería enderezar la relación de los dos hermanos, ya que es tensa gracias a ella. Pero...

"¿No te arrepientes? De ayudarme, quiero decir"

Iván respondió simplemente.

"No"

"Ese día... ¿La enviaste allí sabiendo que Su Alteza iría a buscar a Guinev?"

"Sí"

Ella no culpó a Iván ni siquiera por el hecho de haber tenido que presenciar esa escena.

"Iba a irse de todos modos, ¿no?"

"Es cierto. Tenía un objetivo concreto"

Estupefacta, Viola se echó a reír. Pensar que dejar de lado sus ambiciones de ser Rey le traería tanta paz... Con el pretexto de la muerte de Eduardo, se arrepintió de los días que pasó con tanto dolor, atrapándose en una prisión incapaz de sentir la verdadera felicidad.

"Ahora quiero hacer las preguntas. Si pudiéramos retroceder en el tiempo, ¿qué elecciones harías?"

El viento pasó por delante de los dos. Viola se revolvió el pelo revuelto y miró a Iván.

"No me habría ido. Me habría quedado aquí y habría encontrado la manera de ayudarle"

Los ojos de Iván se abrieron de par en par. Incluso mirando el resquicio de decepción que mostraba su mirada, Viola no pudo consolarlo.

Desde que se había reunido con Lustian, se había decidido finalmente a aceptar su propio destino. Aunque se convirtiera en el momento más doloroso de su vida... quería protegerlo.

"Si Guinev no era el compañero de Dios, ¿para qué sirvo yo, como alguien que atravesó su barrera? Si ese es el lugar al que sólo pueden entrar los elegidos, ¿en qué me convierte eso?"

Los ojos de Iván temblaban.

"Eso no lo sé. Quién eres.... o para qué te van a utilizar..."

Ella no pudo escuchar otra palabra de Iván. Ella no sabía que él no lo supiera. No importaba. Había mucho tiempo y ella tenía el corazón para hacer todo por él.

"¿Dónde está Guinev? Guíame hasta ella"

♛♛♛

Ella siguió a Iván. El lugar al que fue fue el templo cerca del Lago de Dios. En ese momento, pensaron que nadie viviría en un templo tan viejo y desgastado, pero no fue así. Muchos funcionarios vagaban por allí. Cuando pasaron por aquel lugar y se adentraron en él, se encontraron con otro camino que llevaba a otro templo.

"Esta es la tumba imperial"

"En ese caso..."

"Sí, padre está enterrado aquí"

"¿Falleció por enfermedad?"

"No. Falleció porque enviaron a un falso compañero"

"...!!!"

"Padre ya no era útil para Dios. Es porque apareció una nueva persona que cumpliría sus funciones..."

La persona recién nombrada por Dios era Lustian, y el deber de buscar al Compañero de Dios le fue transmitido. Debido a esto, el anterior emperador ya no era útil. Viola estaba tan sorprendida que se le erizaron las puntas de los pelos. Era un dios cruel. Pensar que le costaría la vida al emperador sólo porque le enviaron una novia falsa...

Viola estaba preocupada por Guinev. Tras llegar a palacio, intentó explorar muchas facetas de la situación, pero seguía sin poder encontrarla por sí misma. ¿Qué ha sido de ella?

Justo en ese momento, Iván se escondió detrás de la columna. "La emperatriz también está aquí, así que ten cuidado. No es bueno verla de nuevo"

Ella tragó saliva. Aunque no hubiera caballeros blandiendo espadas, la seguridad desprendía una atmósfera grave. Entre los funcionarios, una mujer se adelantó con cuidado. Algo parecía raro en su forma de andar. La forma en que estiraba las manos y vacilaba al caminar hacía pensar que se preparaba por si tropezaba con algo y se caía. Hacía mucha fuerza con las manos para agarrarse a algo en lo que pudiera apoyarse. Era obvio que no podía ver.  Finalmente, subió al altar.

Con la ayuda de los funcionarios, cogió un pétalo seco y lo lanzó dentro de la plataforma aromática. El fuerte aroma se extendió por todo el templo.

"Descanse en paz, Su Alteza. Le deseo felicidad al sentarse junto al Dios misericordioso"

La mujer comenzó a inclinarse ante el altar. Mientras se inclinaba, no una sino varias veces, y se levantaba, había gotas de sudor en su frente. Cuando terminó su oración y se dio la vuelta, se pudo ver su rostro.

Era Guinev...

Como castigo por ser la compañera equivocada, le quitaron la vista. Su memoria también fue borrada.

♛♛♛

A Viola le dolió el corazón incluso después de volver al templo por la lamentable vista de Guinev.

'Si no manejas la situación con cuidado después de haber sido elegido como Compañero de Dios, ambos serán castigados. Acabamos de llegar a un acuerdo. Y la persona más parecida al Compañero de Dios hasta ahora era Guinev...'

Iván había dicho que no podía ayudar. Además de no poder ver, Guinev ni siquiera sabía quién era, ya que había perdido la memoria. Definitivamente no sabía su nombre ni su identidad, e incluso se olvidó de amar a Lustian. Se convirtió en una dama de honor. La ley del Imperio de Arpen era que todo aquel que entrara en contacto con Dios se convertiría en dama de honor o en funcionario, así que fue así.

Al escuchar la historia, a Rosha se le ensombreció el rostro. "Mi emperatriz, no estáis obligada a hacer nada. Aunque es cierto que la princesa Guinev es lamentable, tal vez este sea su destino"

"Prepara una carta oficial"

"¿Perdón? ¿A quién pretendes enviársela?"

Preguntó la sorprendida doncella.

"Debemos decirle a la Reina de Farus que está viva"

"M-mi emperatriz... Eso es..."

Viola sintió que debían aliviar la hostilidad del Reino de Farus. A diferencia de las otras princesas, Guinev no podía ser enviada de vuelta a su reino, pero quería curar su enfermedad.

"Diles que cuidaré de Guinev. Esta será mi promesa a ellos como la Emperatriz de los Arpen.

Buscaré a lo largo y ancho del continente de Eslovenia y buscaré lo que ella perdió. Encontraré al mejor terapeuta"

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