Jueves, 04 de Marzo del 2021

La Emperatriz Regresa 11

Una operación encubierta

Pronto llegó el día siguiente. En lugar de tomarse el tiempo necesario para adaptarse a su nuevo alojamiento, Viola quería comenzar inmediatamente a llevar a cabo su misión y se negaba a retrasarla ni un solo día.

Lo primero que debía hacer era averiguar el paradero de Guinev. Sin embargo, por el momento tenía que desempeñar el papel de rehén obediente. Para no despertar sospechas sobre sus actividades, debía actuar como las demás princesas: beber té, leer libros y fingir que bordaba.

Después del desayuno, se dirigió a la sala de entrenamiento. Al entrar, los profesores le dieron la bienvenida como si hubieran estado esperando su llegada desde hacía tiempo.

"Durante los seis meses de formación, tu rutina diaria consistirá en lo siguiente. La primera comida está fijada a las 9:00 a.m. Por favor, cúmplela en la medida de lo posible"

El instructor jefe hizo una pausa para comprobar que Viola escuchaba con atención antes de continuar con la implacable lista de deberes.

"Después del desayuno, se les dará un té ligero y sus lecciones sobre la historia del Imperio Arpen se llevarán a cabo desde las 10:00 hasta el mediodía. El almuerzo se servirá hasta las 13:00 y luego se les dará un período de descanso, así que por favor regresen a su habitación durante ese tiempo y tomen una siesta. De las 15:00 a las 17:00 horas, recibirás clases de etiqueta imperial y de baile. Después de las 17:00 puede relajarse como quiera"

"¡!"

Viola frunció el ceño, consternada, ante la agenda que se le había presentado. El horario era apretado. Aunque parecía que tendría más tiempo de ocio por las tardes que por las mañanas, sabía que se impondrían numerosas restricciones a sus acciones una vez que se pusiera el sol. A fin de cuentas, el apretado horario no era más que otra forma de evitar que los candidatos hicieran cualquier otra cosa.

'Es como si me dijeran que sólo me moviera por la noche. En realidad, tal vez esto sea mejor para mí'

De todos modos, no pensaba hacer ningún movimiento durante el día. Primero, necesitaba adquirir algunos materiales para empezar a llevar a cabo sus planes. Dado que la puerta principal estaba fuertemente custodiada, la única manera de salir de la Villa Real era trepar por el formidable muro que la rodeaba utilizando una cuerda. Por supuesto, tenía que encontrar un disfraz para cuando llegara al otro lado del muro. Viola se preguntó dónde podría encontrar una cuerda, y durante el resto de la mañana se concentró en cómo organizar mejor su misión.

Finalmente, llegó la hora de la clase de historia.

"El Imperio de Arpen debe sus orígenes al Dios del Agua que una vez residió en el Lago de Dios. Gracias a que concedió sus bendiciones a la tierra, el imperio pudo adquirir la enorme riqueza que aún conserva en la actualidad"

El profesor de historia de Viola recitó la lección con elocuencia, asegurándose de enfatizar las alabanzas al Dios de Judith.

"Según la leyenda, el aspecto del dios era tan hermoso que incluso los dioses celestiales lo envidiaban. Había amado al Imperio de Arpen con todo su corazón, regalando a la tierra bendiciones interminables. El dios colmó al imperio de regalos y mostró un afecto equivalente al que había tenido por su amante que una vez vivió en el imperio. Entonces..."

Esta versión de la historia del Imperio de Arpen era completamente diferente a la que Viola había aprendido en el pasado. Intuyó que el instructor no hacía más que presentar historias inventadas por el imperio para promocionar su imagen ante las nuevas candidatas a princesa. Realmente, esta lección parecía sacada de una novela de fantasía.  Incluso en el libro de texto que le habían dado a Viola constaba que el primer emperador no era un hombre, sino el hijo de un dios. Al final, el objetivo de estas clases de historia era simplemente deificar al emperador.

Se le describía como benévolo y entregado al pueblo, pero la realidad de sus actos no se ajustaba a su descripción. En primer lugar, no tenía ningún sentido decir que tenía una gran devoción por la humanidad y al mismo tiempo reconocer que mató a tanta gente que incluso se ganó el apodo de 'Emperador de la Sangre'

'Ojalá fuera ya la hora del descanso...'

Esta farsa la cansaba. Se preguntó si sería posible dar una vuelta por los jardines en lugar de echarse una siesta durante el periodo de descanso. Finalmente, sus falsas lecciones de historia concluyeron y se le permitió comenzar su tiempo libre. Viola se levantó, sacudió el cansancio de su cuerpo y se dirigió a la salida.

Hizo una señal a Rosha, que vino corriendo.

"Rosha"  susurró cautelosamente al oído de la joven.

"Hay algo que necesito que hagas. Intenta adquirir uno de los uniformes de las criadas"

♛♛♛

Al poco tiempo, pasó una semana. Rosha había utilizado su personalidad vivaz y encantadora para congraciarse con la criada principal a cargo de la Villa Real, después de un tiempo se le permitió aventurarse fuera de las instalaciones. Poco después, regresó a toda prisa con un uniforme de doncella de palacio escondido bajo su vestido. En cuanto regresó a la suite que compartía con Viola, Rosha arrancó una de las tablas del suelo y escondió el uniforme en el espacio que había debajo.

Mientras tanto, Viola se dedicó a fabricar una cuerda con los materiales que pudo reunir en la villa. Rompió sábanas en tiras finas y las trenzó a mano para hacer una cuerda resistente. En uno de los extremos, ató un gancho improvisado.

"Esto será suficiente. Debería poder moverme ahora mismo"

Viola empezó a exponer mentalmente lo que había aprendido sobre el interior del palacio. Toda la información la había obtenido de las conversaciones entre las doncellas, que le habían bastado para dibujar un mapa aproximado del palacio en su cabeza. Miró a lo lejos, donde se veían los tejados ornamentados más allá de la muralla.

"El Palacio del Príncipe Heredero está al norte y el Palacio del Emperador al oeste... ¿entonces eso significa que el edificio inmediatamente después del denso bosque es el Palacio del Príncipe Heredero?"

Se había construido un alto muro en medio del bosque para mayor seguridad. Detrás de ella había un amplio camino que conducía a la puerta principal de la Villa Real. Al otro lado, un intrincado jardín serpenteaba desde la carretera hasta el muro. El jardín estaba formado por altos y adornados setos dispuestos en forma de laberinto.

Viola observaba, esperando a que los guardias aliviaran su patrulla.

'Bien, los guardias se están relajando por un momento. Salgamos"

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