DYD 33

Martes, 30 de Junio del 2021

La duquesa y el diablo 33

Noticia (4)

¿Quizás es tan insignificante que no hay necesidad de reaccionar tan seriamente? No, no lo será. No importa lo demoníaco que sea, está en juego la vida o la muerte.

Judith, que miraba fijamente a Derek, formuló la pregunta que llevaba días reteniendo mientras investigaba el movimiento de su marido.

"Por cierto"

"¿Qué pasó?"

"Si Hannibal está a nuestro alrededor intentando aniquilarte, ¿por qué no lo hizo antes? Por eso maldijo a mi marido y te encarceló en este cuerpo"

Sí, eso fue muy cuestionable. Como Hannibal deseaba, Derek perdió todos sus poderes mágicos y fue encarcelado en su cuerpo. Así que si está tratando de borrar su existencia de este mundo, ahora sería el momento adecuado. ¿Por qué se queda cerca de ellos y sólo busca oportunidades?

"Bueno"

Derek se rió al ver la cara de Judith, tan seria como un estratega a punto de entrar en guerra. Sin embargo, si realmente estallaba en carcajadas, sus ojos que están de pie ese día podrían volverse aún más agudos, así que se las arregló para soportarlo. Aun así, quería ver sus mejillas ardiendo de ira y resoplando como una ardilla. Los impulsos chocaron ferozmente.

A partir de ese momento, cuando la veía, no dejaba de sonreír. Era muy divertido observarla porque era una persona pequeña y frágil, con emociones muy coloridas. A diferencia de su interior, que es todo negro, sus entrañas deben estar llenas de espléndidos colores iridiscentes. Ahora, en lugar de querer pintarla con el mismo color acromático que el suyo, quería ver lo hermosa que sería.

Derek abrió la boca, acariciando sus mejillas color carne con los dedos.

"Debe haber una razón"

Un dedo que recorría las mejillas tocó la comisura de sus labios. El instinto cruel de abrir sin piedad sus labios, así apretados e introducir sus dedos, se disparó. Sin embargo, los penetrantes ojos que se reflejaban en ella apenas calmaron el ardiente instinto.

Sobre todo, era agradable escuchar el latido regular de su corazón sin que se le sorprendiera.

"¿Por qué no te destruye de inmediato?"

"La razón......."

Si lo que ha dicho es cierto, ¿Cuál es la razón? Judith cerró los ojos, sumida en sus pensamientos. Pero por mucho que sacudiera la cabeza, no conseguía averiguarlo.

"Tal vez ni siquiera esté seguro. Si realmente he perdido mi magia o no"

"Te ha maldecido, ¿Cómo no lo va a saber?"

"Una maldición es una especie de contrato, pero técnicamente es como un contrato que el demonio hizo sin el consentimiento humano. Como es un contrato unilateral, sólo hay cumplimiento. Así que no sabe si ese contrato se ha hecho con certeza. Por ejemplo, un remitente envía una carta sin dirección y espera una respuesta. En particular, la maldición de contrato múltiple de Hannibal es aún más complicada"

"¿La maldición de contrato múltiple?"

"Yo, el dueño de este cuerpo y finalmente, el ser humano poseído por él. Los tres estamos unidos bajo una misma maldición"

"Se llama la maldición de los contratos múltiples" susurró Derek con voz amable

"Si la maldición se desactiva y mantengo mis poderes mágicos, podría ser aniquilada de nuevo por el contragolpe, así que tendré que vigilarlo con cuidado"

Judith parpadeó lentamente.

Su circuitos de pensamientos se paralizó un poco, pero de todos modos entendió lo que dijo. Entonces, no significa que Hannibal no esté seguro en este momento. ¿Estaba Derek realmente atrapado en su cuerpo, privado de todos sus poderes mágicos bajo su maldición?

Un momento de equivocación podría destruirlo, así que le gustaría observar la situación un poco más antes de dar un paso adelante.

Al intentar aniquilarlo, se destruye.

Judith, que había estado masticando la frase, abrió de repente la boca

"¿Destruirás a Hannibal cuando recuperes tus fuerzas?"

Se le ocurrió, aunque lo dijo, era una pregunta muy divertida. ¿No es una historia normal? Desde el punto de vista de Derek, si no lo destruye, será destruido.

En otras palabras, como persona, si no lo matas, vas a morir. Una hoja afilada se acerca a la parte inferior de su cuello, ¿Cuántas personas se quedarían quietas? Si tuviera la misma espada en mano, la blandiría para evitar que su propia vida se desperdiciara en vano.

"Así debe ser"

Derek aceptó con ligereza la respuesta algo pesada y sonrió.

"Porque tiene la intención de matarme"

Pero el peso de las palabras que recibió nunca fue ligero.

La charla de Judith de alguna manera se derritió fríamente. Estaba excesivamente tranquilo en una situación de matanza en la que buscaban oportunidades para matarse unos a otros. Sólo su tono hace pensar que se trata de algo que no tiene nada que ver con él.

No. 

Al poco tiempo, se dio cuenta de que se había equivocado desde el principio. Tomó la forma de un humano, pero nunca fue humano.

Derek es un demonio. Por lo tanto, no debe ser juzgado por el estándar de la gente común. Este aspecto de mantener su pelaje erguido y empapar la columna vertebral de manera escalofriante debe ser su verdadera forma como demonio.

"Así que en el futuro, nuestro trato debe ir sin problemas"

Cada vez que descubría accidentalmente su verdadero rostro, el interior de su pecho se agitaba inusualmente

Estaba cerca y era peligroso, pero no podía quitarle los ojos de encima. Podía sentir que me ahogaba lentamente en la ingenuidad que me proporcionaba. El escalofrío de la opresión en el pecho era aterrador, pero al mismo tiempo sutilmente seductor. No sé si es su truco de magia o si es por alguna otra razón, pero es un hecho innegable.

Mientras miraba esos ojos rojos, no podía dejar de ser cautivada por cada uno de sus sentidos.

"Mi esposa me ayudará a recuperar mi fuerza"

La mirada de Derek escudriñó su labio inferior.

"Quiero que mi mujer quede embarazada"

Luego besó lentamente sus labios.

Fue como si le succionaran el alma de lo más profundo de su corazón. Mientras ella encogía el cuello en una extraña sensación, él pasó a succionar su lengua con una suavidad aterradora y profunda. Su lengua caliente le hacía cosquillas en el paladar mientras exploraba sus dientes parejos. Agarró la cintura de Judith con sus fuertes antebrazos para evitar que se escapara.

Dándole un beso fuerte y sensual, separó lentamente sus labios. Escudriñó el rostro de Judith con una mirada tan tenaz que no podía quedarse solo. Dondequiera que mirara, había un fuego ardiente.

Derek curvó suavemente las comisuras de sus labios. Al igual que el amanecer del día anterior, Judith no podía apartar los ojos de su sonrisa profunda y suave como un lago.

Por primera vez, no podía ver a su marido esa cara familiar, la cara que siempre le recordaba a ese pobre marido. En otras palabras, por primera vez, la imagen posterior de su marido no se superponía a la existencia del demonio. La imagen posterior de su marido que siempre le seguía como un espíritu maligno porque era la misma cáscara.

En sus ojos ahora sólo estaba clara la existencia del 'Demonio Derek'.

*****

El beso no duró mucho. Cuando estaba a punto de profundizarse, alguien encontró a Judith y llamó a la puerta del despacho.

Derek le lamió los labios y la barbilla un par de veces, decepcionado, y luego la soltó de mala gana. La ropa interior, que se calentaba poco a poco, mostraba su insatisfactoria presencia, pero Judith se negó a hacer nada al respecto.

Mientras se bajaba del escritorio y se arreglaba el desordenado vestido, Derek le atusó con las manos su pelo plateado, extrañamente enmarañado. Era una mano torpe pero amable.

Antes de salir del despacho, besó la palma de Judith como si lo sintiera mucho. No olvidó lamerla con la lengua. Judith, temblando ante la sensación de humedad y cosquilleo, sonrió suavemente y salió del despacho.

Desapareció, pero un dulce aroma llenó el espacio vacío como si dejara un rastro.

El calor abrasador de la parte inferior no desapareció. Al inhalar el aroma que quedaba en la habitación como alternativa, su pija se estremeció aún más. Sintió el pecho congestionado como si estuviera cubierto de plomo. Era un fenómeno que aparecía cuando los deseos no resueltos se acumulaban poco a poco.

No lo soporto

Derek, que estaba sentado en el escritorio, se revolvió, moviendo su pantalón con una mano lánguida. En un instante, su parte superior estaba bien, pero su parte inferior se encontraba en un estado de vergüenza hasta el punto de ser vergonzoso. Tal vez Judith no podría soportarlo si lo hubiera visto, vestido de manera tan desordenada.

Su polla se había levantado furiosamente desde el momento en que su dulce aroma estimuló el corazón. Como si no sólo tuviera una erección sino que también estuviera orinando, la punta ya estaba cubierta de espeso líquido cuproso

Sin dudar ni un instante, Derek agarró su polla venosa y lo tomó. La polla, que era demasiado grande para ser cubierto por la gran mano del hombre, se agitó sin dudar, como si quisiera hurgar en un lugar estrecho. Habría sido perfecto si no fueran sus callosas manos las que se frotaba ahora, sino ese húmedo y elástico agujero.

"Whew......."

Disfrutaba masturbándose, imaginando a Judith, que estaba tumbada debajo de él, con las piernas abiertas, que lloraba y lloraba. El aliento que fluía por sus sensuales labios era de un calor insoportable, como si estuviera vagando por el desierto.

El acto secreto de divertirse a solas era ligero, pero la temperatura era extrema. Se lamía los labios una y otra vez para recuperar la textura de sus labios, que acababa de chupar. Las fantasías se dispararon hasta el punto que le mordía la polla con sus bonitos labios.

La masturbación, que utilizaba a la imaginaria Judith como reclamo, no tardó en romperse. Sentía un cosquilleo en la nuca y una sensación de vértigo que le dificultaba recuperar el sentido común, aunque fuera por un momento. Como si estuviera al borde de un precipicio, la sensación de eyaculación se precipitó hacia el borde. Como demonio, era la sensación más estimulante que sentía.

El glande, partido por la mitad, se agitó y vomitó sin cesar una lechita espesa y turbia Tras limpiarse las manos mojadas con un pañuelo de papel, se puso a moverse despeinado. Nadie sabría lo que había pasado en esta habitación, salvo la lechita que estaba en el suelo y el sutil aroma de flores de castaño que flotaba en el aire.

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