ELDHTAP 129

Domingo, 08 de Enero del 2023

En lugar del hijo, tomaré al padre 129

Estaba tan sorprendida que me quedé muda. Me rodeé la caja torácica con los brazos y bajé los ojos.

¿Podré escapar de ese hombre?

Por supuesto, me dolía mucho el hombro y mi fuerza física no era la de siempre. La probabilidad de fracasar era abrumadoramente alta, pero si huía por la fuerza, tal vez lograra mi objetivo. Me senté en la silla como expresión de mi intención de no rebelarme.

"Lo entiendo".

"¿Tan inocente?"

El hombre alzó las cejas. Mostré a propósito una señal de resentimiento y me mordí el labio.

"De todas formas, no tienes elección. Si quieres vivir aunque sea un poco más, no tienes más remedio que obedecerme".

No bastaría con descuidarme tanto, así que fingí pensar en los demás y no en mí.

"¿Vas a garantizar la seguridad de Mónica?".

El hombre me miró fijamente. Como si aún no lo supiera, ladeó la cabeza.

"Cuñada, tienes otras preguntas además de esa, ¿verdad? Sólo le diré una cosa".

Me di cuenta de sus intenciones, pero disimulé y puse una expresión triste.

"Monica...."

El hombre cortó mis palabras.

"Nuestra cuñada es un poco ignorante. No hagas preguntas triviales".

Entonces hice la pregunta que el hombre quería oír.

"¿Por qué ha venido hasta aquí?".

"Vine a ver al maestro de Eleonora. Pero me pregunto si murió por esconderse demasiado bien".

Abrí los ojos de par en par.

"¿Qué quieres?"

"Dije que sólo respondería a una pregunta. Aún así, puedo darte una respuesta especial porque eres mi querida cuñada. Le pediré que prepare ambrosía. Ya que fue amado por los dioses, puede que incluso sea capaz de hacer las frutas inmortales que comen los dioses."

No sabía cuál era el disparate, pero parecía que sus experimentos con las bestias seguían fallando, así que cambió de ruta.

Aunque el hermano de Aedis ya había vivido más de 500 años, su anhelo de vida eterna no podía saciarse.

De todos modos, eso no era asunto mío. Lo importante era que, según las conjeturas de aquel hombre, el maestro de Eleonora ya estaba muerto. Y yo tenía la sangre de ese maestro.

Si aquel hombre descubría esto, no creía que tuviera una buena reacción. Se enfadaría mucho al darse cuenta de que había perdido el tiempo buscando a un muerto.

Ummm, tal vez me lleve al desierto y me use como material para un nuevo experimento.

El hombre no conocía en absoluto mis pensamientos internos así que sonrió tranquilamente.

"Qué desperdicio. Si hubiera sabido que nos encontraríamos tan cómodamente, habría comprobado cada detalle de los recuerdos de Gilbert, aunque fuera demasiado."

"......."

"No intentó mostrar demasiado bien los recuerdos sobre la cuñada".

"No me interesa."

Tanto si Gilbert estaba allí como si no, no tenía intención de conseguir su ayuda.

"Realmente le odias, ¿eh?"

No sintiendo la necesidad de contestarle, permanecí en silencio, entonces oí la puerta abrirse desde fuera. Cuando vi entrar a la mujer, me alegré.

"¡Shaula!"

Rápidamente revisé a Shaula desde la cabeza hasta los dedos de los pies. Afortunadamente, no parecía tener ninguna herida. Ella naturalmente se interpuso entre el hombre y yo. Entonces ella bloqueó la mirada del hombre que se centró en mí.

"El dejó a ésta colgada en un lugar visible".

El hombre se rió.

"Supongo que tendrá que aguantar sin morir hasta que averigüe algo sobre su amo. Como prometí, no he hecho daño a la cuñada. ¿Qué debo pedirle que haga a partir de ahora?".

Parecía que Eleonora seguía viva. Las cosas no estaban tan mal. Palmeé a Shaula con alivio.

"Shaula......."

Eres mi escolta. Pensando en mi seguridad, renuncié a mi orgullo.

"...... Alteza, no sé qué tipo de respuesta debo tener si pones cara de impresionado en una situación como esta..."

Apartando a la sorprendida Shaula, el hombre tenía una mirada triste.

"Cuñada, ¿vas a fingir que no me conoces? ¿Tenemos que hacer lo que tenemos que hacer?".

Mantuvo el contacto visual conmigo durante unos segundos. Y con cara de satisfacción, se marchó.

...... ¿Acaba de lavarme el cerebro? ¿Qué ha cambiado?

"Cuñada, ¿no te sientes extraña?"

Me quedé atónito, sujetando a Shaula con una mano. Shaula resistió por la fuerza el deseo de atacar al hombre y también parecía desconcertada ante mi reacción.

Hah, ¿quizás no funcionó porque bebí la sangre de la bestia? Eso, eso está bien, pero.......

Cuando ese tipo se dé cuenta de que no me han lavado el cerebro, tendré muchos problemas. Contuve la respiración porque ahora mismo no había forma de escapar a salvo de aquel hombre.

Me animó mientras yo sudaba frío de otra manera.

"El nombre es lavado de cerebro, pero sólo puedo dar una orden a la cuñada, así que no te preocupes. Esa mujer estaba bien excepto por apuñalar a la cuñada, ¿no?"

"......."

"Por cierto, ¿qué vas a hacer?"

¿Por qué fingía estar preocupado? Iba a decirme que atacara a Aedis.

Igual que le dijo a Mónica que me apuñalara. Miré a Shaula para indicarle que estaba bien. Pero Shaula ya estaba convencida de que me habían lavado el cerebro por completo, y se lamentó.

"Estoy jodida. Debería dejar a Su Alteza y salir corriendo".

Este hijo de .......

Aunque me sentí traicionado por Shaula, inevitablemente di fuerza a sus ojos. Hice amenazas que ni siquiera parecían amenazas, esperando que el hombre estuviera más atento.

"Cuando venga Aedis, no te dejaré solo. Además, soy el heredero de un gran noble. ¿Crees que saldrás de esta a salvo?".

Era una forma de hablar que parecía ignorante para amenazar a un hombre fuera del reino de los seres humanos.

"Lo sé. Mi hermano menor ha estado cautivo demasiado tiempo".

Al oír la frase "demasiado tiempo", fruncí el ceño y volví a mirar a Shaula.

"Alteza, ha dormido durante cinco días".

Si es así, Aedis también estuvo ausente más de una semana. Probablemente estaba cruzando un continente, así que pensé que podría tomarse un tiempo....... Aquel hombre también estaba desconcertado, así que no parecía normal.

"Qué bueno sería que la búsqueda del maestro de Eleonora fuera así de bien".

El hombre gruñó y se estiró. Agarré a Shaula como si fuera una pared y me levanté.

"Si no hay nada que quieras ordenarme ahora mismo, volveré. ¿Puedes dar órdenes desde lejos de todos modos?".

"Todavía estoy aburrido, así que ¿no puedes quedarte a mi lado?"

No seas tonta. Le hice una seña a Shaula, maldiciendo con la cara.

"Vámonos."

"¿Se encuentra bien, Alteza?"

"No creo que tenga intención de aprovechar su única oportunidad para apuñalarte".

Cuando hablé con Shaula, que no podía entender mis señales, el hombre respondió con una réplica.

"Sí, es cierto~"

Shaula me siguió con cara interrogante.

La nieve blanca y pura se extendía como un mar abierto.

¿Cómo podemos volver al castillo desde aquí?

"Su Alteza."

Era una voz muy seria.

Silencié la pregunta de Shaula por si el hombre nos estaba espiando con el mismo excelente oído que Aedis.

"¿Cómo está el ambiente en el castillo? ¿El Señor?"

Shaula no había reconocido mis señales pero se las arregló para hacer de escolta, así que se tragó sus palabras y respondió a mi pregunta.

"¿Es este el momento para que Su Alteza se preocupe por los demás? Tu hombro aún huele a sangre".

"Por cierto, este vestido".

"Ah, Sarah se encargó de ello. No sabía cómo ponérmelo porque se me acababa el tiempo".

"¿Me has cambiado? ¿Y la ropa que llevaba antes?"

"¿La tiré junto con tus cosas?".

Rebusqué entre mis mangas. No había ninguna botellita que contuviera la sangre de la bestia. Parecía que Shaula, que no estaba atenta en lo más mínimo, la había tirado junto con la ropa.

"¿Debería haber traído una bolsa? Sarah mete en ella esto y aquello".

Esto y aquello...... ?

Dejé de caminar.

Sarah era mi criada favorita, y también era la niña con la que compartía mis secretos. Mientras preparaba mi bolsa, debió de pensar en qué objetos podrían serme útiles.

Como Aedis sabía lo que yo podía hacer con la sangre de la bestia, no me sorprendió que el equipaje contuviera un joyero en lugar de una o dos botellas.

Pero, si decía que volvía para recoger mis cosas, ¿estaría dispuesto el hombre a dejarme marchar entonces?

¿Y si le interesaba lo que había dentro?

No tuve más remedio que admitirlo. Me estaba dejando marchar.

Fue porque, naturalmente, pronuncié el nombre tabú de Aedis, pero él no hizo preguntas. Puede que fuera descuidado, pero claramente mostraba signos de pasarlo por alto.

"¿Su Alteza? ¿Qué ocurre?"

A pesar de su miedo a que la apuñalara con un cuchillo envenenado, Shaula se acercó sin vacilar.

"¿Dijiste que dormí durante cinco días?"

"...... ¿Y?"

Eleonora dijo que tenía que tratarme durante al menos diez días. Además, seguía vivo.

Aunque parecía estar al borde de la muerte.

Pensé mientras volvía la vista hacia la casa acromática que tenía a mis espaldas.

Había dos opciones.

¿Volveré así al castillo de Cyclamen y esperaré eternamente a Aedis?

O haré algo para que maten a ese bastardo extraordinariamente loco.

Rescatar a Eleonora y recibir tratamiento. Por supuesto que recuperaré el anillo.

"Shaula, inclina la cabeza."

"¿Vas a apuñalar mi cabeza?"

Shaula tenía la cabeza inclinada con una mirada descaradamente sospechosa. Dije mientras acariciaba su pelo encrespado.

"Yo era famosa por ser una loca en la capital, ¿verdad? Pero creo que tú estás más loca, así que estás hiriendo un poco mi autoestima".

"Tu Gracia es realmente competitiva en los momentos más extraños."

"Quiero volver".

Entonces Shaula levantó la cabeza de golpe.

"Su Gracia, ¿está loca?"

Sonreí a Shaula.

"Hoho. Voy a joder a ese bastardo".

"¿De qué manera?"

"Hay una manera."

Los ojos de Shaula se entrecerraron.

"¿Cómo puedes sonreír como un villano cuando ni siquiera puedes caminar correctamente?"

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