EGDLV 64

Sábado, 28 de Agosto del 2021

El Guía de la Villana 64

Los animales de la fiesta están aquí (1)

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Cuando no hubo progreso en el reclutamiento de Lara, el Príncipe Sidhar primero se unió a las dos candidatas a santas: la hija del noble y la esposa del granjero. 

Eran falsas santas a las que el Príncipe había tendido una trampa. Así que cuando el Príncipe visitó el templo, se arrodillaron frente a él y pronunciaron su frase preparada, 

"Dios te elegirá"

Una poderosa imagen llegó al corazón de los habitantes de Hautean con un significado importante. La forma en que la santa, a la que creían y seguían como a Dios, tomaba la mano del Príncipe y le juraba lealtad no era diferente a la declaración directa de Dios de que el monarca de Hautean era el Príncipe Sidhar. Al contemplar aquella visión, Lara volvió a convencerse de que el Príncipe se había aliado con los hechiceros negros para crear la falsa santa.

Demian regresó a su habitación a altas horas de la noche después de investigar a la falsa santa y a los hechiceros negros. En su habitación, Lara le dijo a Demian.

"Ahora va a ser un poco diferente. Esos falsos se han unido al Príncipe"

Estaban comiendo unos bocadillos preparados por Konny.

"Nunca he visto unos farsantes como ellos"

"¿Cómo eran?"

"La hija del noble está excitada, diciendo que seducirá al Príncipe y se casará con él. La esposa del granjero está pensando en conseguir un buen trato y huir tarde o temprano"

"Ya me lo esperaba"

Demian dijo que era un fisgón muy interesante. La hija del noble, que antes de convertirse en la santa, había estado jugando despilfarrando todos los días. Como resultado, no pudo soportar más la noche solitaria y sedujo a los jóvenes sacerdotes. La esposa del granjero robó los sobornos que habían entrado en el templo, entregándoselos a su marido.

"Todavía no he encontrado la base de los hechiceros negros. Pero había algunos bichos raros vinculados al templo"

"¿Quiénes?"

"¿Mercenarios con túnicas de sacerdote, espías que se hacen pasar por trabajadores y criadas entrenadas para ser asesinas?"

Eran personas puestas por el Príncipe Sidhar. Lara chasqueó la lengua y dijo.

"Eso es demasiado"

"La esposa del granjero se dio cuenta más rápido que la hija del noble. Parece saber que no podrá seguir siendo una santa. Ya tiene sus cosas empacadas, así que probablemente esté planeando huir por la noche después del banquete"

"Probablemente sabe que la están vigilando"

"Y..."

Demain pensó durante un rato con su dedo frotando su barbilla. Casualmente, dijo.

"El Príncipe está planeando usar al brujo negro para atacar el banquete de bienvenida de la santa"

Lara, que murmuraba con el postre aún en la boca, frunció el ceño con fuerza.

"¿Atacar? ¿El banquete real?"

"Sí"

"¿Quién en el estado de ánimo adecuado podría..."

"Sidhar no perderá la oportunidad que podría utilizar en el banquete. Es una oportunidad perfecta para juntar a la princesa Sonnet y a las candidatas a santas y matarlas. No sé nada más, pero definitivamente intentará matar a Sonnet. Si yo fuera él, aprovecharía esta oportunidad para deshacerme del Rey también"

Lara había perdido el apetito. Cuando dejó el tenedor, Demian cogió el último postre que quedaba y se lo llevó a la boca.

"Seguro que está preparado con una magia poderosa"

"¿Podemos detenerlo sólo con el caballero guardián?"

"Eso es lo que quiero preguntar. ¿Qué vas a hacer ahora, Santa Lucía?"

"No me llames así"

"Ve a preguntarle a tu Dios"

"No tengo ganas de hablar con él"

"¿Por qué?"

"No es un buen compañero de conversación. Su cabeza siempre estaba en las nubes cuando le hacía preguntas. Sólo hablaba de lo que tenía que decir y luego desaparecía rápidamente"

"Así es Dios"

"¿Cómo lo sabes?"

"Hay algunos hombres que lo dicen a veces en el campo de batalla. Cuando los humanos más lo necesitan, Dios sólo mira desde lejos. Cuando necesita algo, aparece al azar, deja de repente sus revelaciones y su complicado trabajo, y luego huye."

"Estoy muy de acuerdo contigo"

Lara se levantó y se acercó a la ventana. La brisa nocturna era bastante fría. Y como la casa estaba junto a un río, también parecía que el viento soplaba con fuerza.

"Demian, si un día, la gente se entera de que soy una santa y me persigue el demonio, no pienses en vengarte"

"¿Qué?"

Preguntó él. Cuando Lara se dio la vuelta, la cara de Demian era horrible. Ella sonrió mientras lo miraba.

"¿Por qué pones esa cara? Sólo estoy diciendo. Las santas siempre han sido perseguidas por el demonio, después de todo"

Demian seguía sin poder relajar su rostro. Sus ojos distorsionados se retorcían. Quiso decir que no se entristeciera ni se enfadara demasiado y que viviera feliz aunque hubiera muerto. Lara dejó la ventana y se acercó a él. Entonces, extendió los dedos y le frotó lentamente el entrecejo y la frente.

"Siempre me he preguntado por qué siempre tienes esa cara de miedo. Esta parte está muy tensa. Das miedo cuando te ríes y creo que también darás miedo cuando llores"

"Es que nací así"

"No mientas. ¿En qué lugar del mundo nacería un bebé con una cara tan espantosa? Has vivido demasiado tiempo en el campo de batalla que tu cara se ha endurecido"

Lara se quedó así hasta que su expresión se suavizó. A pesar de haber vivido imprudentemente, su piel era suave. Incluso sus cejas eran uniformes. No hace falta decir que su nariz afilada y sus labios rojos eran hermosos.

"Demian"

"¿Qué?"

"Sonríe"

Aunque lo dijo, no pensó que él sonreiría. Como Lara esperaba, Demian levantó la cabeza y la miró con el ceño fruncido.

Lara le dijo.

"Demian"

"¿Qué?"

"Prométeme que me dirás si, algún día, tienes algún deseo que cumplir"

Demian permaneció en silencio.

"Algo que quieras tener, un lugar al que quieras ir, algo que quieras hacer, o alguien que quieras conocer... Cualquier cosa está bien"

Ella lo haría realidad. Para que él fuera feliz.

Cada vez que Lara establecía contacto visual con él, le angustiaba la imagen del Demian arruinado. Las cejas de Demian, que se habían torcido y retorcido, ahora se habían enderezado. Lara lo sintió con las yemas de los dedos, no con los ojos. Después de perderse en sus pensamientos, volvió a la realidad y estableció de nuevo contacto visual con él.

Demian sonrió ligeramente.

"¿Demian?"

Una sonrisa feroz como siempre. Pero no parecía tan enfadado como antes. Enredó la mano de Lara con la suya. Luego, le dijo.

"Tonto"

"¿Qué?"

"Si tengo algo que quiero, ¿lo harás realidad? Ya que eres una santa, ¿harás algo por mí aunque tengas que molestar a Dios?"

"Sin embargo, no podré molestar a Dios"

"Tonto"

Demian seguía llamando tonta a Lara.

"Si es verdad que el demonio quiere a la santa, entonces seré su opositor"

"¡Demian!"

"No quiero ser lo mismo que en el pasado que me habías dicho... Pero no te dejaré pase lo que pase. Porque tengo que protegerte y luchar por ti"

"No me refería a eso"

"¿Deseo?"

Demian volvió a sonreír. Su rostro que se había estirado estaba peligrosamente distorsionado.

"¿Sabes lo que pasa cuando un hombre que nunca ha sentido deseo en toda su vida, desea a alguien por primera vez?"

Su mano estaba caliente. Ella sintió un dolor punzante en el pecho.

"Se convierte en un loco"

"Entonces... ¿qué quieres?"

"Una mujer"

Ahora, alejándose de las puntas de sus dedos, la creciente temperatura se había trasladado a su zona abdominal. Lara sujetó la mano de Demian y abrió lentamente la boca.

"¿Qué clase de mujer?"

"Tonta"

Le clavó una cuña.

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Lara compartió el hecho de que Demian había estado investigando con Isadora y Sonnet. 

Como Sonnet era todavía joven, eran los nobles los que más consultaban a Lara. Ya que estaban tan cerca de la Princesa que ésta los había llamado sus amos. No pudieron reprimir su asombro cuando se enteraron de que el príncipe Sidhar había ordenado a los hechiceros negros atacar el banquete. Dijeron que se trataba de una traición, en caso de que fuera cierto, y que debían reunir pruebas.

Desgraciadamente, el banquete no podía ser cancelado. Sin embargo, no podían sentarse impotentes y sufrir sin hacer nada, por lo que este banquete sería una oportunidad de oro para capturar al villano y conseguir pruebas decisivas. 

Era una operación que podía matar a alguien si fallaban. Sin embargo, Sonnet estaba más de acuerdo que nadie, así que los preparativos se desarrollaron sin problemas.  

Era como caminar sobre hielo fino. En la superficie del agua, la gente que estaba encantada con la llegada de la santa seguía hablando de la paz de Hautean, y bajo la superficie del agua, se clavaban las espadas en los puntos vitales de los demás.

Los hechiceros negros que estaban a bordo con el príncipe Sidhar se movieron en secreto en el oeste de Hautean. Estaban preparados para atacar la fiesta de bienvenida de las santas con la connivencia del Príncipe. Las falsas santas estaban ocupadas preparando el banquete, sin saber que habían sido elegidas como sacrificio para deshacerse de la Princesa. Mientras tanto, las telas de los vestidos y los accesorios más caros de Hautean seguían entrando en el templo.

La Princesa Sonnet también había reunido en secreto su poder. Entre ellos, estaba el Gran Chambelán de la familia real, así como los antiguos caballeros guardianes de los nobles y la familia real. Por supuesto, la Isadora de los Mil Oros también estaba con ella.

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