EGDLV 42

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Domingo, 25 de Julio del 2021




El Guía de la Villana 42

Mensual de Lara (3)


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El viento fresco soplaba mientras anunciaba el comienzo del amanecer.

Parecía que iba a volver a llover pronto. Lara respiró el aire húmedo de la madrugada mientras se apoyaba en una ventana. Aunque la herida de su cuerpo se recuperó rápidamente, eso no significaba que no se hiciera daño en absoluto. Cuando saltó por la ventana en llamas, Lara pensó que se rompería al menos una pierna. 

Pero, Demian apareció justo en ese momento, su voz agitada fue clara en sus oídos.

Fue un grito como un trueno. Debió ser insoportablemente doloroso caer con Lara en sus brazos, pero ni siquiera gimió. Incluso en ese momento, Demian estaba preocupado por Lara, no por él mismo. 

El hombre que luchó por ella tanto en su primera como en su segunda vida.

Su corazón seguía latiendo ansiosamente. Cuando pensó en Demian, sintió una profunda culpa y una inevitable emoción por completo. Cuando le preguntaba por qué lo odiaba tanto, ¿por qué no podía decir que no lo odiaba?

Ni siquiera era difícil, sólo tenía que decir una palabra.


"Porque lo decía en serio..."


Era una buena mentirosa, pero, como una tonta, no podía decir nada cuando quería decir la verdad.

Ella no odiaba a Demian.

Lo decía en serio. No sólo no lo odiaba, sino que lo admiraba.

Le gustaba.

La historia de su heroísmo siempre había sido objeto de envidia para ella. Cada vez que Demian obtenía la victoria en el campo de batalla, su corazón se llenaba y no sabía qué hacer. Incluso esperaba que él volviera. Qué bonito sería si le hubiera contado sus sentimientos con sinceridad.

Prefirió que Demian se aprovechara de ella y la dejara de lado.

No sabía lo que pretendía, pero ya que Lara había decidido ser su madrina, prefería que Demian se aprovechara de ella y la dejara fríamente.

Al menos así, habrían quedado en paz, aunque fuera un poco.

A lo lejos, pudo ver el edificio anexo en la oscuridad. Como dijo Konny, Valentine parecía tener una noche de insomnio. Sólo su ventana brillaba con luces.

Pero las luces pronto se desvanecieron también.

Valentine parecía haber decidido finalmente acostarse en la cama.

Debería acostarse también.

El aire de la calurosa y húmeda habitación era ahora bastante fresco. Lara fue a cerrar la ventana.

Pero se veía otra luz en el primer piso del edificio anexo.

Valentine estaba en el tercer piso, así que debía ser otra persona. Y la habitación iluminada era la que Lara había preparado para Demian.


"¿Demian?"


Lara dejó la ventana que estaba a punto de cerrar, se puso una bata sobre el pijama y salió. Al pasar el largo pasillo que conectaba el edificio principal con el anexo, había una puerta abierta de par en par, que emitía una luz tenue.

Lara entró en la habitación.


"¿Lara?"


Era Demian.

Dejó caer su pesado equipaje en medio de la habitación, sosteniendo una lámpara en una mano.

Todavía estaba vestido con su traje de exterior como acaba de llegar.


"¿Dónde has estado? Fui a la arena temprano, pero no estabas allí. Así que..."


De repente sintió una fuerte sensación de vergüenza.

No dijo nada diferente, pero su cara se puso roja.

Fue por el pensamiento que tuvo mientras lo esperaba.


"La Princesa le otorgó la espada de la familia real. Quería dársela"


Demian se paró en el centro de la tenue habitación y miró a Lara, que seguía de pie en la puerta.


"Lara"

"¿Sí?"

"¿Qué pasa?"


Preguntó.

Volvió a quedarse sin palabras. La habitación estaba fresca gracias al aire de la madrugada de hace un rato, pero ahora el sudor salía de su frente.


"¿Por qué me has salvado?"


Lara, que apenas lograba encontrar algo que decir, preguntó con cuidado. Era una pregunta al azar, pero sentía curiosidad.

Demian respondió como siempre.


"Porque soy tu guardia de escolta"

"Entonces, ¿qué pasa con la primera vez que nos encontramos? ¿Por qué me besaste? ¿Por qué me elegiste para ser tuJoven Maestra?"

"¿Quieres saber sobre eso?"

"Sí. Quiero saberlo. Me prometiste que me lo contarías cuando pudieras explicarlo"

"De acuerdo"


Demian puso la lámpara que sostenía sobre la mesa.

Las cortinas, los muebles y los adornos que Lara se esforzó en elegir para él se revelaban poco a poco cada vez que las luces se movían.


"Entra"


Extendió la mano.

Lara dudó.

Tuvo la sensación de que si entraba, de alguna manera, ya no podría deshacerse.

Si daba un paso adelante, muchas cosas cambiarían. En su vida pasada estuvo tan terriblemente enredada con este hombre que pensó que eran una relación enfermiza, pero ahora ella misma se acercaba a él.

¿Qué pasará con nosotros en el futuro?

Su corazón, que había estado palpitando hasta el punto del dolor, palpitó. Era el dolor que molestaba a Lara cada vez que lo besaba. Estaba agitada y asustada.

Pero toda esa vacilación se desvaneció en el aire en cuanto captó los ojos de Demian que la miraban.

Azules con oscuridad.

Lara fue absorbida por ellos.





∘₊✧──────✧₊∘




Lara, que estaba de pie en el oscuro pasillo, entró lentamente en la habitación.

La mirada de Demian se movió a lo largo de su silueta, que se hizo clara debido a la tenue lámpara.

Estaba lo suficientemente nerviosa como para sentir un pinchazo en la piel. Sentía que todos los pelos de su cuerpo se erizaban. Una brisa fría entró por la puerta abierta, recorriendo sus antebrazos, haciéndole sentir escalofríos.


"Ven aquí"


Demian le tendió la mano.

Lara tomó su mano y se sentó en el borde de la cama mientras él la guiaba.


"Me lo prometiste antes"


Demian dejó que Lara se sentara en la cama y se apartó ligeramente. Luego, comenzó a hablar mientras se apoyaba en la ventana.


"Si me deshago de ese brujo negro por ti, responderás a mi pregunta con sinceridad"


Lara recordó.

El dia que ataco al maestro de Valentine, el dio una condicion para que Lara contestara absolutamente una pregunta. Ella no sabía qué iba a preguntar que la ponía tan nerviosa, pero prometió lo mismo esta vez.


"Responderé a su pregunta con sinceridad"


Aunque era tarde, Lara quería darle las gracias por haberla salvado, pero no creía que fuera el momento adecuado para sacar el tema.

Demian miró a Lara, que se mostraba nerviosa, con una expresión facial difícil de leer. La miró fijamente a los ojos escarlata durante tanto tiempo que parecía persistente.

Entonces, le preguntó a Lara de repente.


"¿Cómo supiste de mí?"

"...¿Perdón?"

"Me reconociste desde el principio. No tengo recuerdos de alguien como tú, pero fuiste la única que me conoció"


Lara no pudo responder a su pregunta.


"No me he equivocado. Me he vuelto más segura al pasar tiempo contigo. Originalmente, iba a quedarme seis meses y luego preguntarte antes de irme, pero ahora, me has prometido ser honesta"

"Demian"

"Contéstame, Lara"


¿Qué debería responder?

Su mente se quedó en blanco.

¿Cómo lo sabía?

¿Era mi comportamiento tan sospechoso? Debería haberme acercado a él con más cuidado.

Todo tipo de pensamientos pasaban por su mente una y otra vez.

La pregunta que Demian le hizo a Lara era su sospecha sobre ella.


"Contéstame"


Volvió a decir.


"El hechicero negro que intentó asesinar a la princesa, el maestro de Valentine... E incluso el incidente relacionado con el marqués de Bailey. Al principio, pensé que tenías el poder de prever, pero no creo que sea el caso"


Lara apenas logró asentir.


"No es así"

"Me lo has prometido"


Tenía razón.

Ella claramente hizo la promesa de ser honesta, y no responder con el silencio.

Después de frotarse los ojos rígidos con una mano, Lara apenas abrió la boca.


"¿Es esa... tu pregunta?"

"Sí"

"¿Cómo te conocí?"

"Sí"

"Si te digo la verdad, ¿vas a creerlo todo?"


Esta vez, asintió sin decir nada.

Demian lo decía en serio.

Por muy chocante o raro que fuera lo que dijera Lara, estaría decidido a creérselo todo.

Pero, ¿cómo puedo explicar que he hecho retroceder el tiempo desde diez años en el futuro?

Además, te he hecho sufrir, te he alienado y te he hecho vivir una vida miserable.

'¿Puedes perdonarme?'

Eso era lo que Lara realmente quería preguntar.

Quería contarle todo lo que había hecho. Estaba desesperada por su perdón. Porque todavía no se había perdonado a sí misma.

Pero pensó que eso no era correcto. Era una desvergüenza por su parte pedir perdón incluso antes de confesar sus errores.

Estaba decidida de nuevo.


"Demian"


Tras un impresionante silencio, Lara abrió la boca.


"Te llamas Demian Rhode Drake"


Demian no le contestó.

Intentó no interrumpirla para que pudiera hablar cómodamente. Podía parecer brusco e insolente, pero era un buen hombre.


"Y esta es mi segunda vida"

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