EGDLV 156

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Martes, 29 de Marzo del 2022




El Guía de la Villana 156

Lara decidió no hablar más del destino (2)


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"¿Por qué es tan pesado este bastardo?"


Refunfuñó Lampion con todo su corazón. Buscaba un campamento con Demian aún dormido sobre su hombro.

Había rastros de jabalíes aquí y allá, pero eso no era nada para Lampion. Extendió una estera bajo un gran árbol cercano y acostó a Demian sobre ella.


"¿Por qué duermes tanto, mocoso? ¿Te pasa... algo malo?"


Lampion le dio un puñetazo en la cara a Demian. Incluso frotó el costado de Demian con sus grandes dedos.

Originalmente, Demian habría abierto mucho sus ojos azules y le habría regañado. Pero, de alguna manera, por no despertar, su corazón latía más despacio. Como si estuviera cayendo en un sueño más profundo.


"Levántate ya, cabrón. No sé qué está tramando la santa ahora. No sabemos por qué tiene pensamientos tan complicados con su cabecita"


Lampion quería llevar a Demian con Lara lo antes posible. Por eso, aunque Demian hubiera caído en un profundo sueño y no pudiera levantarse, Lampion lo ató a lomos de un caballo y corrió sin descanso.


"Voy rápido. Espero que podamos reunirnos con ellos cuando lleguemos a la cordillera"


Una vez que se hizo de noche, Lampion detuvo los caballos y comenzó a prepararse para acampar. Tarareó, si Lampion se hubiera dado cuenta antes de que el grupo de Lara estaba formado por demonios insomnes, habría tratado de despertar a Demian y seguiría adelante, aunque eso significara darle una paliza.

Sentado bajo el árbol donde Demian estaba tirado, Lampion ató los dos caballos y encendió una pequeña hoguera.


"¡Bueno! Estoy cansado"


¿Quién debería hacer la guardia nocturna?

Lampion se preocupó por un momento. Si Oscar y Domino estuvieran presentes en ese momento, se habrían turnado para vigilar. Pero Lampion era el único despierto ahora. Deseó que Demian se levantara, pero aún no había señales de que abriera los ojos.


"Bueno, ¿quién va a llevar a ese ignorante de todos modos? Vamos a dormir"


Lampion pensó que los ojos azules de Demian apestaban tanto que nadie lo secuestraría. Por supuesto, aún podría ser un poco peligroso para él mismo debido a su linda cara y sus bonitos músculos. Pero no debería haber ningún problema entonces, podría simplemente huir rápidamente si algo así llegara a suceder.

Lampion se tumbó en la manta y cerró los ojos. Luego, roncó y cayó en un profundo sueño.








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"Demian"


Demian vagaba dentro de su subconsciente. Había momentos en los que se sentía como si estuviera profundamente dormido y otros en los que se sentía como si estuviera muerto. Pero en algún momento se dio cuenta de que su mente estaba completamente intacta.

Podía pensar y observar. Podía imaginar y recordar. Era un lugar donde todo tipo de recuerdos fluían como olas. Era hermoso. Para él, la belleza era sólo algo que tenía Lara, pero tuvo que admitir que este espacio también era hermoso.

Varios colores armonizaban, fluían en la luz y la oscuridad con numerosos recuerdos nadando tranquilamente dentro de ellos. Como un pez con luz, o como una flecha flexible. Fluían muy lentamente, o a veces, fluían demasiado rápido para ser vistos. Y a veces, iban a contracorriente.

Demian se estiró hacia delante con lo que creía que era su mano. No vio ni atrapó nada, pero algo cosquilloso brilló y tocó las yemas de sus dedos.

Era una especie de recuerdo.

Un bárbaro miraba el cadáver de una gran bestia demoníaca, parecía preocupado. A su lado había un niño que parecía tener apenas diez años. En su mano había una pequeña espada que no le llegaba al codo, tenía sangre goteando.

Lo que el bárbaro atrapó fue sólo un pajarito regordete. Sin embargo, mientras estaba cazando pájaros, el niño atrapó una bestia demoníaca de tipo jabalí. El bárbaro sólo pudo toser torpemente después de ver la bestia demoníaca.

'No puedes comer esto, has estado cazando para nada. Un pájaro es mucho más difícil de atrapar que un jabalí. Vamos a comer este pájaro hoy. Todavía soy más fuerte que tú'

El tranquilo bárbaro estaba especialmente hablador ese día.

El chico se limitó a limpiar el pájaro en silencio como le dijo el hombre y se llevó el jabalí.

Este era su recuerdo. Demian asintió. En realidad no movió la cabeza, pero le pareció que asentía. Ese bárbaro fue el que recogió a Demian en el campo de batalla, el que lo crió. 

Volviendo a pensar en ello, Demian recordó tal día. Fue un día lamentable para él. Porque desde ese día, el Bárbaro le había dicho que vigilara igualmente.

Llegó otro recuerdo.

Esta vez, Demian se sintió un poco emocionado. Un resplandor de luz atravesó las olas y llegó a su vista.






¡SLAP!






Sintió un dolor que le hizo volver en sí. Con los ojos rojos e inyectados en sangre, Lampion estaba abofeteando a Demian en la cara. Sus ojos estaban desgarrados y sangrando. Aun así, Lampion no se detuvo y siguió golpeándolo. Lo mismo hacían Oscar y Domino, que estaban a su lado como un tótem. Óscar tenía una mano cortada y Dominó estaba tan malherido que ya no podía luchar. Estaban impidiendo que Demian fuera a la guerra con toda la fuerza de sus cuerpos.


"¡Hacer esto no traerá a esa mujer viva! ¡Está muerta! ¡Entró con sus propios pies al lugar donde el Príncipe Sidhar le dijo que fuera! ¡Esa mujer rencorosa tragó veneno por su cuenta y murió!"


gritó Lampion. El Demian de aquel recuerdo no escuchó en absoluto a sus compañeros. Incluso después de ser golpeado por Lampion, sólo avanzó como una muñeca rota.


"Dejadle en paz ahora. Debe querer morir"

"¡Domino!"

"Hicimos lo que pudimos"

"No es eso... Este bastardo es nuestro Rey. ¡Un Rey no debe abandonar a su pueblo! ¡Nosotros, los bárbaros, hemos sacrificado mucho por esa loca!"

"Realmente, ¿es por ella? No, es porque queríamos luchar. Mientras vivamos en este continente, la guerra será inevitable, de todos modos. Yo moriré luchando. Eres libre de huir"


Dejando atrás la disputa entre Lampion y Domino, Demian salió del cuartel y se dirigió al campo de batalla lleno de sangre y carne. Entonces, se encontró con el príncipe Sidhar, que se había convertido en el sirviente del demonio.

¿Volverá si te mato?

Eso es lo que parecía haber preguntado Demian. Sus labios pronunciaron esas palabras, pero no pudo oír ningún sonido. 

¿A quién debo matar para recuperarla? ¿A Dios, al mundo o a mí?

Entonces, otro recuerdo flotó en la corriente.

Era una experiencia muy extraña poder mirar sus propios recuerdos al azar. El subconsciente de Demian era un disco.

Mientras miraba los recuerdos que fluían a diferentes velocidades, Demian movía su cuerpo. Al principio, caminaba, luego, cuando se acostumbró a caminar, corría. Luego, por fin, fue capaz de nadar libremente en su subconsciente.

Demian pensó. Si este era un espacio donde se almacenaban sus recuerdos, entonces también debía haber recuerdos de Abraxas. Porque eran uno y el mismo.

En cuanto se dio cuenta, su visión se amplió. La memoria de Dios era tan masiva que no tenía fin. El subconsciente era donde se grababa la existencia de Dios. Siendo un mero fragmento de Dios, era un mundo demasiado vasto para Demian. 

Era terriblemente amplio.

Era horriblemente demasiado

Era tan abrumador que se sentía impotente, como si su propia existencia hubiera desaparecido. 

Y así, Dios era un ser así. Pero no había manera de que Demian se rindiera. Dentro de ese espacio, comenzó a luchar por una sola persona.


"Confío en ti"


Lara. 

Escuchó su voz. 








∘₊✧──────✧₊∘








A primera hora de la mañana, Lampion se despertó sobresaltado por el sonido de sus propios ronquidos. Cuando se despertó, tenía la nariz tapada. Como había dormido sin ni siquiera montar la tienda en una fría noche de otoño, tenía la garganta seca y todo el cuerpo estaba helado. Se preguntó si había cogido un mal resfriado, uno que nunca estuvo en su diccionario.

Aun así, Lampion se apresuró y se levantó sin perder la calma. Unas cuantas carreras harían que el resfriado mejorara. Además, tenía la misión de traer a Demian rápidamente.


"¡Yo-ho! Come esto"


Después de alimentar a los caballos que le habían estado esperando en silencio toda la noche, Lampion se acercó a Demian, masticando cecina dura.


"Este bastardo debería estar bien, no se resfría, ¿verdad?"


Aunque Demian fuera arrojado a la nieve en pleno invierno, seguiría durmiendo bien. Lampion se limpió la nariz que moqueaba con la manga. Luego levantó a Demian y lo apoyó en su hombro.


"No se puede evitar aunque sea incómodo, bastardo. Después de todo, sólo estás durmiendo"


Desde el hombro de Lampion, Demian fue lanzado como un fardo de heno al lomo del caballo. Para que no se cayera mientras el caballo corría, Lampion lo ató con una cuerda e incluso lo cubrió con una manta. 

Con la cara de Demian cubierta, Lampion se sintió como un traficante. Si se revelaba ese rostro hechizado, Lampion estaba seguro de que alguien lo malinterpretaría y lo perseguiría.


"¡Qué clase de problema es éste! Loco, ¡seguro que tienes un llamativo amor no correspondido!"


Lampion subió a su caballo y agarró las riendas. El caballo que transportaba a Demian lo siguió detrás.


"¿Nos vamos?"


Demian apretó los dedos con fuerza mientras sobresalía de la manta. Sin embargo, nadie lo presenció.


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