EGDLV 131

Viernes, 14 de Enero del 2022

El Guía de la Villana 131

Nuestra santa no es esa clase de santa (6)

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Lara llegó a una conclusión: la paciencia de los demonios era más ridícula de lo que pensaba.

Acerus estaba a punto de dormir cuando escuchó que la santa había llegado. Se apresuró a ir a la habitación de Valac y le sonrió cuando lo vio pegado a la pared. Tras escuchar que un demonio había aparecido en el banquete que Nicolás había preparado, Acerus buscó su armadura y sus armas.

"¡Tenemos que matarlos ahora mismo! Cómo se atreven a traer un demonio al Imperio!"

"Príncipe heredero Acerus, espere un momento"

"No, no podemos dejar esto en suspenso. Todavía pueden estar haciendo algo a la gente de Estragón. Tomaré a Valac de inmediato y lucharé con mi vida..."

"¡No quiero! ¿Qué he hecho mal?"

Acerus se desbocaba y Valac se negaba a actuar, diciendo que tenía miedo. Lara miró a ambos, y luego, soltó.

"Eunice habló en sueños y maldijo a Su Alteza Imperial"

"Date prisa y recoge tu... ¿Qué?"

"Ella dijo que usted es una escoria"

Acerus se dejó caer en una silla. Pronto le preguntó a Lara con cara de cachorro abandonado.

"¿Está bien Eunice?"

"Sí"

"La familia imperial... no le hizo daño o algo así, ¿verdad?"

"Si lo hubieran hecho, mi madre no se habría quedado quieta"

Eunice estaba bien porque estaba Isadora. Acerus asintió con cara de alivio y dijo con voz más calmada.

"Santa, creo que deberías pedírselo a Dios"

"Sí, creo que debería hacerlo esta vez"

"No importa lo hostil que sea un demonio... Si empiezan a actuar así, no podrán detener la intervención de los Dioses"

Dejando atrás a un preocupado Acerus, Lara se levantó de su asiento.

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A pesar de no poder dormir, la mente de Lara estaba extrañamente clara. Parecía que había ido más allá del cansancio y había llegado a la etapa del despertar. Bajó al sótano secreto de la morada, sosteniendo en una mano el café fuerte que Konny le había entregado.

Valentine aún no estaba a la vista, pues no era el momento de que se levantara. Lara caminó un rato por el pasillo vacío y llegó a un palacio con dos estatuas de piedra. Las estatuas de piedra tallaban las dos apariciones de Abraxas.

"Un demonio había aparecido en Dandelion. Su forma de acercarse a mí fue barata, pero sé que está manipulando la Unión del Este"

El sonido de los zapatos de Lara resonó en la silenciosa cámara de piedra subterránea. Se sentó en una pequeña silla de madera -que parecía haber sido traída por Valentine- y colocó su taza de café sobre la mesa. Luego, de cuál de las dos estatuas, le dijo al dios con cuernos, que estaba de pie frente a un mural del infierno.

"Pelirroja, buena instrumentista e increíblemente bella. Tenía un par de ojos como de vino y tenía la habilidad de fingir ser humano"

Es Paimon.

El Dios le dijo inmediatamente a Lara el nombre del demonio que se le acercó. Su voz provenía de la estatua de piedra que Lara estaba mirando. Era una diferencia muy sutil, pero aunque tenían la misma cara, la estatua de piedra con la que hablaba tenía una sonrisa cruel, mientras que la otra estatua tenía una sonrisa benévola.

"He oído que el demonio que Demian estaba rastreando utiliza un símbolo de una calavera que cubre sus ojos. Se han encontrado rastros de altares colocados por los hechiceros negros para ofrecer sacrificios por todas partes"

Mientras Lara continuaba su explicación, Dios volvió a revelar que el nombre del demonio era "Vassago".

"¿Puedo ocuparme de los dos a la vez? Todavía no estoy preparado. Cómo puede aparecer un demonio en Dandelion en el momento en que Demian se llevó a todos los bárbaros..."

Lara, no te preocupes demasiado. Puedes lidiar con él por ti misma.

"No es que me esté ocupando de él, sólo estoy tomando prestado tu poder para deshacerme de él. Como dijo Valac, Paimon es un demonio tan poderoso que puede ser clasificado como candidato a señor de los demonios. Si me deshago de un ser así yo misma, sólo estaría dando a los demonios una excusa para entrometerse en este mundo"

Lara pensó y volvió a pensar. Estaría bien que los humanos pudieran matar al demonio sólo con su propio poder. Pero aunque no fuera así, si fuera posible, deberían detenerse en un nivel que no utilizara en exceso el poder de Dios. Eso era lo que ella, como santa, debía hacer.

Prepararse para la gran guerra de los demonios pero evitando que se convierta en una guerra total. Minimizar los daños. Coordinar a los dioses y a los demonios para que no interfieran en este mundo.

Lilith se rió mientras moría. Dijo que los Dioses eran hostiles y que los demonios eran del tipo excesivamente celoso. El aliento de los Dioses y demonios fluyó a través de la brecha que Lilith había perforado.

"No me importa aunque sea una pista muy pequeña, así que por favor, dame cualquier cosa. Al menos tendré que intentar algo. Sólo porque soy un vicegerente de Dios, no siempre tengo que hacer lo que Dios me dice que haga"

Abraxas guardó silencio por un momento y le dio una pista a Lara. Esta vez, su voz se escuchó desde la hermosa estatua de piedra que estaba frente al mural pintado con el paraíso.

Usa a Valac.

"Pero Valac es débil. Dijo que se hizo un poco más fuerte después de comerse a Lilith, pero en cuanto escuchó los nombres de Paimon y Vassago, parecía que iba a huir a los confines del mundo. ¿Cómo puedo usar ese gato asustado?".

La voz de Lara se mezclaba con un poco de lloriqueo. Delante de los demás, sólo parecía firme, como si nada en el mundo pudiera sacudirla, pero su sentimiento honesto seguía apareciendo delante de su madre, de Demian y de su Dios.

La mirada de Dios se sintió desde la estatua. Era una mirada de calidez como si la reconfortara.

Calidez, ¿eh?

Lara contempló y de repente abrió la boca.

"¿Puede el gigante del fuego quemar a un candidato a señor de los demonios?"

Algún día será posible, pero aún es demasiado joven.

Dijo Abraxas. El gigante de fuego apareció de repente en el hombro de Lara y apuntaba con una mano a la estatua de piedra. El gigante pisó fuerte con sus pequeños pies, abrió la parte redonda que parecía una boca e hizo un gesto con ella hacia Dios.

"¿Cuánto tiene que crecer? ¿Qué debo darle de comer para que crezca? No es de los que se comen a los suyos como un demonio, ¿verdad?"

Cuando llegue el momento de crecer, lo hará por sí mismo. Si hay algo que necesita comer, lo hará por sí mismo. Eso es el fuego.

Cuando Dios lo dijo, el gigante de fuego bajó por el brazo de Lara y se sentó en su regazo. Luego señaló las dos estatuas de piedra, una tras otra, con una mano y pretendió metérselas en la boca.

"No puedes. Es sólo una talla de piedra de Dios. No debes comerla. ¿Tienes hambre? Subiré a buscar algo para ti"

Lara sonrió y miró al gigante de fuego como si fuera mono.

Qué sangre joven tan arrogante...

Abraxas no parecía considerarlo lindo en absoluto. Incluso después de terminar su conversación con Dios, Lara no pudo dormirse fácilmente. Finalmente se acostó y se desplomó en la cama sólo cuando llegó la noche. Y pensó.

Hay alguna forma de hacer que Paimon me obedezca, tal y como hace Valac?

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"Señora, ya es de día"

Cuando Lara se despertó de su sueño, su mente estaba refrescada. Comió un montón de alimentos nutritivos que Konny preparó, y después de comprobar si los sacerdotes estaban bien o no, volvió a la morada.

Había muchas cosas que hacer. Después de enterarse de la aparición de demonios -dos candidatos a señor de los demonios-, Cerus siguió hablando de la guerra y Valac planeó huir.

Pero Lara pensó que aún no era el momento. Aunque la guerra comenzara, sólo lo haría en la fecha y el lugar que ellos mismos decidieran.

"Valentine, ¿has hecho todo lo que te pedí?"

"¡Si! Es un poco cutre porque lo hice con prisas... Pero funciona bien. También escribí cómo instalarlo en detalle aquí"

Lara le pidió a Valentine de antemano que instalara el círculo mágico para viajes de larga distancia y había decidido ponerlo en la frontera oriental, donde se encontraba Demian. Para ello, Valentine necesitaba la misma piedra que había instalado en el subsuelo de la morada. Se quedó despierto toda la noche durante los últimos días y se dedicó al trabajo.

Lara decidió pedir la ayuda de Isadora para llevar el círculo mágico terminado hasta la frontera oriental.

"Todavía no puedo confiar plenamente en los caballeros del Emperador. Creo que es mejor pedir la ayuda de mamá"

"Yo también lo creo. Milady, ¿por qué no... voy a la frontera en su lugar?"

"No puedes. Valentine, por favor, céntrate en las reliquias y documentos que aún no has interpretado aquí"

"Haré lo que pueda, milady"

Valentine inclinó la cabeza hacia Lara.

Isadora aceptó de buen grado la petición de Lara y confió el trabajo a lobos de especial talento y confianza. Había que hacerlo en secreto y lo antes posible. Los lobos golpearon sus gruesos bolsillos y se pusieron en marcha de inmediato ese día. El camino hacia el Este era largo, pero podrían llegar en el menor tiempo posible.

A medida que pasaba el tiempo, las flores en flor empezaban a desvanecerse.

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"Miladies, habéis conseguido regalos"

A última hora de la mañana, Eunice y Ximena llegaron a la morada de Lara para desayunar juntas. Cuando hubo un pequeño alboroto en el exterior, Konny salió a comprobarlo y entró con las mejillas rojas y brillantes. Dijo.

"¡El carruaje rojo está lleno de cajas de regalos! También hay regalos para Lady Eunice y Lady Ximena. He abierto algunas a escondidas y está lleno de licores, accesorios y muñecas"

"¿De verdad?"

"Sí, pero... un hombre increíble conducía el carruaje"

"¿Un hombre increíble?"

"Tiene un aspecto erótico. Parece que sus ojos tienen un aroma a licor"

Eunice se levantó de un salto y salió corriendo. Ximena siguió a Eunice y Lara salió la última.

"¿Qué es todo esto?"

Todos eran regalos de Nicolás, el Príncipe de Lafort.

Nicolás mantenía un tenso tira y afloja con el emperador de Estragón. La tensión en la frontera había llegado a su punto álgido, y las críticas por la guerra entre la Unión del Este y el Imperio eran dominantes. De alguna manera estaba intentando abrir una brecha entre los bárbaros y el Imperio, y aunque el Emperador lo sabía, fingía ignorancia como un viejo zorro astuto.

Lara salió y suspiró al ver la montaña de cajas de regalo y la cara del demonio Paimon bajando del carruaje. 

Lara había estado en el hotel de Isadora durante los últimos días para escapar del acercamiento de Nicolás y del demonio. Sin embargo, no podía seguir retrasando el trabajo en el templo, así que regresó a su morada anoche. De alguna manera, el demonio se enteró de ello y apareció con regalos.

"Santidad"

Paimon se mordió un poco los gruesos labios y sonrió con los ojos bajos tímidamente a Lara. Su voz era ronca y grave. El bajo ronco era estimulante, como si arañara el tímpano.

"¿Puedo saludar a la santa?"

Paimon se arrodilló sobre una rodilla hacia Lara. Se cubrió la boca con una mano y la puso de nuevo en el pecho y saludó a Lara cortésmente al estilo de Lafort.

Lara observó cómo presionaba suavemente sus labios con la palma de la mano y dejaba escapar un suspiro húmedo entre sus labios ligeramente abiertos. Todo fue a propósito.

"El maestro me pidió que le entregara esto"

Paimon entregó amablemente a Lara una invitación. Cuando Lara frunció ligeramente el ceño mientras lo miraba, Konny corrió rápidamente. Cogió la invitación y la abrió de par en par. Era una invitación para un recital.

"¿Cuál es el banquete esta vez?"

"Es un recital nocturno"

"¿Por qué hay un recital por la noche?"

Eunice sonrió. Incluso decía que enviaría gente para atenderlos antes de que comenzara el banquete.

Asistente, ¿eh?

El demonio encantador, Paimon, miró a Lara y a sus amigos y sonrió con sus ojos.

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