El Guía de la Villana 100
El amor del Bárbaro (2)
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Los bárbaros se mueven
Los oficiales que custodian la frontera occidental enviaron una paloma mensajera horrorizada. Pedían a Acerus órdenes para impedir que los bárbaros salieran de la Cordillera de las Gorgonas. Argumentaban que los bárbaros debían ser capturados aunque hubiera que hacerlo por la fuerza.
Un bárbaro podía reemplazar a docenas de soldados. Entre ellos, un bárbaro particularmente fuerte podía reemplazar a diez caballeros. Dos mil bárbaros podrían reemplazar a veinte mil tropas imperiales bien entrenadas. Tal vez incluso más.
Tras establecerse en la frontera occidental, el imperio ya no necesitaba enviar caballeros dos veces al año ni recibía informes sobre la aparición de bestias demoníacas en la frontera.
Acerus cayó en la angustia. No le resultó difícil dirigirse a la prisión de los vigilantes, despedir a los caballeros en cuestión y liberar a Demian y sus compañeros. Incluso ahora, todo el asunto podría resolverse con una sola orden suya.
"Pero eso no es lo que la santa quiere"
Si Lara quisiera algo así, se habría puesto en contacto con Acerus en cuanto Demian fue encarcelado. Incluso tuvieron una conversación por el auricular hace apenas unos días, pero aun así, Lara no dijo nada sobre el asunto.
"Oi, ¿cómo crees que debo manejar esto?"
Preguntó Acerus a su ayudante, que estaba leyendo un montón de material cepillado en un lado de la mesa. El ayudante respondió rotundamente.
"Estoy seguro de que puedes manejarlo muy bien"
"¿Qué?"
"¿Cómo puedo entender los significados profundos de las grandes personas? Como gente igualmente grande, Su Alteza Imperial debería saber cómo manejar esto"
"Tú, gamberro, ¿de qué lado estás?"
"Estoy de mi propio lado"
Nadie le dio la respuesta correcta.
Acerus estaba impaciente, cogió el auricular para hablar con Lara. Pero ella no respondió.
"Su Majestad Imperial"
"¿Qué?"
"Deberías despachar a los caballeros primero. El problema se hará más grande cuando las bestias demoníacas bajen por la cordillera. No es como si pudieras persuadir fácilmente a los bárbaros con palabras"
"Hah..."
"Y por favor, mantente neutral"
"¿Qué?"
"No eres el rey de los bárbaros, eres el príncipe heredero de Tarragon. Si sigues luchando por los bárbaros de esta manera, la ira entre los dos sólo se profundizará"
La cabeza de Acers se enfrió. Su ayudante tenía razón.
"Los caballeros de este país también han arriesgado sus vidas en numerosos campos de batalla durante cientos de años. No deberías abandonarlos sólo por los bárbaros"
Entonces, ¿qué quieres que haga?
Acerus bajó los hombros.
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Al haber estado en guerra durante mucho tiempo, Tarragona no se limitó a ampliar su territorio. Un camino ancho y recto era esencial para el movimiento de caballos, soldados, armas y suministros.
"En ningún lugar del continente hay un país con carreteras tan desarrolladas como Tarragón"
"Cierto"
"Todo esto es el resultado de la guerra"
"¿Y qué? Las carreteras están bien pavimentadas y es fácil moverse. ¿Qué te pasa?"
"Amigo, estoy diciendo que me gusta porque es cómodo"
Eran bárbaros.
Uno de los bárbaros sostenía una carta enviada por Oscar. El bárbaro agarró el pequeño trozo de papel con sus gruesos dedos. Miró el pequeño texto que contenía y murmuró.
"Así que, Demian ama a una mujer hasta la muerte pero ella no acepta sus sentimientos. Así que necesita la ayuda de todos nosotros. ¿Crees que esto tiene sentido?"
"No"
Los bárbaros se rieron a carcajadas a la vez. Todos llevaban capas hechas con la piel de una bestia demoníaca de tipo lobo atrapada en Gorgona. Las crines blancas brillaban magníficamente a la luz del sol.
"Parece que se está produciendo una gran pelea. Ha aparecido un enemigo lo suficientemente fuerte como para que todos tengamos que ir a luchar. Y como Oscar fue el que lo envió, estoy seguro de que está hablando en serio"
"Ese imbécil es cercano al hijo del Emperador. Debe haber recibido un favor o algo así"
"Pero aún así, ¿esperaba que creyéramos que Demian está enamorado? Debería haber dicho simplemente que un Señor de los Demonios ha aparecido en Dandelion"
"¡Hehehehe!"
Volvieron a reírse a carcajadas. Bocanadas de vapor blanco fluyeron de las bocas de los caballos y de los bárbaros y se dispersaron en el aire.
"¡Demian, ese gamberro sin remedio ni siquiera pestañeó cuando vio los pollitos que mi mujer estaba criando! ¡Esas lindas cosas que pían! ¿Sabes las tonterías que soltó entonces? Preguntó cuánto tiempo tendría que criar ese pollito antes de poder comerlo. Se burló, diciendo que prefería salir a cazar"
"Ese idiota de sangre fría"
"¿Crees que eso es todo? Mi esposa dijo que conocía a una mujer inteligente y que se la presentaría. Pero él dijo que odiaba a las mujeres porque son molestas!"
"Qué gilipollas"
"¡Amor, una mierda! Si realmente le pasó eso a Demian, ¡me iré a Dandelion y me convertiré en su subordinado!"
"¡Yo también!"
"¡Lo mismo digo!"
Sus oleadas de risas se hicieron más fuertes esta vez. Volvieron a mirar la carta de Oscar una vez más. Entonces, llegaron a la misma conclusión.
Hubo una gran pelea en Dandelion. Por eso, tres tipos, no, cuatro tipos no pudieron manejarlo así que llamaron a los dos mil bárbaros. Sólo esa conclusión podía explicar la carta.
"Por cierto, tengo hambre"
"Mi mujer me ha dicho que no vaya por ahí pasando hambre"
"Puedes pasar un poco de hambre"
"Mi mujer se enamoró de mis gruesos muslos. Me ha dicho que los cuide bien para que no sean delgados"
"A la mierda con eso. ¿Qué estás diciendo delante de un hombre solitario y soltero?"
El camino a Dandelion fue una serie de aburrimiento. Siempre habían vivido en duros campos de batalla, por lo que se aburrían mucho durante los viajes. Así que, siempre que montaban las tiendas en el camping, jugaban principalmente a la pulseada o apostaban a quién le tocaba cazar.
"Que alguien cace un ciervo hoy, por favor. Estoy harto de los pájaros"
"Un jabalí también estaría bien"
Estaban discutiendo sobre dónde acampar, qué cenar y quién iría a cazar.
"¿Pero qué es este olor?"
Uno de los bárbaros olfateó su nariz. Había un olor delicado que provenía de algún lugar. Olía sabroso y aceitoso, lleno de especias y condimentos.
[Gruñido]
Un fuerte ruido salió del estómago del bárbaro que olfateó primero el olor. Se frotó el estómago con una mano y giró la cabeza del caballo en la dirección de la que provenía el olor como si estuviera poseído.
"Oi, ¿a dónde vas?"
"¿Oh? ¿Qué es este olor?"
Cuanto más se acercaban, menos aguantaban el olor. Era imposible encontrar un restaurante en el desierto donde no hubiera gente, así que alguien debía haber montado un campamento antes que ellos.
"¿Qué? ¿Hay cocineros en algún lugar moviéndose en grupo o qué?"
Los bárbaros estaban cansados de su dieta en el desierto que continuó durante un tiempo. Había un límite para comprar y empacar comida en la ciudad. Querían comer algo caliente y sabroso o dulce y aceitoso.
Dos mil bárbaros giraron sus cabezas a su vez. De camino a Dandelion, encontraron un buen número de personas moviéndose con tiendas de campaña repartidas en un espacio abierto a lo largo de un pequeño arroyo.
Eran una compañía comercial. Se notaba a simple vista. Un gran carro estaba alineado en la orilla del río. Había muchos mercenarios escoltando el equipaje, e incluyendo a los trabajadores y ayudantes, había más de cien personas a la vista.
Parecía un rico comerciante. Los bárbaros pensaron que sí.
"¿Quiénes son ustedes?"
Al ver aparecer de repente a dos mil guerreros, un hombre se acercó a ellos y preguntó. Era un hombre de mediana edad que llevaba un traje y un abrigo impecables incluso cuando estaba acampando.
"Lo siento, pero por favor, deténgase aquí. Los trabajadores tienen miedo"
Lo dijo y se dirigió hacia los bárbaros él solo. Luego se quitó el sombrero y preguntó, revelando su rostro.
"¿Qué quieres de nosotros?"
Pero no hubo necesidad de una respuesta,
[Gruñir. Gruñido. Golpe]
Casi al mismo tiempo, hubo un gran sonido que provenía de los estómagos de los bárbaros. También había quienes miraban la comida con sus grandes ojos y tragaban saliva.
"Así que tenéis hambre"
Dijo el hombre.
"Espera un momento"
Dicho esto, el hombre se dirigió a un lado del campamento y se acercó a una mujer que estaba de pie frente a la hoguera. Era una mujer con el pelo castaño ondulado y pulcramente rizado, sus ojos entrecerrados eran de un rojo escarlata parecido al de una hoguera. Era Isadora.
"Señora"
"¿Son bárbaros?"
"Sí, lo son"
El hombre era Sebastián. Los trabajadores parecían un poco asustados cuando los grandes guerreros con capas de pieles de bestia se arremolinaron. Pero, como eran bárbaros, Sebastián e Isadora pensaron que no había nada que temer.
"Parece que hay aproximadamente... dos mil de ellos"
"¿Están hambrientos?"
"Sí, incluso yo podía oír sus estómagos gruñendo"
"¿Cómo podemos alimentar a las dos mil personas?"
"Estoy seguro de que pueden traer los ingredientes ellos mismos"
"Manéjalo"
Isadora asintió. Sebastián pensó que esto era bueno.
"Vamos con ellos a Dandelion, Señora"
"¿Van por el mismo camino?"
"Este es un camino recto. ¿Qué más va a salir al final?"
"¿Tengo que alimentarlos a todos?"
"¿No es mejor hacerlo? Es raro tener la oportunidad de encontrarse con tantos bárbaros pacíficamente. El demonio ya ha descendido y milady es la santa, así que no tenemos nada que perder haciendo amistad con los bárbaros"
susurró Sebastián.
"Son fuertes"
Isadora asintió.
"Si quieren luchar por Lara, olvídate de dos mil, incluso puedo alimentar a veinte mil de ellos"
"Sabias palabras, Señora"
Isadora se movió primero. Ella caminó desde la hoguera hasta el frente del terreno vacío donde los bárbaros estaban reunidos. Luego, los miró directamente y dijo.
"Soy la Isadora de los Mil Oros"
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