DHSLV 51

Miércoles, 26 de Mayo del 2021

De hecho, soy la verdadera 51

Keira, que miró el sobre rosa, dijo sorprendida.

Keira: "Esto es del palacio, ¿no?"

"Sí, es la invitación de Su Alteza, la princesa Arabella. Últimamente se rumorea que va a abrir un salón"

El emperador tenía tres hijas y un hijo. Arabella Diach, la primera de sus hijas, envió la invitación a Keira. Las otras dos eran demasiado jóvenes para ser las dueñas del salón.

"Su Alteza sólo invitará a su salón a quienes hayan sido debidamente verificados"

No me importaba mi estatus, pero en el momento en que intenté decirlo, un nombre muy desagradable pasó por mi cabeza.

Aiden, ese maldito casanova.

No había garantía de que ninguna de las mujeres se involucrara con semejante imbécil.

"También es el día de la inauguración, así que seguro que has enviado la invitación con mucho cuidado"

"Sabes lo que hace un salón, ¿verdad?"

Keira: "Sí, estoy familiarizada con el concepto"

Es donde los aristócratas se reúnen para hablar de cultura, arte y moda.

'Huh'

Sólo después de decirlo se dio cuenta de que el problema era grave. Todos los temas que mencionó eran temas con los que ella no estaba familiarizada.

En palabras de orden, ella se vería como un pez fuera del agua.

Aunque su expresión no cambió mucho para el ojo inexperto, Keira se estremeció.

Sólo Reina pudo notar el cambio.

'Está frunciendo el ceño otra vez'

Reina habló apresuradamente antes de que Keira pudiera deprimirse más.

Reina: "¡Está bien! Estamos aquí para ayudar a Su Señoría. Tú, ¿puedes traerme un papel y un bolígrafo?"

Lira: "Por supuesto, por favor, espera"

Lira se dirigió rápidamente al interior para traer lo solicitado.

Mientras la criada se fue a traer los productos, Reina consoló a la abatida señora.

Reina: "No se preocupe. Esas conversaciones en los salones sólo ocurren cuando la gente pretende ser sofisticada y culta"

"Así es. Los nobles se encuentran por primera vez y hablan de todo"

Parecía que los caballeros estaban educando a su subalterno que va a tener una cita a ciegas por primera vez.

Keira: "Ya veo"

Keira respondió sin confianza. Tenía demasiados recuerdos de haber fracasado en la sociedad.

Sólo había una diferencia de grado, pero era lo mismo antes y después de la aparición de Cosette. A la gente le gustaba más la linda y tierna Cosette que la fría y distante Keira.

'No puedo hacer ese tipo de sonido nasal...'

Cuando Keira recordaba la voz viva y la personalidad encantadora de Cosette, sólo podía describir su forma de relacionarse con los aristócratas como "cansada".

Por mucho que quisiera hacer amigos, no podía actuar así.

Los caballeros que la vieron volverse aún más hosca se apresuraron a hablar.

"¿Por qué estás tan desanimada cuando ni siquiera has empezado todavía?"

"Así es. Al fin y al cabo, la gente que va allí es sólo eso, gente"

Ardían en deseos de devolver la confianza a la señora.

Y así fue como comenzó el entrenamiento especial.

Dos días después, algo desafortunado ocurría en el palacio. Bueno, desafortunado si se veía desde la perspectiva de Keira.

"Debe haber una razón para que una dama reclusa decida empezar a socializar de repente"

Dijo Michael, el joven príncipe heredero.

Entonces, qué quieres que haga, pensó Arabella. Respondió aturdida.

Arabella: "Ah, sí"

Michael: "Por eso necesito que averigües qué hace su familia".

Arabella: "¿Por qué yo, hermano?"

Michael: "Es porque la señora ha dicho que irá a tu salón. Tendrás que indagar"

Tuvo el presentimiento de que esto ocurriría cuando recibió la respuesta de la familia Parvis.

'Ya ha ignorado todas las invitaciones antes. ¿Por qué yo?'

Desde el punto de vista de la familia real, la familia del Gran Duque era un reto a tratar.

En primer lugar, eran una familia que poseía una fuerza militar privada, una excepción a la regla.

Según la ley nacional original, los súbditos que llevaran más de 30 piezas de armadura y armas dentro de las murallas podían ser castigados por traición.

Y sin embargo, ¿los caballeros de élite? ¿Para una familia noble que vive en la capital?

Si fueran nobles normales, ¡sería inaceptable!

Pero había muchas razones por las que la familia imperial permitía una situación tan ridícula.

En primer lugar, la diosa eligió a la familia Parvis como escudo de la humanidad. Los elementalistas sólo salían de esa casa, y eran necesarios para proteger al pueblo de los demonios y los monstruos.

Por último, han permanecido firmemente neutrales desde que el Primer Gran Duque declaró no participar en la política.

Sin embargo...

'¡No me importa! No me molestes!'

No había ningún monarca que pudiera confiar plenamente en esta familia.

Incluso si una persona lo hiciera, no sería Michael.

Michael: "¿No se abstenían de relacionarse con el mundo exterior? He oído que la última vez asistió al banquete de algún marqués"

Arabella: "El marqués Francais"

Michael: "Sí, ellos. Dijiste que también la conociste, ¿no?"

Arabella: "...Sí"

A Bella le entró un sudor frío al recordar los ojos de la dama sobre ella.

Tal vez porque el banquete ocurrió hace sólo unos días, su recuerdo era aún vívido.

"No, soy una princesa. ¿Por qué debería ser intimidada por la hija de un Gran Duque?"

Aunque se sentía resentida, estaba más asustada. Si Arabella intentaba acercarse a la dama con resentimiento en su corazón, había una alta posibilidad de que las cosas se calentaran.

Arabella: "Lo siento, pero no puedo"

Michael: "¿Vas a seguir actuando así?"

Arabella: "Erie también está aquí. Haz que lo haga"

Michael: "Erie es seis años más joven, ¿no? Ni siquiera ha hecho su debut social todavía!"

Arabella: "¡No me gusta que la señora venga a mi salón el día de la inauguración! Si puedo, lo voy a cancelar del todo"

Michael: "Tú, de verdad... ¿Vas a seguir diciendo tonterías?"

Sí, Bella sabía que era una completa tontería. Ella sabía mejor que nadie que no podía ser tan grosera como miembro imperial superior.

Arabella Diach dio un pisotón de descontento, aunque el sonido quedó amortiguado por la mullida alfombra.

Michael: "Tus invitados estarán disgustados. Y si lo cancelas en cuanto la familia Parvis confirme su asistencia, podrían ofenderse"

Arabella gritó por dentro.

Haa, ¿y qué?

No podía olvidar la mirada de la señora en el banquete del marqués Francais. Por un segundo, Arabella pensó que sería maldecida por un espíritu. Su cuerpo tembló.

Michael: "...¿Por qué te ves mal? Dime la verdad. ¿Has hecho algo malo?"

Arabella: "Por supuesto que no"

No podría contarle a su hermano aunque se muriera, el hecho de que huyera de Lady Keira cuando los fulminó por hablar en voz alta en el banquete.

'¡Soy una imperial! Eres una noble!'

El orgullo de Arabella estaba herido. Cada vez que recordaba el incidente, quería patear su manta.

Michael: "Dices que no pasa nada, pero te niegas a mirarme a los ojos. Dime con sinceridad. ¿Qué pasa?"

Arabella se sintió falsamente acusada. Si Michael le preguntaba si había cometido un error, su respuesta seguiría siendo un gran NO.

Los bailes eran para socializar. Ella sólo era fiel al propósito de la fiesta.

Si tenía que mencionar algo que había salido mal, era que Keira les hacía sentir que hacer ruido estaba prohibido.

'¡Si querían descansar tranquilamente, deberían haber ido al salón en lugar de sentarse allí!'

Debería haber discutido en lugar de huir entonces. Por supuesto, aunque Dios pudiera retroceder el tiempo, ella no lo haría.

Sus ojos.... la hicieron temblar.

Arabella: "Te lo dije, no es nada. Supongo que hubo... algo de tensión en el baile"

Michael: "¡Te dije que arreglaras tu personalidad!"

Arabella: "¡Esta vez no he hecho nada malo! ¿Está mal charlar en un baile?"

Michael: "Probablemente no sea sólo eso"

Arabella: "¡Sólo me senté a charlar con mis amigos! ¡Pero ella nos miró primero por ser ruidosos! No es justo!"

A decir verdad, Keira no estaba mirando fijamente. Sólo miraba porque quería unirse a ellos, pero Arabella no podía saberlo.

Arabella: "¿No es ella la que tiene mala personalidad? ¿Crees que es la primera vez que pasa esto?"

Michael: "¡Arabella!"

Arabella gimoteó e hizo un puchero.

Puede que Keira no lo recuerde, pero Arabella desde luego que sí.

Una vez tuvieron una conversación cuando asistieron al baile de Año Nuevo organizado por la familia imperial.

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