Debido al límite de tiempo, se convirtió en la nuera del villano 142
Traducción Coreano-Español: Asure
Calaudin, Evan y Laria se quedaron en la cabaña de Podilin desde ese día. Calaudin y Evan tenían cada uno una habitación en la casa original.
Laria echó un vistazo y eligió una habitación con vistas.
La conversación había terminado, ya habían cenado y era hora de retirarse a sus habitaciones y descansar.
Cuando Evan entró en su habitación, se lavó y se miró en el espejo. Su cara estaba definitivamente golpeada. No era para menos, no había dormido ni comido bien desde que Laria se había escapado.
"Lo que quiero por mi cumpleaños es..."
"¡Qué más quieres!"
Laria le cortó con firmeza, como si no se hubiera dado cuenta del extraño color que se había colado en sus ojos.
Evan se quedó pensativo. En una ocasión, Laria le había hecho un cumplido sobre su cuerpo, diciendo que era bonito e interesante, así que no podía tratarse de algo físico. Quizá era demasiado feo para triunfar.
Es una fiesta de lástima'.
Evan volvió a pensar en lo de ayer. Para ser sincero, ayer Laria parecía un poco agobiada.
Se había sentido un poco decepcionado cuando ella había elegido su habitación.
No había conseguido convencerla de que compartiera habitación con él primero, aunque había mencionado la palabra "regalo de cumpleaños" y ella se había mostrado inflexible, pero esperaba que le acompañara.
Le preocupaba estar disfrutando demasiado. Si ella decía que no, por supuesto que no debía hacerlo, pero parecía que sería más duro que la muerte. Sabía que sería así, por eso no le había puesto un dedo encima desde el principio.
Se miró en el espejo y suspiró.
'Al menos en mi ultima vida, creo que Laria me dijo que estaba bien primero...'
En la visión, Laria había dicho que estaba bien y que quería continuar, pero él se había detenido al ver cómo se sentía.
'Al menos escuchó eso'.
Evan, que había empezado a referirse a sí mismo como "él" en la visión, frunció el ceño.
'Lo envidio'
Había un cierto aire de nostalgia en él en la visión. Soportar los abusos en solitario desde la infancia, sin la atención de Laria, parecía haber endurecido su personalidad hasta la despreocupación.
Pensó para sí mismo. Si su yo del pasado, ya desaparecido, se encontrara con su yo actual, ¿qué consejo le daría?
Sería que mirara el rostro de la mujer que amaba una vez más mientras pensaba en todo esto. No podía mirarla, aunque lo deseaba con todas sus fuerzas.
Se suponía que Laria ya estaría muerta, el día de su vigésimo primer cumpleaños. Pensar en ello le hizo dudar.
Evan se puso en pie y se dirigió a la habitación de Laria.
***
Elegí una habitación con vistas modestas y el mejor baño. Con las prisas, cogí un juego de batas de la doncella e inmediatamente pedí algo de ropa en la mejor tienda de disfraces de la ciudad.
Yo también echaba de menos a Lisa y me preguntaba si estaría resentida por mi engaño.
Pensando en la gente de la residencia ducal, pensé en Olivia, que estaba comprensiblemente furiosa conmigo y pensaba que debería haberme abofeteado desde el principio.
Para ser sincera, la carta pidiéndome que fuera a Livienne con mi amante fue un shock, pero no creí que fuera un invento, a juzgar por su nota diciendo que no había hecho nada malo y que me retiraba. Me moría de ganas de ver cómo reaccionaba cuando volviéramos a vernos.
Me estaba preparando para acostarme cuando la puerta se abrió sin llamar.
Pensando que era una pregunta sobre mi pedido de ropa, me senté en la cama y hablé sin mirar atrás.
"Caro y bonito es mi gusto, no me preguntes, compra el mejor".
"Oh no."
Pero no era la criada, era Evan.
"Supongo que soy un tipo bastante bueno..."
Sonrió con satisfacción.
"No soy demasiado caro para ti, pero ¿crees que soy tu tipo?"
"¿Eh? ¿Evan?"
Parpadeé confundida. Obviamente había dicho que tenía una habitación libre, y había ido en esa dirección.
"No es sólo caro, es francamente barato, ¿te parece bien?".
Todavía no estaba segura de Evan, a pesar de que siempre había sido un poco cariñoso y un poco duro de pelar.
Ayer parecía un cachorro sucio con la cara llena de lágrimas, así que pensé que tenía una personalidad débil y que la ocultaba así. Sinceramente, cuando lloraba y pedía compasión, pensaba en el Evan guapo de los trece años.
Pero ahora Evan era otra persona. Parecía relajado, tranquilo y algo lánguido. Llorar con esa cara parecía ridículo.
"Creía que tenías una habitación".
solté, y él sonrió satisfecho.
"Bueno".
Evan se acercó lentamente y se sentó a mi lado.
"Acabo de decir que tenía mi propia habitación".
"Eso dijiste".
"Laria".
Puso los ojos en blanco y se rió. Era la primera vez que me daba cuenta de que podía reírse así. Ahora que lo pienso, creo que mi bata también estaba un poco suelta...
"Es bonito estar casado".
"¿Eh?"
"En momentos así, podemos usar la excusa de que estamos casados y es natural compartir habitación".
Cautelosamente, nuestras manos empezaron a entrelazarse.
De repente, el corazón me dio un vuelco, porque no tenía ni idea de que Evan fuera el tipo de persona capaz de hablarme así. Incluso de adulto, trazaba la línea en algún lugar y mantenía sus límites, así que no esperaba que se me acercara con una sonrisa burlona.
"Como cuando teníamos trece años".
Por fin capté esta nueva vibración que desprendía Evan.
Me rascó suavemente el dorso de la mano con el dedo.
"¿Sabes por qué no te he puesto un dedo encima en todo este... alboroto?".
Miré fijamente a Evan. Su pelo negro azabache y sus rasgos de villano con historia se me quedaron grabados. Ahora me estaba seduciendo.
"Me contuve desde el principio porque sabía que si me aferraba, querría aferrarme a otra cosa, y si te besaba en los labios, querría besarte en otra parte".
Es decir, de una forma muy diferente a la aceptación lloriqueante y con ojos de sueño de ayer.
"Evan."
Era completamente irracional ceder a una tentación tan evidente.
"Vamos... Cada vez que me muestras una nueva faceta tuya como esta, realmente no te conozco".
Por supuesto, no había necesidad de ser tan racional delante de un hombre guapo, incluso mi marido. Mi corazón ya latía con fuerza a medio camino.
"Piensa simple. Yo..."
Agarró mi mano y la levantó lentamente, llevándosela a los labios.
"... Soy tu marido, desesperado por complacerte, y eso es todo lo que soy."
Apretó el dorso de mi mano con sus labios calientes. Todo mi cuerpo se contrajo, tenso como el infierno.
"Si quieres decir que no, puedes decir que no sin poner excusas. "
Evan susurró contra el dorso de mi mano, impasible.
"Si me dices que siga siendo un buen chico, me quedaré".
El aire entre nosotros estaba tan tenso que parecía que iba a estallar.
"Ya te lo he dicho, sólo quiero portarme bien contigo".
Sus labios calientes se movieron lentamente sobre el dorso de mi mano.
"Desde que te conocí".
Contuve la respiración antes de responder.
"Mientes.
Era tan mal adulto, coqueteando así, jugando la carta del 'buen chico'.
"Me pillaron".
Nuestras miradas se enredaron.
"Laria, incluso ahora te amo lo suficiente como para destruir el mundo sin dudarlo..."
Mi corazón latía tan fuerte que pensé que podría llegar a su oído.
"... Mi deseo por ti es difícil de destruir. Eres más grande que el mundo para mí".
"Evan..."
"Si odias estas cosas...."
"No. No las odio, de verdad que no".
Lentamente aparté mi mano de él.
Y ahuecó la mejilla.
"Gracias por salvarme, por encontrarme, por mantenerme con vida."
En su mundo normal, es un hombre muy insensible. Pero un hombre con un corazón que destruiría el mundo por mí. Un hombre que, en este mundo, está tan centrado en mí que ni siquiera sabemos qué clase de persona es.
"Te amo, Evan."
Al parecer, la noche anterior, me había entregado a todos sus movimientos. Así que, tentada de coquetear con él, lo besé primero, en voz baja, y le susurré.
"Con tanta reverencia como el peso del mundo... ¡mmph!"
...intentaba besarle solemnemente.
Su gesto de correr como un animal me hizo caer sobre la cama.
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