Lunes, 14 de Diciembre del 2020

Cómo domar a mi bestial esposo  23

¿Cuáles son sus intenciones?

Aunque logró invitarlo a tomar el té, Annette no pudo obligar a Gerard a abrir la boca. Como mayordomo de la familia bávara, Gerard definitivamente no era un oponente fácil. Eludió las preguntas de Annette y explicó solo aquellas cosas que no eran muy importantes. Mientras tanto, la taza de té de Gerard estaba casi vacía.

'¿Qué debo hacer?'

Annette frunció el ceño, sintiéndose avergonzada. Gerard no se dejó engañar por sus gestos conciliadores ni su persuasión. Debe haber tenido la intención de revelar la pólvora que trajo solo frente a Rafael.

No podía obligar a Gerard, que había estado bajo las órdenes de su padre, a abrir la boca. Annette, que ahora no pertenecía a la familia bávara, no tenía autoridad para perseguir a Gerard por dar prioridad a sus órdenes. Ella agarró en secreto el dobladillo de su vestido con ansiedad.

Sin embargo, Gerard no esperó a que se le ocurriera una buena idea. Finalmente, luego de tomar el último sorbo de té, Gerard la miró con cara de alivio. El rostro del mayordomo, con su cabello rubio cuidadosamente peinado hacia atrás, era tan astuto como ella.

Confiado en su victoria, Gerard abrió la boca y cortésmente se despidió. 

“Entonces he terminado con el té, así que debería irme ahora. Gracias por tu amabilidad, marquesa de Carnesis”

Annette se mordió los labios mientras veía a Gerard levantarse de su asiento. En ese momento, una idea pasó por la mente de Annette. Abrió la boca con expresión tranquila.

"Gerard, tengo un favor que pedirte antes de que te vayas"

Gerard se puso repentinamente alerta. Annette, que no pudo darse por vencida hasta el final, dijo esto para comprobar si aún podía intentar sacarle algo. Rápidamente continuó hablando antes de que él pudiera negarse.

“No es nada importante, es solo una solicitud personal. Estoy aprendiendo música vocal como hobby estos días. Pero no estoy seguro de tener talento. No puedo dejar que otros lo escuchen porque soy muy tímido. Pero como me has estado cuidando durante mucho tiempo, creo que estaría bien si fueras tú quien lo oyera. Oh, ¿puedes escuchar mi canción? No tomará mucho tiempo"

Annette usó descaradamente la petición del príncipe Ludwig sobre Gerard. Ante la solicitud inesperada, Gerard vaciló y no pudo negarse de inmediato. Aunque seguía las órdenes de su maestro, el duque de Baviera, Annette le agradaba personalmente. Gerard, que estuvo preocupado por un momento, asintió al final.

"... Creo que estará bien por un tiempo"

Annette sonrió con alegría ante su consentimiento. La sonrisa que hizo que sus ojos se cerraran, era tan similar a la de sus días de soltera, que Gerard la miró con una mirada complaciente sin darse cuenta. Al darse cuenta de esto, Annette cerró los ojos e inmediatamente comenzó a cantar.

🎶Los pétalos de la flor que caen en fugaces láminas de tiempo.

Si la tragedia de esta caída pudiera capturar tus hermosos ojos por un momento,

Muy bien, estaré encantado de caer frente a ti, innumerables veces. 🎶

Annette cantó una ópera que había escuchado recientemente en la corte. La canción no era realmente importante de todos modos. Annette, que estaba cantando hasta donde podía recordar, abrió los ojos en silencio y miró a Gerard. Efectivamente, en menos de 30 segundos, Gerard se quedó dormido en el sofá. Después de ver esto, Annette parpadeó y admiró su habilidad.

" Creo que esta es realmente mi habilidad"

Sin embargo, no era el momento de admirar tranquilamente su habilidad. Annette no sabía cuánto tiempo su habilidad podía mantener a una persona dormida. Entonces, antes de que Gerard se despertara, tuvo que registrar rápidamente su cuerpo. Podría encontrar alguna pista si tenía suerte.

"Lo siento, Gerard"

Con un pequeño susurro, Annette extendió la mano y comenzó a buscar en su cuerpo. No había nada en el bolsillo de la chaqueta que llevaba Gerard, pero afortunadamente encontró algo en el bolsillo interior del chaleco. Fue una carta.

Annette abrió la carta con cuidado. Aunque no se especificó el nombre del remitente, Annette pudo reconocer rápidamente la exquisita y elegante letra de su padre. Había una frase corta escrita en él.

~ Los obsequios son para el destinatario, no para el donante

' ¿Qué significa esto?' 

Annette reflexionó sobre el contenido de la carta de una sola línea y pensó profundamente. Allamand, que valoraba el linaje, era más aristocrático que nadie. Por lo tanto, pensó que era vulgar expresar lo que quería directamente. Afortunadamente, Annette había sido su hija durante mucho tiempo, por lo que conocía muy bien el proceso de pensamiento de su padre.

Seguro que no te gustó el regalo de bodas que te envió Rafael.

Así que definitivamente enviaría los regalos para expresar claramente esto. Considerando el contenido de la carta, parecía que su padre quería un "regalo" aparte de Rafael.

Annette entonces se dio cuenta de por qué su padre seguía enviando a Gerard a contactar a Rafael. Al principio pensó que como Rafael era un hijo ilegítimo, estaba tratando de humillarlo porque odiaba aceptarlo como su yerno. Sin embargo, si ese era el verdadero propósito de su padre, devolver los regalos la última vez sirvió muy bien. Así que solo podía significar que su padre quería algo de Rafael.

'Pero, ¿qué diablos es eso?'

Annette frunció el ceño. El duque de Bavaria era el hombre más prestigioso y rico de Deltium. La familia bávara era una familia que no carecía de poder, riqueza ni honor.

Rafael, por otro lado, era un aristócrata emergente que acababa de comenzar su familia. Aunque tenía varias propiedades y territorios que le fueron otorgados por sus brillantes logros, todavía no estaban al nivel que su padre querría codiciar. Annette reflexionó sobre lo que su padre podría querer y buscó en sus recuerdos de su vida anterior.

"Um ..."

'Oh, mira mi mente'

En este momento, Gerard, que se encontraba dormido, frunció el ceño con sus delicadas cejas y mostró signos de levantarse. Solo habían pasado cinco minutos desde que se durmió, pero el poder de Annette parecía ser incapaz de mantener a la gente dormida durante mucho tiempo.

Antes de que Gerard se despertara por completo, Annette se apresuró a guardar la carta en el bolsillo de su chaleco. Annette se calmó y sacudió ligeramente el hombro de Gerard para despertarlo.

“¿Gerard, Gerard? Despierta. ¿No dijiste que tenías que ir urgentemente?"

Cuando Gerard escuchó la voz de Annette, abrió los ojos con una mirada despeinada. Los párpados suaves estaban doblados en varias capas, y sus ojos verde oscuro caían bajo las pestañas doradas. Gerard, que parpadeó un par de veces, miró a Annette y sonrió adormilado.

"Señorita Annette"

Gerard, con los ojos ligeramente bajos, agarró con cuidado la mano de Annette, que estaba sacudiendo sus hombros y le dejó un beso como una pluma en el dorso de su mano. Era como si no supiera qué hacer porque su chica era tan preciosa.

Annette sonrió amargamente cuando vio que Gerard se dirigía a ella nuevamente como una doncella. Todavía parecía estar medio dormido. Annette, fingiendo no darse cuenta de sus errores, apartó las manos de Gerard y aplaudió con fuerza para que recobrase el sentido.

"Dios mío, Gerard. ¿Mi canción era tan aburrida? Te quedaste dormido incluso antes de escuchar el final. Estoy un poco herida"

Annette refunfuñó, haciendo pucheros con los labios. Solo entonces los ojos de Gerard se aclararon y recordó la situación antes de irse a dormir. Estaba muy avergonzado y era bastante evidente por la expresión de su rostro. El propio Gerard no podía creer que fuera tan negligente que se quedó dormido en esta situación.

"Lo siento señorita…. No, marquesa de Carnesis. Eso fue muy grosero de mi parte"

Gerard ofreció rápidamente una disculpa. En respuesta, Annette respondió con voz solitaria, con una expresión triste.

"No. ¿Cómo puedo culpar a los demás cuando soy yo quien no tiene talento? Gracias por aceptar mi solicitud a pesar de que estaba ocupado. Vuelve ahora, llegarás tarde"

"Bueno. Me iré ahora"

No podía poner ninguna excusa porque se sentía muy somnoliento. Gerard se sintió poseído por un fantasma.

'No estoy tan cansado, pero ¿por qué me quedé dormido?'

Gerard, que no sabía qué hacer, vaciló. Finalmente bajó la cabeza y dejó la Mansión de Carnesis.

* * *

Esa noche, Annette esperó ansiosamente a que Rafael regresara. Pasó por todos y cada uno de los recuerdos de su vida anterior, pero la relación entre su padre y Rafael era muy mala. Así que ni siquiera recordaba que Rafael le diera nada a su familia.

Todo lo que podía hacer ahora era preguntarle a Rafael directamente. Probablemente sabía lo que quería su padre. Annette juntó las manos con ansiedad y esperó a que Rafael regresara. Ella estaba arrepentida y molesta porque su propia familia seguía tratando de quitarle algo.

'¿Me casaste con Rafael... porque querías algo? ¿Fue por esto?'

Annette decidió estudiar esta posibilidad también. Al principio, pensó que era un matrimonio que se resolvió debido a los cargos falsos en su contra. Entonces ella creía que su padre no tenía más remedio que dar su consentimiento para este matrimonio.

De todos modos, Annette, que no podía convertirse en la princesa heredera, no tenía ningún valor para él. Si rechazaba la propuesta del rey, los malos rumores sobre Annette se habrían extendido y creado un gran impacto negativo en la reputación tanto de Annette como del duque de Baviera. Era tan malo que su familia ni siquiera podía ayudarla.

'¿Y si mi padre tuviera sus propios planes con este matrimonio? ¿Y si pretendiera quitarle algo a Rafael usándome, que ya era inútil para él, como moneda de cambio? '

Annette cerró los ojos, recordando el rostro frío de su padre que asistió a su boda. Su cabeza daba vueltas con todas estas nuevas conjeturas.

'¿Cuánto tiempo he estado esperando?' 

Poco después de la medianoche, por fin escuchó el sonido de Rafael entrando. Annette rápidamente bajó las escaleras y le dio la bienvenida.

“Rafael, ¿estás aquí? ¿Cómo fue tu reunión en el palacio?"

En lugar de responderle, Rafael la miró con ojos nublados. Ella olió un olor muy fuerte a alcohol de su aliento. Annette, que hizo contacto visual con él, estaba nerviosa sin darse cuenta.

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