Más allá del Tiempo 693
¡La llegada de Diosa Carmesí, el renacimiento del Gobernante!
En el Continente Wanggu, había un vacío oculto, no los nueve abismos, pero igualmente negro como el carbón.
Nadie conocía su ubicación exacta, e incluso el Dao Celestial no podía encontrarlo.
Esto se debía a que ese era el lugar donde el Antiguo Emperador Espíritu, que había unificado Wanggu en aquel entonces, se había escondido con sus compañeros de clan después de ser maldecido por todos los Inmemoriales Dao Celestiales de Wanggu.
Su nombre era Ling Yuan
Asure: 灵渊 : Líng yuān = Ling Yuan o Abismo Espiritual.
Se abrió sobre la cabeza de una serpiente putrefacta y fue transportado por la terrorífica serpiente mientras nadaba en el vacío.
El mundo interior estaba lleno de muerte e incontables huesos estaban enterrados en él.
Podían verse almas y cadáveres putrefactos por todas partes.
El cielo estaba oscuro y el suelo negro como el carbón.
El sonido parecía no tener sentido aquí, como si el mundo entero consistiera sólo en imágenes.
En la escena había palacios, cada uno de los cuales contenía una montaña hecha de carne ensangrentada.
Un enorme ojo flotaba en el cielo sobre la cima de cada montaña.
Estaba cerrado, como si nada en este mundo pudiera romper Su paz.
Sólo dragones dorados permanecían en los alrededores, formando una runa tras otra, como si tejieran sueños para Él.
Si no hubiera ninguna perturbación, tal vez seguiría durmiendo así.
En ese momento, al aparecer de repente un vórtice, un enorme ojo que flotaba en el cielo sobre una montaña de carne tembló de repente.
Como si hubiera percibido una existencia que le hacía sentir impotente y asqueado, el ojo se abrió de repente.
De este enorme ojo brotó un poderoso sentido divino que parecía capaz de ahogar al mundo y que hizo temblar a todo el Mundo Espíritu Antiguo. Barrió una tierra infinita y finalmente aterrizó en el vórtice que había aparecido.
La figura de Xu Qing se formó lentamente en el vórtice. Después de salir, miró a este mundo familiar y luego al ojo que le miraba fijamente. Su expresión era calmada mientras ahuecaba sus puños y se inclinaba.
«Su Majestad, tanto tiempo sin vernos»
«¡No mucho, sólo el tiempo para una siesta corta!»
Un resoplido frío emanó del interior del globo ocular, con las venas inyectadas en sangre impregnando sus ojos. Mientras miraba fijamente a Xu Qing, el sonido del agua fluyendo rodeaba la zona, y las aguas de la Fuente Amarilla se acercaban desde todas direcciones, fluyendo incesantemente.
Era la saliva del Emperador Espíritu Antiguo.
«¡Te dije antes que la próxima vez que vengas, el interés que tienes que pagar es un dios remanente! ¡Si no, te comeré!»
El dedo del dios en el cuerpo de Xu Qing se estremeció y siguió haciéndose el dormido...
A Xu Qing no le importó la cobardía del dedo. Miró al globo ocular y una expresión amistosa apareció en su rostro.
«Majestad, claro que lo recuerdo y he venido a contárselo. Hay un banquete. Me pregunto si a Su Majestad le interesa»
Xu Qing habló respetuosamente.
El ojo se entrecerró.
«¿Qué banquete?»
«¡Diosa Carmesí Durmiente!»
Tan pronto como Xu Qing terminó de hablar, todo el Mundo Espíritu Antiguo retumbó. Todos los palacios temblaron y los ojos sobre las montañas de carne se abrieron todos y miraron a Xu Qing al unísono.
«¡¡¡De qué estás hablando!!!»
Enfrentándose a tal poder divino, si fuera entonces, Xu Qing no sería capaz de resistirlo. Sin embargo, su cultivo era ahora mundos aparte de antes. Aunque aún sentía incomodidad, ya no era tan frágil como antes.
Por lo tanto, mantuvo la calma y habló en voz baja.
«Me teletransporté aquí desde la Región de Culto a la Luna. Allí, tenemos al gobernante despierto, Li Zihua, dos altos dioses de la Raza Cielo Místico Yue Yan, varios seres todopoderosos de Acumulación Divina... Antes de venir aquí, sugerí compartir este banquete con usted, Su Majestad. Por lo tanto, me pidieron que viniera aquí y le preguntara... si va a unirse a este festín. En cuanto a si lo que he dicho es verdad o mentira, con el poder de Su Majestad, puede inspeccionar el aura de mi cuerpo»
Mientras la voz de Xu Qing resonaba, todos los ojos aquí parpadearon rápidamente. El suelo retumbó aún más, como si un latido del corazón latiera rápidamente.
Las palabras de Xu Qing eran demasiado impactantes incluso para Emperador Espíritu Antiguo.
Claramente no esperaba que el interés que Xu Qing había preparado esta vez fuera realmente tan grande. Lo que quería originalmente era sólo una parte de un dios.
Sin embargo, Xu Qing le estaba ofreciendo a Diosa Carmesí.
Conocía a Diosa Carmesí y también había detectado el aura de los altos dioses de la Raza Cielo Místico Yue Yan en Xu Qing. Estaba diciendo la verdad.
Sin embargo, permaneció en silencio.
Xu Qing no tenía prisa y esperó en silencio.
El tiempo fluyó y pasó un día.
«Su Majestad, si no quiere el interés esta vez, entonces me iré primero. Es casi la hora de comer»
Xu Qing habló con calma y se retiró lentamente, queriendo entrar de nuevo en el vórtice.
Sin embargo, en ese momento, el vórtice se detuvo y se solidificó.
Xu Qing no se asustó en absoluto. Miró tranquilamente a los ojos de Emperador Espíritu Antiguo.
«Soy un chef. Si no vuelvo, me encontrarán»
El ojo miró fijamente a Xu Qing como si estuviera sopesando los pros y los contras. Tras un largo rato, el vórtice detrás de Xu Qing volvió a girar.
En el momento en que la figura de Xu Qing estaba a punto de desaparecer, una gota de sangre negra salió volando del ojo del Emperador Espíritu Antiguo y se dirigió directamente hacia Xu Qing. Después de aterrizar en su cuerpo, se transformó en un manto negro.
Había un ojo en este manto que parecía extremadamente siniestro.
La voz del Emperador Espíritu Antiguo resonó en la mente de Xu Qing.
«Si todo es cierto, asistiré al banquete»
Cuando Xu Qing escuchó esto, asintió.
«Su Majestad, después de que termine este banquete, quiero un dragón de la suerte del Espíritu Antiguo»
«¡De acuerdo!»
El mundo se invirtió y sonidos retumbantes sonaron en todas direcciones. Xu Qing desapareció del vórtice y regresó a la Región de Culto a la Luna, frente a la estatua del gobernante, Li Zihua.
En cuanto apareció, el capitán se asomó inmediatamente. El heredero y los demás también abrieron los ojos y se quedaron mirando a Xu Qing, especialmente su capa negra.
El ojo de Emperador Espíritu Antiguo en la capa también se entrecerró rápidamente.
Lo primero que vio fue la estatua del gobernante, Li Zihua. Sintió profundamente el terrorífico poder contenido en esta estatua y el aura que despertaba en ella.
Después, miró al cielo y vio la incomparablemente enorme Estrella de Luna Roja que estaba a punto de llegar. Olas se levantaron en su mente.
Finalmente, miró al heredero y a los demás. Su mirada los recorrió uno por uno y cuando vio al Viejo Noveno, Sus ojos se entrecerraron.
«Senior, este es mi estimado invitado»
Xu Qing miró al heredero y habló respetuosamente.
El heredero no dijo nada y asintió. Estaba claro que el día que Xu Qing se fue, el capitán parecía haberles dicho algo. Sólo Viejo Noveno miró la capa negra de Xu Qing y una pizca de frialdad se extendió por su cuerpo.
«Tenemos una deuda de gratitud con este chico»
El ojo del Emperador Espíritu Antiguo se entrecerró. Podía sentir un aura maléfica sin igual de la persona que tenía delante.
La intensidad de esta aura torva era suficiente para estar entre las tres mejores que había encontrado en toda su vida.
«Tal elegido del cielo... ¡Tiene una espada que puede intimidar a los dioses!»
Emperador Espíritu Antiguo murmuró para sus adentros. Naturalmente entendió lo que la otra parte quería decir. Esto era una amenaza y una advertencia.
Si estuviera en su apogeo, naturalmente ignoraría tales amenazas. Sin embargo, ahora era diferente. Además, todo lo que vio después de venir aquí no era muy diferente de lo que Xu Qing había dicho.
En cuanto a los altos dioses, sintió un aura densa de la persona al lado.
'Esa persona de ojos sospechosos lleva la puerta de entrada a la tierra de un dios en su persona'
Todo esto hizo que la mente de Emperador Espíritu Antiguo fluctuara mientras transmitía su sentido divino.
«Es mi creyente, así que naturalmente no le haré daño»
Cuando Viejo Noveno escuchó esto, retiró su mirada pero su aura torva aún permanecía.
Emperador Espíritu Antiguo entrecerró los ojos y miró al gobernante que revivía.
Desde el principio hasta el final, la expresión de Xu Qing era tranquila. Desde que se atrevió a invitar al Emperador Espíritu Antiguo, naturalmente tenía algo en lo que confiar. También estaba seguro de que el Emperador Espíritu Antiguo no sería capaz de causar una conmoción masiva en esta situación.
El tiempo pasó lentamente.
Las llamadas de todos los seres vivos de la Región de Culto a la Luna continuaban. A medida que la Estrella Luna Roja llegaba gradualmente, las llamadas se hicieron aún más intensas.
La Estrella Luna Roja ya ocupaba la mayor parte del cielo.
De hecho, debido a que la distancia era demasiado corta, los cráteres de la misma podían verse a simple vista.
Su sombra cubría la tierra, haciendo que el suelo se agitara, los ríos entraran en erupción y las montañas se derrumbaran allá por donde pasaba. El aura emitida por la Estrella de Luna Roja se extendió como una tormenta, envolviéndolo todo en la voluntad del dios.
Las sustancias anómalas se intensificaron y el mundo se distorsionó.
Se dirigía hacia la estatua del gobernante.
El lago de sangre circundante se llenó de nuevo. Todo lo que estaba a la vista era rojo, como si este reino estuviera ahogado por un mar de sangre en ese momento.
Todos los seres vivos temblaban y la desesperación crecía sin control, transformándose en una llamada aún más intensa.
El aura del despertar en el cuerpo del gobernante también estalló en ese momento, haciendo que el mundo se distorsionara y el vacío retumbara. Era como si incontables relámpagos celestiales explotaran.
Sin embargo, no importaba cómo se propagara este sonido, no podía detener la llegada de la Estrella Luna Roja.
La Luna Roja se acercaba cada vez más.
En el suelo, su sombra transportaba sustancias anómalas y lo cubría casi todo.
Las expresiones del heredero y los demás eran solemnes, y sus ojos estaban llenos de odio. La expresión del capitán también se volvió tensa.
¡Todos los preparativos y muchos años de duro trabajo dependerían de esto!
La mirada del Emperador Espíritu Antiguo sobre la capa de Xu Qing se estrechó al instante.
Xu Qing tampoco pudo evitar sentirse incómodo. La autoridad de la Luna Roja en su cuerpo se volvió inauditamente activa, siendo arrastrada por la Luna Roja.
Los diferentes sentimientos en los corazones de todos alcanzaron instantáneamente su punto máximo.
Al instante siguiente, el reino se oscureció. ¡La colosal Estrella Luna Roja portaba el poder infinito de las mareas, un terrorífico poder divino y un aura aterradora mientras emergía en los cielos sobre la estatua del gobernante!
¡Justo en el centro!
¡Diosa Carmesí había llegado!
Un aura de dios extremadamente densa descendió de los cielos como tinta.
En un abrir y cerrar de ojos, el heredero y los demás escupieron una bocanada de sangre. Sus cuerpos empezaron a marchitarse y a descomponerse, emitiendo gases negros mientras brotaban maldiciones.
El capitán tampoco pudo resistir el aura, pero extendió inmediatamente el anillo Soles del Alba y apenas persistió.
En cuanto a Xu Qing, la capa formada por Emperador Espíritu Antiguo en su cuerpo resistió pasivamente la erupción de esta aura por él.
Sin embargo, si esto continuaba, sería difícil para ellos durar demasiado tiempo.
La Región de Culto a la Luna se agitó y este reino empezó a colapsarse. Todos los seres vivos se lamentaban mientras descendía el día del juicio final.
Si todo esto formara una imagen, la escena en la Región de Culto a la Luna parecería increíblemente desoladora. La postura arrodillada de la estatua del gobernante, al igual que el nombre de esta Llanura del Arrepentimiento, sugería castigo. Estaba siendo penalizado y obligado a arrepentirse en este lugar.
Así era en todas las épocas de la ceremonia del sacrificio.
Sin embargo, ¡esta vez era diferente!
En el instante en que todos luchaban por resistir el aura, ¡llamas blancas ardieron del cuerpo de la estatua del gobernante!
Era la combustión de su renacimiento. Fue estimulado por la propagación del poder divino de la Luna Roja y el aura de Diosa Carmesí.
Las llamas se hicieron cada vez más intensas e instantáneamente alcanzaron el extremo, estallando hacia el cielo. Sus manos, que nunca se habían levantado desde su muerte, se alzaron lentamente entre las llamas y el ensordecedor estruendo.
Las grandes manos borraron el cielo y se estrellaron contra... ¡la Estrella Luna Roja sobre su cabeza!
¡Boom!
¡El Gobernante Li Zihua había revivido!
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