Marquesa Maron 120
Arco 26: Mediados de primavera, 'Una flor negra floreció en el corazón' (3)
Por supuesto que era así. El corazón de la cardenal era tan pequeño como el de un sapo, mientras que el mío era tan grande como una montaña.
Incluso después de movilizar a la cardenal, la Iglesia no pudo penetrar la niebla de maggi, la gente finalmente comenzó a preocuparse de que el rey nunca saldría de allí.
¿Qué pasaría con este país sin un rey?
Algunos se burlaban, diciendo que no importaba, mientras que otros decían que alguien más codiciaría el trono y se matarían entre sí. Otros calculaban a quién debían sobornar, alineando a los parientes de la familia real.
El mayor cambio fue la fractura de la fe.
En este maldito mundo de fantasía, solo hay un dios y una religión. Los humanos no pueden nombrar a Dios a la ligera, por lo que no tiene un nombre propio, y aquellos que lo sirven tampoco pueden tener un nombre, por lo que la Iglesia simplemente se llama "la Iglesia".
Durante mucho tiempo, habían extorsionado dinero y poder a cambio de fe, pero ahora su incompetencia y codicia habían sido expuestas por jóvenes poderosos que habían despertado.
Todo gracias a mí.
¿Lo vieron?
Puse mis manos en las caderas, miré al cielo y me eché a reír.
—¡Jajajajajaja!
Después de eso, Mikaelan, furioso y al borde de la locura, comenzó a lanzar edictos llenos de acusaciones y amenazas a la Iglesia, mientras la Iglesia insistía en que todo esto se debía a que había un traidor dentro.
Gritaron que él era ese rey traidor, pero Mikaelan, cuya presión arterial se disparó, se desplomó, los médicos tuvieron que ser llamados de urgencia, aunque solo podían examinar al rey a través de correspondencia.
No solo Mikaelan estaba al borde del colapso.
La Iglesia también estaba en caos, enviando mensajeros por todas partes.
Todas estas cartas culpaban a la malvada demonio Haley, pero la lista de destinatarios era bastante interesante.
Familiares reales, nobles, poderosos y ricos. Incluso figuras prominentes dentro de la Iglesia.
Robé una de ellas, la leí en secreto y me reí.
—Es cierto que es por mí, pero aún así me siento mal. Tendré que golpearlos más.
Les daré una buena paliza. Como le hizo nuestra Romero. Ah, pero si le doy una paliza así, sus piernas se romperán, así que no debería golpear a la gente de esa manera.
Entonces hagámoslo así.
—Maris.
—¿Qué pasa?
—¿Cuándo planeas regresar a Casnatura?
—Pronto terminaré. Vine aquí para organizar una fuerza de ocupación conjunta de los tres reinos con Rey Mikaelan, pero... las cosas han salido así. Grandis tiene a Asta ayudando, así que pronto regresaré a mi país y reorganizaré la fuerza de ocupación en Enif.
—Creo que puedes dejarme aquí y regresar.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Mikaelan nunca tomará la iniciativa en la fuerza conjunta. Así que tendrás que hacerlo tú.
—¿Yo?
—¿Quién más podría ser el líder?
Maris me miró con una expresión indescifrable. Aunque me entristecía separarme del hermoso hermano de Asta, me limité a sonreír sin mostrar mis sentimientos.
Ese día, Maris se despidió de Mikaelan enviándole una carta llena de elogios y palabras de consuelo. Le pidió que entendiera su partida a Casnatura y le sugirió que buscar otra solución en lugar de confiar en la Iglesia.
Decidí no despedirme de Maris y regresé directamente al Castillo Maron.
Al desplegar mis alas y volar alto en el cielo, pude ver el castillo del señor feudal atrapado en la niebla de maggi en forma de donut.
¿Qué hará Mikaelan? Si de repente dejo de aparecer cada noche para dar órdenes e instrucciones, ¿cómo reaccionará? En lugar de sentirse aliviado, se estremecerá de ansiedad, ¿no?
No podrá estar seguro de nada. Qué hacer, en quién confiar, si seguir enfrentándose a la Iglesia o apresurarse a reconciliarse y usar su poder para escapar de allí.
La ansiedad por el trono era la misma. Qué impacto ha tenido la ausencia del rey en el reino. Su plan de unificar los tres reinos utilizando tanto a la Iglesia como a la fuerza conjunta ahora se ha ido por el desagüe.
Ni siquiera podrá dormir por la noche.
Se asustará si aparezco, pero se asustará más si no lo hago. Estará ansioso por no saber qué voy a pedirle, y más ansioso si no le pido nada.
En una prisión aislada, sin nadie a quien pedir consejo ni alguien que lo respalde.
Mikaelan estaba completamente solo.
El mundo visto desde el cielo era hermoso. No importa cuán sucias y mezquinas fueran las vidas humanas allá abajo, el cielo seguía siendo vasto y azul.
Mientras volaba de regreso al castillo Maron, pude ver más de cerca las zonas contaminadas.
Así es como se ve Selborne desde el cielo. Sabía que el norte era principalmente montañoso, pero no sabía que había tantos valles. ¿Es por ahí donde mi pequeño parásito me siguió quejándose? ¿Hasta dónde se extiende esa gran cadena montañosa?
Así es tener alas.
Podía volar como un gorrión, como un halcón. Podía imitar a un águila o a un murciélago.
Era mucho más rápido que viajar en carruaje o a caballo. Mis alas de maggi no se cansaban, y aquí no había depredadores.
Arriba, el cálido sol de primavera dejaba su calor, y abajo, la niebla de maggi fluía como un río.
¿Podría ser feliz?
—¡¿Por qué llegaste tan tarde?!
Campanilla me esperaba con las manos en las caderas, lista para regañarme. Sabía muy bien cuántas bombas de regaños mortales saldrían de esa pequeña boca, así que, antes de tocar el suelo, le extendí una bolsa llena de carne seca.
—Toma, come.
—¡Cada vez que sales, no hay noticias tuyas! ¡Sería mejor que te convirtieras en un vagabundo! ¿No piensas en los que se quedan en casa? ¿Eh? ¿Qué es esto?
—Pruébalo.
Como un vendedor ambulante tratando a un espectador, tomé un trozo de carne y se lo metí directamente en la boca a Campanilla.
Pruébalo. Pruébalo.
—¿Está bueno, verdad?
—¿Qué es esto? ¿Por qué está tan bueno? No intentes sobornarme con comida. ¿Crees que soy un hada tan simple? ¿Qué es esto? Es azúcar, pero sabe diferente. Esta vez no te dejaré pasar. Me mentiste diciendo que volverías pronto, ¿sabes cuántos días han pasado? Wow, esto está realmente bueno.
¡Mi Campanilla está teniendo una crisis de identidad!
—¿Está bueno? Dicen que está hecho con azúcar moreno.
—¿Azúcar moreno? ¿Azúcar negro? ¿Finalmente lograste procesar azúcar con maggi? ¿Entonces ahora soy un demonio?
—¡No!
—¡Ay, cielos, qué susto! ¡¿Por qué gritas?!
—¡¿Por qué estás tan enojada?!
—¡De quién crees que salí!
Nada más llegar, ya estaba discutiendo con Campanilla cuando Reikart apareció y suspiró. Sin siquiera saludarme para preguntar cómo me había ido, se dio la vuelta y se fue. Mientras observaba su espalda, pensé que este era definitivamente el lugar donde debía estar.
⋅•⋅⋅•⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅∙∘☽༓☾∘∙•⋅⋅⋅•⋅⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅
Al día siguiente de que Haley regresara al Castillo Maron, Maris partió hacia su país al mando de las fuerzas de Casnatura. No tenía sentido que se quedaran estacionados en el Ministerio cuando el rey de Holt, con quien debían negociar, estaba atrapado en una prisión de maggi y no se le veía ni la sombra.
La gente esperaba que el sabio príncipe heredero Maris ayudara a Mikaelan, pero él tampoco tenía la capacidad de repeler el maggi.
Mikaelan, aislado, se volvió cada vez más irritable. Solo después de quedar atrapado se dio cuenta. Lo que más temía no era la Iglesia, Nièbe o Casnatura, sino su propio país, Holt.
Cuanto más se prolongaba la ausencia del rey, más personas buscaban alternativas.
Algunos sugerían sentar en el trono al pariente de sangre más cercano, otros pedían que la reina viuda adoptara un heredero, y algunos soñaban en secreto con la rebelión.
La Iglesia no era diferente. Surgió la opinión de que sería mejor sentar a un nuevo rey que se ajustara a los gustos de la Iglesia y usarlo como títere en lugar del rey Mikaelan, con quien las relaciones estaban completamente rotas.
Mikaelan, sabiendo todo esto pero incapaz de hacer nada, estaba al borde de la locura por la ansiedad.
Si te gusta mi trabajo, puedes apoyarme comprándome un café o una donación. Realmente me motiva. O puedes dejarme una votación o un comentario 😉😁.
Un Cafesito ;
